Capacidad, valentía Y brillantez.
Son, exactamente, los elementos predominantes de un hombre singular que
descolló excepcionalmente en los
vericuetos complicados de la política. Como expresión de honestidad y de
compromiso con sus ideas social cristianas captadas, concretadas y proyectadas
a plenitud. Lo mismo hizo y en el campo del Derecho en el que fue un maestro
impecable de numerosas generaciones y un abogado de luces prendidas hacia la
equidad y la justicia, durante más de 50 años.
Hace poco Felipe Osterling Parodi, Pipe para sus familiares y amigos, se fue de este mundo pero está
presente en la faz del Perú y nunca
desaparecerá con su obra que es una realidad tangible y enteramente valiosa.
Capaz,
con infinidad de libros en su haber desde el consistente y especializado “Tratado de las Obligaciones”, en
coautoría con Mario Castillo Freyre, con
tomos uno tras otro que suman 16 y sus propias memorias en la que cuenta
su vida detalladamente, con el sugestivo título de “Páginas del Viejo Armario”. Otra de sus publicaciones se llama ”En Justicia” y, en buena cuenta, son
sus logros en una determinada etapa de su
vida.
Valiente, cuando la
dictadura de Fujimori el 5 de Abril de
1992 cerró, de facto e inconstitucionalmente, el Parlamento y allí estuvo como Presidente del Senado. Enfrentándose, decidido, a las fuerzas del orden
clamando por la ruptura de la democracia, en la Plaza Bolívar frente al majestuoso edificio del Congreso de
la República. La oficialidad y los soldados armados con fusil en ristre lo
trataron mal e insolentemente. Sin embargo, el probo jurista siguió reclamando
lo que era justo y acertado.
Felipe Osterling: un democrata a carta cabal.
Felipe Osterling: un democrata a carta cabal.
CARGOS
Brillante
en la cátedra ejercido por años de años en la Universidad Católica y en el
ejercicio profesional. Desde el antiguo y legendario Estudio Olaechea, uno de
los más prestigiados del país y su propio bufete profesional que llevaba su
nombre,
Entre los cargos que desempeñó
impecablemente figuran: primer Ministro de Justicia del segundo gobierno de
Belaúnde, cuyo Premier fue Manuel Ulloa Elias. En esa oportunidad, Osterling refundó
esta despacho desaparecido, inexplicablemente, por el nefasto velascato. Senador de la República entre 1985 y 1990 y de
1990 a 1992. Presidente de la Comisión Reformadora del Código Civil, cuyo arduo
trabajo especializado duró 14 años. De 1970 a 1984
Asimismo, Decano del entonces y, no como ahora tan venido a menos,
Ilustre Colegio de Abogados de Lima
(1996) y de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (1969-1972). Uno de los principales dirigentes del Partido
Popular Cristiano, Secretario de Política en periodos largos, alternando con otras principales figuras de la talla de: Luis
Bedoya Reyes, Ernesto Alayza Grundy,
Roberto Ramírez del Villar y otros
distinguidos políticos. Definitivamente, una figura indiscutible del Perú y uno
de los grandes de la vida pública nacional.
ESTUDIOS
Nacido en Lima y en el seno de una familia con
sólidos principios, el 14 de Mayo de
1932. Vino al mundo en una casa quinta ubicada en la cuadra seis de la avenida
Arenales, cuyo ámbito geográfico es el distrito de Lima.
Sus padres fueron: Felipe Osterling
García y Regina Parodi Irvine. El
apellido paterno de origen sueco. Mientras que el materno proviene de Italia. Su
única hermana Regina, casada con Fernando Roda Málaga, la misma que nació un año
y medio más tarde que él.
Cursó sus estudios, desde Kindergarten
hasta Quinto Año se Secundaria, de 1937
a 1947, en el Colegio SSCC de la Recoleta. El plantel en aquel entonces estaba
ubicado en pleno centro de Lima, entre las avenidas Wilson y Uruguay.
Estos fueron los años vinculados
al nazismo y al fascismo cruzados enteramente con la Segunda Guerra Mundial que
se desarrolló entre 1939 y 1945, por un lado, y la dura lucha por la democracia, por otro.
