lunes, 17 de junio de 2013

50 AÑOS DE "CORREO"

Un  10 de junio de 1963 apareció el diario “Correo” de Lima. La noticia “abridora” llevaba el título de “¡Es Belaúnde!” El día anterior hubo elecciones generales y el virtual triunfador era Fernando Belaunde Terry.
Finalizaba un año de gobierno militar que inició el General Ricardo Pérez Godoy y terminó el General Nicolás Lindley.
La redacción y los talleres del nuevo periódico funcionaban en la cuadra 12 de la Av. Wilson, hoy Garcilaso de la Vega,  en lo que había sido el antiguo local del colegio La Recoleta, cuyo propietario,  el exitoso y joven empresario pesquero Luis Banchero Rossi, era dueño, asimismo, de la flamante empresa periodística que anteriormente había lanzado los diarios “Sur” de Tacna, tierra natal de Banchero, y “Correo” de Piura, Huancayo y Arequipa.
Banchero murió asesinado el 1 de enero de 1972 en un hecho que nunca fue plenamente esclarecido. Una turba incontrolable incendió el local de Wilson el 5 de febrero de 1975, día en que se produjo una huelga policial.


Banchero leyendo un ejemplar de "Correo"

Raúl Villarán Pasquel, aún joven, ya una leyenda en la prensa nacional, dirigía la cadena periodística. Años atrás había relanzado “Última Hora” con el uso de frases del habla popular en los titulares y había fundado “Expreso”. Tenía facilidad y atracción por las frases cortas y espectaculares y acertaba en el gusto de las multitudes.
Formaban la redacción del diario limeño  Mario Castro Arenas, Guillermo Thorndike, Efraín Ruiz Caro, Owen Castillo, Jorge Merino, Humberto Castillo Anselmi, Alejandro Sakuda, Julio Higashi, Julio Estremadoyro, Guido Monteverde, María Cristina Nadramia, Fernando Flores-Araoz, Carmela Garcés,  Sarina Helffgot y, entre otros, “el suscrito que habla”, como dijo un militar gobernante.
Dirigía el equipo de reporteros gráficos Werner Lang, un alemán que había sido miembro de la juventud hitleriana, y lo integraban Miguel Hitotsuishi,  Rolando Ángeles y otros magos del lente.

No somos nada frente al tiempo… (César de los Heros)

9 comentarios:

  1. Cuando salió Correo, estimado Edgardo, Raúl Villarán pretendió darle un golpe a Ultima Hora y se llevó a Guido Monteverde. Pasado el tiempo hay que reconocer que el gordo salió ganando, pues mientras UH cerró en 1982, víctima de sus propios errores (no separarse de La Prensa, uno de ellos), Correo sigue vivito y vendiéndose. Saludos, Roberto

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  2. Gordo:
    Gracias por el envío,destacó la cronica sobre los 50 años de Correo y el monumental informe sobre una gira deportiva accidentada con un detallismo magistral pocas visto, saludos.
    Victor

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  3. Tienen mas información sobre el desaparecido fotógrafo alemán Werner Lang? He visto su nombre en muchos libros fotográficos de los 70s y entiendo que en su época era el mejor fotógrafo del Peru.

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  4. Cumplimos con el pedido del cibernauta y damos la información que solicita. Nos tocó trabajar en la redacción de "Correo" allá por los años 60 con Werner Lang, reportero gráfico y comunicador de polendas y calidades. Alto, con el pelo rubio ensortijado, ojos claros y alemán por sus cuatro costados. Minucioso, detallista y un empedernido buscador de noticias gráficas. Sus fotografías marcaron realmente época por su fuerza, contraste y precisión. En la cadena de periódicos más grande del país, como fue y es "Correo", forjó y dirigió como jefe una pléyade de fotógrafos de primera linea. Le gustaba enseñar y tenia mucho sentido de la estética. Conoció en Arica, cuando estaba destacado en Tacna trabajando para Correo, a Gaby Elio, una bella joven boliviana que era periodista y, posteriormente, contrajo matrimonio con ella. Lang se dedicó también a la fotografía artística con éxito y calidad. Murió en un accidente aéreo cuando iba a bordo de un helicóptero rumbo a la selva en búsqueda, precisamente, de material gráfico. Así se truncó la vida de un verdadero artista que por sus cualidades fue uno de los engreidos de Raúl Villarán, el famoso primer director de estos diarios que marcaron época por sus eminentes calidades en la historia del periodismo nacional. Werner era un conspicuo integrante de estos colosos de la fotografía periodística que ocupan un sitial destacado en el desarrollo del reporterismo gráfico nacional. Sus fotos allí están en los archivos de los periodísticos, innumerables revistas y en diferentes libros. Eso si no desaparece. Entonces su gráfica es y sera inmortal, por su eminente valor. Le recomendamos al lector visitar la hemeroteca de diarios de la Biblioteca Nacional y revisar la colección de periódicos de los años 60 y 70. Allí se encontrará con gran parte de la producción de este comunicador que vivió muchos años en el Perú y se sentía con la nacionalidad nuestra. Más peruano que el cebiche y el pisco.

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  5. Dayana Mendoza Hitotsuishi4 de octubre de 2016, 22:16

    wow el nombre de mi abuelo *-*!!

