domingo, 21 de septiembre de 2014

OSTERLING : EL DE LA VALENTIA Y LA VALIA

Capacidad, valentía Y brillantez. Son, exactamente, los elementos predominantes de un hombre singular que descolló excepcionalmente  en los vericuetos complicados de la política. Como expresión de honestidad y de compromiso con sus ideas social cristianas captadas, concretadas y proyectadas a plenitud. Lo mismo hizo y en el campo del Derecho en el que fue un maestro impecable de numerosas generaciones y un abogado de luces prendidas hacia la equidad y la justicia, durante más de 50 años.
Hace poco Felipe Osterling Parodi, Pipe para sus familiares y amigos, se fue de este mundo pero está presente en la faz del Perú  y nunca desaparecerá con su obra que es una realidad tangible y enteramente valiosa.
 Capaz, con infinidad de libros en su haber desde el  consistente y especializado “Tratado de las Obligaciones”, en coautoría con Mario Castillo Freyre, con  tomos uno tras otro que suman 16 y sus propias memorias en la que cuenta su vida detalladamente, con el sugestivo título de “Páginas del Viejo Armario”. Otra de sus publicaciones se llama ”En Justicia” y, en buena cuenta, son sus logros en una determinada etapa de su  vida.
 Valiente, cuando la dictadura de Fujimori  el 5 de Abril de 1992 cerró, de facto e inconstitucionalmente, el Parlamento y allí estuvo como Presidente del Senado. Enfrentándose, decidido, a las fuerzas del orden clamando por la ruptura de la democracia, en la Plaza Bolívar  frente al majestuoso edificio del Congreso de la República. La oficialidad y los soldados armados con fusil en ristre lo trataron mal e insolentemente. Sin embargo, el probo jurista siguió reclamando lo que era justo y acertado.


Felipe Osterling: un democrata a carta cabal.


CARGOS
 Brillante en la cátedra ejercido por años de años en la Universidad Católica y en el ejercicio profesional. Desde el antiguo y legendario Estudio Olaechea, uno de los más prestigiados del país y su propio bufete profesional que llevaba su nombre,
Entre los cargos que desempeñó impecablemente figuran: primer Ministro de Justicia del segundo gobierno de Belaúnde, cuyo Premier fue Manuel Ulloa Elias. En esa oportunidad, Osterling refundó esta despacho desaparecido, inexplicablemente, por el nefasto velascato.  Senador de la República entre 1985 y 1990 y de 1990 a 1992. Presidente de la Comisión Reformadora del Código Civil, cuyo arduo trabajo especializado duró 14 años. De 1970 a 1984
Asimismo, Decano del  entonces y, no como ahora tan venido a menos,  Ilustre Colegio de Abogados de Lima (1996) y de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (1969-1972).  Uno de los principales dirigentes del Partido Popular Cristiano, Secretario de Política en periodos largos, alternando  con otras principales figuras de la talla de: Luis Bedoya Reyes, Ernesto Alayza  Grundy, Roberto Ramírez del Villar  y otros distinguidos políticos. Definitivamente, una figura indiscutible del Perú y uno de los grandes de la vida pública nacional. 
ESTUDIOS
Nacido  en Lima y en el seno de una familia con sólidos principios, el  14 de Mayo de 1932. Vino al mundo en una casa quinta ubicada en la cuadra seis de la avenida Arenales, cuyo ámbito geográfico es el distrito de Lima.
Sus padres fueron: Felipe Osterling  García y Regina Parodi Irvine. El apellido paterno  de origen sueco.  Mientras que el materno proviene de Italia. Su única hermana Regina, casada con Fernando Roda Málaga, la misma que nació un año y medio más tarde que él.
Cursó sus estudios, desde Kindergarten hasta  Quinto Año se Secundaria, de 1937 a 1947, en el Colegio SSCC de la Recoleta. El plantel en aquel entonces estaba ubicado en pleno centro de Lima, entre las avenidas Wilson y Uruguay.
Estos fueron los años vinculados al nazismo y al fascismo cruzados enteramente con la Segunda Guerra Mundial que se desarrolló entre 1939 y 1945, por un lado, y la dura  lucha por la democracia, por otro.
 El niño y adolescente creció en un recinto de sacerdotes franceses que sufrían, desde la lejanía, la ocupación de su territorio patrio y que siguieron, día a día, las contingencias de esa tremenda conflagración.
INFLUENCIA
 La gesta de Francia como eminente camino  de reivindicación durante la resistencia fue gravitante en su vida, sobre todo por la tenaz lucha por la libertad de todos y por la propia identidad que requería.
 “Mis profesores sin excepción eran seguidores de De Gaulle, enemigos de Petain y del gobierno de Vichy.  Fervorosos partidarios de la resistencia francesa. Nos contaban las grandes batallas y los sucesos en cada frente de combate, con una riqueza de detalles y anécdotas que no podíamos encontrar ni en los periódicos ni en la radio”, recuerda en sus memorias.
Palomilla de barrio y cercana su casa al Estadio Nacional, el futbol lo absorbe por completo en sus años colegiales.  Mudado a una vivienda contigua a la de sus abuelos, el chico travieso reúne a los amigos del barrio y sus primos.
 Luego convierte un pequeño depósito de la azotea de la residencia  de éstos últimos en el local del club Salaverry que funda, donde se reúne con la muchachada amante del deporte. Allí se crea, inclusive, un equipo de futbol.


