jueves, 20 de mayo de 2010

UNA MIRADA RAPIDA HACIA LA MINERIA

La contribución de la minería al desarrollo del país es un asunto comprobado sin precedentes y evidentemente no merece ninguna duda. Si damos una mirada a este sector nos encontramos con logros y cifras, definitivamente, contundentes.
Entre ellos, por ejemplo, la principal exportación del Perú resultó, durante el 2009, el oro. En total se vendió  al exterior US$ 26.885 millones, de los cuales US$ 16.361  fueron de la minería. De ellos, US$ 6.800 millones  pertenecen al oro. Por su parte, el cobre alcanzó US$ 5.000  millones.
Según cálculos de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, la indicada exportación ha generado un pago de impuestos de aproximadamente  US$ 1.500 millones. La mitad en canon y la otra para el Estado.
Hay un aspecto adicional que se tiene que tomar en cuenta. Aquí se perciben los salarios más altos existentes en el país. Lo mismo que las utilidades, generando constantemente actividad económica.
El Perú es el primer productor de oro en América Latina y el sexto en el mundo. En cuanto a exploraciones ocupamos el tercer lugar, con casi US$ 400 millones que se gastan anualmente en esta actividad

Constantemente se presentan decisiones importantes en la minería. En efecto, BHP Billinton de Australia acaba de anunciar que aumentará sus inversiones en el Perú de producirse un incremento de impuestos a las operaciones en su país de origen. Ello implicaría fusionarse con las operaciones de la compañía Río Tinto, ubicadas en el oeste de este país.
Según se tiene previsto, el 2014, Minas Conga comenzará a producir oro con una inversión de  US$ 2.500 millones cerca de Yanacocha, en el departamento de Cajamarca, de acuerdo al anuncio hecho por Newmont Mining principal impulsora del proyecto.

CONTRASTES
Ya se ha dado un gran paso al contratarse a la firma norteamericana Fluor por  US$ 170 millones  para que se encargue del diseño de la tecnología correspondiente.
Todo esto es una cara de la moneda. Pero la otra no es muy alentadora que digamos. Hay proyectos paralizados. Como es el caso de Tía María en el valle de Tambo en Arequipa donde Southern Perú tiene previsto una inversión de mil millones de dólares. La región Arequipa deja de percibir un millón de soles diarios.
Hay todo un problema que incluye los 90 días de suspensión por enfrentamientos con la población azuzada por intereses sesgados de índole político, so pretexto de defender la ecología y la protección del medio ambiente.
No sólo pasa esto en el sur. Lo mismo ocurre en el norte del país cerca de la frontera con Ecuador en la provincia piurana de Huancabamba con la minera cuprífera de Río Blanco de capitales chinos.
La paralización y el paso lento para las obras de todas maneras deben evitarse. Por supuesto que, exigiéndoles al máximo a las mineras, la protección ambiental. Pero dejando de lado los intereses de grupos minoritarios que actúan por intermedio de las ONGs, quienes, evidentemente, quieren el fracaso.
Queda en el mal recuerdo, definitivamente, lo que pasó en Tambogrande, zona de Piura, donde no se dejó que opere la minería y ahora allí existen unos l5 mil invasores informales que utilizan mercurio, cianuro y otros elementos que causan daño.


El arduo y duro trabajos en las minas.

NO A LA VIOLENCIA
El escenario propicio para las inversiones es una necesidad. Azuzar la violencia con su secuela de muertos, heridos e inestabilidad, es-bajo todo punto de vista- condenable y rechazable, aplicando para los responsables todo el peso de las leyes existentes en el país.
No olvidemos que según la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, se tienen previstas inversiones del orden de los US$ 35 mil millones. De ninguna manera hay que poner en riesgo esta posibilidad que trae progreso y bienestar para todos los peruanos.
Mientras tanto, Tía María espera que las autoridades del Ministerio de Energía y Minas den luz verde para seguir adelante con el desarrollo. En caso contrario, Arequipa perdería más de 360 millones de soles por concepto de canon minero y regalías.
La solución definitivamente es encontrar el punto medio. Sí a la inversión minera y a la protección ambiental. No a la violencia con todas sus consecuencias y a la paralización de obras. Primero está el desarrollo del país.

2 comentarios:

  1. No nos olvidemos del medio ambiente y los daños

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  2. Las cifras son demostrables de lo que efectivamente hace la minería. El aporte es evidente.

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