No le fue fácil conseguir el voto de confianza a la Premier Ana Jara. Casi se entrampa y deja en la
estacada al país. Un voto la salvó.
El dirimente que emitió la Presidenta del Congreso, Ana María Solórzano.
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Ello ocurrió en un ambiente caldeado,
durante varios días, donde hubo de todo como en botica: pedidos, jaloneos, enfrentamientos, promesas y hasta chantajes con sus
respectivas intransigencias.
Realmente, qué vergüenza para la propia ciudadanía que habría sido la principal
damnificada.
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Sin embargo, cabe destacar que Jara demostró cierta capacidad y habilidad de diálogo con las demás
fuerzas políticas. Pero eso no bastó y
casi caemos en el vacío de poder que a ningún camino bueno conduce.
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En efecto, el país necesita, de
todas maneras, que se formulen leyes. Obviamente que se aprueben partidas
presupuestales, se coordinen políticas públicas y se terminen las huelgas. La de los médicos es un caos total,
con pateaduras y varazos inaceptables de parte de la policía en contra de los galenos.
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Por si acaso, hay otros
muchísimos asuntos por resolver. No
sabemos qué se espera por hacerlo, efectivamente, en términos inmediatos. La paralización hay que evitarla a como
de lugar porque, por razones obvias, es inaceptable.
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Nadie puede negar que se ha
registrado un enfrentamiento serio entre
el Poder Ejecutivo y el Congreso. Tal situación por los propios errores de ambos lados y
que están latentes, habiendo sido definitivamente garrafales.
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De entrada, debemos señalar que lo
del pasado con el ex Premier, René
Cornejo, fue más suave que lo de ahora. La cresta de la discusión mucho más
peliaguda. Por ejemplo y no antes, un ministro, el de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, está acusado de lobbista maligno y de intereses determinados y particulares.
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Los de la oposición en el Parlamento
querían, de todas sus maneras, que se vaya a su casa. Mientras que el Ejecutivo
lo defendía a capa y espada. Hay una interpelación en ciernes. El tema de los aportes a las AFP'S de los
independientes, allí en plena discusión. Toma y daca y seguía la controversia.
El voto de confianza no salía. Pasaban y pasaban los días. La crisis se agudizaba por completo.
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Hay otro hecho que estuvo en la
estacada de la discusión. El caso de
Diego García Sayán. Aquí hubo falta de persistencia y de consecuencia del
Gobierno. Primero, acertadamente, propuso su candidatura a la Secretaria General de la Organización de
Estados Americanos ( OEA)
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Y cuando se le vino el bolondrón,
sobre todo del fujimorismo y otros adláteres reaccionarios de poca monta moral
e intelectual, los oficialistas decidieron por boca del mismísimo Canciller, Gonzalo Gutiérrez, evaluar y revisar la postulación.
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Así, no sólo el régimen sino el Perú, se convierte, una vez más, en
madrastra de sus propios hijos que incluso destacan por su capacidad comprobada
plenamente.
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Evidentemente que, de ninguna
manera, compartimos el pasado político de García Sayán que se origina en las filas
de ese engendro del ultraje ideológico equivocado que fue Vanguardia
Revolucionaria, allá por los años 60. Es decir, hace una punta de años.
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Pero de allí a
llegar al extremo obtuso de dejar de darnos cuenta que el ilustre abogado ha cambiado por
completo para convertirse en un demócrata progresista, sí que sería
temerario y por ende erróneo, no hacerlo.
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Tal calificativo de la conversión es
comprobable y una realidad contundente.
Que le hace bien, definitivamente, a la
pluralidad de la democracia que el país requiere. La izquierda, los
caviares o como se les llama son necesarios en este sistema, el menos
imperfecto de los que existen en el mundo. A nadie se le puede vetar por sus
ideas que son congruentes con la ley.
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Veamos los cargos que ha
desempeñado el personaje, del 2001 a la
fecha. Ministro de Justicia del Gobierno transitorio de Valentín Paniagua.
Canciller de la República en tiempos del toledismo. Magistrado de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica. Hoja de vida profesional impecable con
otros puestos de por medio resaltantes.
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De conseguirse la designación, si
se persiste en ella como debe ser, obviamente, tal nombramiento honraría al Perú por sus cuatro costados, aunque
ciertamente no la tiene fácil el especialista que también se desempeñó como
Director de la Comisión Andina de Juristas
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En efecto, hay candidatos que le
pueden ganar la elección que se realizará el próximo año. Entre ellos: el
guatemalteco Eduardo Stein, que fue
observador de las elecciones peruanas el 2000 y el canciller uruguayo Luis
Almagro, a quien la prensa internacional lo sindica como el postulante más
fuerte.
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Lo normal y óptimo sería que los peruanos apoyásemos a rajatabla
a García Sayán. Pero parece que no es así. Los que se están imponiendo son
diversos sectores, que no tienen autoridad moral por un conservadorismo
recalcitrante, saliendo a cacarear y oponerse con argumentos falaces. Lo que es
peor, poco serios. Desde acusarlo de
caviar hasta decir, infundadamente, que en el pasado erró por completo en la
liberación de los terroristas.
