domingo, 21 de septiembre de 2014

ROSE, EL POETA DE LA MELANCOLIA

Melancólico total pero brillante entre silencios y soledades  que incluso, por espacios largos, lo inhabilitaron para escribir. Lo que sí  hizo, con facilidad total, en tiempos anteriores y espacios de vivencias contundentes que si existieron copiosamente y que fueron  intensos, de mucha creatividad.  Evidentemente, sirvieron para los versos que creó  de los más sentimentales y profundos.  Incluso con atisbos constantes de afilada ironía social y gran sentido del humor. Salidas directamente de esa inteligencia chispeante que poseía, como oro en polvo. Así triunfó intelectualmente no en riqueza material de dinero, si convertido, definitivamente, en uno de los grandes y fundamentales poetas del Perú del siglo XX,  muchas veces con una  ternura inigualable. Aunque cierto  y como paradoja entera, nunca conoció la felicidad.
La vida  fue muy, pero muy dura, para Juan Gonzalo Rose Gros.  A tal punto  que sufrió de depresiones constantes  que lo encerraban en su cuarto y pasaban semanas tras semanas que no hablaba con nadie, según declaró en una célebre entrevista que le hizo para “Caretas”, César Hildebrandt, en 1980. En esos tiempos estaba sin ninguna seguridad económica de por medio. Sin distracciones. Sin música. Sin leer. Sin escribir. Con vacios constantes y en la peor de las desesperanzas.
En efecto, todo le molestaba. Todo le repelía. Padre de una hija en México que poco vio y casi nunca escribió  Por todas estas circunstancias tan negativas y enteramente sobrecogedoras, hasta dijo, en una oportunidad, exento de ambages y dudas, que nació para ser derrotado.


Juan Gonzalo Rose: poeta y periodista genial.

CRISIS
La crisis total que lo rodeaba era tal que en aquella época a los 52 años resultó mantenido por su anciana madre de 80  que le daba techo y comida, ayudándose para subsistir, cuando podía, con esporádicos artículos periodísticos y pensando constantemente, hasta la desesperación, en un hecho dramático: en cualquier momento se podía morir su progenitora, pudiendo quedarse sin ningún tipo de apoyo. A tan dramática posición se redujo su existencia.
La progenitora, efectivamente, se murió el 25 de Febrero de 1981 y el poeta se fue a vivir a un cuarto pequeño en la inmensidad de sus sufrimientos personales, ubicado en un departamento de la Residencial San Felipe, conseguido y pagado por sus familiares más cercanos, cerca al bar de sus preferencias: “El Ovni”,  donde fumando a cada rato, se las pasaba, horas de horas, cavilando  entre sus conflictivos sentimientos y miedos truculentos y constantes. Casi siempre sólo con un vaso de licor en la mesa que bebía tranquilamente, sin inmutarse. El alcoholismo lo dominaba por completo y su homosexualidad se extinguía al final de su vida triste. 
LIMEÑO
Nació en la Maternidad de Lima de Barrios Altos un 10 de Enero de 1928, según versión de sus familiares como su hermana Maria Teresa. Aunque algunos aseguraron, equivocadamente, que vino al mundo en Tacna.  La mayor parte de su vida que acabó el 12 de Abril de 1983 a los 55 años, la pasó en la capital.
 Su infancia, eso sí, transcurrió en la tierra sureña fronteriza circundada por el desierto costero, playas con mar azul y valles cálidos. El escritor recorrió, muchas veces, las diversas comarcas tacneñas por la huella que hay en sus textos que, precisamente, describen ello.
Estudió la primaria en la escuela fiscal donde su padre era a la vez profesor y director. Luego la secundaria hasta el tercer año en un colegio nacional. Hacia 1942 o 1943 se trasladó a la capital donde concluye su escolaridad en los colegios  Claretiano y José María Eguren de Barranco.
Muchos de sus biógrafos hablan de expulsiones del plantel tacneño y en el de religiosos capitalino porque, precisamente, el alumno defendió ideales de justicia y de democracia, mientras que los maestros se sobrepasaron en abusos (Tacna) y en apoyar al régimen dictatorial de Franco en España (Lima). Rose no pudo aguantar tales tropelías.
Por su oposición a la tiranía de Odría, de manera constante, fue exiliado en México.  Allá por esas tierras lejanas conoció a Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara con quienes estuvo a punto de embarcarse en el yate Granma, el barco que en 1956 llegó rutilante hasta la isla   y se inició la revolución cubana.