Condecorado cuando fue Ministro de Justicia entre 1980 y 1981

TIMBA Y TABACO
En una oportunidad,  confesó que, a pesar de su irrefrenable vocación por la pelota, nunca llegó a ser un buen jugador. Era tieso y duro para esta actividad. En el club de los muchachos, de aproximadamente unos trece a quince años, no era extraña  la timba y los juegos de azar, apostando el medio, el real y la peseta. Tampoco las bocanadas de tabaco negro marca “Inca”, acompañando toda discusión con las interjecciones correspondientes. Los niños se estaban haciendo hombres.
Como escolar confiesa en el libro “Paginas  del Viejo Armario” que, entre los 53 alumnos de la clase, su puesto habitual estaba en el número 20.  Medianía sin lauros. Lejos no sólo de medallas y estrellas, sino también de los premios consuelo que se otorgaba en los colegios por conducta, asistencia o puntualidad.
La cosa cambió, por completo, cuando asumió los conocimientos del Derecho, en las aulas de la Universidad Católica, con obstinación casi maniaca por el estudio. Lo mismo pasó  al desarrollar,  sus actividades  intelectuales posteriores. La vocación por la lectura fue una realidad y comenzaron a  venir, constantemente, las calificaciones de excelencia que lo convirtieron en un alumno excepcional, admirable y destacado.
BECADO
Comenzó muy joven a  trabajar para hacerse independiente en la vida. Así se desempeñó como cobrador de la Compañía de Seguros Rímac y de otras empresas, mientras estudiaba la carrera. Luego fue amanuense y practicante en el  Estudio Romero y posteriormente en el  de su tío Félix Navarro Irvine, quien era primo hermano de su madre.
Tras recibirse de bachiller con la tesis “El Derecho de Representación Sucesorio” y optar por el  título de  abogado  con nota de excelencia y sobresaliente, accedió a la especialidad de post grado por un año que se  cumplió en la Universidad de Nueva York, Estados Unidos. El título de Doctor también estuvo en el haber de su hoja de vida.
Retornó al país con un caudal de conocimientos evidente y permaneció en el  bufete de su tío Félix Navarro Irvine por cuatro meses. A renglón seguido se incorporó al Estudio Olaechea, uno de los de mayor prestigio y mejor clientela en Lima donde permaneció por espacio de 23 años, a partir de 1956.
Por aquel entonces, decidió  inscribirse en el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y a pedido de Mario Alzamora Valdez, Diputado  por Cajamarca, colaboró con él y otros parlamentarios de esa agrupación política, en asuntos relacionados con la administración de justicia y el Poder Judicial. 
RENUNCIA
El 1 de Abril de 1957, a punto de cumplir 25 años, comenzó su carrera en la cátedra universitaria desde la Facultad de Derecho de la Universidad Católica en la que cumplió más de 50 años como profesor.  Cuarenta de ellos en la especialidad de Derecho de Obligaciones, si bien las primeras clases que le confiaron fueron en otra materia: Derecho Internacional  Privado.
Decidió renunciar a la Democracia Cristiana por efectos del distanciamiento entre Héctor Cornejo Chávez y Luis Bedoya Reyes. Las fricciones entre ellos eran cada vez más notorias en un clima partidario que se volvió, para él, agrio y tenso. Realmente se sentía incomodo en esa agrupación y por eso se retiró a mediados de 1961, desvinculándose por completo de la política activa.
Recién se inscribió en el PPC, mucho tiempo después, en Marzo de 1978. Estuvo totalmente dedicado a la enseñanza universitaria y  el ejercicio profesional. La dirigencia deportiva también lo acaparó, siendo  dirigente principal del Club Sporting Cristal durante  15 años, de 1965 a 1980.
En tiempos de la dictadura militar de Velasco, Osterling con otro abogado, su amigo y colega Max Arias- Schreiber, asesoraron al Almirante, Luis Vargas Caballero, en la tarea que se había impuesto de oponerse a los famosos decretos de reforma agraria, propiedad social, confiscaciones, expropiaciones y estatizaciones. Era obvio que una gran parte mayoritaria de la Marina no estaba de acuerdo con la revolución.


