Lo real y concreto es que el
sector oficialista tuvo todas las facilidades para hacerse del triunfo. Pero éste
resultó muy ajustado. Las maniobras se registraron incluso en las cédulas de
votación, donde había infinidad de fotos del candidato oficialista. Mientras
que sólo una se mostraba del opositor.
La televisión estatal exclusivamente a favor del sucesor de Chávez que salió al
aire 65 veces. Por su parte, su contendor lo hizo durante 23 minutos. Ninguna proporción. En fin, muchas anomalías
que, a nada transparente, conducen
Para coronarse de poco proporcionales e
incluso venales, los organismos electorales, alineados con el orden
establecido, demoraron varias horas en dar a conocer los primeros resultados electorales. No obstante
de que se utilizaba el rapidísimo sistema del conteo electrónico.
Tal hecho de por si anormal dio lugar a que
vastos sectores de la ciudadanía dudasen y hablasen del cambiazo ilegal y
fraudulento de votos a favor de Maduro. Por eso mismo Capriles, con todas sus
palabras, desconoció el resultado de los comicios y pidió la revisión total de
ellos. Voto por voto.
Maduro le ganó a Capriles por poquísimos votos
Maduro le ganó a Capriles por poquísimos votos
CRISIS TOTAL
A tal punto vulnerable llegó la crisis y a
tan sólo dos días de las elecciones. Muchos observadores aseguran que todo
apunta a presenciar los últimos años del
chavismo. Tal conclusión es valedera y factible porque muy dificultoso, por
no de decir imposible, es que el régimen de Maduro pueda remontar los graves problemas que tiene
al frente.
Como primer aspecto del análisis,
ellos recuerdan que la popularidad oficial ha bajado considerablemente. En
efecto, mientras que Hugo Chávez, hace poco en octubre, se impuso a Capriles
por una diferencia de 1.6 millones de votos, el actual candidato ha sacado una ventaja de sólo 200 mil
sufragios. La disminución ha sido
notable y fiel expresión del rechazo al
oficialismo.
El asunto se agrava aún más
porque en el chavismo no existe ni unión ni fraternidad total. Conocido es que
Diosdado Cabello, Presidente del Parlamento y
Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, parece
tener interés en ser él quien encabece el chavismo.
Incluso, de acuerdo a las
versiones de algunos medios internacionales, el líder congresal habría tenido
acercamientos con Washington, a espaldas de Maduro, para conseguir su apoyo y
variar la situación en el país llanero.
PUNTILLAZO
Tras revelarse los resultados de
los comicios, Cabello aprovechó para
darle el puntillazo al electo presidente y señalar sin ambages ni tapujos que
urge, de todas maneras, ”la autocritica para buscar nuestras fallas hasta
debajo de las piedras. Pero no podemos poner en peligro a la patria ni el
legado dejado por Chávez”. En otras palabras lo que esto significa, con
claridad, es que el chavismo corre el riesgo de quebrarse por dentro antes de
que lo disminuya, por completo, la oposición.
Diosdado Cabello quiere encabezar el chavismo.
Diosdado Cabello quiere encabezar el chavismo.
Lo que más hunde a Venezuela y a
la gobernabilidad es la infinidad de problemas económicos existentes, producto
evidente de la mala gestión en este campo de Chávez en 14 largos años de pésimo gobierno. Hay una tremenda escasez en los mercados de abastos de los productos
de primera necesidad. Las empresas estatales no pueden garantizar la
continuidad de ningún servicio vital e imprescindible para la población, como
luz, agua, teléfonos, etc.
Para colmo de males, los sueldos
y ahorros de los venezolanos desaparecen por completo, debido a los embates de
una elevadísima tasa de inflación. Sin exageración, una de las más altas del
mundo. No existen, adicionalmente y a manera de coronar los errores, los
incentivos privados para producir. Esto tan elemental y necesario no se conoce
en Venezuela.
Superar todos estos problemas de
incidencia directa en contra de la ciudadanía, implicaría un drástico ajuste
económico que, de todas maneras,
volvería muy impopular a quien lo ejecute. En este caso, Maduro. Los bolsillos
de los venezolanos sentirían, dura y dramáticamente, el golpe.
¿Y EL PETROLEO?
Hay otro hecho comprobado y
grave. Las utilidades del petróleo cada
vez disminuyen más y para abajo
constantemente. Ello debido a la ineficiencia de la empresa nacionalizada
PDVSA. En diez años, la producción ha decrecido a una tercera parte. La
tendencia de la baja de los precios del oro negro está cerrando el caño de los
ingresos públicos. Entonces, como corolario,
Maduro no podrá hacer populismo desenfrenado con los demagógicos
programas sociales existentes en el país llanero.
Adicionalmente, la capacidad de
endeudarse para financiar gastos públicos cada vez es más limitada. No
olvidemos que Venezuela tiene el déficit fiscal más alto de la región. Los sectores
pobres que Chávez tenía a su lado, por efectos de los planes asistencialistas,
se alejarán del presidente elegido cuando ya no haya dinero.
La situación es catastrófica y
hasta ahora no se sabe, con exactitud, cuál será el papel que jugarán los militares
en la continuidad del poder. Ellos, con las armas, son los que dan la
estabilidad para gobernar. Se presume y supone que Maduro tiene tal apoyo
esencial.
Pero que su gobierno, para un periodo de seis
años, será dificultoso- por donde se le vea- es otra realidad comprobada. Más
aún cuando al parecer estamos a los finales del ciclo histórico del chavismo
que tanto daño ha hecho a la tierra de Bolívar.
Incidentes en Caracas por las elecciones.
Incidentes en Caracas por las elecciones.
EL PAJARITO
El mundo, y sobre todo América Latina, mira
con preocupación a esta nación caracterizada por el entusiasmo, camaradería y
alegría de sus gentes tan peculiares. Campeones en beisbol, con sus hermosas
reinas de belleza e interminables telenovelas. El final de la telenovela del
futuro político está por verse. El desmoronamiento es muy probable. Mientras
tanto, Maduro sigue viendo, conforme lo reveló en la campaña electoral, a Hugo Chávez
por intermedio de “un pajarito
chiquitico que se le presenta a cada rato”. Habrase visto. (EL DIRECTOR)
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