El niño y adolescente creció en un recinto de
sacerdotes franceses que sufrían, desde la lejanía, la ocupación de su
territorio patrio y que siguieron, día a día, las contingencias de esa tremenda
conflagración.
INFLUENCIA
La gesta de Francia como eminente camino de reivindicación durante la resistencia fue
gravitante en su vida, sobre todo por la tenaz lucha por la libertad de todos y
por la propia identidad que requería.
“Mis profesores sin excepción eran seguidores
de De Gaulle, enemigos de Petain y del gobierno de Vichy. Fervorosos partidarios de la resistencia francesa.
Nos contaban las grandes batallas y los sucesos en cada frente de combate, con
una riqueza de detalles y anécdotas que no podíamos encontrar ni en los
periódicos ni en la radio”, recuerda en sus memorias.
Palomilla de barrio y cercana su
casa al Estadio Nacional, el futbol lo absorbe por completo en sus años
colegiales. Mudado a una vivienda
contigua a la de sus abuelos, el chico travieso reúne a los amigos del barrio y
sus primos.
Luego convierte un pequeño depósito de la
azotea de la residencia de éstos últimos
en el local del club Salaverry que funda, donde se reúne con la muchachada
amante del deporte. Allí se crea, inclusive, un equipo de futbol.
Condecorado cuando fue Ministro de Justicia entre 1980 y 1981
Condecorado cuando fue Ministro de Justicia entre 1980 y 1981
TIMBA Y TABACO
En una oportunidad, confesó que, a pesar de su irrefrenable
vocación por la pelota, nunca llegó a ser un buen jugador. Era tieso y duro
para esta actividad. En el club de los muchachos, de aproximadamente unos trece
a quince años, no era extraña la timba y
los juegos de azar, apostando el medio, el real y la peseta. Tampoco las
bocanadas de tabaco negro marca “Inca”, acompañando toda discusión con las
interjecciones correspondientes. Los niños se estaban haciendo hombres.
Como escolar confiesa en el libro
“Paginas del Viejo Armario” que, entre
los 53 alumnos de la clase, su puesto habitual estaba en el número 20. Medianía sin lauros. Lejos no sólo de medallas
y estrellas, sino también de los premios consuelo que se otorgaba en los
colegios por conducta, asistencia o puntualidad.
La cosa cambió, por completo,
cuando asumió los conocimientos del Derecho, en las aulas de la Universidad
Católica, con obstinación casi maniaca por el estudio. Lo mismo pasó al desarrollar, sus actividades intelectuales posteriores. La vocación por la
lectura fue una realidad y comenzaron a venir,
constantemente, las calificaciones de excelencia que lo convirtieron en un
alumno excepcional, admirable y destacado.
BECADO
Comenzó muy joven a trabajar para hacerse independiente en la
vida. Así se desempeñó como cobrador de la Compañía de Seguros Rímac y de otras
empresas, mientras estudiaba la carrera. Luego fue amanuense y practicante en
el Estudio Romero y posteriormente en el
de su tío Félix Navarro Irvine, quien
era primo hermano de su madre.
Tras recibirse de bachiller con
la tesis “El Derecho de Representación Sucesorio” y optar por el título de
abogado con nota de excelencia y
sobresaliente, accedió a la especialidad de post grado por un año que se cumplió en la Universidad de Nueva York,
Estados Unidos. El título de Doctor también estuvo en el haber de su hoja de
vida.
Retornó al país con un caudal de
conocimientos evidente y permaneció en el
bufete de su tío Félix Navarro Irvine por cuatro meses. A renglón
seguido se incorporó al Estudio Olaechea, uno de los de mayor prestigio y mejor
clientela en Lima donde permaneció por espacio de 23 años, a partir de 1956.
Por aquel entonces, decidió inscribirse en el Partido Demócrata Cristiano
(PDC) y a pedido de Mario Alzamora Valdez, Diputado por Cajamarca, colaboró con él y otros
parlamentarios de esa agrupación política, en asuntos relacionados con la
administración de justicia y el Poder Judicial.
