El poder político le duró poco en las
dos oportunidades que gobernó el Perú tanto
en 1895 provisionalmente como, de
forma constitucional, entre 1903 y 1904. Lo admirable es que lo hizo con coraje y acierto. Cacerista y luego pasó a ser civilista por sus cuatro
costados. Miembro de una de las familias
más adineradas de aquella época. Hombre de carácter, de seriedad, y de visión
empresarial que impulsó la economía y
las finanzas. Luchador impenitente en la
Guerra con Chile y crítico acerbo de las clases dirigentes nacionales y de aquellos
peruanos inescrupulosos que actuaron indebidamente en la conflagración nefasta,
según las cartas que publicaron sus
familiares muchos años después. Alcalde
provisional de la capital, senador y presidente de su cámara. A la hora de la
hora y de las decisiones, un hombre público de conducta intachable que
contribuyó a la grandeza del país con ideas enteramente claras de servicio
efectivo en el que creyó con convicción
propia y constancia permanente de fortalecer a los demás.
Manuel González de Candamo Iriarte, más
conocido como Manuel Candamo a
secas, nació en Lima el 14 de Diciembre de 1841 y murió en Arequipa el 7 de Mayo de 1904. Una vida fructífera de 62
años cumplidos y vividos a plenitud. Lo eligieron primer mandatario por la
voluntad popular y fue su segunda ocasión.
En tal ocasión, sólo gobernó ocho meses porque, desafortunadamente, se
enfermó de un momento a otro y al poco tiempo dejó este mundo.
Manuel Candamo: coraje para gobernar
Manuel Candamo: coraje para gobernar
SUS
PADRES
Hijo de Pedro González de Candamo
Astorga, de ascendencia española y asturiana nacido en Valparaíso- Chile. Pero
de nacionalidad peruana que se desempeñó muchos años como embajador del
servicio diplomático del país. En determinado momento, lo consideraron el
hombre más rico de la nación por su ligazón directa con los negocios del guano.
Su madre, María de las Mercedes Iriarte Odría, perteneciente a una familia de acaudalados
propietarios de la sierra central.
Estudió en el Colegio Guadalupe, el
Convictorio de San Carlos y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde
se graduó de abogado. Un tiempo se dedicó al periodismo y trabajó en la
redacción del diario “El Comercio”, haciendo campaña en contra del tratado
Vivanco Pareja de 1865 por considerarlo nefasto para los intereses nacionales y
enteramente favorable a España y sus expediciones seudo científicas, con visos de dominio total.
Por razón de estas ideas, lo
deportaron a Chile en tiempo del gobierno de Juan Antonio Pezet. Regresó y apoyo la rebelión de Mariano Ignacio Prado
en Arequipa. En esta oportunidad, ingresó a
Lima con el grupo de jóvenes que reconocía como caudillo a José Gálvez
Egúsquiza, digno personaje que posteriormente murió en el Combate del 2 de
Mayo de 1866, librado en contra del yugo
español.
Fue Secretario de la Legación peruana
en Chile, cargo cuyo titular era el famoso intelectual Felipe Pardo y Aliaga.
A renglón seguido emprendió un viaje de
estudios por el Lejano Oriente y Europa,
visitando infinidad de países tales como: Japón, China e India.
CIVILISTA
En 1872, se afilió al Partido Civil
que llevó a la Presidencia de la República a Manuel Pardo y Lavalle. El 23 de
Octubre del año siguiente contrajo matrimonio con Teresa Alvarez Calderón, hija
del abogado Manuel Alvarez Calderón Olaechea y de Teresa Carmen Roldán Bedoya.
Una de sus hijas, Teresa Candamo Álvarez-Calderón, que vivió
entre 1875 y 1953, fue monja fundadora de la Congregación Canonesas de la Cruz
y ha sido declarada venerable por la
Iglesia Católica. Otra de ellas,
Virginia, se casó con José de la Puente Olavegoya
Promotor del Banco del Perú y director
de otro, el Anglo Peruano. Lo mismo que
de varias instituciones de crédito. Prior del antiguo Tribunal del Consulado y
Presidente de la Cámara de Comercio de Lima.
