Ramiro Prialé Prialé y el Apra su partido tienen, evidentemente, una gran cantidad de adherentes que lo aplauden por completo cuando lo recuerdan en forma contundente. Sin embargo, sus detractores que también son considerables en cuanto a número y proporciones como los primeros, en esta etapa primordial en la que él actuó, con decisión y firmeza mostrando al máximo sus cualidades, lo critican con sus fundamentos determinados y justificados. Como parte de la era en la que tal agrupación política ingresó a situaciones comprobables de un pensamiento enteramente derechista.
Ramiro Prialé: parlamentario y conciliador.
La que sirvió para pactar con sus enemigos del
ayer como para nunca más salir de tales
posiciones retrogradas que hasta ahora persisten, en una organización partidaria
actual enteramente debilitada. Algo de razón y coherencia se pueden encontrar
en estas críticas.
Pero lo que no se puede negar y
eso sí que es histórico es que Prialé,
en pleno siglo XX, fue el protagonista principal de varios
acontecimientos políticos muy importantes como fueron el retorno de la
democracia tanto en 1945 que dio lugar al gobierno de Bustamante y Rivero, como
en 1956 en que se volvió a vivir en libertad luego del final de la dictadura
odriista y durante el segundo gobierno de Prado, a cuyo régimen se le denominó,
precisamente por el pacto con los apristas, el de la convivencia.
Presidente Prado
Lo conflictivo y por eso son, precisamente,
las discrepancias que se presentan al juzgar los hechos es que ambos
gobernantes, representantes conspicuos del conservadurismo, fueron los causantes directos de la gran persecución del Apra
con cárceles, asesinatos, destierros y tanta barbaridad que aniquilaban, por
completo, la Constitución y las leyes vigentes en el país.
El maestro, nacido en la ciudad
de Huancayo el 6 de enero de 1904, resultó elegido por el voto popular como Senador
de su tierra natal en 1945. Posteriormente en 1963 hasta 1968, durante el primer Gobierno de Belaúnde, repìtió el plato
y hasta llegó a ser Presidente de la Cámara Alta, a la que vuelve tanto en 1980
como cinco años después.
Huancayo: la tierra del político
El retorno ocurrió en el segundo belaundismo y
la última de sus actuaciones públicas cuando
desempeñaba la primera magistratura del país en el primer periodo, su correligionario
y compañero de partido, Alan García Pérez.
Como se puede notar, el dirigente aprista de
impecable y variada trayectoria ostenta definitivamente y como ejemplo para
los demás, diversos pergaminos de democracia innegables y de peso específico.
Esto sí, tampoco, nadie lo puede negar.
AFAMADO MEDICO
Fue bisnieto de un afamado médico
de origen francés, Pier Prialé, que se había afincado en el Valle del Mantaro y que entre sus pacientes tuvo nada más
y nada menos que al Libertador Simón Bolívar, a
quien atendió y curó de una severa enfermedad que lo aquejó entre las
batallas de Junín y Ayacucho. La historia de esta familia data, pues, de la época
de la gesta de la Independencia y del inicio de la vida republicana.
El nieto del médico y padre de
Ramiro se llamó Pedro Sixto Prialé Ráez, maestro de Matemáticas y Director del
Colegio Nacional de Huancavelica “la Victoria de Ayacucho”. Llegó a ser Alcalde
de Huancayo. Un hombre de ideas conservadoras
que, a fines del siglo XIX, se casó con su prima Edelmira Prialé
Morales, con quien tuvo cinco hijos, dos de
los cuales varones: el abogado Rodrigo y Ramiro, quien sería docente como su antepasado.
La madre de Prialé murió cuando
éste era pequeño. Su progenitor se casó en segundas nupcias con la tía Raquel,
hermana de su progenitora, con la que no tuvo descendencia y quien jugó un papel contundente en su
formación.
Ramiro resultó un niño estudioso,
criado entre maestros, quien terminó la secundaria a la temprana edad de 14
años. Inicialmente el joven se dedicó al arte dramático, como cantante de
zarzuela y actor de teatro.
Priale, al medio, con otros dirigentes apristas.
Priale, al medio, con otros dirigentes apristas.
