martes, 20 de julio de 2010

OTRO ARTICULO DE MISIA FRANCISCA

A pedido expreso de nuestros cibernautas que tienen contacto permanente con este blog, publicamos otro artículo de Violeta Correa de Belaúnde que apareció en el diario La Prensa, a comienzos de 1956. Lo hacemos complacidos, porque obviamente, la pluma de la periodista era de primera.
En esta oportunidad, Violeta cuenta como eran las reuniones en la Lima que ya se fue. La que vivieron nuestros abuelos y bisabuelos. Lo hace con mucha originalidad. Relatando anécdotas y riéndose de las costumbres sociales de aquellas épocas. La del siglo XIX y comienzos del XX.
Por ejemplo dice que en las reuniones de nuestros antepasados si bien no había whisky la bebida que nunca ha tomado pero que señalan  no hace daño, pero si mistelas. Las reuniones se hacían con poco dinero. Sin preparativos, donde se servía “galletas, biscochos y chocolate caliente". Se cantaba, se bailaba y se tocaba piano.
Violeta, esa es una virtud de su prosa periodística, recurre mucho al humor fino. Como cuando afirma que se danzaba a distancia apropiada. Que una vez terminó abrazada de su pareja por estar nerviosa y casi se cae y que, tan sólo por eso, le pidieron matrimonio. Un retrato exquisito de la capital peruana con sus costumbres sociales que hoy en pleno siglo XXI nos causa mucha gracia. Leamos a Misia Francisca, ese es el seudónimo de Violeta, en su columna “Nuestros Tiempos”

Ayer en una reunión familiar donde estuvieron presentes mis hijos, mis nietos y algunos amigos comunes, oí comentarios sobre los tremendos gastos que ocasiona recibir actualmente. Me he quedado sorprendida al escuchar las cifras astronómicas que se citaban sobre todo las relacionadas con el “whisky”, esa bebida que no he probado y que dicen que se toma porque no hace daño. ¡Vaya una a saber!
Lo cierto es que en mi época (la pasada) existían los llamados días de recibo que ocupaban casi toda la semana y en los cuales nos reuníamos sin incurrir en mayores gastos. Como la comida era servida a una hora respetable (las siete de la tarde), los amigos habituales caían después de ella y no era raro que su número creciera por los que, complacidos, se adjuntaban. Y no se hacían preparativos habituales para esta tertulia. Un buen chocolate caliente, galletas o bizcochos, y al otro lado. Durante la reunión se conversaba, se improvisaban juegos de salón como “la mímica” que veo jugar a mis nietos y en la que participo con entusiasmo, y también no faltaba quien tocara el piano o cantara, como mis amigas, Rosa Muelle la que poco después se casó con Luis Montero (ambos fallecidos recientemente) y María Luisa Quiros. Así pasábamos momentos muy agradables.
Otras veces se organizaban verdaderas fiestas pero no muy costosas. Nosotras tomábamos mistela y los hombres no recuerdo muy bien, pero por cierto no era whisky. Se bailaba de una manera muy elegante. En una ocasión, estaba yo sentada con mis amigas y me sacó a bailar el que por entonces le gustaba a mi papá porque era un buen partido y como siempre sucede en estos casos, a mi no me atraía. Se inclinó, me ofreció el brazo, pisó mi vestido, me dio cien excusas y dimos la consabida vuelta al salón, antes de iniciar el baile. Entonces no se bailaba como ahora que lo hacen tan juntos, se guardaba una distancia “respetable”, girando alrededor del salón que estaba rodeado de sillas donde las madres nos contemplaban. Noté que mis padres me observaban. Me puse nerviosa, di un mal paso y sin saber como, terminé abrazada de mi pareja, lo que produjo gran escándalo y lo obligó a proponerme matrimonio inmediato.
A propósito de fiestas y bailes voy recordando algo que escuché mucho en mi casa y que prueba que la gente se ha divertido siempre, aún en circunstancias de lo más extrañas. Esto le sucedió a mi abuela mucho tiempo atrás. Mi bisabuela daba una gran fiesta y por supuesto asistieron todos sus hijos que ya estaban casados. Mi abuela le dijo a su pareja: “Perdón pero creo que voy a tener un hijo. Y así nació mi padre.

5 comentarios:

  1. Que bonito artículo. Hay un analisis de las costumbres de la epoca que merece aadmiración. Lo del whisky, la propuesta de matrimonio y la noticia del nacimiento del padre. Mucha imaginación, mucha belleza en el escritura. (Ana Maria Yovera)

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  2. Misia Francisca marcó una epoca muy interesante del periodismo nacional. El artículo es impecable e histórico porque retrata, con precisión, una época muy interesante del acontecer nacional. Vale la pena que se publiquen estas cosas para beneplácito de quienes siguen la historia de las costumbres en el país. (Juan José Sarmiento)

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  3. Esta es la época de la gran revolución que inició en el periodismo el diario La Prensa. Violeta Correa fue un puntal en la labor que significó toda una transformación. El diario se convirtió en uno de los mejores de Latinoamerica. Todo tipo de noticias, todo tipo de comentarios. En las portadas ya no habían avisos publicitarios, sino lo que la gente queria leer. Es decir acontecimientos diarios. La autora estudió Periodismo en Chile y fue una politica que como Primera Dama siempre sirvió a las clases más necesitadas. Personaje de valía, periodista de primera (Pedro Traverso)

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  4. Que buen artículo este de Violeta Correa. la forma que tiene de relatar las cosas es realmente excepcional. La Lima del ayer presentada para deleite de la Lima de hoy. Hay cosas interesante que se deducen cuando uno lee. Por ejemplo que la gente siempre se divierte. Si lo hace busca no gastar mucho. El biscocho, el chocolate y el piano. Que bello (Elizabeth Dañino)

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  5. Sin duda un personaje de polendas y de valor fue Violeta Correa. Periodista imaginativa y politica excepcional. Con la nota publicada vemos lo que valía intelectualmente. Hay que recordar que la primera dama cumplió una labor excepcional desde el punto de vista social. Se entregó al Perú y los peruanos (Carlos Arce)

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