DOIG:¿PEDOFILO O CRISTIANO EJEMPLAR?

Hay todo un culebrón con respecto a la vida de Germán Doig Klinge, un joven ultra católico que fue dirigente máximo del Sodalicio de Vida Cristiana. Este  representante laico estaba, nada más y nada menos, que en proceso de beatificación en el Vaticano, por su  vida ejemplar.

De ejemplar no tenía  nada. Muy por el contrario, la organización tan pegada a la derecha de la Iglesia compartiendo posiciones de este tipo con el Opus Dei, ha reconocido en un comunicado que Doig no era, precisamente, un santo, beato o lo que se le llame y  reconoce que, en vida, tenía ”ciertas conductas sexuales indebidas”.

Sin precisar cuáles fueron y tampoco se habla, específicamente, en el documento, de pedofilia.  Pero que hay algo raro, lo hay. Por eso, precisamente, lo acertado es qué se aclare, de inmediato, cuáles son esas desviaciones sexuales.

El destape periodístico fue hecho por el diario "Cambio 16", con las denuncias de varios católicos. Al parecer la noticia obligó la salida del comunicado de los sodalicios. Lo primero que hizo esta organización es desenmascarar, por completo, la memoria de Doig. Pero, insistimos, no lo hace en forma total. Deja, por un lado y por otro, dudas.


German Doig Klinge: vida controvertida.

Entre las víctimas estarían tres personas que cuando eran menores sufrieron los vejámenes de este tipo. Además, hay la versión  de un ex sodalicio, hoy periodista de profesión, que sugiere la condición homosexual de Doig.

 El jefe sodalicio, en su calidad de asesor espiritual, le habría propuesto al entonces joven comunicador relaciones sexuales. Existirían otras denuncias  en agravio de otros  jóvenes o menores. No lo sabemos con certeza.

No hay precisiones porque el hecho en sí es tratado, sobre todo por la congregación y sus organismos, con suma reserva. Cuánto más esconden se sienten mucho mejor y  el comunicado no se caracteriza, precisamente, por sus amplitudes.

¿QUIEN ERA SU FAMILIA?

Lo que si no se ha dado a conocer  es el entorno familiar del dirigente cristiano. Lo hacemos, a manera de primicia en este blog y con mucha seriedad. Por supuesto, sin tratar de enlodar a nadie. Ni hablar mal. Ni tampoco juzgar. Tan sólo narrar hechos completamente ciertos. Comencemos:

Muy triste por esta noticia debe estar el candidato presidencial por Solidaridad Nacional, Luis Castañeda Lossio. Pues Doig era su sobrino carnal, hijo de uno de su hermanos mayores por parte de madre, Benjamín Doig Lossio y de Elena Klinge Cuglievan de Doig.

Castañeda incluso vivió en la casa de Doig padre, ubicada en aquel entonces en la Avenida La Paz de Miraflores, cuando Germán era muy pequeño. Lo mismo que su hermano Carlos del mismo apellido, más conocido como “Chale”.

SECTARISMO TOTAL

El primero vino de Chiclayo a estudiar Derecho a la Universidad Católica, mientras que el segundo retornó del Brasil donde había terminado la carrera de Arquitectura, para ejercer su profesión en Lima.

German Doig, único hijo hombre de esta pareja matrimonial y con varias hermanas. Niño engreído por sus padres por su condición de varón, él estudió en el Colegio Santa María y desde los 16 años se dedicó a las actividades religiosas. Hasta que se enroló en el Sodalicio de Vida Cristiana, donde llegó a ser Vicario General.

No se puede decir que su hogar era extremadamente religioso donde se impusiese estas ideas al máximo. Ni menos con oraciones a cada rato o los consabidos rosarios. Tampoco las misas diarias y la cucufatería en todo momento. Los Doig eran creyentes. Si se quiere normales y, en el punto medio, del asunto religioso. El joven salió a la inversa.

No dudo en meterse al sectarismo religioso puro. Eso es, precisamente, el grupo denominado Sodalicio: fanático, desesperante y desesperado. Con disciplinas enteramente dictatoriales que llegan a extremos increíbles, según las denuncias y versiones de muchos que salieron de sus filas completamente decepcionados y con tremendos problemas psicológicos.

El padre de Germán al centro. Entre Belaúnde y Bedoya


REZOS, COMIDA Y CASTIGO

 Por ejemplo, uno de los detractores contó que  comían en una cena donde rezaron contritamente antes y después. Cosas de creyentes. El asunto se agravó y se convirtió en anormal cuando comieron, por castigo, dos platos con salsa de tomate a borbotones y pimienta en grandes cantidades. Ellos mismos, por signo de humildad y desprendimiento,  recogieron los platos y los llevaron a un lugar determinado. Nada normal. Cosa para no creerlo, evidentemente..