Uno de sus exitosos libros.

EN SAN MARCOS
 Según César  Lévano, periodista y amigo del vate, éste dijo: “fracasado como guerrillero,  me dediqué a bohemio”. Con mesa separada en el famoso bar de los intelectuales, “El Palermo”,que estuvo situado con prestigio interminable en la avenida La Colmena del centro de Lima, “El Juanito” de Barranco y muchos otros más.
Pero antes, en 1945, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí se impregnó de ideas y posiciones revolucionarias, las que vivió con intensidad y pasión al mismo tiempo que su inclinación poética empezó a manifestarse.
En cuanto a política activa, muchas veces negó su militancia aprista. Si aceptó haber sido comunista, explicando que fue elegido miembro de la Federación de Estudiantes del Perú con votos del denominado Partido del Pueblo.
Sin embargo cierto es  que una vez, en el local aprista de Alfonso Ugarte invitado por el dramaturgo Carlos Tosi que militaba allí, Haya de la Torre se le acercó amenazante, muy serio y  le preguntó mirándolo fijamente a los ojos: ¿Usted fue aprista? 
LA RESPUESTA
El poeta inmutable y tajante, sin quitarle la cara, le contestó: “Usted también, ¿verdad?, aludiendo a las traiciones de esa agrupación que paso, con facilidad,  de posiciones progresistas  a otras de corte conservador y derechizante.
El Jefe máximo, según contó el propio Rose, en esa oportunidad no ocultó su molestia de recibir tal respuesta y comenzó a hablar de otra cosa, demostrando a las claras que no tenía mucho sentido del humor.
En sus inicios como estudiante universitario, sus poemas comienzan a  aparecer y su figura se hizo presente en los recitales de la época. También intervino como militante convencido en vibrantes manifestaciones, agitados  debates y enfrentamientos entre fuerzas e ideas políticas contrarias. Hizo periodismo y se desempeñó como Auxiliar de Cátedra en Castellano y Literatura. En 1958, obtuvo el Premio Nacional de Poesía.
Perteneció a la promoción de vates de fines de la década de los 40 y comienzos del 50 que dieron realce a la Literatura nacional como Gustavo Valcárcel, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eilson, Sebastián Salazar Bondy, Blanca Varela, Alejandro Romualdo, Washington Delgado, Carlos Germán Belli, Francisco Bendezú, Leopoldo Chariarse, Manuel Scorza y  Pablo Guevara.
Mestizo, de baja estatura,  mejillas infladas, cara triste, voz apagada. Hombre sensible de pasiones y de costumbres. Una de ellas la acompaño casi hasta el final de su vida. Su constante afición permanente por libar bebidas alcohólicas, habiéndose sometido, ya muy tarde, a tratamientos y desintoxicaciones. Por ello  mismo, una cirrosis constante y galopante se lo llevó de este mundo, dejando a las letras peruanas vacías y de duelo compungido.


Pasó su infancia en Tacna.

