La extensa provincia loretana que
cruza el Ucayali engrosando su caudal en la medida que avanza aguas arriba,
lleva el nombre de un ilustre peruano: Coronel Portillo. A más de combatiente,
autoridad y viajero fue un visionario. Un descubridor de horizontes ya que
afirmó más allá de la quimera,-tras la espesura de la manigua, la hostilidad de
los climas, la turbulencia de los ríos-, la superficie real y física de la
Amazonía.
Porque se debe, sobre todo, a
Pedro Portillo, el ensueño magistral de reafirmar sobre el terreno, señalando
hitos, las extensiones de nuestra selva que se debatían en tratados
internacionales. Su terco patriotismo,
su ilimitada vehemencia, su porfía, lo impulsaban a defender aquello que él
decía es peruano desde los orígenes de la nacionalidad. Suelo y bosque, río y
cielos del Perú.
Gran constructor de este país, Portillo
hombre culto e ilustre, estadista emprendedor y honorable, pujante promotor de
empresas materiales y espirituales, no es notoriamente conocido. El historiador
Jorge Basadre, sin embargo, le dedica dos capítulos en su “Historia de la
República”, no sólo para recapitular sus gestiones en la Prefectura de Loreto y
Ayacucho sino su intervención como Ministro de Fomento, resaltando sus dos
gestiones, durante los años de 1891 al 1896 y luego de 1901. Fue sabia y
afirmativa su administración de tan vastos como enmarañados territorios.
Pedro Portillo
Pedro Portillo
PLANOS
Raúl Porras Barrenechea señala
que Portillo fue “el gran coordinador de las investigaciones de la inmensa red
fluvial del Amazonas, recorriendo sus afluentes levantó los planos del curso de
estos ríos a base de observaciones astronómicas y formando con ellos un Mapa
General del Perú (1906) y el Atlas de Loreto (1908),que prestigian la
cartografía de su época. Entre sus colaboradores aparecen los marinos Pedro
Buenaño, Oscar Mavila, Germán Stiglich, Zavala, Donayre, Enrique Espinar, Numa
León, R. Rossel, Kruger, el explorador Hassel, Camilo Vallejos y Carlos
Hoempler.
Portillo puso las bases del
conocimiento científico de la hidrografía amazónica, a la vez que los hitos de
la posesión peruana en todos los afluentes septentrionales del Marañón.
De otro lado, Víctor Andrés
Belaúnde afirma que Pedro Portillo no sólo fue un administrador progresista y
celoso, sino el valiente explorador de casi todos los ríos de la región, entre
ellos el Marañón, Ucayali, Amazonas, Putumayo, el Yurúa, el Pachitea, el Tigre,
el Morona y el Pastaza. El puso su despacho prefectural en los vapores, las balsas
y canoas que remontaba para tomar directo conocimiento de la realidad de
aquellas comarcas.
El Coronel Pedro Portillo nacido
en Huacho en 1856 fue uno de los sobrevivientes del combate de Arica el 7 de
Junio de 1880. Como Prefecto de Ayacucho inició y llevó a cabo una expedición
el 18 de Mayo de 1900 que exploró las montañas del departamento, centro de
posibles desarrollos de grandes alcances regionales y nacionales, y navegó los
ríos Apurímac, boca del Mantaro, Ene, boca del Perené, Pachitea y Pichis.
PREFECTO
Entre Junio de 1901 y Agosto de
1904, Portillo tuvo a su cargo la Prefectura de Loreto. Su labor alcanzó el
relieve de lo notable. Viajó de Lima por la vía del Pichis, salió el 15 de
Abril y llegó a Iquitos el 4 de Junio. No fue esta ruta la que satisfizo más a
Portillo sino la de Paita al Pongo de Manseriche y, en el centro, la del
Perené. Desde Iquitos, Portillo fue un gran explorador de la zona, navegó por
los ríos Marañón Amazonas, Yavarí, Putumayo, Napo y la parte baja de los ríos Tigre, Morona,
Pastaza, Cangaza, Apaca, Potro y Cahuapanas. Así como por todo el Bajo Ucayali,
el Chamaya, parte del Alto Yurúa, el Pachitea. Usó para ello la canoa, la
balsa, la lancha y el vapor de distinto calado. Estudió la navegabilidad de
estas vías, las distancias a Iquitos calculadas en horas de navegación y las
condiciones sanitarias de la zona visitada.
