martes, 30 de septiembre de 2014

HIDALGO, PANFLETARIO TOTAL

El poeta arequipeño, Alberto Hidalgo Lobato, causaba revuelo con un desenfado inigualable y una insolencia total que lo hacía totalmente beligerante y maligno por el eminente daño moral que causaba a  sus enemigos de turno. Fue un político con ideología aprista en sus años mozos y después, en la madurez y en la  vejez de sus largos  años vividos, un detractor fulminante  de esa agrupación política. Así se plegó, en una oportunidad, hacia los grupos progresistas de avanzada y hasta quiso aliarse con el General Manuel Odría para hablar durante un mitin y concentración publica en contra de sus compañeros del ayer, revelando, según anunciaba, los secretos más recónditos que tenía guardado bajo siete llaves, los mismos que demostrarían la traición ideológica del Apra.  Nunca lo hizo concretamente y con pruebas fehacientes. Todo discurrió entre las especulaciones y el encono inclusive violento de las partes en conflicto.
Hacía muchos años que había escrito una barbaridad, de forma irreverente y prosaica cuando señalaba sin dudar en algún momento, de que “a la madre del   Comandante Luis Miguel Sanchez Cerro, una zamba de caderas redondas y de senos duros, la poseyó sexualmente un cerdo. Nueve meses después nacería el que fue Presidente del Perú”. El articulo lo publicó, con lujo de detalles funestos y agraviantes, bajo el fulminante título: “Sánchez Cerro o el excremento”, en el libro “Diario de Mi Sentimiento” aparecido en 1937, paginas 149-156.


Alberto Hidalgo: insolente, mordaz y panfletario.

HAYA EN LA MIRA
Para rodearse aún más en estiércol aseguró, de forma cobarde e irresponsable, que Víctor Raúl Haya de la Torre era un homosexual que usaba a cada rato sus partes posteriores. El nivel de lo más bajo y, realmente, detestable. Ello no le impidió que hablase en sus versos dislocados y denunciantes, de nada más y nada menos que del poto del jefe máximo con sus cuatro letras y su vulgaridad eminente. Panfletario de la peor especie.
Lo de Haya ocurrió   cuando faltaban dos años  para las elecciones  presidenciales de 1962, en tiempos del gobierno de Prado, aliado con el Apra en lo que se llamó la convivencia, régimen que para muchos marcó el pasó del progresismo a la derecha más cavernaria del denominado Partido del Pueblo.
Una parte del poemario titulado “Odas en Contra” decía sobre el líder aprista, exactamente, lo siguiente: Te deseo una muerte a pedacitos/en que vayas perdiendo miembro a miembro, parte a parte/ Con epilépticas ladillas en tu bolsa engrampada inexorablemente/en esa talega testicular toda vacía/ Y oxiuros picoteando en las infundibuliformidades de tu poto/ Que es por donde te gusta y donde pecas. Llegar a este tipo de ataques, evidentemente, bárbaro e inconcebible, pero allí está vulgar, difamante e intolerante. 
CHARLA
 La visita a Lima de Hidalgo, procedente de Buenos Aires donde residía, causó revuelo general con matices de escándalo y hasta violencia desenfrenada. Pero con poca y mediocre consistencia intelectual e incluso política de los temas que se discutían tanto, según opinión que dio en esa oportunidad  el periodista Hugo Neira en dos artículos de opinión publicados en las páginas del diario “Expreso”. No le faltaba razón a tan ilustre intelectual que hoy vive en el Perú y sigue escribiendo sesudos libros con la brillantez de siempre.
Hidalgo acudió a dictar una conferencia a lo que es hoy la casona universitaria de San Marcos en el Salón de Grados de la  antigua Facultad de Letras. Lo acompañaban el Decano, doctor Luis E. Valcárcel, los escritores Ciro Alegría, Enrique López Albújar y el Presidente de la Federación Universitaria de ese centro superior de estudios (FUSM), Juan Alberto Campos Lama. Todos, en esos tiempos, antiapristas.
En esta oportunidad dijo entre otros infundios que “Haya de la Torre desde que tiene uso de razón está buscando empleo que no se le da nunca, el empleo de la Presidencia de la República. Como no ha podido  conseguir esto ha inventado la manera de vivir sin trabajar. Nunca lo ha hecho, ni lo hará”
No hubo ninguna reacción y el poeta salió ovacionado de San Marcos. A los pocos días, partió a su natal Arequipa, Cusco y otras ciudades del sur del país. A su regreso a Lima, y por invitación de la Unión de Escritores Democráticos de tinte izquierdista, aceptó dictar otra conferencia en San Marcos y aquí sí que se armó la trifulca.


