No les va bien a los países, ni menos a sus poblaciones, cuando está en peligro o desaparece la libertad de expresión y de opinión, como motor de la vida democrática. Por eso está en la picota Venezuela con el régimen del gorila Hugo Chávez que arremete a fondo contra la prensa independiente y en esa nación no se sabe, con precisión, lo que efectivamente pasa. ¿Hasta cuándo lo aguantamos señor Chávez?
Resulta que en el país de Bolívar donde se realizarán elecciones parlamentarias el próximo 26 de setiembre, los medios escritos durante un mes están imposibilitados de publicar fotografías y otras imágenes violentas, según la decisión de un tribunal de justicia manejado a su regalado gusto por el gobierno dictatorial y autoritario que lleva la indebida etiqueta de “revolución bolivariana”.
La prohibición deja de tomar en cuenta un hecho evidente que a las claras se trata de esconder: Caracas es la ciudad más violenta de América Latina, con una tasa de 140 homicidios por cada 100 mil habitantes. Tan sólo en el 2009 ocurrieron 16 mil homicidios en Venezuela. Es decir, un promedio de 44 muertes al día. Dos cada hora.
Hugo Chávez: dictador de marras.
Se trata de un explosivo incremento desde los 4,600 registrados en 1999. Es decir hace once años cuando Chávez llegó al poder e instauró este régimen insólito de persistentes y constantes medidas de fuerza autoritarias.
El pretexto, en esta oportunidad, ha sido proteger a los niños y adolescentes como pretexto evidente para distorsionar la realidad de la violencia por faltas de medidas gubernamentales.
Pero lo evidente es que se trata de no perturbar la campaña oficialista de los referidos comicios en que el chavismo busca conservar su mayoría. He aquí la verdad monda y lironda.
Los tribunales actuaron con una rapidez inusual y sancionaron al diario caraqueño “El Nacional”, aparentemente por haber publicado una polémica fotografía que refleja el grado de inseguridad local. Al periódico se le demandó judicialmente, se le multó con una suma gigantesca y se le prohibió publicar “informaciones violentas de sangre, armas, terror y agresión física”.
ERRORES
Borrón y cuenta nueva y la medida se extendió a todos los medios escritos. Como se ha hecho anteriormente con la televisión que también pasa por las horcas caudinas de la censura persistente.
Evidentemente que lo que se quería es tapar el sol con un dedo porque lo publicado era lo que exactamente pasaba, graficándose con crudeza-eso sí- el grado de violencia que azota a los venezolanos.
El chavismo considera indebidamente que el periodismo independiente genere campañas para favorecer a la ciudadanía, en el campo de la seguridad. Considera,equivocadamente, que son desestabilizaciones orientadas a mancillar el buen nombre del régimen o de coludirse con la oposición venezolana para despreciarlo interna y externamente. Cuando lo único que hace es reflejar la realidad. Lo que efectivamente pasa en la tierra bolivariana. Nadie inventa nada.
Por supuesto que, hasta ahora, el gobierno poco ha hecho contra la delincuencia que ataca en forma persistente a la población. Si se ha actuado, con contundencia y precisión, contra los que precisamente denuncian la situación. Es decir, la prensa independiente.
Muy difícil será para los medios de comunicación publicar asuntos relacionados con la violencia, mientras estén vigentes estas medidas que imponen límites muy vagos e imprecisos. Eso, por donde se le vea, es censura y cortapisas para pretender dictar a la prensa qué debe y qué no debe publicar.
ESPACIOS EN BLANCO
Chávez, irresponsablemente, considera que en las críticas por la creciente inseguridad hay un manejo politiquero y pornográfico del tema de la violencia y la criminalidad. Habráse visto. “Este tema de la violencia, del crimen se ha convertido en un factor antirrevolucionario de peso”, dijo con cinismo imperdonable.
El diario venezolano sancionado injustamente.
Mientras tanto, el diario El Nacional sigue persistentemente informando y saliendo a las manos de sus lectores. Ha colocado varias veces la palabra censurado en espacios en blanco donde debería ir una foto.
