martes, 11 de septiembre de 2012

VILLANUEVA: IMPLACABLE LUCHADOR SOCIAL

Líder histórico del Apra, con 96 años a cuestas y actualmente en condiciones intelectuales de memoria y lucidez impecable, que comenzó en la política muy joven en épocas tempranas de escolar, de tan sólo 16 abriles, con la convicción de darse por entero a la lucha social.
Nunca varió y siguió firme en sus ideales a pesar de la sangre que se derramó en este Perú que se desgarraba, desde 1931 hasta 1975, en épocas de otra dictadura militar,  enfrentándose valientamente a constantes prisiones, varios destierros con pobreza y sacrificio de por medio y tanta pellejería que pudo superar por entera lealtad al pueblo.
Armando Villanueva del Campo, a lo largo de su fecunda vida pública, fue un activista convencido y efectivo que se convirtió en un experto en la colocación de  bombas explosivas, en realidad eran camaretazos según sus palabras, que a cada rato y, sobre todo en tiempos de dictadura, estallaban en las calles de Lima y del interior del pais.
Llamadas por los apristas “las sicológicas” y utilizadas para protestar por la falta de libertad, algunas veces. Otras para registrar presencia y amedentrar. Sobre todo y  siempre, con el sonido muy intenso.
PARLAMENTARIO
 Pero de ninguna manera para matar, como constante de principios. Se colocaban en sitios donde no pudiese afectar a las personas. Nunca hubo un solo muerto ni accidentado. Así lo explica y remarca Villanueva cuando recuerda esta agitada parte de su vida.
 Participó en rebeliones mil, viviendo a salto de mata en clandestinaje total. Un dirigente sacrificado al más alto nivel que incluso, innumerables veces, puso en peligro su propia existencia.
Armando Villanueva
Armando Villanueva  con 96 años a cuestas.

Aguerrido  diputado, senador de polendas  que presidió tanto la cámara baja como la alta.  Candidato presidencial en 1980 después de la muerte de Haya de la Torre, durante las elecciones que ganó por segunda vez Fernando Belaúnde Terry y Ministro de Estado que se desempeñó como Premier, en el primer gobierno de Alan Garcia, con quien tanto tiene en común. Menos la edad, por supuesto.
Si, efectivamente, desde la amistad y camaradería con sus padres, Carlos Garcia Ronceros y Nita Pérez Rojas, hasta haber sido el que pidió a la madre de esta última que también era aprista, la mano de la novia y testigo del matrimonio de ellos en Arequipa cuando se gestaba el Frente Democrático, allá por 1945.
“PUMA” Y “BLANQUI”
Trabajó codo a codo con García Ronceros durante la gran persecución de los apristas. Ingresaron juntos clandestinamente al país por Mollendo  desde Chile, donde andaban desterrados.
Viajaron de  “pavos” en un barco y cumplieron con la orden implacacable que les dio Haya de la Torre: “regresen”, para trabajar por el retorno de la democracia. A Villanueva, en el argot revolucionario, lo denominaban “Puma” y al padre de Alan, “Blanqui”.
 El viaje  lo hicieron, sin  un centavo en el bolsillo. Eso si poniendo todo tipo de cuidados para que no los descubran. Como así fue. Comenzaron unas nuevas tareas juntos que terminó triunfalmente con el ascenso al poder de José Luis Bustamante y Rivero.
Cuan singular era Garcia Ronceros. Muy pero muy callado, silencioso, sereno. Con un perfil permanente y enteramente bajo de figuración, voz tranquila, apagada. Un organizador nato al interior de su partido.
 Humilde enteramente humilde. Le huyó por completo a la figuración y a ser parlamentario. O ejercer cargo público. Que distinto al hijo, Alan. No hay caso que el añejo dicho popular tiene toda la razón: de padres cojos, hijos bailarines…
21 AÑOS FUERA DE LA LEY
 Al corajudo y valiente dirigente, llamado tambien “El cartujo” por su original y admirable modo de ser propios de estos monjes del mismo nombre, le interesaba por completo su partido y su jefe  exclusivamente. A eso se dedicó toda una vida cargada de retos y de rotundos golpes.
 Conoció a su segundo hijo, precisamente el que muchos años después sería Presidente del Perú  en dos oportunidades, a los cinco años. No lo pudo hacer antes por estar preso. Que duro, durísimo. Lo recuerda, precisamente, Villanueva en el libro que escribió conjuntamente con el periodista Guillermo Thorndike, cuyo titulo es “La Gran Persecución”.
En tal impecable publicación,  Villanueva subraya que el Partido Aprista fue puesto fuera de la ley durante 21 años  y perseguido desde antes que se fundara. Teniendo en cuenta los ocho años de exilio que sufrió Haya de la Torre, durante la dictadura del Presidente Leguia.