Cuando ejerció el cargo de
Prefecto de Iquitos, siendo Presidente
Eduardo López de Romaña, se le recomendó oficialmente que no se ausentara por
mucho tiempo de su fresca oficina. Pero él no era un funcionario para presidir
actos oficiales en sillones de raso y cuero, ni para ser primera autoridad de
una capital que más se comunicaba con Europa que con Lima, la Iquitos de la era
del caucho que brindaba bailes con champán francés. Portillo se abalanzó de
nuevo a los ríos y navegándolos días enteros descubrió sus cauces y canales y los
territorios que lo orillaban.
Extendió la diestra a los
nativos, les llevó medicinas y herramientas. Fue un misionero laico que en
lugar de la Biblia llevó los códigos para leer y enseñarles y las Winchester
para hacerlos respetar.
Una vista hermosa de Pucallpa, la capital de Coronel Portillo
Una vista hermosa de Pucallpa, la capital de Coronel Portillo
MAPA Y ATLAS
Pero, Portillo hizo mucho más,
elaboró el Mapa General del Perú y formó el atlas del departamento, verdadero
monumento geográfico. Esta excelsa obra científica y política se coordina con
la obra histórica y científica del Archivo de Límites del Ministerio de Relaciones
Exteriores, que de 1899 a 1930 dirige y encauza las actividades cartográficas,
exhuma documentos y viejos mapas, prepara las pruebas de la posesión
territorial, ordena levantamientos y exploraciones, traza nuevas cartas con los
hallazgos históricos y geográficos y las líneas de los tratados o de las
demarcaciones definitivas. Gracias a este archivo se levantó la mejor mapoteca
peruana existente hasta hoy.
Pedro Portillo defendió la
soberanía peruana en territorios en litigio al establecer puestos y lugares de irradiación. Obra suya fueron,
por ejemplo, la comisaría de Tarapacá en el Putumayo y la subcomisaría de Arica
y el caserío de Tacna en la misma región. Puerto Portillo fue erigido en el Alto
Yurúa. La penetración extranjera se
detuvo. El prefecto avizor fue tan opuesto a ella, como los crímenes de los
gamonales.
Y porque creía que era portador de una misión
superior fundaba puestos fronterizos y construía escuelas a las que él mismo
conseguía sencillas carpetas y textos indispensables. Amoroso de los puertos
fluviales, los bautizaba con los nombres de Grau y Raimondi.
COLONIZACION
Otro aporte suyo fue señalar los
lugares y las zonas que, a su juicio, eran los más propicios para las pacíficas
y fructíferas batallas de la colonización en los terrenos de los ríos Ene,
Tambo y Urubamba que desembocan por la orilla izquierda del Alto Urubamba y sus
afluentes y en todo el Alto Marañón con
sus afluentes Santiago, Cangaya, Huarico y Nieva.
Un hecho que demuestra su
honestidad como político lo revela el elogio que le hiciera el Senador
arequipeño, Juan José Reinoso, en el Parlamento al exclamar: “Ha sido Prefecto de
Loreto y ha regresado pobre.
El más vibrante ensueño del Coronel Pedro Portillo fue afianzar no sólo en
el hito tácito, sino en el material, los límites del Perú amazónico. Delineó
las fronteras que consideró inviolables y definitivas. Tuvo el panorama de una
Amazonía integrada por el progreso de la comunicación y los transportes a las
hondas raíces de la entraña misma del Perú.
Fallece tranquilamente en la
ciudad de Lima, en 1916. (Jorge Donayre Belaúnde)
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