miércoles, 26 de diciembre de 2012

LOS GRANDES VALORES DE PANIAGUA

Muy pequeño de estatura. Pero grande de inteligencia y espíritu  acompañado de una honestidad plena y de sabiduría para el arte de la política. Indiscutiblemente, grandes valores de tal insigne hombre público. Lo que lo convirtió en singular al desempeñar durante poco tiempo de tan sólo 8 meses, con eficiencia total, la Presidencia de la República del Perú. Valentín Paniagua Corazao era un demócrata a carta cabal que llegó a la primera magistratura cuando ni siquiera lo anheló y por entera  casualidad. Pero con decisión total, dando en todo momento, el ejemplo.
El martes 21 de Noviembre del año 2000, el primero del milenio, a las 10 y 43 de la noche,  el  Congreso de la República declaró la vacancia de la Presidencia de un mandatario que se fugó,  dejando al país en la estacada total: Alberto Kenya Fujimori Fujimori.
Por obra de este cobarde que ahora purga una condena en la cárcel de 25 años de prisión, el Perú inició una de sus peores crisis contemporáneas. Hoy en día el mismísimo personaje ha pedido el indulto humanitario presidencial que, precisamente, el Ejecutivo debe dárselo para lapidarlo y olvidarlo por completo.

Alberto Fujimori: cobarde y traidor

Hace 12 años, el paso normal democrático y constitucional consistía en que la primera magistratura la asumiera el primer Vicepresidente,  Francisco Tudela van Breugel Douglas. Pero el ex Canciller presentó su renuncia que fue aceptada incluso por sus partidarios, sumidos en la vergüenza de un régimen que se hundió en el escándalo.
El que lo seguía, en su calidad de Segundo Vicepresidente, Ricardo Márquez Flores, un empresario de pantalones blue jeans de San Juan de Lurigancho y el emporio comercial de Gamarra, quiso que lo nombren para conquistar el poder.
Pero ni siquiera se le tomó en cuenta porque realmente, políticamente, poco significaba. Lo dejaron de lado y nada en contrario ocurrió. Ante tal triste situación, el hombre de negocios dimitió y se fue a su casa. Nunca más volvió a la actividad pública.
Tras la vacancia presidencial, la Presidenta del Congreso, Martha Hildebrandt  Pérez Treviño, en medio del caos y el desborde total de las fuerzas fujimoristas, había sido censurada. Eso si que era grave porque de este poder del estado, de acuerdo a la Constitución, podía salir el nuevo Presidente de la República. La Hildebrandt hubiese tenido esa oportunidad, si no hubiese ocurrido tal rechazo.
Fue allí cuando los partidos  Acción Popular fundado por Fernando Belaúnde Terry en 1956 y la Unión por el Perú (UPP) que lideró Javier Pérez de Cuéllar, en alianza en el Congreso y con escasamente seis parlamentarios, planteó la candidatura a la Presidencia del Parlamento de Paniagua.
No obstante de que el líder de Acción Popular reconocía públicamente de que, por proporciones y números, no le correspondía tal designación. Pensaba, como muchos, que la dirección de dicho poder del estado  debería pasar a Perú Posible de Toledo, por tener la mayor representación parlamentaria. Tal hecho se lo dijo inclusive a otro congresista, Henry Pease García. 
En términos prácticos y específicos, lo que pasaba- realmente- es que la candidatura Paniagua si lograba efectivo consenso.  Ocurría que él era el único que podía conseguir mayoría de votos. Algunos incluso provenientes de fujimoristas que habían sido sus alumnos en la Universidad Católica.
 Además el Frente Independiente Moralizador, jefaturado por Fernando “Popy” Olivera Vega, con cierta representatividad y consagrada experiencia para armar de la nada líos de toda índole,  se oponía tajantemente a las candidaturas de los toledistas Carlos Ferrero Costa y  Luis Solari de la Fuente. Pero aceptaba, a rajatabla,  la de Paniagua.
Después de varios incidentes, los representantes de la oposición marcharon a la casa de Alejandro Toledo, líder de Perú Posible,  a discutir la situación. El debate duró desde las nueve de la noche hasta las cuatro de la madrugada. No sabían que hacer.
Uno de sus parlamentarios, Carlos Ferrero  Costa,  había asumido la Vicepresidencia del Congreso.  En vista de la renuncia del fujimorista Absalón Vásquez. El toledista tenía la primera opción para la Presidencia de la Republica.
 Pero, a la hora de la hora, declinó a favor de Paniagua. Fue asi como el hombre que no quería ser Presidente del Congreso lo fue y el paso siguiente: convertirse en Jefe del Estado, por decisión de la Carta Magna. Sin buscarlo, ni ambicionarlo. Incluso, a inicios del milenio, ni siquiera deseaba ser candidato al Congreso. Aceptó la lid por ser Secretario General de Acción Popular.
 El cargo lo desempeñó impecablemente desde el 22 de Noviembre del 2000 hasta el 28 de Julio del 2001, con el fin de llevar a cabo las elecciones presidenciales que ganó Alejandro Toledo Manrique. La tarea la cumplió a  cabalidad, con evidente desprendimiento del poder.