Cuando cayó preso lo ficharon

MAS VALE LA COMPUTADORA
Sostiene que volvería, de todas maneras, a asumir las posturas revolucionarias que desarrolló. Pero aclara lo siguiente con mucha inteligencia y serenidad, apelando al contraste y la realidad: “si me preguntara hoy en relación al pasado que protagonicé, qué pienso de los deberes de la juventud, diría que más vale la computadora que el fusil y que cuando se tiene fe, no es pecado ser iconoclasta, irreverente, irreductible”.
Villanueva va más allá y en actitud de autocrítica, pocas veces vista, reconoce algo que nunca se hizo y que verdaderamente es una novedad. “Si bien es cierto que el Apra tuvo una teoria del estado y una propuesta democrática, no estaba preparado para responder a la violencia de los regimenes opresores, como habría correspondido, a un partido revolucionario. De aquí las improvisaciones en la resistencia y en la rebelión popular, manteniéndose con fecuencia el tradicionalismo conspirativo”.
Tal aseveración puede deberse a la singular actitud registrada por la Historia y que deja como, resultado permanente, una premisa fatal: en todas las revoluciones que protagonizó el Apra fueron los militantes los que se adelantaron a los hechos, mientras que el Jefe y los líderes principales, ni siquiera dieron las órdenes correspondientes. Ni sabían de la fecha del inicio de  las rebeliones.
“BUFALO”
 Pasó en la Revolución de Trujillo mientras “Bufalo” Barreto, con sus campesinos y estudiantes, hicieron eso antes de tiempo cuando se preparaba una revolución a nivel nacional con el Comandante Gustavo Jiménez de por medio, quien posteriormente terminó suicidándose. En aquel tiempo convulsionado, Haya de la Torre preso e incomunicado en el Panóptico. Los dirigentes, con mando y decisión, muy lejos de saber la verdad.
 Lo mismo ocurrió el 3 de Octubre de 1948 en el Callao durante la sublevación de la Marinería. Aquí se llegó al extremo que el Jefe del partido, en momentros del desarrollo crucial de la rebelión, estaba tranquila y placenteramente durmiendo. No se olía absolutamente nada.
 Mientras que los otros líderes, como el de mayor jerarquía, esperaban otro levantamiento para el Dia de la Marina: el 8 de octubre. Nadie de la dirigencia sabía algo con exactitud. Tales hechos son contados por Villanueva en sus conversaciones con Thorndike. 
PALABRAS DE HAYA
Al lider aprista le impresionaron, en epocas de su juventud, las palabras de Haya de la Torre cuando dijo que: “las páginas de gloria o de vergüenza las escribiriamos con sangre o con lodo… A Palacio llegaba cualquiera porque los caminos para llegar a él se compraban con oro o se conquistaban con fusiles… La misión del Aprismo era llegar a la conciencia del pueblo antes que al Palacio… A la conciencia del pueblo se llegaba con la luz de una doctrina, con el profundo amor a una causa de justicia y con ejemplo glorioso del sacrificio”.