Para muchos historiadores, como Carmen
Mc Evoy, Candamo representó al grupo de capitalistas nacionales que lograron
consolidarse como consecuencia de la expansión guanera y que, luego de la
Guerra del Pacífico, pudieron remontar la crisis con la ayuda de la política
económica de la gestión implementada por la gestión Cáceres.
Leal al gobierno de Pardo y en esa
condición comandó un batallón de la Guardia Nacional, enfrentándose a los
rebeldes encabezados por Nicolás de Piérola en Moquegua. En su condición de
Teniente Alcalde de Lima se encargo de la Alcaldía por corto tiempo,
reemplazando al titular Fernando de Osma.
El cadáver del Presidente en la capilla ardiente de Arequipa.
El cadáver del Presidente en la capilla ardiente de Arequipa.
LA
GUERRA
Participó como reservista en la
batalla de Miraflores, durante la Guerra
con Chile. Respaldó por completo la autoridad del Presidente Francisco
García Calderón y cuando éste fue confinado en Chile, por negarse a admitir una
cesión territorial, desempeñó en Lima el cargo de delegado del gobierno recaído
en el Contralmirante Lizardo Montero
Al poco
tiempo, los chilenos invasores lo apresaron y lo confinaron muy lejos de la
patria en la zona de Angol, ubicada sur del país del Mapocho. Intervino allí en
las conversaciones que los peruanos desterrados sostuvieron con el Ministro
Plenipotenciario de Estados Unidos en Chile, Cornelius A. Logan, para acordar
los términos de la paz (1882).
También estuvo, en la misma condición de
detenido, en Chillán y el puerto de Valparaíso. Luego de firmarse el Tratado de
Ancón, retornó al país por poco tiempo. El Gobierno de Miguel Iglesias lo acusó
de apoyar la sublevación de Cáceres y lo desterró a Iquique.
Al triunfar Cáceres sobre Iglesias,
fue elegido Senador por Lima (1886) e inmediatamente reelegido en 1890. Ayudó a
la fundación del Partido Constitucional, en torno a la heroica prestancia de
Cáceres. Integró la primera junta directiva de ese partido y presidió la Cámara
de Senadores en tres legislaturas: 1888,1890 y 1892.
OPOSICION
La muerte del Presidente Remigio
Morales Bermúdez, en 1894, lo llevó al campo opuesto en vista de que juzgó
ilegal el apartamiento del primer Vicepresidente de la República, Pedro
Alejandrino del Solar. Fue entonces que
secundó la revolución encabezada por los civilistas y los demócratas
(1894-1895) y asumió la presidencia de la Junta de Gobierno que se constituyó
al triunfar dicho movimiento durante casi seis meses, entre el 20 de Marzo y el
8 de Septiembre de 1895.
Como punto final a su primer mandato, le
entregó el poder a Piérola que había sido el triunfador de las elecciones. Presidió nuevamente la Cámara
de Comercio de Lima durante siete años y participó en la creación de la
Sociedad Anónima Recaudadora de Impuestos. Presidente de la Junta Directiva
del Partido Civil y Senador Lambayeque, dirigiendo
otra vez la Cámara Alta con brillantez en 1897 y en 1901.
Candamo se presentó como candidato
presidencial apoyado por los civilistas y los constitucionalistas de Cáceres.
El partido Demócrata de Piérola se abstuvo por considerar que, en las
elecciones correspondientes, no existían las garantías necesarias.
Realizados los comicios, el líder
civilista obtuvo el 99% de los votos válidamente emitidos. Entonces inició su
mandato el 8 de Septiembre de 1903 que debió durar hasta 1907, hecho que no
ocurrió por su lamentable fallecimiento.
ASPIRACIONES
Aspiró a gobernar en una tarea
colectiva, sin caudillismos de por medio. En su programa de gobierno estaba previsto
la formulación de un verdadero presupuesto, la reforma del Tribunal Mayor de
Cuentas, la adopción de un sistema aduanero eficiente, la mejora de la
educación y la búsqueda de una administración de justicia equilibrada y
transparente, con magistrados idóneos.