Uno de sus poemarios

REACCION
La exposición estaba programada para el miércoles 23 de marzo de 1960, a las 7 de la noche. La bufalería y fuerza de choque aprista impidió, a como de lugar, el acto. Los compañeros colmaron las instalaciones e Letras y Derecho liderados por Alberto Valencia, poeta  diputado  por Ayacucho posteriormente, esposo de una sobrina de Haya hija de su hermano Edmundo “Piño”, Mario Gotuzzo, en años venideros,  Profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Federico Villareal y casado con la diputada de aquel entonces por La Libertad, María Colina de Gotuzzo, el búfalo Camiloni, entre otros.
Ingresó al  Patio de Derecho y tomó ubicación en los altos, rodeado por los organizadores de la actuación,  quienes por los micrófonos instalados anunciaron que estaban resueltos a llevar adelante el programa trazado y pidieron cordura a los asistentes.
A continuación,  habló el poeta Reynaldo Naranjo quien trazó un perfil intelectual  positivo del visitante. Lo mismo hizo otro vate, Cesar Calvo, quien puntualizó que “sirvientes del gobierno se hacen presentes para impedir que hable una de las voces liricas más importantes de América”. 
GOLPE
Al oírse esta aseveración, los búfalos tiraron piedras  sobre el estrado, rompiendo lo que se les cruzaba  por el medio. En tal situación de violencia, el poeta Gustavo Valcárcel, ex  aprista y entonces comunista ortodoxo, pidió “discrepancia con altura”. Sin embargo, el enfrentamiento prosiguió. La turba lanzó, otra vez, elementos contundentes y también huevos contra Hidalgo que tuvo que salir, con su comitiva, por los techos de la universidad y así  se alcanzó la calle.
Por la noche, no se amilanó y siguió. Hizo declaraciones a la prensa,  afectado aún por la pedrada que recibió en la cadera. Reveló que, en diciembre  de 1952, se organizó una revolución contra el General Odría, desde Buenos Aires.
Entre los conspiradores habrían estado Armando Villanueva del Campo, Luis Barrios Llona, Manuel Seoane Corrales y el propio Hidalgo. Un militar de alta graduación peruano, según esta versión, habría llegado a Buenos Aires con miras a reforzar la conspiración. Su nombre se desconoció siempre.
El Presidente de la Argentina, Juan Domingo Perón, habría ofrecido financiamiento para el golpe. Se hablaba de un millón de pesos de por medio. Lo que se proponía el Apra, afirmaba el poeta, era la disolución del Ejército.
Expresó que en la capital de la Argentina tenía las pruebas de lo que sostenía tales como la clave secreta que se iba a usar en el golpe y autógrafas, las mismas que acreditaban plenamente sus afirmaciones. Nunca cumplió con lo prometido.
ACUSACIONES
El Frente Estudiantil Revolucionario (FER), con la firma de Francisco Izquierdo y Luis Peña Fiol,  protestó por  el acto violento en contra de Hidalgo. Por su parte, la FUSM de Campos Lama dijo que no participó en la organización del evento pero si protestó por “los actos perpetrados por los apristas, a quienes calificó de “convivientes”, por su apoyo a Prado.
Cabe indicar que en años posteriores Campos Lama se amistó con los compañeros volviendo a sus filas y en el primer gobierno aprista de Alan García se desempeñó como Viceministro de Transportes y funcionario de la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE), apoyado totalmente por su enemigo del ayer, el Vicepresidente de la República,  Luis Alberto Sánchez. Que cochina y poco consecuente es la política.
 Hidalgo continuó con sus denuncias y diatribas y se plegó a la punta izquierda del espectro político. Sus acusaciones eran, resumidamente las siguientes: El  Apra, el partido más grande del Perú, traicionó a sus principios. De antiimperialista contra Estados Unidos, a una agencia de los yanquis. De partido furibundo de la nacionalización de todas las riquezas,  inventa fórmulas de acomodamiento. De enemigo de la oligarquía,  pasa a ser la tabla de salvación de ella. Lo que es peor, según el poeta, esta agrupación  detuvo la revolución en el Perú.