Con Haya de la Torre, saludando apristamente.

Nació en Lima el 25 de Noviembre de 1915. Hijo del doctor Pedro Villanueva Urquijo y Carmen Rosa del Campo Portal. Su padre era un prestigiado médico y político anticivilista que se desempeñó como Diputado por San Martín entre los años 1924 y 1929. Mucha cercanía tuvo con el Presidente Leguía, del cual fue amigo y al servicio de su salud. Estuvo preso y desterrado durante la dictadura de Sánchez Cerro, quien precisamente depuso a áquel.
Realizó sus estudios primarios en el Colegio de La Recoleta regentado por los sacerdotes de la congregación de los Sagrados Corazones y los secundarios en el San Luis de Barranco de los hermanos Maristas, plantel de donde egresó en 1932, dicho sea de paso, con carnet aprista que pertenecía al distrito de Miraflores. Hecho que, evidentemente, no es común. Ni en aquellos tiempos. Ni  menos en los actuales.
PRIMERA MISION
La primera misión que cumplió en el Apra se la dio el Secretario General, Carlos Manuel Cox Roose, hombre alto y de porte atlético, quien estaba preso en El Sexto con su padre el doctor Villanueva.
Alli lo conoció Armando cuando le llevaba comida a su progenitor y al salir, en el portaviandas, llevó escondido un mensaje de Cox con intrucciones de caracter politico, que fue entregada por él a un contacto del partido en la Librería Rosay, ubicada en pleno centro de Lima.
Al poco tiempo fundó conjuntamente con otro  lider aprista, Luis Felipe de las Casas Grieve, el Centro de Estudios Revolucionarios Adelante que funcionaba en la casa de este último. Lo mismo hizo con la Federación Aprista Juvenil (FAJ), denominada después Juventud Aprista Peruana (JAP), de la cual fue su primer Secretario General el año 1934.
Cabe señalar que de las Casas se separó muchos años del Apra por no estar de acuerdo con la alianza que su partido hizo con el General Odria, a partir de 1963. 
MUERE DE LAS CASAS
 Conformó un grupo aparte que estaba fuera de la estructura partidaria llamado “Casista”, el mismo que sobre todo tuvo influencia entre la juventud de la Universidad Nacional de Ingenieria (UNI).
 Aceptó ser Embajador del Gobierno Militar de Velasco en Venezuela que, precisamente, estaba  completamente enfrentado con la agrupación de Haya de la Torre. Pero allá en ese pais si estaba de presidente un gran amigo del Apra, Carlos Andrés Pérez.
 Obviamente que no existía relaciones armoniosas entre él y lo seguidores de Haya de la Torre. Volvió al redil y se unió con sus compañeros de antaño en 1985, seis años después de la muerte del jefe con quien no llegó a amistarse.
 Salió elegido ese mismo año Senador y, en el hemiciclo de la Cámara Alta, falleció en 1988 de un fulminante ataque  cardiaco que se le desencadenó,  luego de una acalorada intervención que tuvo defendiendo, a raja tabla, la  equivocada estatización de la banca decretada por el gobierno de García.
La primera privación de la libertad que sufrió Villanueva ocurrió cuando tenía 19 años. Precisamente, en el día de su cumpleaños, luego de participar con aproximadamente unos 200 jóvenes en el fallido intento de capturar el cuartel militar de Barbones ubicado en Barrios Altos, Lima, para apoderarse del armamento e iniciar una revolución. Era el 25 de Noviembre de 1934,  en tiempos del gobierno de Benavides.