Resulta que en una oportunidad dos de ellos olvidaron el Ketchup y la pimenta en la mesa y comenzaban a comer el postre que era arroz con leche. El sacerdote que los supervisaba se acercó a la mesa y, muy suelto de huesos y con voz firme aunque sin gritar, dio órdenes realmente increíbles.

Obligó a uno a servirse el dulce con la salsa de tomate encima . El otro lo  tuvo que hacer con ese elemento tan picante. Todo para desarrollar, a como de lugar, la virtud de la obediencia. Esto, por supuesto, hasta hartarlos tras sentirse mal del estómago. 

Había también, como denuncias, castigos corporales inauditos y acusaciones hasta el centro de la conciencia que significaban que, de todas maneras, cualquier ser humano  tropezase con el complejo de culpa y siguiese errado por completo en sus ideas. Los hechos de este tipo están comprobados por sus cuatro costados.

 El gran parámetro, por su connotación, es lo referido a lo sexual por su facilidad a las barbaridades de toda índole, sobre todo por el famoso celibato que trae consecuencias de toda índole y repercusión.

LAVADO CEREBRAL

Los jóvenes captados, previo lavado cerebral constante, preciso y certero cargado de religiosidad extrema, son obligados a abandonar sus hogares para vivir, en lo que llaman los sodalicios,  las casas de oración.  Hay varias en Lima y otra en el balneario de San Bartolo, a 45 kilómetros de la capital.

Doig fue, durante mucho tiempo, el responsable de captar a los muchachos de los diferentes colegios privilegiados de la gran Lima para que integren las filas de los sodalicios, donde marcadamente se prefieren a aquellos que pertenecen a las clases medias y altas.

El propósito primordial es crear y fortalecer verdaderas élites que puedan servir mejor a Dios. Los pobres poca cabida tienen. Precisamente lo contrario de lo que pregonó Jesús desde que vino a salvar al mundo. Pero de todo se ve en la Villa del Señor, como si fuera enteramente normal.

Hay un hecho real y  comprobado: el Vicario Doig, hasta diciembre de este año, era el non plus ultra de la religiosidad y si se quiere de la excelencia. Un laico camino a ser beato y posteriormente santo.

ESTAMPAS, ORACIONES Y MISAS

 Todo era perfección de perfecciones en él. Se había sacrificado tanto en la vida por servir a Dios que, con sus actos, merecía ser canonizado. Inclusive habían estampas con su fotografía. Una de ellas con la barba poblada, ataviado con un elegante terno, anteojos a medida y sonrisa agradable.

 Las oraciones se hacían a favor del Vicario General con adjetivos superlativos, destacando su vida  ejemplar.  No había ninguna duda. El se merecía el cielo  y la veneración de los cristianos en la tierra por todo lo bueno y excepcional que había hecho en su vida, como un laico cristiano excepcional

 Misas a cada rato en su memoria. En el recuerdo de su cumpleaños, cuando se conmemoraba su muerte y muchísimas veces más. Incluso se había habilitado una página web de homenaje en el ciberespacio. Su tumba en el cementerio era objeto de peregrinaciones. Los fieles concurrían cotidianamente y oraban contritos, pidiéndole favores  milagrosos.

Hasta que tales expresiones de entero reconocimiento acabaron por completo a fines de Diciembre del 2010, tras diez años de constantes homenajes. Propiciados directamente por el grupo Sodalicio. Sin que nadie sepa lo que ocurrió, el cambio fue total

Lo que había pasado es que, desde hace un buen tiempo, se habían presentado denuncias que aseguraban  la falsedad de su actuación y que incluso habrían de por medio actos perversos, relacionados  con abusos sexuales. Los jerarcas de la organización informaron a su comunidad y tomaron la decisión de olvidarlo por completo. Que "nadie lo sepa" era la consigna

Por eso no dijeron nada, fuera de la congregación. Quisieron que sea un secreto total. Pero vino la denuncia periodística que obligó a que sus representantes saquen el comunicado y que inclusive explicasen públicamente, aunque no con la claridad y profundidad necesaria, las razones de sus decisiones.

HIJO DE POLITICO

 Doig murió a los 43 años, el 13 de febrero del 2001, de un fulminante ataque al corazón cuando dormía en una casa de esta organización ubicada en el Callao y, desde ese momento, fue venerado al máximo por los seguidores de la organización. Antes ejercía el poder de la institución laica conjuntamente con Luis Fernando Figari, otro enigmático personaje que parece ser  ha renunciado a sus cargos por razones desconocidas. Algo hay que tapan.