Con el poeta  Corcuera aquel año de la trifulca.

RENUNCIA
Contó que renunció en forma fuerte y rotunda al mismo tiempo que Seoane y Barrios. Pero estos dos últimos se retractaron, luego de conversar con Haya en Montevideo. Frente a las revelaciones del vate, el Cachorro subrayó que “milita en el Partido y que no tiene que declarar sobre las cosas internas de su organización”. No quiso echar más leña al fuego.  Ni reconocer si, en determinado  momento, renunció
En tales circunstancias, a Hidalgo se le cerraban las puertas de la prensa. Una vez lo invitaron a un programa de televisión y éste no se transmitió por razones técnicas. Entonces citó a los comunicadores al restaurante Montecarlo, ubicado en la calle Divorciadas del centro de Lima, cuya propietaria era Edelmira Torres de Scorza, madre del poeta Manuel Scorza.
Pero el acto tampoco se realizó por razones que nunca se explicaron. Entonces se pensó en otro sitio, como la casa de Miguel Scorza que militaba en el Social Progresismo de izquierda. No obstante, la reunión se frustró
Hasta que,  desesperado e incongruente, el poeta anunció que las cartas de Seoane las mostraría durante el mitin que realizaría en la capital el General Odría con motivo de su postulación a la Presidencia de la República, ante unas 300 mil personas que reuniría. Nunca ocurrió esto.
NEIRA
Entre la intelectualidad y la propia izquierda, la  actuación de Hidalgo tuvo protectores y detractores. Entre los segundos estuvo Hugo Neira que en aquel entonces escribió en tono sarcástico: “Hidalgo ha llegado ante nosotros para redimir el país. Para salvar a la izquierda. Para hacer la revolución. Ha venido sobre todo para darse su bañito de publicidad anual necesario para su equilibrio”
Luego añadió: La carencia de la patria (la patria es para el señor Hidalgo varias cámaras de TV, muchos periodistas, muchos izquierdistas esperando que detenga al mounstro del Apra y, sobre todo, la patria es gran secreto, un gran secreto que solo él posee”… Ha traído en sus maletas varias pretensiones. Todas ellas terribles, aplastantes, peripatéticas, maquiavélicas”
Frente a la posición de Neira, el poeta Arturo Corcuera respondió lo siguiente: “Atacarlo  desde todos los frentes-que no deseo enjuiciar todavía, es un acto de exageración. Un carga montón bastante injusto que censuro con idéntica vehemencia”…
Afirmo que el poeta, a su edad, tiene una rica trayectoria y crea con vitalidad distintiva. Recordó que los críticos, como Alberto Escobar, lo consideran el precursor de la nueva poesía. Aún más-subrayó- el pensador, José Carlos  Mariátegui exaltó su poesía hace muchos años.