Andrés Townsend, Villanueva y su esposa Lucy Ortega

SIN ARMAS
El lider dijo al respecto sobre estos hechos lo siguiente: “Todos los muchachos estabamos decididos a hacer la revolución popular. No teniamos  armas. Nada. Ni siquiera una escopeta para cazar pajaritos.  Las que necesitabamos las tomaríamos del cuartel”
Lo que se proyectó es atacar Palacio de Gobierno y en caso de fallar se utilizaría el ferrocarril para que los rebeldes se fueran a Chosica y de  allí a la sierra central, hasta conocectarse con los movimientos que se producirían en Huancayo, Ayacucho y Huancavelica. También debían ocurrir levantamientos en Cajamarca y la zona petrolera de Piura.
En  aquel entonces, los detenidos fueron llevados a la isla penal de El Frontón donde Villanueva permaneció preso casi cinco meses. Al ser liberado retornó a la lucha clandestina, realizó multiples actividades partidarias y organizó el primer congreso de la FAJ. 
REVELACIONES
La Revolución de Trujillo de 1932  marcó por completo a los jóvenes de la época. En dicho libro, Villanueva le cuenta a Thorndike, por primera vez, revelaciones muy importantes y de carácter enteramente histórico.
Como por ejemplo que el Jefe del Cuartel O Donovan, Comandante Julio Silva Caceda, era amigo y admirador de Víctor Raúl. Lo mismo que de muchos apristas como Marcela Pinillos Ganoza, con quien salía a montar a caballo.
 Ella era hermana de un famoso médico también de los registros del partido y padre de Luis Pinillos Ashton que, con el correr de los años, fue Ministro de Salud del primer gobierno de García.
Silva Cáceda iba a participar en un alzamiento  de grandes alcances, precisamente aliado con los apristas, en contra de Sanchez Cerro al igual que muchos de sus compañeros de armas. Pero el levantamiento de Barreto dio lugar a la muerte  de él y varios militares y policías, en forma tan cruel e innecesaria.
 Según Villanueva, Agustín “Cucho” Haya de la Torre, nombrado por los rebeldes Prefecto de la ciudad, les ofreció a los militares como prisión la Casa de Iturregui donde funciona como institución social  de la aristocracia trujillana, el Club Central. Prefirieron la cárcel y en ella se encontraban cuando los asesinaron.
Señala, aunque reconoce que los hechos quedaron en el misterio, como uno de los posibles responsables de la masacre a un ciudadano de origen anarquista, Augusto Cespedes Lara, que se había vuelto aprista.


Como fiel demócrata, ejerciendo el voto

LO DEBIMOS FUSILAR…
Alto muy estirado, agil en el andar y de ojos claros. Anduvo gestando insurrecciones en la sierra, sin ninguna suerte. Participó en pequeñas rebeliones en Huacho y Chosica. Capturó la central de Santa Rosa de Chosica y apagó la luz eléctrica de Lima en visperas de la asunción del gobierno de Sánchez Cerro. Cayó en Trujillo y volvió a las andanzas.
 Cuenta que, muchos años después, lo buscó cuando ya era diputado y, luego de conversar, le dio un sobre cerrado cuyo destinatario era Haya de la Torre. “Quizas por única vez en mi vida vi en Victor Raúl una mirada extraña, como recordando algo. Con gesto muy severo, el jefe le respondió: yo no abro este sobre. Nunca he querido conversar con él. Debimos fusilarlo nosotros, porque fue uno de los grandes responsables de la masacre”. 
AZOTES
Este crimen, de acuerdo a la versión del lider aprista, determinó cuarenta años de recordación condenatoria. Cada aniversario, el diario “El Comercio” abría sus páginas recordando lo ocurrido y azuzando por completo el antiaprismo.
En las páginas del libro de Thorndike y Villanueva, hay descripciones y hechos del Presidente Sanchez Cerro que son espeluznantes y dignos de comentarios negativos. Por ejemplo, se  asegura como un acto cierto que cuando el mandatario, a quien denominaban “El Mocho”, no quedaba satisfecho con los servicios de sus subordinados, los mandaba castigar con azotes.
No del gato de nueve colas sino del rebenque de caballería, corto, común y sliencioso.  El dia en que reconcorosos cocineros le implantaron una cucaracha en la sopa, doscientos servidores palaciegos debieron exponer el trasero a la furia de los sargentos.
Villanueva ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos  en 1935. Con miras a ser abogado. La nota obtenida fue de 15 puntos sobre 20.
 No quiso postular a la Católica porque, para los apristas de aquella época, este centro superior era la expresión del  conservadurismo. El que prepararaba a las fuerzas antiapristas con alguna influencia fascista. Lo cierto es que por la vida tan agitada que llevaba le impedia dedicarse por completo a los estudios. La lucha poltica lo ganaba por completo.
1936
Año 1936. Benavides convocó a elecciones y Haya de la Torre está perseguido. Pero, desde la clandestinidad, se lanza su candidatura. La respuesta del gobierno fue clara, dura y contundente.
 Se anuló la postulación y no sólo eso sino que, en medida extrema, el gobierno declaró al aprismo fuera de la ley. Alli surgió la candidatura de Luis Antonio Eguiguren, que fue el ganador de las elecciones, con el apoyo del aprismo. Los comicios terminaron anulados y Benavides prolongó su mandato tres años más.
Aquel año ocurrió el asalto a Radio Sucre, cuyo local estaba ubicado en el jirón Candamo 377 del centro de Lima, por parte de unos muchachos enmascarados y armados con pistolas y revólveres, quienes transmitieron un mensaje de saludo aprista a todos sus afiliados de la república y a los compañeros presos en el Satipo.