Paniagua:: impecable Presidente del Perú.

 Así se convirtió en el mandatario de mayor recordación al igual que su maestro y correligionario de partido, Fernando Belaúnde Terry, según sondeos que realizó el Grupo Apoyo, durante la primera mitad del año 2006.
Cabe eso si subrayar que Paniagua, antes de llegar a la primera magistratura, no era un improvisado. Ni nada que se le parezca. Muy por el contrario, toda una figura de la política peruana desde muy joven. Su clave y convicción era  que la democracia se  convierta en el camino más corto de la justicia.
Había nacido en el Cusco el 23 de Setiembre de 1936 y, desde sus inicios como político, fue un luchador de la democracia. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Salesiano de la ciudad imperial. Mientras  que la carrera profesional de Abogado, la hizo en la Facultad de Derecho de la Universidad San Antonio de Abad. 
A los 23 años, presidió la Federación Universitaria del Cusco. Su padre era boliviano radicado en el Perú y su madre peruana vinculada a una familia de terratenientes cusqueños. Pero el hijo fue un firme defensor de los derechos del campesinado. A su progenitora la perdió muy pequeño, porque murió a causa de una infección que no pudo ser curada por falta de penicilina.
Políticamente debutó en las filas de la Democracia Cristiana y en tal condición fue elegido por el pueblo como Diputado por su ciudad natal para el periodo 1963-1969, en tiempos que se iniciaba el primer gobierno de Belaúnde.
 A los 29 años fue designado por éste último como Ministro de Justicia, convirtiéndose en uno de los más jóvenes que ejerció ese alto cargo en la Historia del Perú. Como el famoso “Califa”, el posterior Presidente, Nicolás de Piérola. O el propio Javier Silva Ruete que lo hizo, por primera vez durante el mismo régimen, en la cartera de Agricultura.