RENUNCIA
El 1 de Abril de 1957, a punto de
cumplir 25 años, comenzó su carrera en la cátedra universitaria desde la
Facultad de Derecho de la Universidad Católica en la que cumplió más de 50 años
como profesor. Cuarenta de ellos en la
especialidad de Derecho de Obligaciones, si bien las primeras clases que le
confiaron fueron en otra materia: Derecho Internacional Privado.
Decidió renunciar a la Democracia
Cristiana por efectos del distanciamiento entre Héctor Cornejo Chávez y Luis
Bedoya Reyes. Las fricciones entre ellos eran cada vez más notorias en un clima
partidario que se volvió, para él, agrio y tenso. Realmente se sentía incomodo
en esa agrupación y por eso se retiró a mediados de 1961, desvinculándose por
completo de la política activa.
Recién se inscribió en el PPC,
mucho tiempo después, en Marzo de 1978. Estuvo totalmente dedicado a la
enseñanza universitaria y el ejercicio
profesional. La dirigencia deportiva también lo acaparó, siendo dirigente principal del Club Sporting Cristal
durante 15 años, de 1965 a 1980.
En tiempos de la dictadura militar de
Velasco, Osterling con otro abogado, su amigo y colega Max Arias- Schreiber,
asesoraron al Almirante, Luis Vargas Caballero, en la tarea que se había
impuesto de oponerse a los famosos decretos de reforma agraria, propiedad
social, confiscaciones, expropiaciones y estatizaciones. Era obvio que una gran
parte mayoritaria de la Marina no estaba de acuerdo con la revolución.
Clamando por libertad frente al Congreso.
Clamando por libertad frente al Congreso.
GOLPE FRUSTRADO
Los asesores preparaban informes,
precisos y directos, en defensa
posiciones contra propuestas absurdas y utópicas. Pero de nada sirvieron
los esfuerzos. Ni de ellos. Ni tampoco del Marino. Su voz solitaria en el
Consejo de Ministros, en su calidad de Jefe del Portafolio de Justicia primero y Vivienda después, no era
escuchada. Los atropellos del poder seguían a diestra y siniestra.
Los desacuerdos fueron cada vez
más profundos y, de acuerdo a la versión de Osterling en sus memorias, llegó un
momento de que la Marina de Guerra preparó un golpe de estado en contra de
Velasco, liderado por Vargas Caballero.
Fue el propio Vicealmirante, en
una discreta reunión y sin testigos, que le pidió al abogado la preparación de una proclama o manifiesto
para ser usado el día del levantamiento. Lo hizo con todo empeño, en cuatro o
cinco páginas, en la que se denunció los atropellos constitucionales, las
deportaciones de líderes políticos y periodistas, los atentados a la
propiedad privada y contra los derechos humanos.
Tampoco esta vez el trabajo dio
resultados. No hubo golpe. Menos proclama. Una parte de la oficialidad de la Marina no secundaba el propósito.
Los principales buques de la Armada zarparon mar afuera, pero la rebelión nunca
llegó. Vargas Caballero fue luego destituido.
EL MARISCALATO
Después del triunfo implacable de
Belaúnde en las elecciones de 1980, el mandatario invitó a los partidos
políticos a colaborar con el régimen que iba a asumir el poder el 28 de Julio
de 1980. A este llamado sólo accedió el Partido Popular Cristiano, a quien se
le dio dos carteras ministeriales: la de Justicia e Industria.
Fue el líder del PPC, Luis Bedoya
Reyes, quien escogió a Osterling para el
Ministerio de Justicia, teniendo en cuenta sus condiciones impecables desde el
punto de vista personal y profesional. Lo cierto es que no pasó por esta
portafolio como tantos otros, sino que efectivamente lo rehízo de la nada
durante un año de gestión, entre 1980 y
1981. Tal desempeño fue el inicio efectivo de su vida política que resultó, a
lo largo de muchos años, impecable.
Su designación resultó la
alternativa al frustrado nombramiento de Alfonso Barrantes Lingán, Presidente
de Izquierda Unida, que rechazó la propuesta del mandatario electo para
integrar su primer gabinete.