En silla de ruedas durante una actuación partidaria.

ASALTANTES
 Luego de ello se retiraron y se subieron a bordo de un automóvil que los esperaba con el motor encendido, el mismo que arrancó a toda velocidad. El vehículo se perdió en la inmensidad de las calles limeñas. Tarea cumplida a cabalidad.
Los  asaltantes de la emisora fueron un grupo de apristas encabezados por el propio Villanueva, Victor Tantaleán Vanini, posteriormente parlamentario y hermano de Javier lider velasquista y ex ministro de Pesqueria de ese régimen, Alfredo Morales y otros dos más de apellidos: Laura y Montoya. El chofer, Fortunato Jara Rendón.
 La tarea violenta se cumplió con éxito gracias a los planos  que levantó el escolar Biaggio Arbulú Galliani. Más tarde brillante ingeniero de prestigio nacional. Lo acompañó en este encargo, su hermano Guillermo, que llegó a ser General de División, Premier, Ministro y Comandante General del Ejército. 

    

Villanueva y al centro el poeta  Ernesto Cardenal.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             
La represión continuó y, por eso mismo, el lider aprista fue apresado nuevamente en diciembre de 1938, hasta febrero de 1940. Es decir un año y dos meses. Lo capturaron en la casa de su amigo César Graña Soria
Durante el primer gobierno de Prado, Haya de la Torre podía desplazarse con cierta libertad. No lo perseguían pero no le gustaba al gobierno que lo vieran libre. No podia hacer alarde de libertad.
PERSECUCION A MEDIAS
 No existia una persecución total, tanto que en el Cine Sandia dio una conferencia para estudiantes y otra en el campo deportivo de Barrios Altos. Su cumpleaños, el Dia de la Fraternidad que siempre se festejaba en la plaza pública con el pueblo y olor a multitud, lo tuvo que recibir en una vivienda particular.
En esa oportunidad, la reunión se realizó en una casa grande y hermosa ubicada en la avenida Petit Thouars y Haya habló sobre el espiritu  del Tahuantinsuyo, con sentido integracionista. Poco después se realizó la sesión del Comité Ejecutivo Nacional del Aprismo.
Lo eligieron a Villanueva Secretario Nacional de Propaganda y a de las Casas de Organización. Así se llegó a Mayo de 1940. Las relaciones con Prado estaban un poco tensas cuando ocurrió el saqueo de casas y negocios de los japoneses promovidos por el propio gobierno. Pero atribuída al Apra. 
EN ERCILLA
En vez de apresar a los saqueadores, la policía emprendió una redada de apristas. Los agarraron en una casa de  la calle Walkuski, en el centro de Lima cerca a la avenida Guzmán Blanco. Todos los militantes, incluido Villanueva, fueron a parar al Frontón y al poco tiempo el Secretario Nacional de Propaganda deportado a Chile. Era su primer destierro.
Allí se puso en contacto con varios dirigentes como Manuel Seoane, Luis Alberto Sánchez, Isaac Espinoza Recavarren y Hugo Otero. Trabajó breve tiempo en Radio Mercurio del diario del mismo nombre. Asimismo en la Oficina de Recortes de Prensa de Seoane, quien dirigía la revista “Ercilla”.