Haya de la Torre: una de sus víctimas

INCENDIARIO
También sostuvo que “Hidalgo seguirá incendiario y permanecerá, hasta el fin de sus días, burlándose de cuantos bomberos (prematuros o lo de los otros) le salgan al paso. El poeta se preguntaba por qué van a ser tabú las vísceras o las entrañas de los  viejos políticos?.... Y sentenciaba: “Urge acabar con las vacas gordas de nuestra vida pública”… “Hidalgo es el único escritor de la generación del centenario que puede jactarse de tener 20 años a los 70. Y eso ya es bastante”
El poeta nació el 23 de Mayo de 1897 y murió en Buenos Aires el  12 de Noviembre de 1967, siete años después de ocurridos estos hechos tan deplorables. Lo enterraron en el cementerio de La Chacarita. Poco antes, recibió el premio de honor otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía.  Candidato al  Premio Nobel de Literatura.
Sus restos fueron trasladados y enterrados en el Cementerio de la Apacheta en Arequipa, en 1973. Un hombre desmesurado, injurioso, ególatra y paradójicamente tierno en la intimidad. Lo demuestran, a las clareas, algunos de sus poemas que incluimos en este artículo de semblanza.
Sus padres fueron: Manuel Santiago Hidalgo y Juana Rosa Lobato, los mismos que murieron envenenados cuando el hijo tenía tan sólo 4 años de edad, Sus biógrafos señalaron que fue Ladislao Corrales el causante de esta circunstancia tan trágica que marco por completo la vida del poeta. 
INDIVIDUALISTA
Viajó a Lima en 1912 y conoció al pensador Manuel González Prada, los escritores Ricardo Palma y José María Eguren, vinculándose por completo con el primero por sus actitudes enteramente beligerantes.
Parte de su obra fue exaltadamente individualista, con el puñal siempre en ristre y la maledicencia presente de forma vertical para atacar de la peor forma y también con la desproporción para alabar a quien le venga en gana.
Lo hizo, precisamente con Haya de la Torre y otros tantos personajes. Al líder del Apra antes de pelearse lo llegó a calificarlo del adalid insigne de la revolución. Después ya sabemos lo que pasó y el punto medio de juzgar los hechos jamás llegó.
En su juventud se trasladó de Arequipa a Lima para estudiar Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Posteriormente, abandonó sus estudios para dedicarse, a tiempo completo, a la Literatura. 
MATRIMONIOS
Militó en el Partido Aprista Peruano  desde los años aurorales de 1930. Con el paso de los años se convenció que la corrupción había sentado sus reales en esa organización política. En 1954,  publicó un folleto sobre su dimisión.  Su última esposa fue la argentina María Luisa Dearma, a quien trajo al Perú varias veces. Cuando los líos universitarios, la dama estuvo a su lado.
En 1931, la desgracia lo golpeó. Su primera mujer, Elvira Martínez, con quien se casó diez años antes, murió de un momento a otro. Hidalgo intentó suicidarse y no publicó  nada por un largo tiempo. Hasta que editó “Actitud de los Años”, donde relata su experiencia de posesión que lo rescató de la ida al otro mundo.
Lo captó para dicho partido el propio Haya en Berlín, Alemania, por tener, en ese momento, coincidencias y aspiraciones comunes: justicia social, defensa permanente de la libertad concepción de la América Latina como una sola nación de 20 estados. Resultó candidato a diputado por Arequipa en las elecciones de 1931.  No salió elegido.
Regresó a Buenos Aires sin alejarse de su militancia. En 1947 retornó al país en tiempos del Frente Democrático presidido por Bustamante y  recibido calurosamente por sus compañeros. Casi a finales de la dictadura de Odría, comenzó a dudar fuertemente de sus convicciones.


Otro de sus libros.

