sábado, 19 de marzo de 2016

COMIENZOS DEL SIGLO XX

Las voces entusiastas que saludaron los comienzos del siglo XX se van apagando entre profecías incumplidas y anhelos de paz que se concretan pues aún está encendida la guerra de mares y tierras de Oriente. También son apenas un recuerdo aquellas otras más melancólicas que despidieron el siglo XIX consagrándolo, prematuramente, como la portentosa centuria de la ciencia. Pese a todo no se detiene la eterna corriente de la humana empresa y a cada paso, tras de la adversidad, asoma el atisbo humano de la esperanza.
Las noticias del mundo son diversas. El General Kuropatkin, en un parte de guerra del Extremo Oriente, anuncia que enfrenta la imposibilidad de mantener sus posiciones ante las operaciones del ejército del Mikado que cae por sorpresa sobre las diezmadas fuerzas zaristas.
En San Petersburgo, se admite la posibilidad de una retirada. Las noticias locales son breves, propias de una sociedad mesurada: la información de la Bolsa de Comercio dice que la plaza está tranquila, que se preparan los próximos cursos y que en el Chaco se han producido inundaciones.
Pronto la ciudad de Buenos Aires,a, una de las principales de esta parte del continente, vibrará con un acontecimiento deportivo: el debut de Nottingham Forest que vence a Alumini por 8-0. Por esos días llegan las noticias de la gran victoria naval del Almirante Togo en el estrecho de Corea.
Se hunden el Petropavlovsk y otros grandes acorazados y cae prisionero el comandante ruso. En Buenos Aires se celebra el centenario de Mazzini. Grandes inundaciones causan ingentes daños en Paraná, Concordia y San Nicolás.



General Kuropatkin: toda una figura de la guerra,

EL FUTURO
Pelayo se consagra como crack de las pistas. Es sofocada una revolución radical y se implanta el servicio militar obligatorio. Se hunde el submarino inglés A8, muriendo 15 tripulantes. Ya comienza a hablarse, en grande, sobre el futuro del mundo.
En Londres se anticipa un magno proyecto de puente sobre el Canal de la Mancha, que permitiría ir de esa capital a París en tren. Mientras tanto, en Odesa estalla la rebelión. Uniéndose a los obreros portuarios en huelga, el acorazado Potemkim se subleva.
Perseguida por una  poderosa flota, la nave llega al puerto rumano de Theodosia. Son los días en que se anuncia el cambio del  transporte en varias ciudades sudamericanas. Invade el trolley y los tranvías en  Lima y Buenos Aires. Las humildes carretas a caballo comienzan a desaparecer. Es el progreso que avanza.
En la capital argentina se produce el escándalo de la falsificación de documentos de excepciones militares. Muere el célebre tenor  Tamagno. El mundo está pendiente de otro acontecimiento: se inician las gestiones de paz que ponen término a la guerra ruso-japonesa, con la mediación del Presidente Teodoro Roosevelt de Estados Unidos.


Potemkinmarch.jpg
La sublevación del  Potemkim trajo violento enfrentamiento.

DISTURBIOS
Los plenipotenciarios del Zar logran condiciones honorables que provocan una explosión de descontento y disturbios en Tokio. Los graves incidentes sangrientos en Santiago de Chile llaman la atención por completo.
Lo mismo ocurre con el incendio de la rambla de Mar del Plata y la rebelión de Cuba que provoca la intervención de Estados Unidos, que designa gobernador “provisional” a su propio Ministro de Guerra, Mr. Taft.
Las poblaciones del mundo anhelan que el siglo XX traiga risueña esperanza  y evite los acontecimientos de dolor para el universo. Sobre todo que aparezca, en el  alma de la gente, un poco de amor y concordia.l Son los deseos de Europa, America. En fin, de todos los continentes del orbe…

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