Muy lamentable lo que ocurre
permanentemente al interior del Colegio de Abogados de Lima (CAL) en asuntos
que lindan realmente entre el ridículo total, la mediocridad contagiante y la
falta por entero de principios jurídicos
y legales que, evidentemente, deben primar en
esta institución creada hace más de 200 años, para dar luz y ser faro
principal de profesionalidad y juridicidad necesaria entre toda la ciudadanía.
Lo que inexplicablemente se encuentra en esta organización desfasada con la
normalidad y la modernidad es, realmente y sin exageración, un sancochado
carnavalesco de vergüenza impropia, protagonizada por una turba de ignorantes y
pícaros de la peor especie.
Lo afirman muy apenados y
tremendamente decepcionados varios grupos de abogados honestos y honrados. Ellos hablan de tal manera a modo de contraste e incluso de humor negro. Pero tienen, por lo menos, dos dedos de frente y de capacidad para
comprender esta caótica situación. Lo que precisamente carecen los que detentan
el poder o intervienen para apoderarse de él, a como de lugar, generando actos públicos detestables en este mal
denominado colegio profesional. Que se parece más a un gallinero insano.
Los hechos tan pintorescos ocurrieron antes, durante y después de las
últimas elecciones realizadas el 24 de Noviembre donde resultó elegido,
por segunda vez, Decano del CAL, el doctor Raúl Chanamé Orbe, en primera vuelta
con el 53% de adhesiones y un total de más de 12 mil votos, frente al 15 por ciento que obtuvo Greta Minaya, según
dio a conocer el Comité Electoral correspondiente.
Raúl Chanamé Orbe
Raúl Chanamé Orbe
MANIPULACION
No obstante, los candidatos de las listas
adversas quisieron, en el peor estilo de la manipulación, objetar los
resultados e incluso tomar de facto el local donde se realizaban los comicios.
El Colegio Mariano Melgar de Breña, convertido practicamente en un ring de
violencia, ridículo y discrepancia descontrolada. Por lo menos, las formas y el
fondo no fueron de lo más acertadas.
Parece ser que la
imparcialidad se convirtió en oscuridad, durante los resultados finales.
En esas condiciones no muy normales que digamos, se realizaron las elecciones. Al final y luego de constante forcejeo, incluso
con la salida de los representantes de Transparencia, la Oficina Nacional de
Procesos Electorales (ONPE) y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el
candidato Chanamé fue reconocido ganador.
Sin embargo, en determinado momento de
indecisión, se designó como decana temporal a Fanny Fregreiros, adherente y
seguidora de la lista de Greta Minaya. A reglón seguido se desconoció tal
denominación y el despelote eleccionario continuó cada vez de peor forma.
Nadie creía en nadie. Objeciones por acá.
Impugnaciones por allá. Muñequeo barato a cada rato. Todo un circo en nada más
y nada menos que un colegio profesional, El acabose total, la realidad repugnante.
Emblema del CAL
Emblema del CAL
QUE TAL PARAFERNALIA
Pero alli no queda la cosa.
Porque la parafernalia del acto electoral en si fue realmente deplorable.
Primero se empapeló con propaganda en todo lugar habido y por haber de las
instalaciones del CAL, ubicadas en la avenida Santa Cruz de San Isidro.
El apacible y aristocrático distrito pasó, en
ese sector, a ser una feria de la peor especie y un antro inconcencible de
afiches de lo más estrambóticos con figuras y slogans propias de zoologico de
mala muerte que, indiscutiblemente, daba una imagen pobrísima y destestable.
Lo mismo ocurrió, aunque en menor proporción,
en distintos lugares de Lima como el Palacio de Justicia y los locales de las
otras reparticiones del Poder Judicial.
El ornato y la limpieza no fueron respetados en ningún momento, ni en ningún
lugar.
