Ya en “El Comercio” de 1839 se
anuncia la invención del daguerrotipo en un breve artículo aparecido en el N°
116, con la particularidad de que al hablar de uno de los inventores-Daguerre-
lo nombre Daguirre. En el mismo artículo menciona también a Talbar. Hay otro
artículo muy curioso en el N° 488 del 5 de Enero de 1841.
Los retratos al daguerrotipo
fueron introducidos en 1842 por un tal Danti, que tenía su establecimiento en
la calle de las Mantas. Cobraba “media onza” por ellos y los exhibía-lo que
despertó una gran curiosidad- en la tienda de la “modista francesa” en la calle
de Mercaderes.
Parece que poco antes de Danti se
habían hecho algunos ensayos que no resultaron bien, por lo que se puede
considerar a Danti como el primer fotógrafo que hubo en la capital (N° 927). En
Junio de 1844, don P. Daviette se anunciaba como “artista fotogénico recién
llegado de París”. Sus precios son 6,8 o más pesos, según el tamaño, y se
encargaba de “retratar a los difuntos, como cuadros al oleo, etc.”
Después de Danti y de Daviette,
el miniaturista Lathré hizo también en Lima retratos al daguerrotipo en 1845.
(N° 1950).
La afición retratarse fue tal e Lima que un solo
fotógrafo, Fernando Leblen, que tenía su establecimiento fotográfico al
daguerrotipo en la calle de Calonge, hizo de Diciembre de 1845 a Septiembre de
1846, 583 retratos.
Un daguerrotipo de la época
Un daguerrotipo de la época
COSTOS
Cobraba tres pesos por cada uno
lo que demuestra que había bajado el precio, por cuanto Danti y Daviette que
fueron los primeros que introdujeron e Lima la invención de Daguerre cobraban
seis pesos (N° 2168).
Otro fotógrafo notable de esa
época que hacía retratos en colorido, era un vecino de “El Comercio”, el señor
Neumann, que los vendía en lindas cajitas de tafilete a seis pesos (N° 2174)
Los primeros fotógrafos que tan
variados nombres usaban fueron en Lima, como ya hemos dicho Danti, Daviette y
Lathre. El cuarto fue Monsieur Turmier que vino en 1846, se titulaba el
Daguerrotipógrafo de París (N° 2047)
En Enero de 1847 se anunció otro
daguerrotipista O.J. W. Newland que
abrió su establecimiento en Espaderos, frente a la famosa fonda de Coppola (N°
2262)
Los retratos en porcelana
llamados “porcelanatipo”, fueron introducidos por el célebre fotógrafo
Richardson, de quien hemos visto todos tantas fotografías en los evocadores
albums de antaño. Tuvieron un gran éxito y dieron motivo para que se
escribieran una serie de artículos. Hay al respecto un suelto de crónica el 17
de Julio de 1865 (N° 8688) y un llamativo aviso en el N° 8696. (Páginas seleccionadas de las "Obras
Completas" que pertenecen como autor al consagrado escritor y político,
José Gálvez Barrenechea.)
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