Clamando por libertad frente al Congreso.

GOLPE FRUSTRADO
Los asesores preparaban informes, precisos y directos, en defensa  posiciones contra propuestas absurdas y utópicas. Pero de nada sirvieron los esfuerzos. Ni de ellos. Ni tampoco del Marino. Su voz solitaria en el Consejo de Ministros, en su calidad de Jefe del Portafolio de  Justicia primero y Vivienda después, no era escuchada. Los atropellos del poder seguían a diestra y siniestra.
Los desacuerdos fueron cada vez más profundos y, de acuerdo a la versión de Osterling en sus memorias, llegó un momento de que la Marina de Guerra preparó un golpe de estado en contra de Velasco, liderado por Vargas Caballero.
Fue el propio Vicealmirante, en una discreta reunión y sin testigos, que le pidió al abogado  la preparación de una proclama o manifiesto para ser usado el día del levantamiento. Lo hizo con todo empeño, en cuatro o cinco páginas, en la que se denunció los atropellos constitucionales, las deportaciones de líderes políticos y periodistas, los atentados a la propiedad  privada y contra los derechos humanos.
Tampoco esta vez el trabajo dio resultados. No hubo  golpe. Menos proclama. Una parte de la oficialidad de la Marina no secundaba el propósito. Los principales buques de la Armada zarparon mar afuera, pero la rebelión nunca llegó. Vargas Caballero fue luego destituido. 
EL MARISCALATO
Después del triunfo implacable de Belaúnde en las elecciones de 1980, el mandatario invitó a los partidos políticos a colaborar con el régimen que iba a asumir el poder el 28 de Julio de 1980. A este llamado sólo accedió el Partido Popular Cristiano, a quien se le dio dos carteras ministeriales: la de Justicia e Industria.
Fue el líder del PPC, Luis Bedoya Reyes,  quien escogió a Osterling para el Ministerio de Justicia, teniendo en cuenta sus condiciones impecables desde el punto de vista personal y profesional. Lo cierto es que no pasó por esta portafolio como tantos otros, sino que efectivamente lo rehízo de la nada durante un año de gestión, entre  1980 y 1981. Tal desempeño fue el inicio efectivo de su vida política que resultó, a lo largo de muchos años, impecable.
Su designación resultó la alternativa al frustrado nombramiento de Alfonso Barrantes Lingán, Presidente de Izquierda Unida, que rechazó la propuesta del mandatario electo para integrar su primer gabinete.
Un hecho político poco conocido revela en sus memorias con respecto al primer gobierno de Belaúnde a partir de1963, el mismo que no tenía mayoría en el Congreso. Las negociaciones con el odriismo para conseguir ello se frustraron porque el Arquitecto se negó a otorgar el grado honorifico de Mariscal al General Odría. Tampoco quiso acceder a otra de las exigencias de nombrarlo como Embajador del Perú en España.
LIBERTAD DE EXPRESION
Lo primero que hizo en  su gestión ministerial es encontrar la fórmula legal para entregar los diarios a sus legítimos propietarios después de haber sido incautados por el velascato, a través de  la fuerza y el despojo.
Cabe explicar que Belaúnde, en la campaña electoral,  prometió que “no dormiría una noche en Palacio de Gobierno sin haber devuelto los periódicos a sus dueños”. Entonces la solución era  rápida e inmediata. Nadie encontraba la fórmula legal pertinente y efectiva.
Osterling, con su equipo de juristas, lo consiguió. Si  mediante decretos el Gobierno  de la Fuerza Armada designaba anualmente el directorio que correspondía a cada empresa y, con igual modalidad, nombraba al director del diario, había que seguir el mismo camino para resolver el problema.
Así fue como, juramentado el gobierno democrático el 28 de Julio de 1980, el mismo  dictó ese mismo día un decreto supremo para cada diario, separando a los directorios de la dictadura y reemplazándolos por los de la democracia.


