En la Argentina el doctor Carlos Pellegrini, al hacerse cargo
del poder por renuncia del Presidente Juárez Celman, debe enfrentar una
dramática situación económica y financiera que encara con resolución, sagacidad
y patriotismo, poniendo a prueba su temple y su capacidad como hombre de
gobierno. Era el piloto de tormenta que necesitaba la nave del Estado para
arribar a puerto seguro.
Como primera medida envía a
Londres a Victorino de la Plaza para que explicara a los acreedores la difícil
situación reinante, llevándoles la promesa de que, a pesar de todas las contingencias,
el país haría honor a su firma.
Reúne simultáneamente a los
hombres de fortuna y a los banqueros de la plaza y obtiene recursos para
afrontar las obligaciones más urgentes. Sorteadas las dificultades financieras
más apremiantes, enfrenta el problema
económico, cuya importancia y trascendencia percibe como un esclarecido hombre de gobierno.
Funda el Banco de la Nación,
fomenta la extensión de la red ferroviaria y estimula producción agraria. El
arado y el ferrocarril, dirán los historiadores, fueron los grandes aliados con
que contó fundamentalmente Pellegrini para conjurar la crisis y levantar el
país de su estado de postración.
El General Roca, que retoma con
renovado vigor la jefatura del partido Autonomista apoya la gestión política
del flamante mandatario, que en ese terreno debe luchar contra una creciente
oposición popular nacida del desencanto que produce el epilogo de la revolución
del 90, que, contra la esperanza natural no sólo no origina un cambia radical
de los sistemas en el manejo de los negocios públicos, sino que acentúa el
predominio de la oligarquía.
El símbolo del partido argentino
El símbolo del partido argentino
CARICATURA
En esa época la caricatura
política cultivada con particular ingenio en revistas como “Don Quijote”,
aparece como instrumento periodístico de lucha, suplantando muchas veces con
éxito al editorial y al suelto vibrante que eran las armas utilizadas hasta
entonces en la propaganda pacífica.
Entretanto, la Unión Cívica
nacida con la Revolución del 90, no permanece ociosa. Aristóbulo del Valle
convoca a los notables del partido para proponer un plan que consistía en
establecer la resistencia en todo el país, con el General Mitre a la cabeza,
contra el orden imperante.
Hipólito Irigoyen se opone a este
temperamento sosteniendo que debe ser una asamblea del partido la que debe
señalar su derrotero futuro. La asamblea, por amplia mayoría, resuelve encarar
el problema político, mediante la propagranda pacífica y la lucha en los
comicios, convocándose a tal efecto la convención nacional del partido que se
reúne el 19 de Enero de 1891, eligiendo la fórmula Bartolomé Mitrwe-Bernardo de
Irigoyen para someterla al veredicto popular.
Carlos Pellegrini: temple y capacidad.
Carlos Pellegrini: temple y capacidad.
PRIMERA VEZ
Conviene señalar que es la
primera vez en la historia política argentina que los candidatos de un partido
son elegidos por una convención. Las perspectivas electorales de la Unión
Cívica son halagüeñas. El pueblo está con el nuevo partido
La agrupación no tardó en
demostrarlo en los comicios realizados el 15 de Marzo, para elegir a los
senadores de por la capital, en los que
triunfan ampliamente los candidatos Aristóbulo del Valle y Leandro N. Alem.
Tres días más tarde el General
Mitre, que estaba en Europa, regresa a Buenos Aires y se le hace un recibimiento
triunfal. Es una verdadera apoteosis popular,
como la capital no verá otra, hasta la exaltación al poder de Hipólito
Irigoyen, un cuarto de siglo más tarde.
El mismo día de su llegada, el
General Mitre es proclamado públicamente candidato a la presidencia de la
república por el partido Unión Ciivica en la Plaza San Martín, en medio del
indescriptible entusiasmo de la multitud.
Evidentemente, sentenciaba la
creencia popular, Roca está perdido. Al día siguiente Mitre va a visitar a
Pellegrini, en cuya presencia se confunde con Roca en un estrecho abrazo. Era
el abrazo del acuerdo.
Mitre con Roca.
Mitre con Roca.
