El golpe de estado de Rashid Alí
en Irak fue la primera señal de alarma que reveló la actividad del Eje en
Oriente Medio. Dos meses después, el
temor de su penetración en otra zona vital impulsó a Inglaterra y a la Francia
Libre a invadir el territorio sirio, que a la sazón seguía fiel al gobierno de
Vichy. Fue una campaña de muy duros combates en el desierto, y en la que lucharon
con especial bravura, los que defendían a la Francia de Vichy.
Después de la Primera Guerra
Mundial y de la firma de los tratados de paz de Versalles y San Remo, Francia,
por mandato de la Sociedad de Naciones, se encargo de administrar en Siria y en
Líbano, una población de unos 3.650,000 habitantes.
De acuerdo con el mandato, Francia dividió el país en cuatro zonas: Siria, habitada preferentemente por musulmanes sunitas; la provincia de Laodicea, con una mayoría de alwitas, cuya religión es una mezcla de islamismo, cristianismo y paganismo; Líbano, donde la población es preferentemente cristiana y Yébel Druso, habitada por una secta semiislámica y belicosa, los drusos, que habían dado su nombre a aquella región entre cuyas asperezas vivían. Ya desde los comienzos del mandato francés (en la historia siria, el año 1920 se denomina Am al Nakba “el año de la catástrofe”), en Siria y en Yébel Druso se difundió un acusado sentimiento nacionalista, alimentado por el desprecio que se sentía por muchos funcionarios franceses y a los que se acusaba de despotismo y corrupción.
De acuerdo con el mandato, Francia dividió el país en cuatro zonas: Siria, habitada preferentemente por musulmanes sunitas; la provincia de Laodicea, con una mayoría de alwitas, cuya religión es una mezcla de islamismo, cristianismo y paganismo; Líbano, donde la población es preferentemente cristiana y Yébel Druso, habitada por una secta semiislámica y belicosa, los drusos, que habían dado su nombre a aquella región entre cuyas asperezas vivían. Ya desde los comienzos del mandato francés (en la historia siria, el año 1920 se denomina Am al Nakba “el año de la catástrofe”), en Siria y en Yébel Druso se difundió un acusado sentimiento nacionalista, alimentado por el desprecio que se sentía por muchos funcionarios franceses y a los que se acusaba de despotismo y corrupción.
En 1925-1926, el malestar se
manifestó abiertamente con la insurrección que se produjo en Yébel Druso contra los franceses,
insurrección que fue duramente reprimida. En 1930 se repitieron los disturbios
y la artillería francesa bombardeó durante dos días la ciudad sagrada de
Damasco. En 1936 se había sustituido el mandato por un “tratado de amistad y
alianza”. Pero el acuerdo, ratificado ya por el parlamento sirio, esperaba
todavía la ratificación francesa cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.
NEUTRAL
En Junio de 1940, tras el
derrumbamiento de Francia, a Siria se la declaró neutral. La mayoría de los
sirios políticamente maduros, en un principio indiferentes ante la guerra, se
sintió humillada por estar sometida a un país que había sufrida tan
espectacular derrota, tanto más cuanto
que después de la retirada de
Francia de la Sociedad de Naciones consideraba invalidada la base jurídica del
mandato.
Un mes más tarde, el gobierno
inglés se apresuró a aclarar la
situación. Gran Bretaña no estaba en guerra con la Francia de Vichy.
Pero tampoco podía permitir que Siria y Líbano fueran ocupados por una potencia
hostil o que su territorio sirviera de base para un ataque contra los países
que Gran Bretaña estaba obligada a defender.
A fines de agosto llegó a Siria
una comisión mixta ítalo-alemana para poner en vigor las cláusulas del
armisticio estipulado entre Francia y las potencias del Eje. Según tales
cláusulas, el Ejército francés del Oriente Medio fue progresivamente desarmado,
desmovilizado y repatriado, y en el país sólo quedó un contingente limitado, lo
suficiente para mantener el orden
interno, compuesto por algo menos de 35 mil hombres.
El General Wavell, temeroso de que Siria pudiera servir de base
para actividades subversivas en Oriente Medio, opinaba que los elementos
nacionalistas sirios, insatisfechos desde antiguo ante los demasiados lentos
progresos hacia el autogobierno podían ser utilísimos oponentes a una infiltración
eventual del Eje. En consecuencia, el
residente británico en Transjordania, sir Alec Kirkbride, se puso
secretamente en contacto con los representantes de Yébel Druso, y lo mismo hizo Glubb Pachá de la Legión Arabe, con las
tribus sirias.
En Octubre de 1940 llegó a
Oriente Medio el General Catroux, brazo derecho del General De Gaulle, para iniciar una campaña de
propaganda a favor de la Francia Libre. Afirmaba el General que Siria estaba
madura para un golpe de estado, del que sacarían grandes ventajas, no sólo la
Francia Libre, sino también los
ingleses. Pero en Noviembre el gobierno de Vichy envió a Siria un nuevo alto
comisario, el General Henri Dentz y a
partir de entonces los alemanes comenzaron a llegar cada vez en mayor número.
PERPLEJO
Wavell quedó perplejo ante la proposición del
General De Gaulle y de Churchill
respecto a que las fuerzas de la Francia Libre, que se encontraban en
Palestina, emprendieran una acción militar contra Siria. Juzgó todo aquello
como una sugerencia sin fundamento y hasta peligrosa, pues por aquellas fechas
las fuerzas de Francia Libre en Palestina consistían tan sólo en cinco
batallones y una sección de artillería. En cambio, el General Dentz contaba en
Siria con unos 35 mil hombres bien armados.