Un hecho político poco conocido
revela en sus memorias con respecto al primer gobierno de Belaúnde a partir
de1963, el mismo que no tenía mayoría en el Congreso. Las negociaciones con el
odriismo para conseguir ello se frustraron porque el Arquitecto se negó a
otorgar el grado honorifico de Mariscal al General Odría. Tampoco quiso acceder
a otra de las exigencias de nombrarlo como Embajador del Perú en España.
LIBERTAD DE EXPRESION
Lo primero que hizo en su gestión ministerial es encontrar la
fórmula legal para entregar los diarios a sus legítimos propietarios después de
haber sido incautados por el velascato, a través de la fuerza y el despojo.
Cabe explicar que Belaúnde, en la
campaña electoral, prometió que “no
dormiría una noche en Palacio de Gobierno sin haber devuelto los periódicos a
sus dueños”. Entonces la solución era
rápida e inmediata. Nadie encontraba la fórmula legal pertinente y
efectiva.
Osterling, con su equipo de
juristas, lo consiguió. Si mediante
decretos el Gobierno de la Fuerza Armada
designaba anualmente el directorio que correspondía a cada empresa y, con igual
modalidad, nombraba al director del diario, había que seguir el mismo camino
para resolver el problema.
Así fue como, juramentado el
gobierno democrático el 28 de Julio de 1980, el mismo dictó ese mismo día un decreto supremo para
cada diario, separando a los directorios de la dictadura y reemplazándolos por
los de la democracia.
Con el historiardor Luis E. Tord y el diplomatico Oscar Maúrtua
Con el historiardor Luis E. Tord y el diplomatico Oscar Maúrtua
NORIEGA
En consecuencia, se designó al
nuevo organismo de cada periódico a sus antiguos y legítimos propietarios.
Belaúnde durmió en Palacio cumpliendo
su promesa y Osterling recuperó su tranquilidad, después de dar soluciones
efectivas. Así se restableció algo fundamental: la libertad de expresión en el
país de forma total.
El flamante Ministro había
escogido como Viceministro a Mario Pasco Cosmópolis brillante abogado
laboralista y al joven letrado Jorge Muñiz Siches, como Secretario General. Un trío
de polendas, indiscutiblemente.
El segundo de los nombrados,
muchos años después, se desempeño como Ministro de Trabajo del gobierno aprista
presidido por Alan García. Hace poco, lamentablemente, falleció. Mientras que
Muñiz fue Congresista posteriormente en la época de Fujimori y es miembro de un
prestigiado estudio de abogados capitalino.
En el mes de octubre de 1980 y en
acto de reivindicación, desagravio y
justicia plena, el Ministro de
Justicia designó al doctor Rafael de Noriega Quiros como Director General de
los Registros Públicos, quien indebida y abusivamente fue destituido de su
cargo por el propio dictador Velasco en Mayo de 1971, a raíz de una colas
que formaron los pobladores de Villa El
Salvador en esa repartición estatal ubicada en el Palacio de Justicia, en busca
de certificados negativos de propiedad.
UN GRAN EXPERTO
El militar demagógicamente, para
bañarse en popularidad que nunca consiguió, decidió indebidamente que no se
cobre por la expedición de esos documentos. Pero se encontró con el funcionario
que era respetuoso de las leyes y de los reglamentos, quien, como debía ser, le pidió una ley para cumplir con el cometido.
La respuesta inadmisible fue la destitución.
Noriega, el más grande experto en
Derecho Registral de la época, transformó por completo Registros Públicos,
durante su primera y segunda gestión.
Cuando fue restituido, lo primero que hizo es acabar con las corruptelas y con
el pago incorrecto de dinero que efectivamente existía. La reingeniería fue
radical. Salieron los malos funcionarios y entraron a trabajar los
experimentados. La moral del personal se elevó por completo.
En el
primer mes de su gestión se tramitaron 14 mil títulos y se expidieron 10 mil
322 certificados, estando al día los Registros de Mandatos, Poderes,
Declaratoria de Herederos, Propiedad Inmueble y Mercantil. Antes se trabajaba
no solo con días, sino con muchos meses de retraso.