PRIMER MATRIMONIO
A los 20 años de edad, el muchacho
se adhirió por convicción y fe al Apra. Nunca la dejó. A esta organización se dedicó por completo y en forma
enteramente sacrificada. Incluso él y
sus seres más queridos tuvieron que sufrir lo indecible.
Por el Apra renunció a la
zarzuela y el teatro. A los estudios universitarios y se vió obligado a abandonar
a su esposa y sus hijos, para luchar por lo que pensaba que era correcto. Con
el fín de vivir modestamente se dedicó a la docencia. Fue siempre y
fundamentalmente un maestro. La docencia la impartió en los colegios, en el
hogar, en todo sitio y dictó catedra de
educación cívica por el bien del Perú.
El amor lo visitó a temprana
edad. El 12 de Junio de 1924, a los 20 años, se casó con Carmen Luzmila Jaime
Torres, a quien le decían cariñosamente “Cocolichita”, devota de la Virgen del
Cármen y una mujer enteramente abnegada. El joven matrimonio se vió rodeado de
tres hijos muy rápidamente: Ramiro Alfonso, Raquel Edelmira y Pedro José.
En 1928 la familia decidió irse a
vivir a Lima para que Ramiro pudiese estudiar en la Universidad. En la capital
nacieron sus mellizos Víctor Gustavo y Carmen Luzmila. El matrimonio alquiló
una modesta casa en la calle Sandia, en pleno centro de Lima cerca al coliseo
de gallos del mismo nombre y al Parque Universitario.
Ramiro ingresó a estudiar
Medicina. No lo logró. Ello se hizo recién posible a través de su hijo Pedro
José y de sus nietos destacados galenos. Al año siguiente tentó estudiar
Derecho, más compatible con sus actividades políticas.
Haya, Sanchez y Priale: grandes figuras del Apra.
Haya, Sanchez y Priale: grandes figuras del Apra.
EDUCADOR
Pero la actividad partidaria pudo
más y sobre todo la persecución que sufría el Apra. Sin embargo, durante los
breves periodos de libertad, estudió Educación, disciplina en la que recién se
graduó en uno de sus destierros en Panamá, allá por 1943.
La señora Prialé, prácticamente
sola tuvo que sacar adelante a sus cinco hijos porque, la mayor parte del
tiempo, su esposo o estaba preso o perseguido. Aquí o en el extranjero. Su principal actividad, en
buena cuenta, era organizar la estructura organizativa del partido y eso
implicaba tiempo completo. La política, y sus consecuencias, lo absorbieron enteramente.
Su cónyuge y sus vástagos sólo lo
veían cuando habían peleas de gallos en el coliseo de Sandia. Allí ingresaba
disfrazado, se trepaba a los techos para llegar a su hogar y, finalmente, salía
con el público que asistía a las peleas.
Era el Secretario de Organización
del Apra desde 1933. A eso se dedicó con ahínco y a conformar la estructura partidaria con células, de
manzana en manzana, en todas las ciudades y pueblos del Perú.
Por tal razón, la dirigencia de
dicho partido sabía lo qué se pensaba en cada rincón de los pueblos del Perú,
con qué gente se contaba e incluso quiénes eran los enemigos. Lo que permitió no sólo conocer lo que pasaba en
cada rincón nacional, sino también que las directivas impartidas llegasen
oportuna y fielmente.
EL ORGANIZADOR
Haya de la Torre fue el Jefe indiscutible
y total del Apra. Pero su
organizador, innegablemente, Prialé. Por eso es que recibió el encargo del
propio líder principal, el de juntar a
la juventud a través de la Federación
Aprista Juvenil (FAJ), fundada el 7 de Enero de 1934. Allí fue elegido Armando
Villanueva del Campo como Secretario General.
Victor Raúl Haya de la Torre
Entre los jóvenes de esta agrupación que
participaron y estuvieron bajo el comando de Prialé, además de Villanueva, figuraron:
Nicanor Mujica, Luis Rodríguez Vildósola, Luis Felipe de las Casas Grieve,
Humberto Silva Solís, Tulio Velásquez,
Victor Tantaleán Vanini y muchos otros más.
Prialé sufrió prisión y destierro
largos años, mientras que su esposa inmolaba, día a día, su vida hasta que
enfermó gravemente y tuvo que pasar tuberculosa largas temporadas en el
sanatorio de Jauja. Ramiro estaba recluído en el Panóptico, sin poder hacer
nada. La prisión se lo impedía por completo.