El exilio le sirvió a Villanueva de efectivo ejercicio del periodismo. Estuvo en “Ercilla” y participando en la edición del libro “Santiago y sus 400 años”. Por esa època, conoció a Salvador Allende, que con el paso de los años, se convirtió en Presidente de la República del país del Mapocho. Para el lider aprista, “una figura solemne con expresión muy humana, siempre sonriente que inspiraba confianza”.
El dirigente  visitó a su padrino que residía en Santiago. El era Augusto Leguía Swayne, hijo mayor del ex Presidente Leguía quien vivia modestamente y cuyos ingresos procedían de su esposa Marina Almuelle, mujer bella que fue acusada indebidamente en el Perú de “asesina, ambiciosa y sin sentimientos” que, según se afirmaba, habia hecho encerrar a su primer esposo de apellido Barbieri, en el manicomio para que le diesen muerte. Nada se probó. Parece ser que todo fue falso.

Con Carlos Roca y otros dirigentes.

RETORNO
Haya exigió que retorne al Perú y así lo hizo en 1941 cuando regresó clandestinamente con casi nada de dinero. Habia estado nueve meses fuera de la patria. En el viaje a bordo de un barco lo ayudó mucho otro de los pasajeros, el famoso jugador de Universitario de Deportes y de la Selección Nacional, Teodoro “Lolo” Fernández.
Bajó en el Callao con cinco reales en el bolsillo y se dirigió a la vivienda de uno de sus compañeros, Luis Rodríguez Vildosola, ubicada en el Olivar de San Isidro. Alli le prestaron cinco soles para pagar el taxi.
Estuvo viviendo en una de las casas de seguridad para su jefe llamadas incahuasi, ubicada en el Olivar de Magdalena con el mismo Haya de La Torre y Jorge Idiáquez, el hombre que hasta el final acompañó   al jerarca del Apra. 
CRISIS
En julio de 1942, fue nuevamente detenido por sus actividades políticas y por sentencia de un tribunal militar condenado a tres años de cárcel y deportado por segunda vez a Chile. En Santiago, por instancias de Seoane, volvió a trabajar en Ercilla.
A fines de 1944, nuevamente es llamado por Haya de la Torre para que trabaje con Carlos Garcia Ronceros en Arequipa apoyando a Ramiro Prialé en la vuelta a la democracia y  en la consolidación del Frente Democrático.
Así lo hizo. Por los apristas  resultó elegido Presidente de la República, José Luis Bustamante y Rivero. La democracia se impuso. Pero tan sólo por tres años.
 El gobierno tambaleó en medio de una crisis económica con desabastecimiento, estanquillos de productos de primera necesidad y una convulsión politica completamente innecesaria. Los apristas no se entendieron con Bustamante.
Ellos comenzaron a conspirar, luego del ausentismo parlamentario, hasta que ocurrió el intento revolucionario de la marinería auspiciada por el Apra el 3 de octubre de 1948. Bustamante los declaró fuera de la ley.