El colmo de los colmos llegó
cuando una de las candidatas decidió que la mejor forma de darle seriedad a su
discurso, durante la campaña eleccionaria, fue pronunciarlo al ritmo del baile
del caballo porque esta dama llamada Angélica Sayán, según explicó muy
suelta de huesos, había descubierto que dicho animal representa la vitalidad y
la alegría en el horóscopo chino. La tontería en su más grande expresión,
aunque ustedes no lo crean.
Hay otros hechos enteramente
peculiares e inconcebibles El contenido de las propuestas de los candidatos al
Decanato del CAL. Todas, absolutamente todas, nada tenían que
ver con la principal tarea de la institucion que pretenden dirigir. Como es,
primordialmente, vigilar el ejercicio ético de la institución legal.
OFERTAS PARA TODOS LOS GUSTOS
Los candidatos abogados
ofrecieron cosas completamente distintas a ello como fin primordial y serio.
Por ejemplo, si se registró cabida al
sorteo de departamentos inmuebles y camionetas 4 x 4, realizar ecografías gratuitas a los asociados, brindar servicios de sepelio a los mismos y otros
asuntos de interés eminentemente social que cuando se llega al poder se olvidan
por completo de lo prometido. Por eso es que, precisamente, en cada elección
vuelven a salir estas promesas. El engaño en toda su expresión.
Hasta se ofrecieron camionetas 4 x 4
Hasta se ofrecieron camionetas 4 x 4
Pero no sólo ello. Sino que los
postulantes fueron más allá y se comprometieron a frivolidades y diversiones
que tenían prioridad inconcebible. Entre ellas: la organización del concurso de
belleza denominado “Reina Cal” y la
cuarta edición del “Campeonato de Fulbito Jurídico”. Mujeres bellas y goles a
discreción. Habrase visto.
Nada, absolutamente nada se dijo
de los aspectos trascendentes de esa institución. Por eso es que brilló por su
ausencia hablar del control de la
inmoralidad en el ejercicio de la profesión del abogado.
No obstante de que la abogacía es una de las actividades que más
cuestionamientos éticos despierta entre la población. Por ello mismo, era
obligatorio tratar estos temas y allí si ofrecer soluciones para mejorar el
desenvolvimiento profesional, con visos a la transparencia y honestidad. Nones.
Eso brilló por su ausencia.
EL PRESTIGIO SE ACABO
Nacido en las postrimerías de la época colonial, llegó a tener un prestigio e influencia a lo largo de la historia
e incluso durante muchas épocas de la República. Hastas hace, relativamente, muy pocos años.
El primer antecedente de constitución del Colegio se dio en 1726 durante el gobierno de José de
Armendáriz cuando se formó en la ciudad de Lima la “Hermandad de los Abogados”,
con fines piadosos y de ayuda mutua.
Sus socios asistían
corporativamente a misas, comuniones y conversatorios en la Capilla de
Desamparados a cargo de la Compañía de Jesús. Esta hermandad se extinguió a raíz de la expulsión de los Jesuitas, por mandato del Rey español Carlos III.
En 1777, llegó a Lima el
Intendente José Antonio de Areche quien fue autorizado por la Corona para
establecer un colegio de abogados semejante al de Madrid. Incluso designó la
primera junta directiva del Colegio. El Virrey Guirior desconoció estas
atribuciones. Seis años después, el Rey de España ordenó la constitución del
Colegio. Pero tal mandato no tuvo efecto alguno.
Hasta que en 1804 volvieron las
esperanzas por las gestiones realizadas por Tadeo Bravo de Rivero en actividades que realizó en nombre del
Cabildo de la Ciudad de los Reyes, en su
calidad de diputado ante las Cortes.
CLAVE DE LA CRISIS
Los estatutos correspondientes fueron aprobados cuatro años después por la Real Audiencia de Lima con resolución de por medio del Virrey Fernando de Abascal, expedida el 23 de Mayo
de 1808. La aprobación real ocurrió en
1811. Pero el Colegio abrió de inmediato su matrícula.
Virrey Abascal
Virrey Abascal
Los primeros estatutos señalaron
con claridad su organización y sus fines. Al Colegio se le concedió el título
de Ilustre. Sus miembros eran seleccionados rigurosamente. Se exigían infinidad
de exámenes y capacitaciones. A partir de este momento para ejercer la defensa
era indispensable hallarse colegiado. Como es hasta ahora.