HOMENAJE
En una
oportunidad, Osterling acudió con sus directores y colaboradores, a la Comisión
de Justicia de la Cámara de Diputados y dijo: “Quiero rendir público homenaje
al doctor Rafael de Noriega porque su nombramiento no solo ha sido un acto
reivindicatorio sino además un gran acierto del Ministerio de Justicia. Porque
está cambiando el sistema en pocos meses. Y me precio de decir esto ante tan
distinguidos parlamentarios y ante las personas que me acompañan”.
La labor
moralizadora y de perfeccionamiento quedó truncada con la muerte de tan ilustre
jurista, ocurrida el 26 de julio de 1981. Su entierro en el Cementerio
Británico bajo tierra como él quiso, fue un acto público de hondo pesar.
Hablaron
el Ministro Osterling, que le faltaba un día para finalizar su gestión. Y el
Secretario General del Sindicato de Trabajadores de los Registros Públicos,
Jorge Muñoz. Ellos destacaron la
personalidad y trayectoria de Noriega. Osterling remarcó: “El país y el
foro nacional pierde una de sus más grandes figuras que prácticamente se
consumió en el cargo. Entregó su vida al derecho y a la democracia”, dijo
La
gestión ministerial del dirigente social cristiano devolvió los hábitos a las
instituciones democráticas de 1980, después de doce años de un nefasto gobierno militar empeñado, realmente,
en un desgobierno total que todo lo había desarticulado y muy poco había
organizado.
Su hija Madeleine, candidata a la Alcaldía de San Isidro.
Su hija Madeleine, candidata a la Alcaldía de San Isidro.
FORTALECIMIENTO
Atendió a
la creación y el fortalecimiento de nuevas instituciones básicas como el
Ministerio Público, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de
Garantías Constitucionales y lo que la
Constitución de 1979 exigía, como restitución
del estado de derecho.
En esa
oportunidad se revisó miles de decretos dictados en esos doce años por el
gobierno militar derogando o sustituyendo, de acuerdo a las exigencias de la
Carta Magna y de un auténtico ordenamiento democrático.
Emprendió,
asimismo una reforma carcelaria y penitenciaria mejorando por completo los
penales de aquella época como: Lurigancho, El Sexto, la Cárcel de Mujeres de Chorrillos y varias
de provincias como el Sepa en la selva amazónica.
El cambio
se convirtió en una realidad y se luchó por una readaptación moral y social de
los reclusos. Las visitas a los penales del Ministro y sus funcionarios fueron
constantes tanto en Lima como en el
interior del país. Por primera vez se hizo, efectivamente, un censo de los
presos a nivel nacional.
EL PLAN
En el año
de gestión se cumplió con lo humanamente posible en el plan de mejoras. El
problema, por su profundidad y
complejidad, persistió a lo largo de los años posteriores. Las cárceles no son lugares de reclusión humanizada
y centros de readaptación verdaderos, evidentemente. Pero si se hizo el
esfuerzo de reforma, se trabajó con constancia y hasta se arriesgó la vida.
Ello, definitivamente, son logros que hay que reconocer.
Concretamente lo que se ejecutó fue un plan general de
política penitenciaria con principios y metas claramente definidas. En ese
sentido, se consiguió un valioso documento de aplicación, aprobado por Naciones
Unidas, en el que había reglas aplicables a categorías especiales de reclusos,
recomendaciones sobre selección y
formación del personal penitenciario, construcción de penales y correccionales
de régimen abierto, prevención de delincuencia de menores y asistencia en
contra del delito.
Durante
su gestión se instaló la comisión del problema, prevención y readaptación del
recluso que vio aspectos relacionados con la realidad carcelaria, hacinamiento
y promiscuidad y las necesidades de fuentes de financiamiento exterior.
Muy
rápidamente se construyó el penal de San Jorge, centro de detención para
inculpados y sentenciados primarios no peligrosos, que permitió descongestionar
en parte Lurigancho y el Sexto. Al mismo tiempo se inició la construcción de
Cantogrande, un penal moderno de alta seguridad con recomendaciones de Naciones
Unidas.
