martes, 7 de septiembre de 2010

CISNEROS, MAESTRO DE MAESTROS

Para muchas generaciones de estudiantes y profesionales de los últimos 62 años, entre 1948 año que comenzó a enseñar y el 2010 que continua en esta noble tarea, Luis Jaime Cisneros Vizquerra es el maestro de maestros.
Pocos como él. El que efectivamente vale. Sinónimo de simpatía, acercamiento total al alumnado y sobre todo de capacidad humanística, expresada en todos los minutos de sus admiradas clases.
Precisamente, el insigne lingüista acaba de ser condecorado como Profesor Emerito del Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú, por su eminente dedicación a la docencia en los campos de la Literatura y su aporte al efectivo desarrollo académico e institucional de ese centro superior de estudios.

Cisneros pertenece a una estirpe de familia de intelectuales de renombre en el Perú. Su padre fue el famoso periodista Luis Fernán Cisneros Director del diario La Prensa. Lo mismo hizo el abuelo, Luciano Benjamín, en distintos campos del humanismo. Por lo que se puede afirmar, con exactitud, que la sabiduría de raza le viene a Luis Jaime.


Luis Jaime Cisneros.

Vivió en el exilio con sus padres y sus hermanos en Buenos Aires, Argentina. Hizo estudios de Filología y Medicina en la Universidad de la capital de ese país hasta 1947 que retornó al Perú. Cursó un doctorado en Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se casó con la historiadora Sara Hamann
Al terminar sus estudios se dedicó por completo a la enseñanza y la investigación. Fue docente de San Marcos y La Católica. En esta última institución se desempeñó como Decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de 1969 a 1971, en las áreas de Filología, Estilística y Filosofía del Lenguaje.
FUNDADOR DEL PDC
Miembro del Consejo de Facultad de Estudios Generales de este último centro superior de estudios. Profesor Visitante de la Universidad de Uruguay y Caracas y de las Universidades de Colonia y Estrasburgo entre muchos otros méritos más.
Hay una corta etapa de actividad política de Luis Jaime cuando formó parte como fundador del Partido Demócrata Cristiano. Mucho se recuerda que el fue uno de los oradores, en el solemne acto de fundación realizado en el Teatro Segura realizado el 11 de enero de 1956.
Comenzó hablando Luis Jaime, dirigiéndose a las autoridades de la siguiente manera: Señor Presidente de la Republica y contesto ausente. Señor Primer Ministro y respondió igual.
Señores Ministros, la misma palabreja. Señor Arzobispo de Lima, ídem Para rematar: felizmente estamos todos  Prolongados aplausos y carcajada general en todo el Teatro que estaba completamente lleno.
Era la época del final de la dictadura de Odria que se vio obligada a convocar elecciones. El Partido Demócrata Cristiano surgía como una alternativa en contra del autoritarismo y con posiciones de honradez y honestidad para cambiar el Perú. Uno de los convencidos de tal posición fue el maestro Cisneros.
Tras la actuación del Segura, Luis Jaime salio cargado en hombres por los miembros de la juventud. Entre ellos estaba uno que iba a destacar posteriormente como un insigne escritor y novelista Mario Vargas Llosa.
Le atribuyen otra frase muy famosa, picaresca y de humor cuando en sus clases contaba que sus padres tenían entre varios, dos hijos. Uno inteligente, otro militar. El primero era él.
El segundo su hermano el General Luis “Gaucho” Cisneros Vizquerra, que ocupo varios altos cargos en el Ejército, inclusive el de Ministro del Interior durante el gobierno de Morales Bermúdez.
EL OBSERVADOR
Sin embargo, Luis Jaime ha esquivado el tema en varias entrevistas que le han hecho e inclusive en una de ellas dijo entre broma y en serio: “eso dicen que yo decia eso pero estoy como Fujimori “juro que no me acuerdo”.
Cisneros fue director de La Prensa confiscada por los militares. Asumió el reto porque, según dijo en su oportunidad, había la seguridad de que iba a ser devuelta posteriormente a sus dueños y él preparó el camino parfa ello y además porque se le dio amplias libertades para actuar.
Sin embargo, muchos sectores lo criticaron duramente por haber aceptado del gobierno donde precisamente participa su hermano El Gaucho”. Cisneros se defendía con la pluralidad de información y opinión que dio a los lectores. Inclusive se recordaba que en las páginas del diario se entrevistó ampliamente al Arquitecto Belaúnde cuando regresó del exilio.
Había una tradición de democracia muy fuerte en los Cisneros que para algunos eso fue quebrado con la aceptación del puesto Otro hecho adicional el padre de Luis Jaime cuando fue Director de ese histórico periódico y por ejercer la libertad y la critica, precisamente fue deportado a la Argentina.
En La Prensa, Cisneros escribió brillantemente una columna pequeña, concisa y precisa sobre el acontecer y la coyuntura diaria que realmente merece admiración y respeto por el maestro.
Lo que si fue un éxito fue su impecable actuación y sujeto como primer director fundador de El Observador, diario que salió a las calles de Lima en formato tabloide con un contenido impecable, tanto en información como en opinión. El dueño del periódico, el empresario Luis León Rupp.
El matutino que aparecía a todo color y en impresión admirable duro poco pero marcó una época interesante del periodismo nacional. Lo dirigió con prestancia y maestría entre 1981 y 1983.


Cisneros con su impresionante biblioteca.

Cisneros es miembro de número y ex Presidente de la Academia Peruana de la Lengua. También pertenece a la Real Academia Española y a la norteamericana relacionada directamente con la lengua española y a la de Letras de Uruguay.
Ha publicado infinidad de libros. Entre ellos: El Lazarillo de Tormes, con un estudio preliminar y notas críticas. El estilo y sus limites, Lengua y Estilo, Lengua Española, tres volúmenes. Biografías de Mariano Melgar, José Gálvez y Juan del Valle Caviedes. El funcionamiento del lenguaje y Mis trabajos y los días.
Es profesor honorario de las Universidades de Arequipa, Ica y Tacna y Doctor honoris Causa de la Universidad de Cajamarca. Profesor visitante de las Universidades de Uruguay, Caracas, Colonia y Estrasburgo.
Obtuvo en tres ocasiones el Premio Nacional de Cultura: el de Crítica en 1948, el de Pedagogía en 1956 y, nuevamente este ultimo, en 1963. En 1992, le fueron otorgadas las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta. Toda una figura de la intelectualidad peruana.

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