VANGUARDISTA
Hasta que llegó al convencimiento extremo de creer que los crímenes atribuidos al aprismo fueron efectivamente cometidos  con el asentimiento en unos casos, la complacencia en otros o inspiración del jefe del partido en unos más.
Para Hidalgo, esta práctica del homicidio como medio de acción no habría sido nueva en el Apra sino antigua y sistemática como efecto de una concepción criminal al servicio de individuos ansiosos de conquistar el poder, aunque sea valiéndose del terror y de la muerte.
La otra parte de su verso panfletario contra Haya dice:  Víctor Raúl diente de  Hutchinson/ Haya de la Torre disimulado labio leporino/Siempre jurando una pureza/pero entregándote a un padrillo…/Al pueblo que dio crédito a tu voz y magnitud a tus ovarios/Pactaste con la clase algodominerazucarera/ Te bajaste los vagos pantalones ante la seña de los imperialismos/los calzoncillos con encaje en los enredos de la oligarquía/ Y no por oro más o menos sino porque tus actos se acomodan/al ritmo de tus desordenes menstruales.
Con respecto a su producción literaria, en 1919, Hidalgo jugó un papel importante en el ambiente vanguardista. Participó y editó, junto a Borges y Huidobro, “El Indice de la Nueva Poesía Americana que salió a luz en 1926. Escribió veintitrés libros de poesía, trece de prosa y siete de teatro. 
VICTIMAS
Conoció a Xul Solar Güiraldes, Girondo, Macedonio Fernandez, Leopoldo Marechal y Rafael Squirru entre otros intelectuales. Creó las revistas “Oral” y “Pulso”. Su obra posterior fue “Actitud de los Años”.  La ideología izquierdista y combativa de Hidalgo y su vocación con el Perú se refleja en sus peomarios “Carta al Perú” (1957) y “Poesía Inexpugnable” (1962).
Además de su obra poética, escribió cuentos publicados mayoritariamente en la revista “Caras y Caretas” y luego editados bajo el título de “Los Sapos y otras Personas”, único libro de cuentos del autor.
Son antológicas sus páginas dedicadas, con una gran dosis de malicia y humor negro a desacreditar a personas muy respetables del medio limeño y del exterior: José Pardo, Nicolás de Piérola, Ricardo Palma, José de la Riva Agüero, José Ingenieros, Leopoldo Lugones. Se salvó González Prada, a quien Hidalgo respetó mucho.
En el ensayo, “Diario de mi Sentimiento” (1937), comenta, de forma bastante personal e irreverente, el ambiente artístico de su época. Mención aparte merece una colección de libros de difusión de la obra de Sigmund Freud, publicados entre 1930 y 1945 bajo el seudónimo del Dr. J Gómez Nerea, tarea que contribuyó a la difusión del psicoanálisis en la Argentina.
MARIATEGUI
En su poesía inicial “Panoplia Lírica” (1917), predomina aún el gusto estético de Colónida vertido en sonetos y versos alejandrinos de cautivante musicalidad y ternura. Pero en “Química de Espíritu” (1923), “Simplismo” (1925) y “Descripción del Cielo” (1928), los poemas son franca y totalmente vanguardistas.  Posteriormente su poesía fue cobrando un carácter social cada vez más acentuado desde “Edad del Corazón” (1940) hasta “Carta al Perú” (1953) y “Biografía de Yo Mismo” (1959)”, sostiene el maestro y crítico literario Washington Delgado.
Sobre Hidalgo, José Carlos Mariátegui, en sus “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”- El Proceso de la Literatura, dice: “Alberto Hidalgo significó en nuestra Literatura, de 1917 al 18, la exasperación y la terminación del experimento “colónida”.
El Amauta continuó de la siguiente forma: “Llevó la megalomanía, la egolatría, la beligerancia del gesto a sus más extremas consecuencias. Los bacilos de esta fiebre, sin la cual no habría sido posible tal vez elevar la temperatura de nuestras letras, alcanzaron en el Hidalgo, todavía provinciano, de “Panoplia Lírica”, su máximo grado de virulencia”.

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Carátula de uno de sus manifiestos