POEMAS
Uno de sus poemas se llama “Exacta Dimensión” que dice así: “Me gustas porque tienes el color de los patios/de las casas tranquilas…/ y más precisamente:/me gustas porque tienes el color de los patios/de las casas tranquilas/cuando llega el verano…/y más precisamente:/me gustas porque tienes el color de los patios/de las casas tranquilas en las tardes de enero/cuando llega el verano…/y más precisamente:/me gustas porque te amo/para mi María Bonita”.
Otro de ellos denominado “Gastronomía”: Para comerse a un hombre en el Perú/ hay que sacarle las espinas/ las vísceras heridas/ los residuos de llanto y de tabaco/ Purificarlo a fuego lento/ cortarlo en pedacitos/ y servirlo en la mesa con ojos cerrados/mientras se va pensando que/nuestro buen gobierno nos protege/ Luego/afirmar que los poetas exageran Y como buen final/ tomarse un trago. 
VALSES
Su poesía está enmarcada en la vertiente social. Hay, sin embargo en su creación, una continua depuración formal y un espiritualismo creciente de cuño personal, según la opinión del connotado poeta y crítico Washington Delgado.
De acuerdo a la opinión del que fue maestro sanmarquino, lo escrito por Rose alterna la preocupación por los grandes problemas sociales, humanos y revolucionarios del Perú con la expresión de una intimidad lírica llena de sentimientos y de pureza. En el poeta se podrían delimitar dos maneras o estilos y dos temáticas diferentes pero no necesariamente opuestas. Su acercamiento al mundo objetivo y su lirismo íntimo brotan de la misma fuente.
Entre sus obras poéticas sobresalen: “La Luz Armada” (1954) “Cantos Desde Lejos” (1956), “Simple Canción” (1960), “Las Comarcas” (1964), uno de sus textos más elogiados, “Hallazgos y Extravíos” (1968), “Cuarentena” (1968), “Obra  Poética” (1974) “Informe al Rey y Otros Libros Secretos” (1976) y “Camino Real” (1980). Sus piezas teatrales que destacaron fueron: “Operación Maravillosa” (1961), “Carnet de Identidad” (1966) y “Un momento con Javier” (Heraud)
Compuso  valses criollos peruanos como “Felipe de los Pobres” (Pinglo), “Pescador de Luz”, “Si Un Rosal se Muere”, quizás el más popular, “Tu Voz” y “Por una Ventana Dormida” que fueron interpretados por diversos cantantes, sobre todo Lucha Reyes y Tania Libertad.
Felipe de los pobres/tu musa es jaranista/antes de que se fuera tu ultima cantar/colgaste en las estrellas tu guitarra/en el cielo de un barrio popular./ En cada noche un  vals de Felipe,/ limeño pinturero y palangana/ quebrando en dos la cinturita firme/que se desliza al son de la jarana./ En cada barrio un vals de Felipe,/ palomilla de  costillas musicales/que es trovador de calcetines rotos/de una niña prisionera en sus cristales
ACERCAMIENTO
Y que venga otro vals porque no hay primera sin segunda, como dice la marinera... Si un rosal se muere/herido de aromas/y se hunde en el polvo/su rosa mejor,/ el jardín recoge/aquel mismo aroma/ y sobre el olvido/ dibuja una flor./ Si un amor nos quita/ la luz de la vida/ y en la despedida/ nos llega un dolor/ la vida recoge/ la luz de esa herida/ y en la despedida renace otro amor.
Con sus canciones,  acercó la poesía al pueblo. En  1971 conoció al compositor Víctor Merino y decidió mostrarle algunos versos que el artista, impecablemente, los musicalizó. Los dos inclusive se presentaron a  concursos y ganaron varios festivales como el de Trujillo, el de la Canción Peruana y el de la Amazonía con el tema, “Un Anzuelo Junto al Río”.