Asimismo, la armonía entre el Estado y
la Iglesia, la profesionalización de la diplomacia, la tecnificación de las
Fuerzas Armadas, la reforma de la policía, el nombramiento de autoridades con
ilustración y honorabilidad, el empleo de la ley para combatir las rebeldías
ilegítimas
Lamentablemente poco pudo hacer porque
al poco tiempo de asumir contrajo una enfermedad que lo llevó posteriormente a
la tumba. Le detectaron lo que llamaron al principio un mal reumático y, los
médicos, le recomendaron viajar a los baños de Jesús en Arequipa para seguir un
tratamiento.
Candamo se embarcó rumbo a Mollendo en
compañía de su esposa, sus dos hijas, el Premier José Pardo y el Ministro de
Justicia, Francisco José Eguiguren, entre otros funcionarios estatales. De ese
puerto pasó a Arequipa donde encargó el poder al Segundo Vicepresidente de la
República, Serapio Calderón, en vista de que el primero de ellos, Lino Alarco, falleció
antes de ser proclamado.
El monumento que dinamitaron
El monumento que dinamitaron
SU
FALLECIMIENTO
Estuvo 21 días en la blanca ciudad y
no pudo ir a Jesús. La muerte le ganó la partida. Surgieron diferentes
versiones a cerca de la causa del
fallecimiento. El médico cirujano, Guillermo Olano, publicó un estudio en donde señaló que el presidente sufría de un cáncer al píloro.
Como, según la autopsia, el corazón estaba atrofiado y había sufrido una
esclerosis, el galeno dedujo que el motivo inmediato de la muerte fue un
síncope cardiaco.
El Vicepresidente Serapio Calderón
asumió al poder y convocó a elecciones que fueron ganadas por José Pardo y
Barreda, quien gobernó el Perú entre los
años 1904 y 1908, bajo los colores del civilismo que fundó su padre, Manuel
Pardo y Lavalle.
Entre las obras del régimen, que duró
ocho meses, figuran: el inicio de una efectiva política ferrocarrilera, luego
de la presentación al Senado de un proyecto para la construcción de este tipo
de proyectos en distintos lugares del a República.
La inauguración del primer ferrocarril
eléctrico transurbano, conocido como el tranvía eléctrico, que unió la ruta
Lima-Chorrillos, con un total de 14 kilómetros. Asimismo se aumentó las
contribuciones indirectas con la creación de arbitrios sobre el azúcar, los
fosforos y las bujías.
Durante su gobierno se fundó el diario
“La Prensa” en 1903, constituyéndose en uno de los periódicos más importantes
del Perú durante largos años hasta más
allá de 1980 y siendo en sus inicios vocero del Partido Demócrata.
MONUMENTO
Un vistoso y fino monumento a su
memoria fue inaugurado por el Presidente Leguía en 1912, durante su primer
mandato, en el parque Neptuno ubicado en el centro de Lima. La escultura le pertenecía al artista Libero
Valiene. El desparecido político había sido representado allí de pie ante el sillón de Palacio de
Gobierno.
El vandalismo,
meses después de su inauguración, hizo que una explosión de dinamita,
durante el silencio de la noche, vuele en pedazos la efigie en mármol del malogrado
mandatario. Sorprendentemente, la parte
del sillón quedó intacta.
Catorce años después, en 1926, el
mismo Presidente Leguía, ya durante el oncenio, reinauguró en el Paseo Colón,
otro monumento a la memoria de Candamo. Esta vez la obra fue del entonces joven
escultor peruano Artemio Ocaña. El ex jefe de estado estaba de pie, sin el
sillón de Pizarro.
Lo que pensaba íntimamente Candamo de
la Guerra con Chile fue dado a conocer más de cien años después por sus
descendientes, el nieto y el bisnieto: los historiadores Jose Agustín de la Puente Candamo y José de
la Puente Brunke.
La nueva estatua que quedó por obra de Leguia.
La nueva estatua que quedó por obra de Leguia.
LAS
CARTAS
Lo hicieron tras analizar y publicar
cuatrocientos cartas que envió a su
esposa Teresa a fines del siglo XIX, las mismas que dan cuenta de los recelos,
pugnas, venganzas y traiciones entre peruanos antes, durante y después de la conflagración
que tanto daño nos hizo, desde Angol o Chillán donde estuvo desterrado. Por
catorce meses y orden expresa de los invasores.