Luis Fernando Figari; enigmático personaje.

Cabe precisar que los padres del hoy denunciado dirigente cristiano eran enteramente decentes, de buenas costumbres y con principios admirables.  De eso, no se tiene ninguna duda

El padre del muchacho cuestionado era un arquitecto de éxito  que tiene hasta ahora casas proyectadas con original ingenio en diferentes partes de Lima y muchísimas en su ciudad natal, Chiclayo, con características peculiares de belleza, aprovechando espacios con columnas que siempre resaltaban en lugares precisos.

Una de las viviendas de sus creaciones, enteramente artísticas, está ubicada en la avenida Velasco Astete en Chacarilla, a media cuadra de la avenida Angamos. A esta casa de su propiedad se trasladó a vivir de otra de la avenida La Paz de Miraflores, conjuntamente con su familia. Hay otras que resaltan en la Urbanización Aurora en Miraflores. Una calle de una urbanización del Callao lleva su nombre.

Benjamín Doig Lossio incursionó en política en  los registros de Acción Popular como seguidor de su maestro de la misma profesión, Fernando Belaúnde Terry. Llegó a ser Teniente Alcalde de Lima, durante el gobierno municipal de Luis Bedoya Reyes.

Fue precisamente el que proyectó y trabajo técnicamente la Vía Expresa, toda una revolución en su tiempo para solucionar el  tránsito en Lima y que hasta ahora cumple con su labor de efectiva vía de comunicación

Doig se peleó con Belaúnde y pasó a fundar Acción Popular Socialista al lado de Edgardo Seoane, Juan Mármol, Gustavo Mohme Llona y José Navarro Grau, entre muchos otros dirigentes populistas rebeldes

 Ellos se pusieron a la izquierda del espectro político y consideraron que su partido de origen enarbolaba ideas de derecha y conservadoras. A este grupo, el periodismo lo bautizó como “los termocefalos”.

Los termocefalos apoyaron por completo al gobierno dictatorial de Velasco. Tan es así que Seoane fue a  la Presidencia del Banco de Fomento Agropecuario y Doig ocupó un alto cargo en el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (Sinamos).

Desempeñándose en ese organismo que recibió las criticas de todos los que se oponían al régimen militar, Doig se estrelló manejando su automóvil contra una de las vigas de cemento de una de las rampas de la Vía Expresa. Así se fue una vida joven que prometía mucho en política. Era el año 1972.

POSIBILIDADES

Años  después, otro hermano de Doig y del candidato presidencial,  Pipo Castañeda, falleció también en otro accidente  ocurrido cuando el vehículo, que iba a bordo, se precipitó al vacío en el serpentín de la playa de La Herradura.

Volviendo a Germán Doig. Lo ocurrido, la pedofilia, si hubiese existido o las relaciones homosexuales obligadas y violentas como pareciese ser este caso de laicos que inclusive tenían voto de castidad, son enteramente rechazables.

Más aún cuando a quien se habría corrompido son niños y jóvenes en formación. En este caso, mucho se comenta que habrían varias denuncias de este tipo. La  cosa se agrava con lo que pasa tanto en el   mundo como en el mismo Perú, con  significativo número de sacerdotes que-precisamente- practican este tipo de anormalidades.

NO SE PUEDE DEFENDER

Pero en este tema hay un hecho singular que hay que tomar en cuenta. A quien se acusa y se le sindica como supuesto actor de actos inmorales está  muerto y, por ello mismo, no puede defenderse.

No olvidemos de lo que el ingenio popular sentencia cuando se quiere mentir y jamás ser descubierto. Para ello se necesita ser inteligentes, dar una versión coherente y poner de testigos a un muerto o varios muertos. La mentira, perfectamente, se convierte en verdad. Este puede ser uno de esos casos.

 Un camino posible es que los denunciantes pueden mentir y enlodar la memoria de una persona que, efectivamente, podría haber tenido una vida cristiana ejemplar. El otro camino es que las acusaciones  sean efectivamente ciertas por los testimonios recogidos de las víctimas y por el oscuro comunicado del propio Sodalicio de Vida  que le quita santidad a Doig.

Pero también hay dos realidades contundentes. El sufrimiento de la familia del acusado que debe ser tremendo. Pero al mismo tiempo, si nos atenemos a que las victimas dicen la verdad, allí también hay dolor y se requiere reparación. Complicado, lamentable caso.