VIOLENCIA TOTAL
Inclusive
el Ministro y sus colaboradores ni siquiera vacilaron para enfrentar los
problemas de rebelión y violencia desenfrenada que se registraron. Una de ellas
en Lurigancho el 18 de Septiembre de 1980, a raíz de un motín que pudo haber
llegado a situaciones trágicas totales.
Había
ráfagas de metralletas disparadas al aire por los guardias desde las torretas
de vigilancia del perímetro del penal, carreras furtivas, gritos y amenazas. El
humo intenso porque los colchones se quemaron y, de tanto en tanto, estremecían
el estallido de los petardos lanzados al patio por los amotinados.
Por todas
partes circulaban a la carrera policías
uniformados en un hormigueo alborotado, protegiéndose de posibles disparos. Caos absoluto y escenas de angustia.
Continuaban las ráfagas de metralletas y las explosiones. Había rehenes de por medio en medio de la acción decidida
de los presos.
Nueve de
los criminales más avezados y canallescos asaltaron la dirección del penal
armados de revólveres, pistolas, cuchillos y cartuchos de dinamita. Se trataba
de delincuentes condenados por robos y homicidios, con penas de 25 años o más
que tenían muy poco que perder.
Saludando al ex Presidente, José Luis Bustamante y Rivero.
Saludando al ex Presidente, José Luis Bustamante y Rivero.
CAMIONETA
Ellos ingresaron
violentamente en la dirección del penal, a punta de pistola redujeron y
desarmaron a los tres guardias del lugar y tomaron como rehenes al director del
penal, un mayor de la Guardia Republicana,
dos empleados civiles y a dos personas más. Había, en total, nueve rehenes.
Bajo
amenaza de muerte, los delincuentes exigían que se les proporcione una
camioneta para 15 o 18 personas y se les franqueara la huída, llevándose a los
rehenes. Ellos se comprometían a soltarlos de uno en uno, cada cinco cuadras,
si constataban que nadie los seguía. En caso contrario, los matarían. Para
demostrar que estaban dispuestos a todo, le dispararon al director un balazo a
quemarropa en la axila izquierda. Más
tarde le hirieron, con otro proyectil, la
pierna.
El
Ministro de Justicia tomó la mejor de las decisiones y la que menos riesgo tenía.
Por eso, ordenó entregarles el vehículo y franquearles la salida, acompañados
de los rehenes. Pero bajo el compromiso formal de respetarlos y no volver a
disparar sobre nadie.
El
siguiente paso fue disponer del vehículo apropiado y encontrar la manera de
seguirlos por las calles de la ciudad. La Compañía de Bomberos Voluntarios Lima
N° 4 puso a disposición una camioneta con la capacidad adecuada.
REHEN VOLUNTARIO
Llegó
manejada por una persona de
extraordinario coraje y generosidad: el bombero Juan Olivares Rodríguez, quien
se ofreció a conducir el vehículo y salir con los amotinados hacia donde ellos
decidieran. Una especie de rehén voluntario.
Los
policías ocultaron en la camioneta un radio-transmisor, con señal abierta que
permitía escuchar a los fugitivos y seguir su ruta. El plan era capturarlos tan
pronto hubieran liberado al último de los rehenes. Antes de cruzar la puerta
del penal, desde una ventana de la camioneta, los hampones lanzaron un cartucho
de dinamita como seria advertencia y luego partieron con 19 personas a bordo.
Uno de
los fugitivos le quitó el volante al bombero Olivares. El equipo
transmisor escondido en el vehículo permitía seguir aproximadamente la ruta y
escuchar los diálogos y discusiones de los fugados. Uno de ellos propuso matar
a los rehenes en la camioneta y arrojar los cadáveres a la calle.
Le
parecía un estorbo inútil, puesto que ya habían logrado salir del penal. Afortunadamente,
los otros condenados se opusieron y fueron haciendo bajar a los rehenes, de uno en uno, sin más heridas
que las ya recibidas en el penal.
A la derecha, su hijo el chef Rafael Osterling.
A la derecha, su hijo el chef Rafael Osterling.