Javier Silva Ruete: Ministro de Economía de Paniagua

 Muy poco tiempo estuvo Paniagua en ese despacho. No llegó ni a los cinco meses, tras ser injustamente censurado por la mayoría apro odriista del Congreso, coalición que se opuso a la reforma del Código de Procedimientos Penales, planteada por el Gobierno. Eran los tiempos que se sacaba ministros hasta por problemas de semántica. Tal fue el caso del titular de Educación, Carlos Cueto Fernandini, padre del renombrado novelista Alonso Cueto.
En épocas de los gobiernos militares de Velasco Alvarado y Morales Bermúdez, el lider cusqueño se retiró de la actividad política al renunciar a la Democracia Cristiana No la concebía aliada a una dictadura, dedicándose a la docencia universitaria. Era considerado un opositor y adversario de tal régimen en sus dos fases.
Ingresó a Acción Popular cuando este partido estaba en crisis. Lo hizo dejando de lado por supuesto el oportunismo, sin renunciar a sus concepciones social cristianas. Entonces y por si acaso, de ninguna manera, se le pudo llamar tránsfuga.
A propósito de la recuperación de la democracia en 1980, resultó elegido parlamentario y dos años después Presidente de la Cámara de Diputados. En el último tramo del segundo gobierno belaundista, lo designaron Ministro de Educación.
Al asumir Alan García la presidencia, Paniagua se volvió a retirar de la actividad política para dedicarse por completo a sus tareas de profesor universitario. En 1990, su partido integró el Fredemo y apoyó al escritor Mario Vargas Llosa.
 El lider populista, en épocas de Fujimori que le ganó la elección al escritor, mantuvo una férrea oposición que se acrecentó  inmediatamente, luego del  autogolpe de estado de 1992. Lo eligieron, años después, Secretario General de Acción Popular.
El gobierno transitorio conformó la Comisión de la Verdad como signo de reconciliación, organismo que, desafortunadamente, no logró obtener consensos totales de aceptación entre la ciudadanía. Fueron una realidad, por esta época, los nuevos juicios que se iniciaron a los cabecillas terroristas en el fuero civil y sin jueces con el rostro cubierto, tal como lo ordenaba la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 
SUS MINISTROS
Durante el mandato presidencial de Paniagua, entre los que fueron sus ministros figuraron, como parte de un gabinete de lujo, el ex Secretario General de las Naciones Unidas,  Javier Pérez de Cuéllar, en su calidad de  Premier y Canciller, Javier Silva Ruete en Economía, Diego García Sayán en Justicia,  Emilio Navarro en el de la Presidencia y en Producción,  Jaime Zavala Costa en Trabajo, Juan Inchaústegui en Energía y Minas, Marcial Rubio Correa,  Educación y Susana Villarán, en el despacho de La Mujer.

Pérez de Cuéllar:  Premier del Gobierno Transitorio

Uno de los últimos actos oficiales del gobierno fue entregarle al presidente elegido, Alejandro Toledo, los informes impecables de la Iniciativa Nacional Anticorrupción presidida por el Obispo del Callao, Monseñor Miguel  Irizar.
 En ese contexto se ubican, asimismo, realizaciones para la Reforma Constitucional, la Mesa de Lucha contra la Pobreza, la Comisión Nacional de Trabajo y la Comisión para la formulación del Plan Nacional de Educación.
Para muchos observadores y analistas políticos,  Paniagua dejó un ejemplo de pulcirtud seriedad y orden. En ningún momento, necesitó del circo para ganarse la confianza de la ciudadanía.
HONRADEZ
 Le bastaron las ideas y el ejemplo de honradez. Apoyó con constancia a los más necesitados y los discriminados. La economía la dejó estable y no podía ser transformada, por el periodo tan corto de gobierno.
La producción legislativa, durante el gobierno de Paniagua, llegó  a unas 12 mil normas legales.  Lo interesante de tal rubro es que nunca se registraron violatorias de la Constitución. Como ejemplo, sólo entre las 2,800 normas con rango de ley correspondiente al periodo 1992-2000, es decir en 8 años, se registraron 250 infracciones de este tipo.
Hubo apego riguroso al imperio de la ley de leyes y una resuelta decisión de devolverle al país el cauce de la  institucionalidad y al mismo tiempo, emprender una paradigmática política contra la corrupción y a favor de la transparencia.
De hecho,  el ciclo del gobierno de transición se abrió con la promulgación del paquete de leyes que permitió procesar a los involucrados en la  red de Vladimiro Montesinos y se cerró con la ley  que creó  la Comisión de la Verdad
Cabe indicar que este último organismo, posteriormente, recibió infinidad de críticas, aduciendo que no fue muy equilibrada que digamos sobre todo con las Fuerza Armadas y Policiales. Craso error de la CVR, aunque sus integrantes lo niegan. No de Paniagua que impulso  su creación porque pensaba era una necesidad para el colectivo de la conciencia nacional. 
NINGUNA OBSERVACION
Por otro lado, durante el periodo transitorio, la labor legislativa prosiguió como prerrogativa sobre todo del Congreso. Conforme  es habitual, muchas normas le correspondieron al Ejecutivo. En tal sentido, el régimen de Paniagua no fue la excepción. Asimismo, el Gobierno tiene la posibilidad de observar las leyes del Congreso y ello no ocurrió en el curso de los 8 meses que duró esta administración
En el 2006, Paniagua fue candidato presidencial por el Frente de Centro, una coalición formada por Acción Popular su partido, Somos Perú y la Coordinadora Nacional de Independientes liderada por Drago Kisic. Hoy este último partido se llama Todos por el Perú.
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Por error anunciaron la muerte de Paniagua. El autor: Vitocho