Los hijos retornaron al valle del
Mantaro y fueron acogidos por sus familiares, sobre todo por el abuelo Pedro
Sixto Prialé. A los mellizos los tomó a su cargo su nana indígena Finalmente,
los cinco descendientes se reunieron en la casa del abuelo en Huancavelica.
HUERFANOS
Su hermano Rodrigo murió durante
los carnavales de 1938. El estaba preso y no se le permitió, inhumanamente,
darle el último adiós. Hasta que posteriormente lo desterraron a Panamá. El líder
aprista solicitó, antes de su salida obligatoria del país, que lo dejasen ver a
su esposa muy mal en Jauja, casi muriéndose. Tampoco vino el permiso correspondiente.
A los pocos dias de marchar al
destierro, su cónyuge, una magnifica y buena mujer falleció a temprana edad, 36
años, el 2 de Noviembre de 1941, dejando desafortunadamente huérfanos a sus
cinco menores hijos.
Prialé en el destierro trabajó en
el Canal de Panamá y se dedicó a concluir sus estudios de Educación, obteniendo
la licenciatura en 1943. Su temperamento y vocación, precisamente, no era estar
lejos de la patria. A cada rato soñaba con retornar al Perú.
Hasta que recibió la directiva de
Haya de la Torre para que vuelva clandestinamente a la brevedad posible, en cualquier medio que esté a su
alcance. Tomó un barco bananero que hacía paradas en todos los puertos. Llegó
al Perú sufriendo de disentería, enfermedad que logró superar posteriormente.
Por aquel entonces, el Apra
propiciaba la formación de un amplio frente democrático para retornar a la democracia, tras el periodo de cinco años que detentó el poder
dictatorialmente, Manuel Prado Ugarteche. Los estrategas habían escogido a la ciudad de Arequipa, como
sede principal de lucha.
En Arequipa se forjó el Frente Democrático
La nueva y gran misión que
recibió Prialé fue organizar en dos años
la alianza electoral que
permitiese cambios notables en el Perú. El dirigente oficialmente estaba
deportado en Panamá. No podía presentarse como Ramiro Prialé. Por esa razón, se
le dio el seudónimo de “Alfredo Ganoza”. Nadie conocía al primero. Si al
segundo, con lujos y detalles.
ANTONIETA ZEVALLOS
En Arequipa comenzó a trabajar con él, en
calidad de secretaria, la joven de familia aprista Antonieta Zevallos. El amor
entre el viudo de poca edad y la eficiente colaboradora
surgió prácticamente a primera vista.
Pero el secreto de la identidad fue tan bien guardado que Antonieta, recién
el dia anterior a su matrimonio que se celebró el 27 de Marzo de 1945, se
enteró que se iba a casar con Prialé. Creía hasta el final que iba a ser la
señora Ganoza.
La organización del Frente Democrático
a cargo del líder aprista fue un éxito desde el punto de vista electoral. Llegó al poder su candidato Bustamante y
Rivero en elecciones intachables. Los apristas recuperaron la libertad y muchos
de ellos salieron elegidos parlamentarios. Entre los que figuró Prialé, quien
ocupó la Senaduría por Junín en 1945.
Pero la coalición de tal nombre
no pudo superar diferencias, suspicacias, desconfianzas, temores y
desencuentros. A pesar de los esfuerzos
de unidad realizados por muchos sectores que se dieron, por entero, al ideal
democrático.
Haya enfermo en cama con la dirigencia aprista
Haya enfermo en cama con la dirigencia aprista
PRESO Y DESTERRADO
La primavera
duró poco y el golpe de Odría acabó otra vez con el sistema en que el
pueblo tiene la decisión. Cabe subrayar que muchas veces los apristas, en
general, desempeñaron actitudes poco coherentes e incluso rebeldes con
violencia y sangre. Como la revolución de la marinería del 3 de Octubre de
1948, acto insurreccional que dio lugar al caos y al posterior imperio
dictatorial, como solución final de gobierno que duró ocho largos años.
En el Senado, Prialé abogó con
iniciativas parlamentarias relacionadas con la educación y la
descentralización. Trató a toda costa en que se fuesen superando las asperezas
que se encontraron en el camino. Pero la falta de madurez cívica trajo todo por
los suelos.