Lo que está comprobado históricamente
es que después de la derrota de Arica, Candamo, como muchos limeños acomodados,
decidió enviar a su familia a Piura para protegerlos de los avances de las
tropas chilenas.
En efecto, resolvió quedarse en la
capital para preparar la defensa de la ciudad, mientras que el ejército sureño
dirigido por el inefable malvado Patricio Lynch, perpetraba incursiones por el
norte.
Lo que se denuncia en el libro
familiar es algo terrible pero al mismo tiempo cierto: muchas veces, los propios peruanos fueron los que
indicaban a los chilenos donde estaba el dinero para que se lo roben. Nadie
creía en nadie y la bajeza, la falta de principios en todo su esplendor.
Ello tan vil, según el relato del ilustre
personaje que defendió a su patria con honor, ocurrió en Eten donde
administraba el ferrocarril. El 15 de Octubre de 1880 se lo relató a su esposa: “El ferrocarril escapó milagrosamente y
los pocos daños que ha sufrido han sido causados por nuestros queridos paisanos”.
LYNCH
En efecto-continua- “Ellos
rompieron los asientos de todos los coches de primera para robarse el cuero con
que estaban forrados. Realmente es de avergonzarse lo que ha ocurrido por allá”. Según la
versión de Candamo, de allí se puede deducir una constante: casi toda la plata
y especies que sacaron los chilenos de algunas casas fue por acción de los
habitantes del lugar”.
Tan es así que en una oportunidad,
después de haber recibido varias denuncias de este tipo, se acercó a Lynch una
persona de apariencia decente a decirle que en tal o cual casa había plata. El
jefe invasor, que precisamente santo no era, se indignó al ver tanta vileza y
le dio al denunciante una bofetada, diciéndole que no esperaba hallar en este
país gente tan infame.
Hasta el extremo inaudito y rechazable se llegó
que está comprobada la pésima actuación de gente del pueblo que ayudó a los
soldados invasores a robar y les suministró cuanto pedían. Falta total de
decencia, solidaridad y otros principios morales
Angustiado y atormentado por las
disputas entre Piérola, Iglesias, Cáceres y otros caudillos que no conciliaban
posiciones por razones personales, prolongado la vergonzosa y humillante
ocupación chilena, Candamo consideró que la más grande ventaja que tenían los
vencedores era la desunión de los peruanos.
Firma del ilustre personaje
Firma del ilustre personaje
FRATRICIDIO
Es así como el 28 de Febrero de 1883
escribió: “Tal vez no se presentará en
la historia un caso tan desgraciado como aquel en que se encuentra el Perú. En
la situación más crítica, en la crisis más angustiosa, en el mayor peligro que
pueda correr un país. No tiene un solo hombre. No diré de importancia, pero ni
siquiera medio regular”.
Luego añade: “No hay remedio. Estamos perdidos. En nuestro país se producirán muy
buenas yucas y camotes, muy buenas paltas y chirimoyas. Pero lo que es un
hombre de estado nequaquiam”. (Palabra que significa de ninguna manera). “Por lo menos, ha pasado con
ellos lo que con los limones en el valle de Lima. Y mientras tanto, aquí en
Chile es, realmente, otra cosa”.
Le enervaba el fratricidio peruano
ante el gozo del enemigo. De allí que enfiló su encono hacia el Coronel y
hacendado Miguel Iglesias Pino, quien promovió muy suelto de huesos la paz con
los chilenos a cambio de la cesión de Tacna, Arica y Tarapacá.
El 20 de Mayo de 1883, Candamo confió a su
esposa lo siguiente: “Lo de Iglesias es
una cosa insostenible y ridícula… “Muchos males ha hecho al país ese imbécil,
pues si no hubiese sido por su traición hace tiempo que la paz estaría hecha y
se habrían evitado muchas desgracias y males de todo género”.
IRONIA
Y DOLOR
“Ya
ese no tiene remedio y lo necesario es concluir con ese grupo funesto, como
grupo político, y que el señor Iglesias vuelva a criar vacas que es tal vez lo
único para que podrá servir y de donde no debió salir jamás”…
Aunque desterrado, Candamo no estaba
incomunicado. Por sus manuscritos se comprueba de que estaba muy bien informado
de lo que ocurría en el Perú y también en el gobierno chileno. No opinaba a
partir de especulaciones, sino de dato y hechos fácticos.