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  6. Este es un mensaje para Dayana Mendoza. Tu abuelo materno, Miguel Hitotsuishi Harada o Hanada (no lo recuerdo bien y con exactitud), fue uno de los mejores reporteros gráficos que tuvo el país. Ello, que es un mérito innegable, ocurrió durante el siglo XX de la Historia del Periodismo Nacional. Lente preciso y exacto, mucho sentido de la noticia para presentarla en el papel y en las publicaciones escritas donde trabajó, con una brillantez total impresionante.
    En buena y precisa cuenta, el descendiente de japoneses, por angas y por mangas, captó una buena parte de la Historia del Perú: desde los años 50 hasta mucho después que lamentablemente murió, allá por los 80 o 90 por desperfectos cardiacos irrecuperables. Un magnifico fotógrafo que le daban, a sus creaciones, connotaciones especiales de vistas de primera línea. Lo que explotaba al máximo eran sus cualidades profesionales innatas: la actualidad a pie juntillas, la objetividad del hecho captado con la maquina, el contraste tan arraigado a plenitud y, sobre todo, el golpe de impacto para sus fotografías periodísticas singulares y valiosas por sus cuatro costados.
    Comenzó su carrera profesional en el histórico diario “La Prensa”, cuyo director era Pedro Beltrán Espantoso, donde aprendió las de “Quico y Caco” en el campo gráfico. Todas se las sabía, en plena revolución del periodismo, la misma que se hacía al estilo norteamericano en tan prestigiado periódico. De allí pasó a “Correo” de Lima, convirtiéndose en fundador de ese órgano de expresión masiva y ahí laboró infinidad de tiempo. Si no nos equivocamos, hasta cuando falleció. Era la época en que se consagró, por completo, como comunicador y llegó a ser, con méritos propios, Jefe del Departamento de Fotografía de ese medio de comunicación.
    Con Miguel fuimos compañeros de trabajo y entrañables amigos. Me honro y me precio de ello. Ambos inseparables de las comisiones periodísticas en la calle donde, precisamente, se forja la noticia en el devenir del tiempo. Hombre alegre, dicharachero y amante del ejercicio de un humor negro, donde siempre aparecía la mujer, durante sus irreverentes conversaciones, en todas sus facetas. Y esto en honor a la verdad, por decir lo menos. Lo demás se guarda en el secreto por razones obvias.Su modo de ser lo hacía un ser humano de condiciones innatas para el chiste, el ejercicio de la burla constante y el profundo convencimiento de que la vida está hecha para pasarla bien. Sin preocupaciones, que para él, estaban demás y sobraban..
    Fue, además, el autor de las fotos de mi matrimonio y el de mi hermana Cecilia. Le tomó innumerables vistas a mi padre, Rafael de Noriega Quiros, cuando se desempeñó en un alto cargo público del aparato del Estado como Director General de los Registros Públicos, el autor de la gran transformación jurídica, incluida la ética y afuera las coimas y los sobornos tan comunes, en ese ente especializado del Derecho que con Noriega volvió a tener connotado prestigio. El que la institución se merecía. Ojalá que aún se conserve.
    Por eso quiero saber, si sus familiares, conservan su archivo fotográfico. A ver si la nieta, Dayana Mendoza, me da razón de ello. Ella puede comunicarse conmigo por aquí o por mi mail: edgardodenoriega@speedy.com.pe

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  7. Estimado Sr. Noriega, ¿qué sabe usted de otro periodista alemán que estuvo en Correo en esos primeros tiempos, de nombre Herbert John? Agradezco de antemano su atención.

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  8. Claro que conocimos a Herbert John. A propósito no era periodista. Si experto en maquinas de impresión gráfica. Uno de los hombres de confianza del empresario, Luis Banchero Rossi, de nacionalidad alemana que trabajó en los talleres de los diarios de propiedad de este último: “Correo” y “Ojo”. Flaco, alto, de pelo rubio y ojos celestes. Amante de la sonrisa y hablaba mal el castellano, con un característico dejó extranjerizante. Muy enigmática su vida. Como también lo fue el asesinato del magnate de la pesca peruana: nunca se supo, incluso hasta el día de hoy, quién fue el que, efectivamente, lo mató. Estuvieron implicados penalmente, en el juicio, como autores el jardinero de la casa del millonario: Juan Vilca, con penas de prisión de por medio y la secretaria del pesquero Eugenia Sesarego, a quien, al final, se le indultó. Lo cierto es que la opinión pública nunca creyó que ellos fueron los asesinos. Poco antes del crimen, Banchero y John denunciaron a Klaus Barbie, oficial de la Gestapo y criminal de guerra nazi. Lo habían visto cerca de Chaclacayo, cuando huía rumbo a Bolivia. Por este antecedente es que se habló, posteriormente, en el sentido de que los nazistas estaban comprometidos con el asesinato de Banchero. Mucho se comentó ello. Pero nunca se probó legalmente. John desapareció, del Perú, un día determinado. Nunca se supo mas de el. Como llegó se fue.

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  9. Sr. Noriega, agradezco mucho su respuesta. Es sorprendente saber que no se trataba de un periodista (propiamente) dado que todas las referencias a él en la literatura sobre nazis en Latinoamérica lo identifican como tal.
    Saludos cordiales,
    Carlos Maza

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