Luego del inicio de la dictadura
de Odría, el dirigente cayó preso y fue desterrado otra vez a Panamá. De alli
se dirigió a Chile y por tierra retornó clandestinamente al Perú. Quería de todas maneras reorganizar la
estructura partidaria del Apra para que precisamente no desapareciese, conforme
anhelaban sus enemigos.
La persecución a su familia se fue
acrecentando. En esta oportunidad y durante muchos años, ya era Antonieta la
que tenía que ver con el mantenimiento
del hogar y de sus hijos aún niños:
Gonzalo, Ramiro Fernando e Hilma
Antonieta. Su domicilio era asaltado a cada rato por la policía.
A partir de allí y durante más de
diez años, Prialé sería quien encarnaría
al Apra en el Perú. Experto total en organización, adecuó al Partido para la
supervivencia, sin contar con los principales cuadros partidarios.
Creó un comité ejecutivo de
emergencia. Además comités departamentales, provinciales y distritales,
conformados en su mayoría por militantes casi desconocidos en el ámbito nacional. Mantuvo, a toda costa, la
estructura partidaria.
Priale hablando en una concentración politica
Priale hablando en una concentración politica
CLANDESTINIDAD
Fueron largos años de sacrificio
sin tregua, pasando casi siempre a salto de mata, día a día. El dirigente vivía
en la clandestinidad sin saberse nunca el lugar donde se encontraba, dedicado
exclusivamente a mantener la supervivencia del Apra.
La presencia de Ramiro se multiplicaba por todo el país. Asistía a reuniones en casas de los seguidores y
daba las pautas para seguir luchando. Los apristas decidieron, al más alto
nivel, hablar con Odria el dictador para encontrar una salida política. El designado,
por el propio Haya para tal fin, fue Prialé
Las reuniones se llevaron a cabo
en una lujosa residencia ubicada en Monterrico. La primera de ellas fue sumamente
tensa. Odría, con su naturaleza desconfiada, habló casi con monosílabos Fue
una simple ocasión de medir al adversario. Sin embargo, el presidente cumplió
con su ofrecimiento de no apresar a Prialé y aceptó volver a reunirse.
Pactaron con el enemigo Odría.
A partir de la segunda reunión
fue cambiando el dictador, quien no podía dar crédito a lo que oía. El Apra sólo pedía que se den elecciones
limpias y que, a cambio, se comprometía a no participar en el proceso electoral
de 1956. Pero si apoyarlo.
TRES CANDIDATOS
En las últimas reuniones, los ánimos
ya se habían calmado. Inclusive Odría llamaba a Prialé “El Señor de la Semiclandestinidad”,
pues viviendo todavía así se daba el lujo de reunirse con el propio Presidente
de la República.
Ambas partes cumplieron lo
prometido. El Apra poco a poco recuperaba libertades. Incluso se organizó una manifestación partidaria demostrando, una vez más, la fuerza con que contaba.
Hasta que en la contienda electoral de 1956 se presentaron tres candidatos.
Ellos fueron: Hernando de Lavalle
que gozaba con la simpatía de Odría y fue, inicialmente, el postulante por el
cual votaria el partido. Manuel Prado, que los había perseguido cruelmente en el primer gobierno de 1939 a 1945 y
Fernando Belaúnde Terry, quien había trabajado en el Frente Democrático siendo
Diputado por Lima y cuyo padre, Rafael Belaúnde Diez Canseco, era amigo del
Apra. A este último, lo sindicaron hasta como candidato a la Presidencia de la
República en 1945
Priale y sus acompañantes revisando un diploma recordatorio.
Priale y sus acompañantes revisando un diploma recordatorio.
Prialé se reunió en varias
oportunidades con Lavalle. Le ofrecía el pleno apoyo a cambio de devolver la
legalidad a su agrupación, liberar a los presos políticos permitir el retorno
de los desterrados y devolver los bienes confiscados.
Lavalle no quiso comprometerse de
modo claro y rotundo. Sus respuestas eran más que evasivas. Ramiro hizo todo lo
posible para convencerlo. No lo consiguió. Más aún en su discurso de cierre de
campaña, este candidato proclamó que seguiría la línea política de Odría. Lo
que, evidentemente entre otros errores, lo llevó a la derrota.
