domingo, 21 de septiembre de 2014

LA VERDADERA HISTORIA DE ACHO

La Plaza de Toros de Acho, ubicada en el popular e histórico distrito del Rímac, es la más antigua de América y una de las más grandes del mundo. Considerada la de mayor importancia de las 56 que cuenta el país y definida como enteramente prestigiado a nivel  del continente americano.
 En ella se realiza anualmente la Feria del Señor de los Milagros en el mes de octubre que reúne a las principales figuras del toreo. Por eso, precisamente, la recordamos con su verdadera historia que data del  siglo XVIII.
Su construcción es de material noble de adobe y de madera, habiendo sobrevivido a los terremotos que sufrió Lima desde tiempos inmemoriales. La plaza fue fundada el 30 de Enero de  1766 durante la gestión del famoso Virrey del Perú, Manuel Amat y Juniet, enamorado de Micaela Villegas “La Perricholi”.
La antecede en antigüedad a la de Bejar y Zaragoza en España. Por su parte, la de Sevilla inició su construcción en 1749, pero concluyó formalmente después de Acho, de acuerdo a datos respaldados por la historia.
El cartel de la corrida inaugural la integraron Pisi, Gallipavo y Maestro de España. El primer toro lidiado fue ”Albañil Blanco” con divisa caña y rosada de la hacienda Gómez de Cañete, propiedad del alcalde limeño Agustín de Landaburu. A esta primera corrida de toros asistió el Virrey Amat
En castellano acho, o mejor dicho hacho, significa “sitio elevado cerca de la costa, desde donde se descubre bien el mar y en el cual solían hacerse señales de fuego". Teniendo en cuenta esta última explicación, las personas llamaban a la plaza, indistintamente del “hacho” o del acho. El cerro San Cristóbal, entonces, sería el  hacho de Lima.


Vista panorámica de la Plaza de Acho, ubicada en el Rimac.

CIRCULAR
En 1945 fue remodelada, ampliándose su capacidad a trece mil espectadores pero se acortaron las dimensiones del ruedo que dejo de ser el de mayor tamaño del mundo. En sus exteriores, la plaza presenta una forma circular con una serie de de portales  rectangulares estrechos y altos que se suceden entre sí en grupos de seis, a lo largo el frontis del coso.
En el interior del recinto está ubicada la capilla hacia el lado noreste. El desolladero al lado este y los corrales están situados al norte. Posee una explanada conocida como Patio de Sombra en donde se ubican el Museo Taurino, el restaurante y una serie de obras escultóricas alusivas a figuras del toreo y personajes ligados a la tauromaquia entre las que destacan esculturas de Miguel Baca Rossi, Victorio Macho y Raúl Franco Ochoa.
Las graderías poseen 15 accesos o tendidos. Del tendido 2 al 7, las graderías pertenecen a sombra, mientras que del tendido 9 al 15 pertenecen a sol. Los tendidos 1 y 8 son Sol y Sombra, y sobre ellos se ubican el palco del juez de la plaza y el palco del Presidente de la República, respectivamente. 


El ruedo donde  el toro  enfrenta al matador.

DIAMETRO
Las graderías están rematadas por una arquería corrida de madera. El ruedo posee un diámetro de 60 metros (antes de la remodelación tenía 90), poseyendo 2 ingresos: la puerta de chiqueros  y la puerta de cuadrillas (puerta grande).

La plaza es un monumento histórico del Perú y constituye un atractivo de la capital peruana.. En su recinto se realizan actualmente actos cultores de la más diversa índole, taurinos y no taurinos, durante los meses en que no se realiza la feria.

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