POEMAS
Uno de sus poemas más saltantes se llama “Función de tú Presencia Lejana” y pertenece a su libro “Edad del Corazón”: Sólo el recuerdo nos separa con su empecinamiento de montaña/ Sólo el recuerdo nos desune con su hacer ver que estas distante/ Mujer por todos los lados de la cabeza a los pies, principio a fin, mujer sin tregua/ en este lado de mi vida y al otro lado de mis años/ todavía te alcanzo, todavía/ Entre los dos hay un incendio de llamas cárdenas perladas/ pues por servirte cambia el mismo fuego.
Entre los dos hay llamaradas horizontales/pues en tu honor cambia la geometría de las cosas/ Entre los dos está tu cuerpo/ Tus dos propósitos bien realizados/ de dar mirada a lo profundo/ como si fueran expresión de la fatiga de los siglos/ por los rincones de mis  noches me persiguen/ e iluminan el remanso de mi sueño con su luz negra/ y sé por eso que lo negro no es tan negro como el color triste de tus ojos
/Paso en medio de avenidas de campanas/con armónica sucesión de escuchados terciopelos/o tus silencios a mi lado forman filas/ y yo me tiendo entre ellas como un camino largo que inevitablemente lleva a ti/ Te acumulé en mis oídos y aún me siento millonario de tu voz/ Te bebí, me bebiste, nos bebimos/con la saciada sed que encendiera el ardor de nuestras tardes/ Entonces todos fueron alivios en tu boca/ y hoy me queman, me queman esos besos/ Cicatrices de besos me dejaste/
Pero el recuerdo nos separe porque es echar de menos/ En la memoria sólo vive lo sucedido, no lo actual/ y no hay dolor más grande que saberlo sucedido/ La posesión  otra vez es una forma de anular la memoria/ la ausencia lo contrario que el olvido requiere/ Y si al recuerdo sólo lo cura la presencia/ ¡Ven a mis brazos para olvidarte un poco.
OTRO DE ELLOS
Carta al Perú: Oh país en los ojos te reflejas igual que en una fuente/Oh país de los días abundantes/OH país con superposición de siempre lindas/ País que en los canarios ejecuta las más hondas guitarras/ País que ensaya primaveras en atención a  sus deseos/ País que mira al universo como un balcón al patio/País que da la sensación de estar pisando en aire firme/ País a la que la luz entra volando como una rápida azucena
/País que a las tormentas las sacude como si fueran campanarios/ País donde a los senos se les traduce con facilidad/ País donde a la sombra de los besos se vive una palmera/ País que abre su espíritu como si fuera un puerto/País que se atribuye el firmamento como si fuera un águila/ País donde a los odios se los tiene a la  mano con revólveres/ País es donde el paisaje en cuanto surge adquiere carta de ciudadano
/País en que es peruano el color del lenguaje en que se quiere/ País donde es peruana desde que nace hasta que muere el agua/ País donde es peruano hasta en las flores que lo dan al fuego/ País donde es peruana la propia cara de la tierra.
PROVOCADOR
El afán provocador de Hidalgo era la expresión de una especie de anarquismo total. En la Argentina vivió cerca de 40 años. En los cafés de Buenos Aires, como el Royal Keller, era toda una figura para discutir temas literarios. Frecuentó a los colaboradores del grupo Martín Fierro, Proa y Prisma.
Conoció a escritores de la talla de Jorge Luis Borges, Macedonio Fernández,  Olivero Girondo, Francisco Luis Bernárdez y otros.  Usó mucho la metáfora como un factor esencial de su producción y la exclusión de cualquier mensaje moral. Ahora bien, ya Borges y otros aplicaron estos procedimientos.
Para varias atacó obsesivamente a Borges en sus colaboraciones hechas al diario “Crisol”. Otra vez de manera arbitraria, situándose-muchas veces entre el socialismo y el fascismo. En una oportunidad escribió: “He sido siempre un escritor beligerante. Me paso la vida preguntando contra qué o contra quién se puede escribir”. Un auto retrato que, evidentemente, lo daba a conocer de cuerpo entero: poeta de los que destacaban, pero con innumerables defectos que algunas veces lo opacaban por completo. Incluso en su valía de intelectual que no se puede negar. (Edgardo de Noriega)

5 comentarios:

  1. Que bárbaro lo de Sánchez Cerro!!!!

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  2. Bravo, un librepensador

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  3. Excelente,la autenticidad que manejaba al exhibir a las lacras que o dejan que prospere el PERÚ

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  4. ¡Cuánta falta nos hace, hoy,un Alberto Hidalgo!

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