El 28 de Junio de 1883 escribió entre
irónico y dolido: “Pesada está
haciéndose esta vida y la incertidumbre es de lo más mortificante. Un flaco
servicio ha hecho al país su excelencia
el Regenerador (Nicolás de Piérola), pues es probable que sin su revolución la
paz no habría presentado las dificultades ocurridas y haría tiempo que la
situación habría mejorado”
El abogado era directo, cáustico
y preciso: “Que el diablo cargue con todos nuestros hombres públicos que no son
otra cosa que una tropa entera de mentecatos revueltos con bastantes bribones”
(Carta del 11.07.1883).
El nieto que sacó con su hijo un interesante libro.
El nieto que sacó con su hijo un interesante libro.
PRINCIPIOS
Hay una constante en mantener por
completo sus convicciones. Lo probó enteramente cuando le llegó la propuesta de
que manifieste su adhesión al Gobierno e Iglesias, a cambio de de su inmediata
liberación y consiguiente retorno al Perú. No lo dudo ningún segundo y rechazó
la oferta considerándola una afrenta.
En ese sentido, el 29 de Agosto de
1883 le escribió a Teresa Alvarez Calderón: “Sería no sólo un acto de
debilidad vergonzoso, sino una deslealtad contraer compromisos o hacer
declaraciones de esa especie, y si sólo por medio de unos u otros puedo
recobrar mi libertad, me resignaré a vivir en perpetuo cautiverio.
Muy preciso claro y convencido es cuando dice: “Personas de ideas acomodaticias, de
principios nada severos, de carácter egoísta y convenienciero, canallas y
sinvergüenzas harían eso y mucho más. Pero yo no deseo figurar en ese número,
tan crecido desgraciadamente entre nosotros. Esperaré con paciencia que los
acontecimientos hagan indispensable nuestra libertad o al menos que, por
cualquier razón que sea, se obtenga sin mengua ni compromiso para nosotros”.
Ante la inminencia del triunfo de
Iglesias con la suscripción del Tratado de Ancón de acuerdo con los intereses
chilenos, pero por exclusiva responsabilidad de los peruanos, Candamo advirtió
las consecuencias del infausto acuerdo, el 6 de Octubre de 1883.
El libro con las cartas a la esposa.
El libro con las cartas a la esposa.
CONCLUSIONES
“No
sólo nos han vencido en todas partes, nos han arruinado y humillado, sino que
nos han impuesto el gobierno que han querido, han removido todo el fango y han
fomentado las traiciones, la anarquía y los más vergonzosos escándalos. Ellos
no tienen la culpa y lo mismo habría hecho cualquier otro país en su caso con
un enemigo como nosotros”.
Mientras que el 13 de Octubre de 1883
comparó lo que sucedía en el Perú frente a Chile, buscando una explicación al triunfo
conseguido por los mapochinos: “Toda la
gente decente, rica, ilustrada y de influencia toma en Chile participación en la política, en la
administración. Las cámaras del Congreso están compuestas por lo general de lo
mejor y los puestos públicos están desempeñados no por soldadotes brutales y
arbitrarios, sino por gente culta y que conoce sus deberes. Por eso nos han
vencido y nos tienen como nos tienen”.
Una vida prominente con una constante
de sacrificio y de servicio. Inicio acaudalado de fortuna innegable. Estudios
profesionales impecables. La lucha frente al enemigo firme y de crítica
constante.
Los cargos públicos desempeñados
brillantemente. El ascenso al poder fugaz en dos oportunidades pero
consistentes y de consecuencias. El final de la vida allá en el sur arequipeño
y en la inmensidad del dolor de sus familias y de todo el Perú que se adhirió
completamente a su causa.
Todo ello configuró una existencia
completamente valorable, ejemplar y admirable. La vida de Candamo es la vida
del Perú glorioso y excelso, tras el sufrimiento notable de la conflagración
que nos daño por entero. Pero, evidentemente, nos sirvió de acicates para
seguir consolidándonos. (Edgardo de
Noriega)
Gracias!
ResponderEliminarme ayudo mucho con mi tarea gracias!!! :3
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