RESPONSABILIDAD
El
seguimiento, por orden del Ministro, prosiguió y en menos de 48 horas, varios
delincuentes cayeron en manos de la policía. Unos se rindieron, otros fueron
capturados a balazo limpio y varios
murieron en duelo encarnizado con los custodios del orden, sector que
afortunadamente no tuvo muertos de por medio. La actitud y decisión del
Ministro fue de lo más acertada, sobre todo porque se salvaron las vidas de
todos los rehenes.
“Jamás
había afrontado una responsabilidad tan grave, con decisiones que eran de vida
o muerte. De mis errores o aciertos habían dependido la existencia de los
rehenes y quizás también la de centenares de personas: reclusos, familiares,
abogados, visitas, policías que pudieron haber muerto ametralladas. Los
inocentes se salvaron”, recuerda Osterling en sus memorias cuando había
cumplido 53 días como Ministro de Justicia.
También
tuvo que sofocar otro motín de delincuentes ocurrido en el Sexto donde
resultaron 31 personas muertas y 20 heridos. Aquí, en la trifulca, unos presos
quemaron a otros y les ocasionaron la muerte, utilizando las denominadas bombas
molotov y materias inflamables. Hubo evidentemente y a montones, carne humana
calcinada. Barbaridad de bestialidades.
Por otro
lado, en su gestión y en forma constitucional,
respetando las leyes y reglamento se evaluó a los magistrados del Poder
Judicial y se llevaron a cabo las ratificaciones correspondientes, dejando de
lado a los profesionales claudicantes. Lo mismo que a los pillos y los
comprometidos con la dictadura.
FAMILIA
Como
ejemplo, el más alto tribunal de justicia quedó integrado por ocho vocales
supremos de impoluta dignidad ante el poder de facto: los doctores Guillermo
Anchorena More, César Barros Conti, Alvaro Chocano Marina, Guillermo Doig Buendía,
José María Gálvez Vega, José Rodríguez Montoya, Francisco Rojas Espinoza y Leónidas
Vasallo Chirinos.
Posteriormente
y al final de su mandato participó en el nombramiento de nueve vocales y tres
fiscales de la Corte Suprema que luego fueron ratificados por el Senado de la
República. Los juristas elegidos y designados fueron: Luis Bramont Arias,
Vicente Ugarte del Pino, Héctor Beltrán Rivera, Jorge Flórez Alarcón y Mario
Suarez Castañeyra.
Asimismo Jaime Diez Canseco Yáñez, Roger Ganoza Ganoza,
Oscar Alfaro Alvarez y Carlos Malca
Barrantes. Los fiscales supremos designados: J José Miguel Cavero-Egúzquiza
Saavedra, César Elejalde Estenssoro y Alvaro Rey de Castro López de Romaña.
En el
plano de su vida privada y familiar, estuvo casado, desde el año 1958, con
Josefina “Fina” Letts Colmenares, con quien procreó cinco hojas. La mayor
es Madeleine Osterling Letts, abogada de
profesión y candidata por el fujimorismo a la Alcaldía de San Isidro en estas
elecciones municipales. De allí le
siguen Felipe y Andrés, empresarios de éxito, José Antonio administrador de
empresas y el último es Rafael, conocido chef de cocina y experto del arte
culinario.
Osterling
es sinónimo de político consecuente con sus ideales que los creyó en todo
momento acertados. Si a eso le agregamos
las cualidades profesionales de abogado y maestro que hemos descrito
detalladamente, no hay duda en afirmar a los cuatro vientos que tal ilustre
jurista sí que contribuyó al desarrollo y progreso del Perú con creces. Vale. (Edgardo de Noriega)
Interesante conocer más de la vida de este noble jurista y político de la mejor especie (de los cuales parecen ahora estar en extinción). Excelente conocer que fue el partícipe de la reinvindicación merecida al Dr. Rafael de Noriega. Pero por otro lado, muy lamentable la vergonzosa participación de su hija como postulante a una alcaldía, encima por el partido de Fujimori, un insulto a su historia. Suerte que ya descansa en paz.
ResponderEliminar, Edgardo, las semblanzas de Felipe Osterling y Juan Gonzalo Rose, son de manufactura mayor, magistrales, saludos.
ResponderEliminarVictor