DIVISION
El acuerdo de Mitre con Roca, por
inesperado, causa una profunda conmoción política. Siete días más tarde,
exactamente el 26 de Marzo de 1891, la Unión Cívica se divide: los que están
con el acuerdo adoptan la denominación de la Unión Cívica Nacional y los que se
pronuncian en contra constituyen la Unión Cívica Radical.
Aristóbulo del Valle,
notoriamente contrariado, renuncia a su banca en el Senado, recientemente conquistada,
pero su compañero, Leandro N. Alem,
resuelve mantenerse en la lucha activa. El 15 de Agosto la Unión Cívica Radical
proclama la fórmula Bernardo de Irigoyen- Juan M. Garro, dispuesta a librar
batalla en las urnas contra la Unión Civica Nacional que elige días mas tarde
al binomio Bartolomé Mitre- José Evaristo Uriburu.
Casi simultáneamente Hipólito
Irigoyen, que comienza a tener dificultades con su tío, el doctor Alem, funda
el comité radical de la provincia de Buenos Aires. Tampoco es muy estrecha la
unión en las filas de los acuerdistas, contra quienes se hace más visible cada
día la reacción de las masas populares.
El 18 de Octubre, el General
Mitre renuncia a su candidatura convencido de la esterilidad de sus esfuerzos y
el General Roca anuncia su retiro a la vida privada, lo que no le impide
reaparecer mas tarde con renovados bríos.
CONVOCATORIA
Pellegrini, en un supremo
esfuerzo por salvar el acuerdo y procurar la unidad en las filas de la Unión
Civica, convoca a figuras respetables de las dos fracciones en que se ha
dividido, a una reunión en la que se apel al patriotismo de todos para superar
las dificultades políticas de la hora.
Hipólito Irigoyen, en un arrresto
de insobornable arrogancia, contesta visiblemente contrariado, sosteniendo que
la misión del gobierno en política debe limitarse a dar libertad de suferagio y
respetar el veredicto de las urnas.
El acuerdo ha muerto. Muchos de
los hombres que acompañaron a Roca fundan entonces en disidencia con sus
orientaciones el Partido Modernista, que proclama del mes de diciembre la
candidatura de Roque Sáenz Peña a la Presidencia de la República.
Roca se alarma y reaparece para
consumar una maniobra propia de su habilidad política y digna de su fama: opone
al nombre de Sáenz Peña el de su padre. Como es natural, el candidato
modernista renuncia y se proclama en su reemplazo el nombre de su progenitor,
Luis Sáenz Peña, acompañándolo en el segundo término José Evaristo Uriburu
Mientras se desarrollan estas
incidencias en torno a la política propiciada desde la Casa de Gobierno, la Unión Cívica Radical intensifica su
propaganda en el interior del país, donde sus postulados románticos encienden
el entusiasmo de la juventud.
Roque Sáenz Peña: figura destacada
Roque Sáenz Peña: figura destacada
“MILAGRO”
Fuertes núcleos partidarios se
van constituyendo en distintas provincias, destacando el que tiene el Frente en
Tucumán a un joven dinámico y talentoso: Vicente C. Gallo. La lucha política en
las calles se hace enconada.
Al grito de ¡“Abajo la Chusma! Se asaltan algunos comités parroquiales del radicalismo que, a pesar de
los dicterios de sus adversarios encausa las esperanzas populares, amenazando
al oficialismo con una rotunda victoria comicial.
Esta amenaza no arredra, por
supuesto, al doctor Pellegrini de cuya “muñeca” se espera el milagro que hunda
al temible adversario. Y el milagro no
tarda en producirse. La prensa
oficialista anuncia el descubrimiento de una criminal conspiración radical.
El Presidente decreta
inmediatamente el estado de sitio para reprimirla, pocos días antes de la
elección y ordena la detención de de Alem, Marcelo T. de Alvear, Víctor M. Molina, Barroetaveña
y otros dirigentes.
Los detenidos, en crecido número,
son conducidos a bordo de un buque de guerra y se realizan las elecciones en la
que triunfa sin oposición la fórmula integrada por Luis Sáenz Peña y José
Evaristo Uriburu. El golpe había sido maestro.
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