Hasta el Nóbel se equivoca cuando dijo ayer, en su artículo dominical de "El Comercio", que sale además en una cadena de diarios de todo el mundo, lo siguiente: ...“mi madre estuvo sufriendo durante 6 horas porque yo, por lo visto, con un emperramiento tenaz me negaba a entrar a este mundo, la comadrona, una inglesa evangelista Miss Pitzer después de esta batalla tuvo ánimos para ayudar a darle a luz a la madre de Carlos Meneses, que es ahora Director del diario El Pueblo de Arequipa…
Nunca existió Miss Pitzer. A quien se está refiriendo Vargas Llosa es a una obstetriz del Reino Unido que llegó a Arequipa el 1 de febrero de 1909 y cuya historia es digna de contarse porque, inclusive por su labor humanitaria, fue condecorada por la Reina Isabel II de Inglaterra. Su nombre exacto y correcto era: Susan May Pritchard.
Allá por 1956 y cuando ella tenía 84 años, el diario La Prensa cuyo recorte obra en nuestro poder, calculó que la inglesa trajo al mundo alrededor de unos tres mil niños desde que arribó a Arequipa.
En la entrevista correspondiente, ella indicó que serían “cuatro o cinco por mes los que nacían, aunque no recuerdo perfectamente”. Lo cierto es que estuvo 48 años laborando en la blanca ciudad.
Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa
Por aquel entonces y cuando hace estas declaraciones, la especialista inglesa ya no caminaba porque, sufría de artritis y vivía en el local de la Misión Evangélica. En consecuencia, Miss Pritchard ya estaba retirada de sus actividades.
En esa oportunidad, consideró que su mayor alegría quizá está constituida por la distinción que le ha hecho la Reina. “Pero yo no se por qué. No he hecho nada que no haya sido en cumplimiento de mi deber”, dijo en esa oportunidad. Algo emocionada, con una sonrisa en los labios
Otro recuerdo muy preciado para ella y que lo guardó con mucho cariño es el diploma que le concedió el Concejo Provincial de Arequipa el año 1948. “Son cosas que, realmente, no se olvidan”, contó.
-¿Por qué se quedó en Arequipa?
- Por su gente en primer lugar que ha sido muy buena conmigo. Porque comprendí que aquí estaba mi misión y finalmente por el maravilloso clima de esta ciudad. Yo soy y me siento especialmente inglesa. Pero mi segunda patria es el Perú, con Arequipa en el corazón. Aquí quiero terminar mis días”.
La enfermedad la hace sufrir. Ella lo da a conocer otra vez sonriendo, sin ninguna queja, a pesar de estar inmovilizadas sus piernas. Sin embargo, mantiene una gran vitalidad para expresarse.
Con respecto a las labores que cumplió durante muchos años con los pobres a quienes ayudaba con dinero y otros regalos, Pritchard explicó con mucha humildad: “yo me limitaba a pedir un poco a los que tienen para que algo reciban los que no tienen. La generosidad es de aquellos, no mía”.
Luego señaló con orgullo: “He traído por igual al mundo a pobres y ricos en Arequipa. En realidad tengo muchísimos “hijos”. En número considerable. Casi a todos los reconozco cuando los veo a cualquier edad”
La condecoración de miembro de la Orden del Imperio Británico le fue concedida por el Embajador de Inglaterra en el Perú Montagu Pollock, el 25 de julio de 1956, durante una ceremonia cumplida en la Misión Evangélica en Arequipa.
Esta es una parte de la historia de Miss Pritchard que trajo al mundo a Vargas Llosa, Meneses Cornejo y muchos otros más arequipeños. Lamentable el gazapo del famoso escritor. Aunque nadie, ni siquiera los famosos, son perfectos.
Carlos Meneses Cornejo.
Carlos Meneses Cornejo.
Al menos con la nota de recuerdo de la inglesa estamos poniendo los hechos en su verdadera dimensión. Se lo merece una mujer como la obtetriz inglesa que hizo tanto por los niños mistianos y sus familiares.
Los padres, con ella, tenían la garantía de un magnifico parto. Es decir, lo que todos persiguen. Ya eso dice mucho de esta distinguida profesional que vivió y murió en la blanca ciudad. Vale, de todas maneras, el recuerdo. A propósito de la equivocación vargasllosiana.
Querido amigo y colega: Sinceras felicitaciones por tu Miscelánea. Es un plato que honra a la mixtura del periodismo. Pues tiene abundante carne, ají y almíbar. La rectificación a nuestro Premio Nobel es de antología. Un abrazo, hermano y que el Altísimo siga iluminando tu pluma. Reynaldo Trinidad. AGRONOTICIAS
ResponderEliminarNadie es perfecto en ese mundo. Evidentemente cuando se le pesca errores a hombre tan famoso es noticia, bajo todo punto de vista. Felicitaciones y que el blog siga por la brega de la Literatura. Augusto Gervat
ResponderEliminarEscuché mucho, a mis padres y abuelos, de la gran labor que cumplio Miss Prichard en Arequipa. La condecoración fue un acto eminente de justicia. No así la equivocación de Vargas Llosa. Que se rectifique públicamente. Anita Valdez.
ResponderEliminarEsta señora inglesa por la labor cumplida merece siempre el reconocimiento de todos los arequipeños. Desarralló una labor enteramente humanitaria que no hay que olvidar. Aplausos para su memoria Hernán Fernández.
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ResponderEliminarA cualquier tirador se le escapa la paloma y esta vez le tocó el Premio Nobel Vargas LLosa. Acusioso, muy acusioso el periodista que lo descubrió. Mérito evidente de Edgardo de Noriega. (Pedro Ortiz)
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