Con el historiardor Luis E. Tord y el diplomatico Oscar Maúrtua


NORIEGA
En consecuencia, se designó al nuevo organismo de cada periódico a sus antiguos y legítimos propietarios. Belaúnde   durmió en Palacio cumpliendo su promesa y Osterling recuperó su tranquilidad, después de dar soluciones efectivas. Así se restableció algo fundamental: la libertad de expresión en el país de forma total.
El flamante Ministro había escogido como Viceministro a Mario Pasco Cosmópolis brillante abogado laboralista y al joven letrado Jorge Muñiz Siches, como Secretario General. Un trío de polendas, indiscutiblemente.
El segundo de los nombrados, muchos años después, se desempeño como Ministro de Trabajo del gobierno aprista presidido por Alan García. Hace poco, lamentablemente, falleció. Mientras que Muñiz fue Congresista posteriormente en la época de Fujimori y es miembro de un prestigiado estudio de abogados capitalino.
En el mes de octubre de 1980 y en acto de reivindicación, desagravio y  justicia plena,  el Ministro de Justicia designó al doctor Rafael de Noriega Quiros como Director General de los Registros Públicos, quien indebida y abusivamente fue destituido de su cargo por el propio dictador Velasco en Mayo de 1971, a raíz de una colas que  formaron los pobladores de Villa El Salvador en esa repartición estatal ubicada en el Palacio de Justicia, en busca de certificados negativos de propiedad.
UN GRAN EXPERTO
El militar demagógicamente, para bañarse en popularidad que nunca consiguió, decidió indebidamente que   no se cobre por la expedición de esos documentos. Pero se encontró con el funcionario que era respetuoso de las leyes y de los reglamentos, quien, como debía ser,  le pidió una ley para cumplir con el cometido. La respuesta inadmisible fue la destitución.
Noriega, el más grande experto en Derecho Registral de la época, transformó por completo Registros Públicos, durante su  primera y segunda gestión. Cuando fue restituido, lo primero que hizo es acabar con las corruptelas y con el pago incorrecto de dinero que efectivamente existía. La reingeniería fue radical. Salieron los malos funcionarios y entraron a trabajar los experimentados. La moral del personal se elevó por completo.
En el primer mes de su gestión se tramitaron 14 mil títulos y se expidieron 10 mil 322 certificados, estando al día los Registros de Mandatos, Poderes, Declaratoria de Herederos, Propiedad Inmueble y Mercantil. Antes se trabajaba no solo con días, sino con muchos meses de retraso. 
HOMENAJE
En una oportunidad, Osterling acudió con sus directores y colaboradores, a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados y dijo: “Quiero rendir público homenaje al doctor Rafael de Noriega porque su nombramiento no solo ha sido un acto reivindicatorio sino además un gran acierto del Ministerio de Justicia. Porque está cambiando el sistema en pocos meses. Y me precio de decir esto ante tan distinguidos parlamentarios y ante las personas que me acompañan”.
La labor moralizadora y de perfeccionamiento quedó truncada con la muerte de tan ilustre jurista, ocurrida el 26 de julio de 1981. Su entierro en el Cementerio Británico bajo tierra como él quiso, fue un acto público de hondo pesar.
Hablaron el Ministro Osterling, que le faltaba un día para finalizar su gestión. Y el Secretario General del Sindicato de Trabajadores de los Registros Públicos, Jorge Muñoz. Ellos destacaron la  personalidad y trayectoria de Noriega. Osterling remarcó: “El país y el foro nacional pierde una de sus más grandes figuras que prácticamente se consumió en el cargo. Entregó su vida al derecho y a la democracia”, dijo
La gestión ministerial del dirigente social cristiano devolvió los hábitos a las instituciones democráticas de 1980, después de doce años  de un nefasto gobierno militar empeñado, realmente, en un desgobierno total que todo lo había desarticulado y muy poco había organizado.