Haya mal con Idiáquez,  E. Haya, Prialé, Cox, Townsend y Armando

CON “LA RAYO”
Lo que es más grave: al poco tiempo ocurrió el golpe de estado de Odria que complicó por completo la situación. El Perú volvió a los caminos sinuosos de la dictadura. Villanueva sufrió una nueva prisión que se inició el 12 de noviembre de 1948 y se prolongó hasta el 28 de diciembre de 1951. Luego fue deportado a México.
Pero antes, cuando estaba preso en la Penitenciaria, ocurrió un hecho realmente deplorable. La detención de su novia Lucy Ortega, ciudadana chilena, que vivía muchos en el Perú con su padre don Moises, de profesión ingeniero experto en electricidad.
La  acusaron de ayudar con correspondencia de documentos e incluso con volantes al aprismo. Pretextos y patrañas. Lo que se queria era intimidar, efectivamente, a Villanueva y su partido.
La señorita Ortega, una dama joven por sus cuatro costados, estuvo presa al lado de delincuentes. Entre ellos una famosa ladrona cuyo apelativo era “La Rayo” que era la lugarteniente de otro famoso truhán, Luis Dunian Dulanto (a) "Tatán", quien le regaló una chompa que tejió y le prestó un colchón para dormir. 
CONSPIRANDO CON PERON
 Estuvo presa más de un mes. Cuando no debió estar un solo día. Fue deportada a su país natal. Armando Villanueva y Lucy Ortega se casaron en Santiago de Chile. Ellos tienen una hija, Lucía del Pilar.
En el exilio, Villanueva ocupó el cargo de Secretario General del Comité Coordinador de los Desterrados Apristas. De México pasó a la Argentina, donde trabajó como periodista  e incluso trató personalmente con el Presidente Perón.
Muchos apristas, encabezados por Seoane, se acercaron al lider de los descamisados para conseguir apoyo y derrocar a Odría. Ellos aprovechaban que los presidentes del Perú y Argentina estaban peleados y alejados.
 Odría no cumplió en apoyar económicamente con el petróleo a Perón y éste cortó la relación que era amical y fraterna. Allí en el complot estaban metidos  también los bolivianos del partido MNR.


En la campaña presidencial de 1980 al lado de Alan García.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      En estas andanzas, Haya de la Torre no estuvo muy de acuerdo. Le molestaba la situación. Luis Alberto Sánchez se cuidó de no comprometerse para no chocar con VÍctor Raúl. Pero no se llegó a mucho porque los dictadores se amistaron y la conspiración finalizó por completo.
Villanueva volvió a retornar al Perú, clandestinamente, para impulsar la organización partidaria en 1955. Incluso se entrevistó con Manuel Prado que fue elegido Presidente de la República con los votos apristas, en nombre de su agrupacion politica. Le dijo en su cara que él era uno de los muchachos que le hacia problemas en su primer gobierno.
USTED ME CURO EL ASMA
“Usted me tuvo preso y después me deportó”, fueron las palabras del jerarca aprista para rematar diciendo con  sorna: “No estoy resentido porque  me curó el asma. Don Manuel se alegró y lanzó  una frase cínica muy propia de su carácter: “después de todo no he sido tan antiaprista”.
Ejerció el periodismo  plenamente. En Lima, en la Revista “Apra” en 1934, en el diario “La Tribuna”, del cual fue Director y en la revista “Presente”. En la Argentina fue Director de “Sintesis Económica”. En Chile laboró en “Ercilla”, “Los Tiempos” y “Ultima Hora”. Fue Director de “Panorama Político”.
Además profesor del Instituto Política y Social de Costa Rica y catedrático, conferencista en diversas universidades del Perú y del extranjero. Obtuvo el titulo de Periodista en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 

Joven revolucionario, allá por los 50.