Verso celebre.
IMPECABLE
Posteriormente grabaron un disco titulado “El Mismo Puerto”,  cantados por Tania Libertad. También fueron los autores de un video que lo presentó, como primicia, Mario Vargas Llosa en su programa para la televisión “La Torre de Babel”. El poeta hizo además, conjuntamente con el periodista Mario Campos, una serie de conciertos y recitales en las universidades y  varios centros de espectáculos de Lima.
Como periodista trabajo en los diarios “Ultima Hora”, “Expreso” y “El Observador” . En cada  mesa de redacción de esos medios de comunicación destacó como un fino, preciso y versado “titulero”, denominación técnica y periodística que se les da a aquellos profesionales que se dedican, exclusivamente, a crear los titulares de las noticias.
 El poeta escribía, asimismo, artículos de opinión,  comentarios y columnas. Su producción periodística alcanzó también a la revista “Caretas” donde, entre otras habilidades, fue el autor de la columna cultural “Apuntes en  Lápiz, entre muchas otras publicaciones
Aquí  va “Tocata y fuga” de su creación: “Te busco muerte. Te busco/ y no te encuentro/ Entre la nada te busco/ y te busco entre la gente/ Y no te encuentro/ Pero cuando tú/me busques…/ todo será diferente…
También “Las Cartas Secuestradas” que escribió desde el exilio de México. Aquí se refiere a la soledad extrema del desterrado. Hay una capacidad evidente para trascender a la anécdota y calar en el sentimiento más hondo, en suerte de operación existencial:
Tengo en el alma una baranda en la sombra./ A ella diariamente me asomo, matutino,/a preguntar si  ha llegado carta; y cuantas veces/ la tristeza  celebra con mi rostro/sus operas de nada./Una carta./Que me escriba una carta la que me hizo/los ojos negros y la letra gótica/que me escriba una carta aquella amiga/analfabeta de pasión cristiana/duraznos de mi tierra: que me escriban,/ y redacten una carta pequeñita/ mi hermana abecedaria y pensativa.
Muertos los de la infancia/ que se fueron/dormidos entre el humo de los flores,/novias que se marcharon/bajo un farol diciendo eternidades/amigos hasta el vino torturado/¿No hay una carta para Juan Gonzalo?/Si no fuera poeta/ex presidiario,/ extranjero hasta el colmo de la gracia/descubridor de calles en la noche/coleccionista de apellidos pálidos:/quisiera ser cartero de los tristes/para que ellos bendigan mis zapatos./
Que los cojos me narren su muleta,/y el enfermo me cuente de su almohada/Y me pidan prestada mi sonrisa/pero en carta de amor certificada./el día que me muera: ¿en una piedra?/el dia que me duerma: ¿en una cama?/ que me llenen de cartas la camisa/ para asfixiarme de palomas blancas/ También de palomar se muere un hombre/cuando sabe vivir por una carta. 
LA CARTA
Notamos a las claras que el destierro le fue duro para el poeta pero, sin embargo, persistió en escribir con fuerza y sobre todo calidad. Por aquella época, le salió del alma aquel poema  escrito a la hermana titulado “Carta a Maria Teresa” con una ternura inagotable y denunciando con fuerzas las injusticias sociales:
Para ti debo ser, pequeña hermana/el hombre malo que hace llorar a mamá/ ¿Por qué he debido amar/la rosa y la justicia/el mar y la justicia/la justicia y la luz?/Mas una tarde hermana/te han de herir en la calle/los juguetes ajenos;/la risa de los pobres/ceñirá tu cintura/ y andando de puntillas/llegará tu perdón./Cuando esa hora suene/ y se empadrine en padre mi orfandad,/iremos de la mano/por las calles de Lima/en trinidad de gozo:/la risa de mamá.
Usó mucho en sus poemas la ironía contra la historia oficial del país. En este caso recurre en lo que titulo “Confidencia” del libro “Informe Al Rey” a la figura del conquistador español Francisco Pizarro, cuyos restos están en la principal iglesia de la capital peruana. El poder militar, el poder  político y el religioso son despachados en este poema irreverente:
Arnold debo contarte que en mi país hay una catedral donde las golondrinas musitan/se besan y se cagan/y en esa catedral hay un cadáver de lonjas ya maduras perfumado/cual nunca lo estuviera en la milicia que eligió por oficio/ es el cadáver de un ladrón que tuvo permiso para matar…/debes haber oído su nombre en las tabernas/melancólicas que bordean el Támesis:/don Francisco Pizarro español ganapán./pellejo duro, devoto hasta las cachas.
TROVADOR
Para el crítico José Miguel Oviedo, Rose era una especie de trovador moderno, un romántico aventurero que sabía celebrar la belleza de la vida o quedar traspasado por su melancolía o tristeza. Tenía un elemental don para el ejercicio de su oficio. Lo que  lo hacía elegante sin ser  rebuscado o parecer sencillo, Creó una seductora línea melódica en sus versos.
Recorrió toda la América Central durante su exilio en México y había estado en Nicaragua frente a la tumba de Rubén Darío, a quien consideraba el padre de la poesía latinoamericana por su tono que no era ni español ni hispanizante que había instalado toda una sinfónica dentro de su poesía que sonaba como ninguna, con sus bronces, sus maderas y sus cueros.
Por los años 60, el autor de los guiones de uno de los programas de mayor éxito en la televisión  peruana llamado “Esto es tu Vida” y conducido impecablemente por el mejor maestro de ceremonias que hayamos tenido en el Perú, el incomparable Pablo de Madalengoitia.