Su hija Madeleine, candidata a la Alcaldía de San Isidro.

FORTALECIMIENTO
Atendió a la creación y el fortalecimiento de nuevas instituciones básicas como el Ministerio Público, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y  lo que la Constitución de 1979 exigía, como restitución  del estado de derecho.
En esa oportunidad se revisó miles de decretos dictados en esos doce años por el gobierno militar derogando o sustituyendo, de acuerdo a las exigencias de la Carta Magna y de un auténtico ordenamiento democrático.
Emprendió, asimismo una reforma carcelaria y penitenciaria mejorando por completo los penales de aquella época como: Lurigancho, El Sexto,  la Cárcel de Mujeres de Chorrillos y varias de provincias como el Sepa en la selva amazónica.
El cambio se convirtió en una realidad y se luchó por una readaptación moral y social de los reclusos. Las visitas a los penales del Ministro y sus funcionarios fueron constantes tanto en Lima  como en el interior del país. Por primera vez se hizo, efectivamente, un censo de los presos a nivel nacional. 
EL PLAN
En el año de gestión se cumplió con lo humanamente posible en el plan de mejoras. El problema, por su  profundidad y complejidad, persistió a lo largo de los años posteriores.  Las cárceles no son lugares de reclusión humanizada y centros de readaptación verdaderos, evidentemente. Pero si se hizo el esfuerzo de reforma, se trabajó con constancia y hasta se arriesgó la vida. Ello, definitivamente, son logros que hay que reconocer.
Concretamente  lo que se ejecutó fue un plan general de política penitenciaria con principios y metas claramente definidas. En ese sentido, se consiguió un valioso documento de aplicación, aprobado por Naciones Unidas, en el que había reglas aplicables a categorías especiales de reclusos, recomendaciones sobre  selección y formación del personal penitenciario, construcción de penales y correccionales de régimen abierto, prevención de delincuencia de menores y asistencia en contra del delito.
Durante su gestión se instaló la comisión del problema, prevención y readaptación del recluso que vio aspectos relacionados con la realidad carcelaria, hacinamiento y promiscuidad y las necesidades de fuentes de financiamiento exterior.
Muy rápidamente se construyó el penal de San Jorge, centro de detención para inculpados y sentenciados primarios no peligrosos, que permitió descongestionar en parte Lurigancho y el Sexto. Al mismo tiempo se inició la construcción de Cantogrande, un penal moderno de alta seguridad con recomendaciones de Naciones Unidas.
VIOLENCIA TOTAL
Inclusive el Ministro y sus colaboradores ni siquiera vacilaron para enfrentar los problemas de rebelión y violencia desenfrenada que se registraron. Una de ellas en Lurigancho el 18 de Septiembre de 1980, a raíz de un motín que pudo haber llegado a situaciones trágicas totales.
Había ráfagas de metralletas disparadas al aire por los guardias desde las torretas de vigilancia del perímetro del penal, carreras furtivas, gritos y amenazas. El humo intenso porque los colchones se quemaron y, de tanto en tanto, estremecían el estallido de los petardos lanzados al patio por los amotinados.
Por todas partes circulaban a la carrera  policías uniformados en un hormigueo alborotado, protegiéndose de posibles  disparos. Caos absoluto y escenas de angustia. Continuaban las ráfagas de metralletas y las explosiones. Había rehenes  de por medio en medio de la acción decidida de los presos.
Nueve de los criminales más avezados y canallescos asaltaron la dirección del penal armados de revólveres, pistolas, cuchillos y cartuchos de dinamita. Se trataba de delincuentes condenados por robos y homicidios, con penas de 25 años o más que tenían muy poco que perder. 