Lo hizo en primera página inclusive cuando explicó que no podía poner, por la ley insólita vigente, una foto de un padre llorando por un hijo que ya no tiene, según un breve texto en el que explicó la situación.
“Si aquí hubiese otra imagen usted vería a dirigentes políticos exigiendo ante la policía cifras de lo que no se puede publicar”, según se señala debajo de otro espacio en blanco de una de las páginas del periódico. Una forma poco usual de hacer periodismo que solo se explica por la mordaza existente.
Cabe explicar que los contenidos periodismos, publicados en los últimos tiempos en Venezuela por los diferentes medios de comunicación, nunca atentaron contra el bienestar psicológico de los niños y los adolescentes.
De ninguna manera la fotografía de un policía armado en la calle, las maniobras de un soldado o el anuncio de la muerte de una persona atentan contra nada. No hay peor ciego que el no quiere ver. Señor Chávez, por última vez, le preguntamos: ¿Hasta cuando tanto abuso?
viernes, 27 de agosto de 2010
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Edgardo: Lo que sucede en Venezuela hay que confrontarlo con los errores de los partidos políticos venezolanos, quienes creyeron que podian abstenerse de participar en las anteriores elecciones parlamentarias, lo que dieron lugar a que el partido de Chavez ganara el cien por ciento de las curules congresales, de las que ha perdido unas pocas que han salido del oficialismo para pasarse a una tibia oposicion, que esta al margen de los grandes partidos politicos venezolanos.
ResponderEliminarRecuerda que el fenómeno Chávez es producto del fracaso y corrupción de los grandes partidos políticos tradicionales de Venezuela, tales como el aprismo de acción democrática venezolana y la democracia cristiana del COPEI venezolano.
Esperemos que los partidos AD y COPEI puedan lograr concensos y enfrentar a un Hugo Chávez desgastado con tantos años de gobierno sin real oposición. Un abrazo. Cesar Carmelino H.
Amigos: Lo que sucede en Venezuela es de ripley, el propio Chávez tiene que inventarle la agenda a la oposición, no hay talentos, no hay ideas. El nivel de la política ha descendido al inframundo. Muy difícil salir de ese nivel, excepto con situaciones límite, como el Perú después de Velasco o Fujimori.
ResponderEliminarTal vez el error del presidente Chávez es partir del enfrentamiento y desde el poder para hacer política. El mejor ejemplo de lo que puede suceder en Venezuela, es Chávez. Quien ha ido construyendo una ideología intentando seguir la huella de Fidel o del Che. Aun cuando las revoluciones no estén de moda en el mundo, como aquellas de los años 50 y 60, ahora la economía es el eje central de la actividad humana, ya lo decía Marx, quien también dijo que la revolución se produciría en Inglaterra y resultó explotando en Rusia, por la miseria de un pueblo pobre y de una realeza déspota.
En Venezuela no hay partidos políticos, ni grandes ni pequeños, incluyendo al PSUV. COPEI y AD son simple recuerdo de opulencia, buenos negocios y gente hablando hablando de yates y el penthouse en USA o Europa. Ahora solamente hay pequeños barones con una pequeña dosis de poder y ciudanos esperanzados (interesados) en llegar al poder para hacer fortuna. Casi como aquí. Aunque nuestro país sea refugio de algunos prófugos.
En Venezuela no hay consensos posibles, menos en los responsables (COPEI y AD) que Chávez esté en el poder. Los mismos que apostaron porque caía y el señor Carmona Estanga recuperaría el terreno perdido. Esos mismos seguirán siendo responsables porque no han sido capaces de construir una oposición de ideas y programas concretos.
En todo caso, esperamos los resultados de las próximas elecciones, en las que algunos dicen que ganan y otros que no pierden.
Al final que se imponga la inteligencia y lo mejor para todos nuestros amigos de América Latina.
Me despido felicitándolo por su blog, buen trabajo. Le sugiero analice el fenómeno brasilero, donde la gente no quiere que Lula se vaya. Alli tampoco parece que la política sea un valor cívico, pero el pragmatismo brasilero funciona.
Un saludo. FP