Con poetas de la talla de Valcárcel, Calvo y otros

PERSONAJES
El programa, transmitido por Panamericana Televisión, consistía en contar minuciosamente la vida de un determinado personaje famoso. Por allí pasaron, entre otros, Víctor Andrés Belaúnde que presidió la Organización de Naciones Unidas, Walter Ledgard  Jiménez “El Brujo” famoso nadador, Gladys Zender  Señorita Universo 1957, la impecable cantautora Chabuca Granda, el legendario futbolista Teodoro ”Lolo” Fernández”  el renombrado actor Lucho Córdoba afincado en Chile y el  famoso cajoneador, Victor “Gancho” Arciniegas.
En cumplimiento de esta labor, Juan Gonzalo dirigió un afiatado grupo de periodistas que realizaba la investigación correspondiente integrada por Hugo Neira (Jefe de Redacción), Carlos Franco, Rodolfo Loayza, Edgardo Tello, Rodolfo Hinostroza, Carlos Mino Jolay, y Mario Lente.
Muchas anécdotas se cuentan sobre el sentido drástico, duro, inteligente que el vate mostraba a las claras, en un ejercicio del humor negro de su personalidad. Una de ellas fue la que protagonizó en el Bar “El Jinete” de Pueblo Libre con un grupo de amigos tomando  unos tragos. Un abogado impertinente y, ya bajo los efluvios del alcohol, le pedía, a cada rato,  que recite uno de su poemas. Hasta que el contestó molesto: “Está bien pero tu recítame el Código Penal”. El letrado no insistió más.
DESPIDO
Su genialidad era inagotable. En una oportunidad un búfalo aprista le pegó a un profesor de izquierda por haberlo dejado mal parado en un debate sobre Mariátegui y Haya de la Torre. A Juan Gonzalo, que era el encargado de poner los títulos en el diario ”Expreso”, insertó en la portada del medio:“Búfalo vil agrede a profesor”, haciendo referencia al famoso Bufallo Bill del lejano oeste.
Otra anécdota.  El poeta había organizado, en el Instituto Nacional de Cultura (INC), una exposición de una joven pintora sobre el pensador José Carlos Mariátegui. Sandro, hijo del Amauta y Congresista  belaundista de la República, asistió a la muestra y sin saludar a la expositora empezó a examinar, minuciosamente, cada uno de los cuadros. Terminado su cometido sin el menor reparo y respeto a la pintora sentenció: “Estos cuadros no se parecen a mi padre. Juan Gonzalo le respondió inmediatamente y con precisión: ¡“Usted tampoco”!
A propósito del INC donde trabajaba ganando 10 mil soles mensuales en cargo profesional de su especialidad, lo despidieron injustamente sin darle jamás una explicación o razón para tal drástica medida. En tiempos  de que dicho organismo estatal era dirigido por el pintor, de origen troskista, Francisco Abril de Vivero.


Tania Libertad amiga del poeta y cantante de sus valses criolllos
ALQUIMIA
Un Juan Gonzalo romántico y enteramente amoroso.” Marisel”: Yo recuerdo que tu eras/como la primavera trizada de las rosas,/o como las palabras que los niños musitan/ sonriendo en sus sueños/ Yo recuerdo que tú eras/como el agua que beben silenciosos los ciegos,/o como la saliva de las aves/cuando el amor las tumba de gozo en los aleros./ En la última arena de la tarde tendías/agobiado de gracia tu cuerpo de gacela/ y la noche arribaba a tu pecho desnudo/como aborda la luna los navíos de vela./ Y ahora Marisel la vida pasa./ Sin que ningún instante nos traiga la alegría/ Ha debido con nosotros morirse el tiempo,/ o has debido quererme como yo te quería.
En  contraposición, el mismo Juan Gonzalo drástico, politizado y desafiante versó lo siguiente: Año nuevo en la sangre de los asesinados/Año nuevo en la sala de tortura/ y en el ojo del hombre prisionero/ No tienen año nuevo los pueblos como el mío/será nuevo el paisaje, pero la misma ausencia/será  pañuelo blanco, pero la misma lagrima:/ será nueva la mortaja, pero distinta muerte (“Salutación”)

Poeta de la alquimia combinatoria y de la comunión con lo desconocido. Hizo circular de mano en mano la palabra embellecida. Solo y triste siempre pero afectivo y denunciante para sus lectores. La vida se le fue rápido. Pero aquí están sus obras para siempre y en toda ocasión. Era, definitivamente, un poeta inmortal que es obligatorio recordarlo. (E de N)

3 comentarios:

  1. Que belleza de poemas. Que hombre para ser único. Y que sufrimiento humano. Juan Gonzalo Rose tiene un lugar preferente en la Literatura peruana. Comunicador nato, poeta de corazón. Nicolás Jerovic.

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  2. En 1973, era redactor en el diario «El Callao», que quedaba en Calle Constitución al costado del Pasaje Ronald. En ese tiempo, una estudiante de lo que era la Universidad Técnica del Callao, imitaba a nuestra diva, quería ser cantante. Pero no pasó de ahí. Como redactor asistí a algunos de sus conciertos por entonces. Sus canciones predilectas era: Juan Gonzalo Rose (*Tacna, 10 de enero de 1928 - † Lima, 12 de abril de 1983), fue un poeta, dramaturgo, compositor y periodista peruano. Es considerado uno de los máximos exponentes de la Generación de 1950. En su obra poética está presente tanto el tema social como el amoroso. Como compositor fue autor de las letras de populares valses criollos como «Felipe de los Pobres», «Pescador de Luz», «Si un rosal se muere», «Tu Voz», etc.

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