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Las liberaciones secretas de los subversivos nunca se dieron. Lo que se registró fue coordinado con la Dircote y el Poder Judicial. Se trató de conmutaciones de penas a personas seleccionadas por esta dependencia policial, a cambio de información
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Lo real y cierto, de acuerdo a la versión del propio García Sayán, durante el gobierno de Fujimori entre 1,990 y el 2,000, más de 700 personas salieron libres. Mientras que en la época de Toledo, cuando tuvo responsabilidad, unos 200 de ellos inocentes obtuvieron su libertad.
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Lo real y cierto, de acuerdo a la versión del propio García Sayán, durante el gobierno de Fujimori entre 1,990 y el 2,000, más de 700 personas salieron libres. Mientras que en la época de Toledo, cuando tuvo responsabilidad, unos 200 de ellos inocentes obtuvieron su libertad.
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Nadie puede negar el prestigio
internacional con que cuenta el candidato peruano. No obstante de que, al
interior del país, su candidatura se convierte en controversial. Bueno sería
unir esfuerzos para levantar a quien,
efectivamente, se lo merece. Dejémonos
de mezquindades.
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Muchos tienen la impresión de que lo real es que el
oficialismo negocia por lo bajo con el fujimorismo al estilo de “tú me das esto y yo te doy lo otro”. Así
se quería aprobar el voto de confianza y
ello, de frentón, es anti ético e incluso inmoral. La misma repartija de
siempre.
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Los padres de la patria
demuestran una catadura tan endeble y nada ejemplar. Cambiemos de paradigmas y reforcemos, con principios sólidos, la vida
pública nacional, que se merece un sitial de admiración. Hoy por hoy,
evidentemente, no la tiene. Menos con un veto a García Sayán.
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Ni tampoco con este circo que se presentó con
el famoso voto de confianza. El gobierno
tiene que transformarse por completo y el Parlamento ídem. Cumplamos con lo
que manda la Constitución y a trabajar a fondo por el bien de todos los
peruanos.
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A largo plazo existe la
posibilidad de que otro miembro de la famosa y conocida familia Allende sería
Presidente de Chile. La candidata podría
ser Isabel Allende, tercera hija del
extinto mandatario socialista de ese país entre 1970 y 1973, Salvador “Chicho” Allende Gossens y de Hortensia “Tencha” Buzzi.
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Ella es la actual Presidente del Senado, por
las filas del Partido Socialista como su padre y apoyando al gobierno de centro
izquierda de Michelle Bachelet, está
en plena carrera política ascendente. Tienta la presidencia de su agrupación
política.
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Al menos eso es lo que ha
declarado en última entrevista para “El Mercurio” de Chile donde sin tapujos
dice que “a lo mejor algún día podría yo
tener las armas para cerrar el círculo y llegar a la Presidencia de la
República. Hecho en sí que para mí sería muy honroso”. Más claro ni el
agua. Ni la luz.
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Los Allende tienen un sino trágico de destino fatal que llama la
atención y que, en esta oportunidad, la política aludida lo recuerda.
Evidentemente con mucha pena. Su hijo, Gonzalo Meza Allende, analista y consultor
político de 45 años, se suicidó por una severa depresión.
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Lo mismo que su abuelo, tras ser
depuesto por el dictador Pinochet el
11 de Septiembre de 1973. La lista sigue e igual decisión tomó Laura Allende, parlamentaria y hermana
del mandatario al lanzarse al vacío desde un edificio ubicado en La Habana
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El circulo trágico incluye, en 1974, a Beatriz “Tati” Allende, la hija engreída del “Chicho” que de un
certero balazo acabó con su vida cuando vivía exiliada en Cuba. No pudo
aguantar la tremenda dictadura que sufría su país y tampoco superar el
holocausto del padre.
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A propósito Tati
tuvo un hijo, Salvador Allende Fernández. El gobierno cubano
decidió por decreto que el niño cuando nació no lleve el apellido materno como
tal, sino que éste pase a ser el paterno.
En memoria a su insigne abuelo.
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Con el paso de los años, el
muchacho resultó homosexual y como tal
había que respetarlo porque las opciones de género no tienen porque ser
criticadas. Precisamente lo que, en la nefasta Cuba de los dictadores Fidel y Raúl Castro, dejaron de hacer
porque a este ser humano con determinadas inclinaciones que no nos compete
juzgar, le causaron problemas e incluso lo persiguieron por dichas preferencias.
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Una barbaridad que no tiene
ninguna explicación sustentatoria. Pero que desenmascara, como intolerante y
aberrante, al régimen castrista. Irracional por completo. Actualmente, el joven
nacido en la Habana reside en Nueva Zelandia. Completamente defraudado de las
ideas castristas.
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Su padre es el cubano de los
sistemas tenebrosos de inteligencia del “G 2” que opera en la isla y en diferentes
latitudes del mundo, Luis Fernández de
Oña. Muchos años fungió de diplomático, incluso en Chile, cumpliendo este
doble papel entre la agradable vida de las relaciones exteriores y el espionaje
político donde todo vale. Inclusive la
traición, el asesinato y la guerra sucia permanente.
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La política peruana está de luto
por la pérdida irreparable de una de sus principales figuras: Henry Pease García. Más allá de cualquier discrepancia o
diferencia, el aguerrido sociólogo de una capacidad de trabajo impresionante e
insuperable fue un hombre honesto a toda prueba, con sólidos principios que lo
llevaron a destacar notablemente. Paz en su tumba y sentidas condolencias a su
familia. (Noé)