Saludando al ex Presidente, José Luis Bustamante y Rivero.

CAMIONETA
Ellos ingresaron violentamente en la dirección del penal, a punta de pistola redujeron y desarmaron a los tres guardias del lugar y tomaron como rehenes al director del penal, un mayor  de la Guardia Republicana, dos empleados civiles y a dos personas más. Había, en total, nueve rehenes.
Bajo amenaza de muerte, los delincuentes exigían que se les proporcione una camioneta para 15 o 18 personas y se les franqueara la huída, llevándose a los rehenes. Ellos se comprometían a soltarlos de uno en uno, cada cinco cuadras, si constataban que nadie los seguía. En caso contrario, los matarían. Para demostrar que estaban dispuestos a todo, le dispararon al director un balazo a quemarropa en la axila izquierda.  Más tarde le  hirieron, con otro proyectil, la pierna.
El Ministro de Justicia tomó la mejor de las decisiones y la que menos riesgo tenía. Por eso, ordenó entregarles el vehículo y franquearles la salida, acompañados de los rehenes. Pero bajo el compromiso formal de respetarlos y no volver a disparar sobre nadie.
El siguiente paso fue disponer del vehículo apropiado y encontrar la manera de seguirlos por las calles de la ciudad. La Compañía de Bomberos Voluntarios Lima N° 4 puso a disposición una camioneta con la capacidad adecuada.
REHEN VOLUNTARIO
Llegó manejada  por una persona de extraordinario coraje y generosidad: el bombero Juan Olivares Rodríguez, quien se ofreció a conducir el vehículo y salir con los amotinados hacia donde ellos decidieran. Una especie de rehén voluntario.
Los policías ocultaron en la camioneta un radio-transmisor, con señal abierta que permitía escuchar a los fugitivos y seguir su ruta. El plan era capturarlos tan pronto hubieran liberado al último de los rehenes. Antes de cruzar la puerta del penal, desde una ventana de la camioneta, los hampones lanzaron un cartucho de dinamita como seria advertencia y luego partieron con 19 personas a bordo.
Uno de los fugitivos le quitó el volante al bombero Olivares. El equipo transmisor  escondido en el vehículo  permitía seguir aproximadamente la ruta y escuchar los diálogos y discusiones de los fugados. Uno de ellos propuso matar a los rehenes en la camioneta y arrojar los cadáveres a la calle.
Le parecía un estorbo inútil, puesto que ya habían logrado salir del penal. Afortunadamente, los otros condenados se opusieron y fueron haciendo bajar a  los rehenes, de uno en uno, sin más heridas que las ya recibidas en el penal. 


A la derecha, su hijo el chef Rafael Osterling.