CANDIDATO PRESIDENCIAL
En 1963 fue elegido Diputado por Lima. Los miembros de su cámara lo eligieron Presidente de la misma en 1967. Durante su gestión y por su iniciativa, se estableció el Museo del Congreso de la Inquisición.
Su mandato legislativo fue interrumpido por la disolución del Congreso al producirse el golpe de estado del General Juan Velasco Alvarado, el 3 de Octubre de 1968.
Estuvo entre los dirigentes de su partido que protestaron durante este régimen nefasto. Después de los sucesos del 5 de febrero de 1975 con la huelga policial, fue nuevamente deportado.
Luego del fallecimiento de Haya de la Torre, en un intenso  proceso electoral interno en el que se enfrentó a su camarada de la misma generación Andrés Townsend Ezcurra, que fue Diputado por Lambayeque, resultó electo candidato presidencial.
A manera de transacción para evitar la desunión se incluyó a este último en la plancha presidencial como postulante a Vicepresidente de la República. Las elecciones generales las ganó Fernando Belaúnde Terry.
EMBAJADOR
La derrota del Apra, con Villanueva y Townsend de candidatos, dio lugar a una crisis sin precedentes en ese partido que se superó posteriormente, sobre todo por la captura del aparato partidario de Alan García y el propio Villanueva.
En esa oportunidad se enfrentaron dos grupos totalmente en pugna constante que se convirtieron en enemigos irreconciliables. Los “armandistas” a la izquierda en cuanto a ideas y los “andresistas”, con posiciones conservadoras. Ello implicó como consecuencia la salida del partido de Townsend que, con un significativo grupo de personas, fundó otra tienda politica denominada  “Movimiento de Bases Hayistas”.
Durante el conflicto con el Ecuador en 1981, Villanueva fue designado Embajador, representante personal del Presidente de la República en misión especial a Venezuela, Panamá, Costa Rica, México y Republica Dominicana.
En cuatro oportunidades, desempeñó la  Secretaria General  del Apra. La última en 1993. Además integró varias veces la Comisión Política de ese partido. Fue elegido Presidente de la Asociación Latinoamericana de los Derechos Humanos (ALDHU) 



Hablando en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, en los años 60.


OTRA VEZ EN EL SENADO
En 1985, electo Senador. Al año siguiente lo designaron Presidente de la Cámara Alta. Posteriormente presidió la Comisión de Relaciones Exteriores. También la Comisión Organizadora del XVII Congreso de la Internacional Socialista (1987).
Durante el primer gobierno de Alan García,  fue Premier y Ministro de la Presidencia, entre el 13 de Mayo de 1988 y el 1º de marzo de 1989. El Presidente de la República lo volvió a designar  Presidente del Consejo  de Ministros y Titular del Interior, cargos que desempeñó durante algo más dos meses.

Alan García: “Armando Villanueva debe ser ejemplo para los apristas jóvenes”
 Hace poco Alan y Armando

En 1990, fue reelecto senador. En este nuevo mandato legislativo presidió la Comisión Especial de Integración Continental de su cámara durante dos años  Además fue Presidente de la Comisión Investigadora de Tráfico Ilicito de los Valores Arqueológicos.
Presidió  como Embajador Extraordinario la delegación de parlamentarios ante los países garantes del Protocolo de Amistad, Paz y Límites de Río de Janeiro. Presidente del Foro Ayacucho creado, al constituirse en Lima, la Comunidad Sudamericana de Naciones. Representante del Perú ante la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra
Ademas del libro con Thorndike, escribió otro junto al historiador Pablo Macera, cuyo titulo es “Arrogante Montonero. Conversaciones”. Ha editado la obra de su padre, “Peruanoides”, que salió a luz el 2006.
 Ha recibido innumerables condecoraciones como la Orden del Sol del Perú, la Medalla de Honor del Congreso, La de la Fuerza Aérea, la Marina y la  de la Municipalidad de Lima. Además de distinciones provenientes del extranjero.
Una vida dedicada por entero a la política con sus éxitos y sus fracasos. Con sus alegrías y sufrimientos. Problemas diferentes y  luchas determinantes. Pero una constante de libertad entregada a la democracia de donde Villanueva es un hito permanente, se esté o no  con su pensamiento y acción. (Edgardo de Noriega)

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