PRADO
En cambio, Prado se comprometió
rotunda y voluntariamente a devolver la
legalidad al Apra desde el primer dia de su gobierno, tal como lo dijo públicamente
en su presentación realizada en la
ciudad de Trujillo, la cuna de ese partido.
Pero se esperó hasta el último
momento. Ramiro confiaba en un cambio de actitud de Lavalle. Sólo 48 horas
antes se dio la consigna de votar por Prado. La maquinaria partidaria, creada
por Priale, funcionaba perfectamente. El pueblo aprista obedeció a su
dirigencia, a pesar de las persecuciones sufridas anteriormente. Prado ganó
las elecciones, gracias al apoyo del aprismo.
Lo que demostraba, evidentemente,
la fuerza y la calidad de dirigente de Prialé que recomendó a sus compañeros y
camaradas a votar por el enemigo del ayer, porque así se recobraba la libertad
que todos querían.
Haya de la Torre no quiso
retornar inmediatamente al Perú para no crearle problemas a la democracia
incipiente. Lo que sí hizo es darle carta blanca a Prialé para adecuar a la
estructura del partido, de acuerdo a los tiempos que se vivían.
SEOANE EMPAJADOR
El Apra apoyo al Gobierno de Prado sin participar en el oficialmente. La
convivencia se desarrolló así. El partido no tenía senadores, ni diputados, ni
ministros. Si amigos tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo. Algunos
apristas ocuparon cargos públicos, aunque no muchos.
Como por ejemplo, el segundo de
sus dirigentes después del Jefe Haya de la Torre, Manuel “Cachorro” Seoane
Corrales, de hábil trayectoria que se desempeño, eficientemente, como Embajador
en Holanda y Chile.
Manuel "Cachorro" Seoane Corrales
Mientras tanto al interior del
Apra, había todo un cambio de perspectivas y posiciones. Haya de la Torre
sostenía que el mundo estaba dividido, entre lo que llamaba él, dos
imperialismos: el yanqui y el soviético. Cada uno de ellos contaba con el poder
atómico suficiente para destruir a todo el planeta. Recordaba que el lider
soviético, Nikita Kruschev, señalaba la necesidad de la “coexistencia
pacifica”.
Haya también decía al respecto
que había un nuevo contexto histórico donde ya "la guerra y la violencia no
podia ser la partera de la historia” como señalaba Marx, sino sólo convertirse
en “la sepulturera de la historia”.
Evidentemente una nueva orientación política
que Prialé y la mayoría de los militantes obedecían a pie juntillas. A eso se adaptaban. Lo
que se hacía, para mucho de sus adversarios y detractores era, llana y
sencillamente, abrir el camino hacia la derecha del espectro político.
Los apristas, y entre ellos Prialé
el principal gestor, sostuvieron que la
convivencia era la aplicación al país de este sueño de la coexistencia pacífica,
lo que precisamente deseaba el mundo. Haya estaba convencido de que, por
encima de todo, era necesario crear un ambiente social en la que todos los
hombres puedan alcanzar su plena realización humana. Al margen de cualquier
posición que se asuma.
Esta es la avenida que lleva el nombre del distinguido maestro
Esta es la avenida que lleva el nombre del distinguido maestro
DE LADO
Quedaba completamente de lado las
ideas primigenias del Apra con los
puntos máximos de la acción contra el imperialismo yanqui, nacionalización
de tierras e industrias, la solidaridad con todos los pueblos y clases
oprimidas del mundo entre otros tantos anhelos. Eso ya no era lo medular. Eso era
lo olvidado.
También quedó de lado el famoso
lema de que “solo el Apra salvará al Perú”. Estas eran, definitivamente, otras
épocas. El Apra cambiaba. Tales transformaciones para sus adversarios fueron, evidentemente,
el inicio de la derechización que persiste aún.
Por esta época surgieron en el país nuevas agrupaciones políticas como: Acción Popular, la Democracia
Cristiana y el Social Progresismo, en posiciones, obviamente, antagónicas al Apra
y mirando a la izquierda del espectro político.
SIN TERCIO
Las elecciones de 1962 se
realizan con la participación de siete candidatos: Víctor Haya de la Torre
(Apra), Manuel Odría,( Unión Nacional
Odriista) Fernando Belaunde Terry (Acción Popular), Héctor Cornejo Chávez (Democracia Cristiana), César Pando Egúsquiza (Frente de Liberación
Nacional), Alberto Ruiz Eldredge (Social
Progresismo) y Luciano Castillo (Partido Socialista).
