jueves, 24 de febrero de 2011

CIERTAS PRECISIONES NECESARIAS

La  intromisión de la droga en la política sí que es un problema serio y grave que atenta contra la salud moral del país. Por eso creemos, pese a los grandes riesgos, que hay que denunciarla. Cueste lo que cueste y con efectividad.
Una noticia que nos llamó la atención, dentro de este contexto, fue la donación que hizo Ana Martinez Moreno, a la candidatura congresal de Keiko Fujimori hace ya unos cuantos años por diez mil dólares.
Alli nos encontramos realmente con hechos anormales y enteramente controvertidos. Primero   que Walter Martinez Moreno, el hermanísimo, afronta un juicio penal por tráfico de drogas en el Callao  con defectos procesales mil y dilaciones habidas y por haber del cual dimos cuenta- ampliamente- en nuestro número anterior.
La primicia la dimos aqui en Miscelánea con elementos contundentes cargados de verdad y los hechos noticiosos saltaron, posteriormente, a los medios de comunicacion convencionales. Que conste por favor.
Lo que es peor es que comprobamos que este señor Martinez de cuello y corbata  y que se llama empresario tiene investigación por Lavado de Dinero. Lo mismo que su hermana, la de la donación.
Sí, la amiga de Keiko con conexiones directas de negocios con un  familiar de los Sánchez Paredes, el clan de las drogas con padres, hijos, sobrinos, juicios penales, condenas, apresamientos asesinatos y todo lo criminal por sus ilícitas actividades.
Walter Martinez en los últimos años realizó infinidad de negocios que hace suponer, a las claras, que en lo que estaría metido es en actividades típicas de lavado de dinero y aquí no pasa absolutamente nada. El suelo está parejo.  De eso damos cuenta, detalladamente, en la presente edición.
Lo inexplicable es que la candidata Fujimori sigue defendiendo  a capa y espada, a diestra y siniestra a estos señores que, realmente, están en la picota. Aquí han hecho intervenir inclusive al ex Obispo de Chimbote, Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, en actitud de defensa hacia ellos.
Estamos seguros que tan distinguido prelado no sabe de las andanzas  y los enjuagues de los Martínez de los últimos años. Ellos inclusive hablan de distinguidos abogados que los defendieron en el pasado e incluso de periodistas que hicieron lo mismo. Eso no pasó en estos tiempos. Por si acaso, fue hace muchos años. Lo de hoy es completamente distinto.

Lo que está en juego no es el pasado donde son una realidad absoluciones justas, abusos inconcebibles e inclusive juicios penales donde se declararon inocentes a muchas personas, conforme a la Ley, el Derecho y la propia Justicia. Repetimos, señores, lo que está en juego es el presente vergonzante de los olluquitos.
De ese presente forman parte el juicio actual, el lavado de dinero y el desbalance patrimoniall de Walter Martinez de nada más y nada menos que 7 millones de dólares. Lo mismo que la construcción de inmuebles para propiciar negocios y grandes inversiones que, en ningún momento, se convierten en realidades. Si señores, la construcción de edificios para sorprender y hacerse pasar como prósperos empresarios. Tipica acción, según los entendidos, de lavado de dinero.
Un hecho adicional que merece darse a conocer: hemos buscado por cielo, mar y tierra  a Walter y Ana Martinez. Incluso fuimos varias veces a sus oficinas y los hemos llamado por teléfono infinidad de oportunidades para que den sus descargos.
No ha sido posible ubicarlos, a pesar del esfuerzo desplegado. Pareciera que no quieren saber nada con este blog. Pero sí se mueven con sus aliados para seguir sorprendiendo. El caso lo ponemos en el tapete de la opinión cibernética, reafirmando que al narcotráfico, por donde entre, hay que decirle NO. De todas maneras. (El Director)

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