Estos sindicalistas anarquistas
fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en la lucha por el
cumplimiento de las jornadas de ocho horas de trabajo diarias que tuvieron su
origen en la huelga iniciada, precisamente, el 1° de Mayo de 1886 y su punto más
grave tres días después, el 4 de Mayo, en la revuelta de Haymarket. Muchos
países, dicho sea de paso, recuerdan tales acontecimientos.
Contrariamente Estados Unidos y
Canadá no lo hacen. En su lugar se conmemora el Labor Day (Dia de Labor) el
primer lunes de septiembre en un desfile que se realiza en Nueva York,
organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo.
Cabe precisar que el Presidente
de ese país, Grover Cleveland, auspicio la efemérides por temor a que la fecha
de mayo reforzase el movimiento comunista. Canadá hizo lo mismo por las mismas
razones.
En los albores de la revolución
industrial y a fines del siglo IX, A París
llegaban cada año por ferrocarril miles
de ganaderos desocupados y se agrupaban en villas humildes que construían para vivir.
Allí se juntaron, además, gran cantidad de trabajadores y se acogió a los
emigrantes venidos de todo el mundo.
Los trabajadores, desde tiempos inmemoriales, celebran su día.
Los trabajadores, desde tiempos inmemoriales, celebran su día.
En Estados Unidos, una de las reivindicaciones básicas era la jornada de 8 horas. Querían hacer valer como justa y definitiva la máxima: "ocho horas para el trabajo, ocho horas para
el sueño y ocho horas para la casa". En este contexto ocurrieron varios movimientos de apoyo, en 1829
También se formó un movimiento para
solicitar a la legislatura de Nueva York la misma jornada. Anteriormente
existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo
casos de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de
una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a
trabajar jornadas de 18 horas diarias, debía pagar una multa de 25 dólares.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de
los Caballeros del Trabajo. Pero tenía más preponderancia la American
Federation of Labor (Federación
Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista,
aunque algunas fuentes históricas
la señalan de origen anarquista.
En su cuarto congreso,
realizado el 17 de octubre de 1884,
la federación resolvió que, desde el 1 de mayo de 1886, la duración legal de la jornada de
trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y
recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer leyes, de ese
sentido, en sus jurisdicciones.
Esta resolución despertó el
interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad
de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro. El 25
de junio de 1868, el Presidente, Andrew Johnson, promulgó la llamada Ley
Ingersoll,
Los festejos en la India.
Los festejos en la India.
Allí se estableció la jornada de
ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas
máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían
aumentarlas a entre 14 y 18 horas. Aun así, debido a la falta de cumplimiento
de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se
movilizaron.
Resulta que el 1° de mayo de 1886, unos 200 mil trabajadores
iniciaron la huelga. Mientras que igual cantidad obtenían esa conquista con la
simple amenaza de paro. En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores
eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones siguieron
los días 2 y 3 de mayo.
La única fábrica que
trabajaba era la de maquinaria agrícola McCormik que estuvo paralizada, desde el 16 de
febrero, porque querían descontar a los obreros una cantidad para la
construcción de una iglesia.
El día 2, la policía disolvió violentamente una manifestación
de más de 50 mil personas y el 3 se celebró una concurrida concentración con
la participación del anarquista August
Spies. En determinado momento, en la calle, sonó
la sirena de salida de un turno de rompe huelgas.
Los de la concentración se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea
campal. La policía, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la
gente, ocurriendo un hecho lamentable 6 muertos y varias decenas de heridos.
Mientras que en la plaza de Haymarket se agruparon más de 20 mil personas que fueron reprimidas por la policía. Un artefacto explosivo estalló. Por
efectos de ello, una persona murió y
resultaron varios heridos. A reglón seguido, los custodios del orden abrieron
fuego contra la multitud, matando y lesionando a un número desconocido de
obreros.
A finales de mayo de 1886, varios sectores patronales
accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a
centenares de miles de obreros. El éxito fue tal que la Federación de
Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: "Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general
entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de
trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las
organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a
la agitación sindical”.
En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como
el origen del Movimiento Obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen, siendo en
general países de colonización
británica. Nueva Zelanda lo recuerda
el cuarto lunes de octubre. En Australia,
cada estado federal decide la fecha de celebración. Casi
siempre, el primer lunes de octubre.
En el Territorio
de la Capital Australiana, Nueva
Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes
de marzo, en Victoria y Tasmania. El primer lunes de marzo, en Australia Occidental. Y el primero de
mayo en Queensland y el Territorio
del Norte.
En Portugal se comenzó a celebrar libremente,
tras el triunfo de la Revolución
de los Claveles, el 25 de abril
de 1974. Mientras que en las grandes ciudades se realizan manifestaciones
promovidas por los sindicatos en otros lugares como en el Algarve se acostumbra
a realizar comidas campestres.
En 1954, en el mundo
católico, el Papa Pío XII apoyó tácitamente esta efemérides de
memoria colectiva al declararla como una
festividad de San José
Obrero. Últimamente, en muchos sitios se viene denominando, a este día, como el Dia Internacional del Trabajo.
Por su parte, la jornada por las ocho
horas en el Perú fue inspirada evidentemente y sin ninguna duda por el recuerdo
de los mártires de Chicago. Este movimiento nacional surgió el 1° de mayo de 1905, durante la primera conmemoración peruana de la efemérides.
Los trabajadores, según informó el
diario “La Prensa”, se congregaron en el local de la Confederación de Artesanos
y se dirigieron a la estación de San Juan de Dios, presididos por Caracciolo Lévano,
Presidente de la Federación de Obreros Panaderos del Perú, sociedad de quien
partió la iniciativa de la manifestación.
Los manifestantes realizaron una romería
a la tumba del obrero portuario Florencio Aliaga, abaleado un año antes por la
fuerza pública. Por la noche se realizó un acto en el que habló el pensador,
Manuel González Prada, sobre el intelectual y el obrero. Lo mismo hizo Lévano, quien trató sobre los gremios y lo que debieran ser. Este último pidió sindicalización y horizontes de revolución
social.
La jornada de las ocho horas se consagró
en el Perú el 15 de Enero de 1919, durante el gobierno de José Pardo y
Barreda,, tras una larga lucha que abarcó huelgas, paros y otras medidas efectivas de
fuerza. El mediador entre el Estado y la clase trabajadora fue el dirigente
estudiantil, Víctor Raúl Haya de la Torre, el futuro fundador del APRA. Viva el 1° de mayo. (Una
persona que nació en esta fecha histórica)
EDGARDO: feliz cumpleaños; justo en el Día del Trabajo, lo celebras trabajando para darnos MISCELANEA.
ResponderEliminarGracias, amigo, y mucha felicidad para ti y tu querida familia.
Abrazos míos y de Techy.
¡Salud!!!!!!
Edgardo un abrazo, por el cumpleaños
ResponderEliminarAlejandro Zagaceta