Las gana el representante del
Apra, sin alcanzar el tercio que exigía la Constitución vigente
de 1933, por lo que el Congreso tendría que elegir entre los tres primeros. En
este caso: Haya, Belaunde y Odría.
La figura de Prialé para la negociación vuelve a tener vigencia. Contaba evidentemente con el aval de los
logros del pasado y el apoyo total de Haya. Conocía perfectamente a Odría y era oportunidad para conversar otra
vez.
Los militares vetan la
candidatura del Apra y este partido, por las persuasiones realizadas en las que
Ramiro tuvo sitial propio, decide apoyar
a Odria, El problema se presenta, de
forma definitiva, cuando ocurre el golpe de estado del 18 de Julio de 1962 que
depone a Prado y los militares, que detentan el poder, prometen elecciones para
dentro de un año. Lo que, efectivamente, cumplen
En los comicios de 1963, la fórmula
del Apra estuvo conformada por Haya,
como candidato a la Presidencia. Prialé a la Primera Vicepresidencia y Luis
Alberto Sánchez a la Segunda. La llamaron los apristas “la plancha de los
maestros”. No les fue muy bien que digamos porque Belaúnde, unido con la
Democracia Cristiana, ganó impecablemente las elecciones. Pero no consiguió mayoría en el Congreso de la República.
El maestro en su casa frente al piano
El maestro en su casa frente al piano
LA COALICION
La figura de Prialé vuelve a
hacerse necesaria para conseguir un sitial en el Parlamento. En la Cámara de
Diputados no había problemas, por la mayoría aprista existente. Pero en el
Senado, si que faltaban algunos cupos.
El es uno de los que más colabora para
conseguir ser la primera fuerza. Habló, intercambio ideas y consiguió logros.
Representaba a su partido en las negociaciones, conjuntamente con Fernando León
de Vivero, Diputado por Ica. Así nació la Coalición del Pueblo, luego de la
unión entre los apristas y los seguidores de Odria. Los implacables enemigos
del ayer, convertidos en los aliados unidos de 1963 a 1968
A pesar de la desproporción que
se daba en los grupos que intervenían, Prialé en señal de desprendimiento
aceptó que tanto la Presidencia del Senado como la de Diputados, donde el Apra
no necesitaba por tener la mayoría absoluta, sea alternada.
Fernando León de Vivero
Una por otra. Cedían pero ejercían, por
completo, la supremacía en el Legislativo llamado por Haya de la Torre “el
primer poder del Estado”. Nada más y nada menos. Todas se la supieron los
apristas, con Prialé a la cabeza.
SENADOR
De 1963 a 1968, Prialé se
desempeñó como Senador por Junín y llegó a presidir la Cámara Alta. Propuso
proyectos de ley trascendentales como los que permitieron las elecciones
municipales, la declaración del titulo honorífico de benemérita a la Guardia
Civil, modificaciones importantes para la explotación de los yacimientos
petrolíferos de la Brea y Pariñas, a cargo de la empresa norteamericana
International Petroleum Company (IPC).
Los de apoyo a la Corporación de Energía
Eléctrica del Mantaro, la autonomía de
la Escuela de Bellas Artes, la construcción del Estadio de Huancayo, la
restauración del convento de Ocopa y muchos otros más.
En 1964, resultó elegido el
primer Presidente del Parlamento
Latinoamericano, realizado en Lima. Un reconocimiento para un luchador de la
integración. La vida democrática se cortó nuevamente con el golpe de estado de
los militares encabezados por Velasco, quienes instauraron un régimen socializante.
Para muchos con ideas primigenias del
Apra. No era por gusto que entre los ideólogos
de la revolución figuraba un connotado ex aprista que había sido inclusive
secretario de Haya de la Torre, Carlos Delgado Olivera.
Prialé durante esos once años de
dictadura, siete con Velasco y cuatro con Morales Bermudez, fue el fiel
acompañante de Haya de la Torre en el Partido. Este último se dedicó a dictar
sus coloquios a la juventud.