Para muchos esta es la clave de
la actual crisis que llevaría a pedir, como solución inmediata, el quitarle los privilegios legales al
Colegio y convertir la afiliación de los abogados en voluntaria. Evidentemente
medida extrema. Pero si es necesaria la rectitud y el prestigio profesional
que ahora no los hay.
Tales atributos existieron en diferentes tiempos.
El Colegio de Abogados era efectivamente un faro de la juridicidad con ética y
velando por el noble ejercicio de la profesión en épocas que fueron decanos juristas
de la talla de José Luis Bustamante y Rivero, ex Presidente de la República,
que incluso llegó a ser Juez de la Corte Internacional de La Haya.
José Luis Bustamante y Rivero
José Luis Bustamante y Rivero
Lo mismo ocurrió con brillantes
abogados que dirigieron la institución entre los que destacaron evidentemente:
Raúl Ferero Rebagliati, José León Barandiarán, Javier Vargas, Luis Bramont
Arias, Felipe Osterling Parodi, Juan Vicente Ugarte del Pino, Jorge Avendaño, Raúl
Ferrero Costa y tantos otros que dieron efectivamente prestigio al cargo.
GUTIERREZ
Entre 1907 y 1909, la
excepción de gestión la dio Walter Gutiérrez
que durante su periodo manejó administrativamente con prestancia y dejó las
arcas administrativas y financieras internas
en azul y caminando por la normalidad.
Walter Gutiérrez: las cifras en azul
Walter Gutiérrez: las cifras en azul
Posteriormente vino la debacle
con un denominado orate contestatario, José Antonio Ñique de la Puente, que
detentó el poder convulsionadamente y cuya gestión fue calificada como
enteramente mediocre, de escasos resultados. Si de corruptelas e inacciones
de la peor especie.
La mayoría de los abogados requieren a gritos tener una institución
completamente remodelada en todo orden
de aspectos: desde los morales, la capacitación y los que son de su injerencia total como: la legalidad y la juridicidad.
Mientras tanto, en señal de crisis total a partir del 25 de noviembre existe una denuncia ante
los organismos pertinentes de los candidatos perdedores al Decanato del CAL, en contra de
la proclamación de Chanamé, el decano reelecto..
Los denunciantes son: Greta Minaya, Angélica Sayán, Pedro Sagástegui, Víctor Miranda y
Jaime Bobadilla, quienes sostienen que la proclamación se hizo sin la presencia
de fiscalizadores y según ellos, sin el conocimiento de nadie, tras un proceso
eleccionario irregular.
Entre los hechos que se
denunciaron figuran: el haber hallado propaganda electoral a favor de Chanamé,
dentro del local de la votación. Así
como que se contrató publicidad
en medios de circulación masiva existiendo prohibición para ello, según el
reglamento de elecciones.
Todo esto pasa en la que se dice que es la más
importante institución rectora del
cumplimiento de las leyes y las normas. Hasta se habla de corrupción y fraude
electoral. Al CAL parece ser que ni Mandrake lo salva. Cuando es tan necesario
y justo hacerlo. O efectivamente se quiere la afiliación abierta para dar lugar
a su desaparición total, aunque las instituciones históricas de renombre, si se
les reforma totalmente, son necesarias y pueden caminar. (Noé)
Desde la distancia veo este toro, y, si la cosa es tan vergonzosa como la pinta el articulista, quiero proponer _sin ser abogado_ que para devolverle el estatus al CAL sería interesante si los señores abogados pensaran en proponer como candidato para la próxima elección, al doctor Carlos Augusto Ramos Núñez, de intachable probidad e inmaculada ética.
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