LAS PISTOLAS DE MARUJA VENEGAS

El apreciadísimo colega Mario Falcón acaba de llamarme por teléfono para comunicarme una jubilosa noticia, Maruja Venegas, esa maravillosa mujer que dirige en Lima el programa radial “Radio Club Infantil” desde 1944, ha calificado con sobrados méritos para ser incluida en el Libro Guinness de los Récords Mundiales.

A sus bien vividos 97 años de edad, Maruja es ahora una celebridad de nivel mundial. Nadie como ella, según averiguación de la Corporación Guinness de Londres, ha alcanzado ese registro en la historia de la locución profesional. La investigación británica ha comprobado que trasmite regularmente los sábados su antiguo programa, esta vez desde su hogar, en la avenida Brasil 463, Lima. Lo hace a través de las ondas de Radio Santa Rosa.

Si bien es cierto que ella merece ese y cualquiera otra honra de nivel universal,  creo que más propio hubiera sido otorgarle el premio de “Récord de perversidad” a quien hace 30 años le concedió la pensión mensual de 260 soles. Más que una percepción estatal a una maestra, esa ridícula suma suena a cruel dádiva a una mujer de corte realmente extraordinario.

La concesión del Guinness es una impecable campaña sostenida con ejemplar ahínco y severo cumplimiento de los engorrosos trámites que desde hace un año viene desarrollando en forma casi silenciosa  la Asociación de Locutores del Perú que preside la bella y eficiente Rosita Lozano. En tal virtud ha sido también invalorable el apoyo que ha brindado el vicepresidente de la entidad en mención, Raúl Vargas, la voz de oro de Arequipa.

Los Guinness se vienen otorgando desde 1957. El libro es un récord en sí mismo. Con ventas superiores a los 100 millones de ejemplares en 100 países y 37 idiomas, Guinness World Record es el libro más vendido de todos los tiempos, si no se consideran las obras exentas de derechos de reproducción, como la Biblia.

RECUERDOS

En el curso del último almuerzo mensual del Club de Periodistas del Perú, le fue entregada la honrosa distinción mundial a Maruja Venegas.

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  Maruja Venegas: nuevo record Guinness para el Perú

Quiero aprovechar esta histórica circunstancia para hacer el recuerdo de mi paso por Radio Club Infantil, en 1948, cuando estudiaba en el Colegio Moderno, de la calle La Virreyna 462, que dirigía el inolvidable maestro don Bernardino J. Cabrera.

El programa se difundía los miércoles y viernes desde Radio Mundial, en la cuadra 7 del jirón de la Unión, calle de Baquíjano, al lado de los diarios “La Prensa” y “Última Hora”. Como vivía muy lejos de Lima, almorzaba al frente de Radio Mundial, al lado del cine “Excélsior”, en el Comedor de Empleados cuyo local luego fue demolido para el funcionamiento de lo que fueron las Tiendas Monterrey, allá por 1952.

El local de Radio Mundial era de lujo. Las escaleras que conducían al segundo piso eran de un mármol blanco, hermosísimo. Los pasamanos parecían de oro puro porque el bronce era especialmente bruñido. Ya en el segundo piso, cada oficina o habitación tenía lunas que eran de cristal. El piso era limpísimo, con locetas venecianas. El estudio de Radio Mundial era amplio, muy amplio. Tenía balcón hacia el jirón de la Unión.

Para entrar al estudio había que registrarse antes. Junto al empleado que atendía a los concursantes, había una persona que los calificaba. Preguntaba acerca del tema que iban a interpretar. No participaban quienes presentaran canciones subidas de tono literal, impropias para niños.

Intervine una vez, y gracias a la diligencia de mi madre, vestí de charro. Los bigotes, muy pronunciados, me los pintó con corcho quemado. Debido a que los mostachos eran realmente enormes, en el barrio pasaron a apodarme “Bigote”, el apelativo que me ha seguido toda la vida.

Fui para cantar la ranchera mexicana “Me he de Comer esa Tuna”, una canción de boga en aquella feliz época. Maruja Venegas me vio. La recuerdo con su peinado  de aquel tiempo, tipo “Evita Perón”. Observó que yo llevaba “pistola al cinto”, que no era otra cosa que un “arma” hecha de madera. “¡No, me dijo. Tu no entras armado!”. Tuve que dejar “la pistola y su cinto” a cargo del empleado que cuidaba la puerta de ingreso

Comprendí que la medida era acertada, pues Maruja me explicó que llevar un arma era propio de un ambiente donde no existe la ley; en donde prima “la ley del revólver”. Inolvidable lección de una sabia maestra.

¿Cómo resultó mi canción? Mi eliminación la atribuyo a la falta que me hizo el “sombrero de charro” que no pudimos encontrar en todo Lima. Vuelto a la realidad, ubique mi vocación de periodista, aunque hay quienes dicen que me “la paso de cantor”.

REINA DE LOS NIÑOS

Hace algún tiempo tuve una conversación con Maruja. Bueno, decir conversación es una gracia que le concedo a una dama que incurre en  encantador monólogo cuando “dialoga” con otra persona. De aquel soliloquio entresaco estos recuerdos:

“He trabajado por espacio de 77 años en radio, a partir de 1935. Primero lo hice en “Radio Internacional” por 9 años; luego en Radio Mundial por 22 años. Cuando la emisora pasó al Estado y transferida al Congreso de la República, trabajé un año como subdirectora. Desde 1966 estoy en Santa Rosa. Fundé el Colegio ‘Santa María de Fátima’ que llegó a tener 1,500 alumnos. Tuve que retirarme porque enfermé del Mal de Parkinson ”.

--¿Figuras que hayan salido de Radio Club Infantil?

Diana García, de América Televisión.  Ya he mencionado también a Marcelita Villamonte,  Yolanda Parodi, Florencia Vega y Lucía de la Cruz.

De los varones, Armando Zubizarreta, Arturo Pomar, Los Zañartu,  Delia Vallejos, Kiko Gordillo, Manolo Pérez, Carmencita Pitot.

A Propósito, Carmencita Pitot me ayuda todos los sábados. Otra de mis grandes colaboradoras es la doctora Carmen Meza Ingar”.  

Sinceramente que en mejores manos no ha podido caer el “Guinness”, este año. En la conversación, uno parece captar que su sueño dorado es llegar al bicentenario de la Independencia Nacional, el próximo 2021.

Nos parece un sueño fácil de cumplir para su voluntad y temple.

Dios quiera que así sea. (JUSTO LINARES CHUMPITAZ)