GABINETE EN LA SOMBRA
Le encomendó a Prialé que se dedicase a reunir
a los profesionales apristas, a quienes los capacitó para responder a la
dictadura velasquista sobre las medidas que iba tomando en cada uno de los
sectores. Para los apristas, Ramiro formó, con estas tareas, un verdadero
gabinete en la sombra.
También organizó en su condición
de Secretario General Colegiado, la Comisión Técnica Nacional de Plan de
Gobierno que entregó a los sectores pertinentes los estudios correspondientes,
contando con diferente y variado apoyo profesional partidario.
Prialé capacitaba diariamente a
sus correligionarios en el arte de gobernar. Muy propios de él eran sus famosos
aforismos llenos de sencillez y de ingenio, los mismos que se conocían como las
“ramiradas”.
Por ejemplo, están entre ellas: “conversar no
es pactar”,” no hay peor equivocación de una persona la de creer que siempre
tiene la razón”, “en la política no hay lógica porque la hacen los hombres que
son completamente ilógicos”, “hay siempre escopetas de dos cañones”.
CONSTITUYENTE
En 1977, Haya le encomendó la
Secretario de Organización a Alan García y la Subsecretaría a José Luis Delgado
Núñez del Arco, que posteriormente llegó a ser parlamentario Ambos viajaron por
todo el Perú, acompañados con frecuencia por Ramiro Prialé.
Al año siguiente, el Gobierno
Militar de Morales Bermúdez convocó a la Asamblea Constituyente. La lista
partidaria del Apra la encabezó con el Nº 1 Haya de la Torre y lo seguía con el
2, Prialé. El dirigente se dedicó plenamente a la campaña y resultó elegido Constituyente.
El Jefe del Apra logró la más alta votación, superando el millón de votos.
En la Constituyente, Ramiro
presidió la Comisión de Regionalización. Propuso que sea declarado de prioridad
la construcción de ferrocarriles electrificados que partiendo de los puertos
del Océano Pacífico, conduzcan a otros
ubicados en los grandes ríos amazónicos. Todo una gran visión adelantándose a
la integración vial efectiva. Lo malo es que nada se hizo en efectivo y
concreto. Pero la idea fue coherente. Eso es lo que vale
En la última etapa de su vida se
dedicó a dictar clases de civismo. Como era su costumbre renunció a los
personalismos y se dedicó, paciente y tercamente, a fortalecer la unidad de su partido sin
desencuentros de por medio.
Villanueva del Campo, Haya de la Torre, Mujica y Prialé
Villanueva del Campo, Haya de la Torre, Mujica y Prialé
MUERTE
Salió nuevamente elegido Senador
en 1980. A pesar de que su salud no era del todo buena, el dirigente siguió
trabajando en el fortalecimiento de la educación y del desarrollo de la
descentralización a nivel nacional.
En 1982, Prialé apoyó la
candidatura a la Secretaría General del Partido de Alan García Pérez, en lo que
él denominó una apuesta por la juventud. Ello le abrió el camino a Alan para
llegar a la Presidencia de la República, tres años después.
Durante el primer gobierno
aprista, Prialé estuvo otra vez en el Senado y en 1987 volvió a presidir esa cámara. La salud no lo acompañaba hasta que murió el
25 de Febrero de 1988. Toda una figura. Con grandes éxitos y triunfos y hay que
reconocer como sus principales virtudes:
la decencia, por un lado, y la modestia y sencillez sea donde sea, en el poder
o sin el.
De este último atributo, cabe
recordar siempre como mérito evidente que vivió, muchos años, con puesto
público o sin el, en una muy modesta casa de la calle Mariscal Luzuriaga
ubicada en el distrito de Jesús Maria,
eminentemente de clase media con visos de popularidad. (Noé)
Nos parece que este es un recuerdo objetivo de uno de los jerarcas del Aprismo. Maestro, politico y organizador. Que se sacrificó, claro que se sacrifico. Como muchos peruanos por sus ideales. Hasta ahora en Huancayo, su tierra natal, se le recuerda con fervor. Vale la vida de Prialé. Juan Cadenillas
ResponderEliminarEl rey de la convivencia y el artifice de la derechizacón del Apra. Sin embargo hay que reconocer sus habilidades encuadrados en el c amino del dialogo y concilación. Que se jugo l vida por su partido es una realidad. Hombre modesto, que bueno saberlo. Huberto Cadenillas
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