 El candidato visitó muchos pueblos del país e introdujo su graciosa caricatura “Chaparrón”, en medio de la competencia electoral. Fue acompañado en la plancha presidencial por el ex Alcalde de Lima Alberto Andrade, en la primera vicepresidencia; y por Gonzalo Aguirre, en la segunda.
Tras una agitada y modesta campaña y a pesar de haber encabezado las encuestas  durante el 2005, logró el quinto puesto con el 7% de los votos válidos, en las elecciones generales del 2006 que ganó Alan García.
CONCERTACION
Fue uno de los primeros líderes en contactarse con el dirigente aprista triunfante para buscar la concertación. Estuvo presente en la transmisión del mando y participó en su calidad de ex presidente en una de las sesiones del Acuerdo Nacional, junto a Francisco Morales Bermúdez y Alejandro Toledo.
Ejerció, a lo largo de su vida, diversas actividades docentes como Catedrático de Derecho Constitucional y Administrativo en las Universidades San Marcos, que le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa, Católica, de Lima, San Martín de Porres y Femenina del Sagrado Corazón.
A mediados del 2006 y poco después de Fiestas Patrias, el ex presidente fue internado, de un momento a otro, por complicaciones de su salud en la clínica San Felipe. Al poco tiempo, durante la presentacion en el Congreso del Gabinete Ministerial presidido por Jorge del Castillo, el Presidente de Acción Popular, Víctor Andrés (Vitocho) García Belaúnde, cometió un dislate garrafal sin precedentes.
En efecto, en pleno hemiciclo, el congresista interrumpió la sesión para anunciar-erróneamente- el deceso del ex presidente, solicitando un minuto de silencio en su memoria y que se postergue la sesión. Inmediatamente, la noticia dio la vuelta al mundo. Luego fue desmentida por los familiares y por  su médico de cabecera, el doctor Luis Solari.
Hasta que Paniagua efectivamente falleció el 16 de Octubre del 2006 a las 5 de la mañana debido a una complicación infecciosa pulmonar, tras permanecer internado varias semanas en el  referido nosocomio. 
Asi se cortó una vida valiosa que contribuyó definitivamente al país. En su honor recordemos algunos de sus pensamienos. Como el  que  dio cuando fue condecorado por San Marcos. ¿Cabía igualdad?, preguntó, cuando el indio, sometido a la servidumbre y el pongueaje, vivió arrojado a la tierra hasta 1964 que se inicia la reforma agraria en el Perú.
Luego añadió y repitió con contundencia: ¿Cabe igualdad aún hoy? Es decir, según sus `propias ideas, “en democracia, en una sociedad  atravesada por la pobreza que es la expresión más característica de la inequidad, hay que conquistar la igualdad”- Sin duda, se contestó el mismo, “ tal es el reto del futuro para construir una democracia y asegurar el desarrollo nacional”. No lo olvidemos. Paniagua, definitivamente, hizo pedagogía  en su propia vida pública. Lo que es enaltecedor. (EdeNM)

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