RESPONSABILIDAD
El seguimiento, por orden del Ministro, prosiguió y en menos de 48 horas, varios delincuentes cayeron en manos de la policía. Unos se rindieron, otros fueron capturados a balazo limpio   y varios murieron en duelo encarnizado con los custodios del orden, sector que afortunadamente no tuvo muertos de por medio. La actitud y decisión del Ministro fue de lo más acertada, sobre todo porque se salvaron las vidas de todos los rehenes.
“Jamás había afrontado una responsabilidad tan grave, con decisiones que eran de vida o muerte. De mis errores o aciertos habían dependido la existencia de los rehenes y quizás también la de centenares de personas: reclusos, familiares, abogados, visitas, policías que pudieron haber muerto ametralladas. Los inocentes se salvaron”, recuerda Osterling en sus memorias cuando había cumplido 53 días como Ministro de Justicia.
También tuvo que sofocar otro motín de delincuentes ocurrido en el Sexto donde resultaron 31 personas muertas y 20 heridos. Aquí, en la trifulca, unos presos quemaron a otros y les ocasionaron la muerte, utilizando las denominadas bombas molotov y materias inflamables. Hubo evidentemente y a montones, carne humana calcinada. Barbaridad de bestialidades.
Por otro lado,  en su gestión y en forma constitucional, respetando las leyes y reglamento se evaluó a los magistrados del Poder Judicial y se llevaron a cabo las ratificaciones correspondientes, dejando de lado a los profesionales claudicantes. Lo mismo que a los pillos y los comprometidos con la dictadura.
FAMILIA
Como ejemplo, el más alto tribunal de justicia quedó integrado por ocho vocales supremos de impoluta dignidad ante el poder de facto: los doctores Guillermo Anchorena More, César Barros Conti, Alvaro Chocano Marina, Guillermo Doig Buendía, José María Gálvez Vega, José Rodríguez Montoya, Francisco Rojas Espinoza y Leónidas Vasallo Chirinos.
Posteriormente y al final de su mandato participó en el nombramiento de nueve vocales y tres fiscales de la Corte Suprema que luego fueron ratificados por el Senado de la República. Los juristas elegidos y designados fueron: Luis Bramont Arias, Vicente Ugarte del Pino, Héctor Beltrán Rivera, Jorge Flórez Alarcón y Mario Suarez Castañeyra.
Asimismo  Jaime Diez Canseco Yáñez, Roger Ganoza Ganoza, Oscar Alfaro  Alvarez y Carlos Malca Barrantes. Los fiscales supremos designados: J José Miguel Cavero-Egúzquiza Saavedra, César Elejalde Estenssoro y Alvaro Rey de Castro López de Romaña.
En el plano de su vida privada y familiar, estuvo casado, desde el año 1958, con Josefina “Fina” Letts Colmenares, con quien procreó cinco hojas. La mayor es  Madeleine Osterling Letts, abogada de profesión y candidata por el fujimorismo a la Alcaldía de San Isidro en estas elecciones  municipales. De allí le siguen Felipe y Andrés, empresarios de éxito, José Antonio administrador de empresas y el último es Rafael, conocido chef de cocina y experto del arte culinario.
Osterling es sinónimo de político consecuente con sus ideales que los creyó en todo momento acertados. Si a eso le  agregamos las cualidades profesionales de abogado y maestro que hemos descrito detalladamente, no hay duda en afirmar a los cuatro vientos que tal ilustre jurista sí que contribuyó al desarrollo y progreso del Perú con creces. Vale. (Edgardo de Noriega)

2 comentarios:

  1. Interesante conocer más de la vida de este noble jurista y político de la mejor especie (de los cuales parecen ahora estar en extinción). Excelente conocer que fue el partícipe de la reinvindicación merecida al Dr. Rafael de Noriega. Pero por otro lado, muy lamentable la vergonzosa participación de su hija como postulante a una alcaldía, encima por el partido de Fujimori, un insulto a su historia. Suerte que ya descansa en paz.

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  2. , Edgardo, las semblanzas de Felipe Osterling y Juan Gonzalo Rose, son de manufactura mayor, magistrales, saludos.
    Victor

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