El Almirante Darlan, Ministro
francés de Asuntos Exteriores y brazo derecho de Pétain, no dejó lugar a dudas
de que su país estaba dispuesto a colaborar con el Eje cuando firmó una
detallada disposición de la ayuda que debía concederse a los alemanes en Siria
y en Africa del Norte. Consintió, basándose en los términos del armisticio de
Julio de 1940, en vender a los rebeldes iraquíes las tres cuartas partes del
equipo militar que existía en los almacenes sirios del Ejército. En
aprovisionar de carburante los aviones alemanes
e italianos en Siria. En conceder a las fuerzas armadas alemanas el uso del
aeródromo de Aleppo y de los puertos y ferrocarriles sirios, e incluso en
transmitir al Alto Mando alemán todas las informaciones relativas a las fuerzas
y planes británicos en Oriente Medio.
INCURSIONES
En El Cairo se juzgó que estaba
justificado un ataque de represalia ante aquel colaboracionismo activo con el
Eje en perjuicio de los intereses británicos. En consecuencia, a partir del 14
de Mayo, aviones de la RAF y de la RAAF (Royal Australian Air Force) que
formaban parte del mando de Oriente Medio, llevaron a cabo algunas incursiones
sistemáticas contra los aeródromos
sirios.
A fines de Mayo, al fracasar la
rebelión iraquí, el General Dentz en un
intento de desviar la inminente invasión británica de Siria ( que ya era el tema del día en
todo Oriente Medio) pidió a Darlan que ordenase que las misiones alemanas se
retiraran. Y en efecto, el 6 de Junio, los últimos aviones alemanes
dejaron Siria, junto con los oficiales y sus mecánicos. Los únicos que quedaron
fueron los oficiales del Servicio de Información, cuya presencia se
disimularía.
Es difícil no considerar con
simpatía y benevolencia la situación de los franceses de Vichy en Siria. El
General Dentz y los suyos dependían de
una comisión italiana, hacia la cual experimentaban unos sentimientos que es
fácil imaginar. Además, por orden de su Gobierno, debían colaborar
discretamente con los alemanes, a quienes odiaban y que habían vencido a su
país. Por último, estaban amenazados por un probable ataque por parte de Gran
Bretaña, el aliado que, según ellos, los había abandonado en Europa en 1940. El
segundo peligro que los amenazaba eran
las fuerzas del General De Gaulle,
considerados por los seguidores de Pétain como un rebelde contra el legítimo
gobierno de Francia.
Los soldados franceses en Siria.
Los soldados franceses en Siria.
REACIO
Todos los círculos militares y
políticos de la Commonwealth británica estaban de acuerdo respecto a la
necesidad de situar a Siria fuera del dominio de Vichy. Pero Wavell, que ya
había tenido que aprovechar hasta su límite extremo los recursos de que
disponía y que se resentía de la ausencia de la Habforce, destacada en Irak, se
mostraba abiertamente reacio a entablar una acción que juzgaba prematura y mucho menos quería emprenderla con fuerzas
insuficientes. Sin embargo, Churchill insistía en la necesidad de prevenir
la penetración alemana en Siria.
Aceptando lo inevitable, Wavell
ordenó al General sir Henry Maitland Wilson que enviase a Siria, el 8 de Junio,
un Cuerpo Expedicionario formado por tropas inglesas, de los Dominios y de la
Francia Libre. Apenas habían cruzado la frontera las primeras unidades cuando
el mando de Oriente Medio anunció, por radio, que fuerzas británicas y de la
Francia Libre estaban a punto de ocupar Siria con el fin de eliminar la
influencia que el enemigo ejercía sobre el país.
Dirigiéndose al pueblo sirio y al
libanés, el General Catroux anunció en
nombre del General De Gaulle, representante de la Francia Libre: “Vengo para
poner fin al régimen mandatario y para proclamaros libres e independientes”. El
Gobierno británico se vio implicado también en esta toma de posición por culpa
de unas declaraciones de sir Miles Lampson, embajador británico en Egipto.
Vichy replicó enérgicamente, negando toda colaboración con los alemanes en Siria, protestando por la
acción británica y advirtiendo que las fuerzas francesas se opondrían con las
armas a la invasión.
INSTRUCCIONES
El 8 de Junio dio comienzo la
invasión ordenada por Wavell y dirigida por Wilson, ambos reacios a hacerlo.
Tanto De Gaulle como Catroux habían proclamado que la resistencia sería sólo
parcial y que las tropas de Vichy capitularían apenas vieran el despliegue de
fuerzas. Pese a sus reservas personales y aunque preocupado por la evidente
desproporción entre sus fuerzas y la de sus defensores, Wavell decidió poner a
prueba las afirmaciones de la Francia Libre. A los jefes de las unidades
inglesas, australianas, hindúes y de la Francia Libre se les cursaron
instrucciones para que se aproximasen enarbolando la bandera blanca, que se
pusieran en contacto con los comandantes de Vichy y que intentasen entablar
negociaciones para evitar las hostilidades. Pero, como había sospechado
justamente Wavell, los franceses muy bien equipados y preparados, no mostraron
la menor intención de rendirse sin combatir ante un invasor inferior en número
y en medios y más aún por el hecho de que
con éste se alineaban franceses a los que consideraban traidores.
Militarmente, la región más importante de Siria y del
Líbano era “el ángulo sudoccidental”. La primera línea de defensa francesa
estaba formada por un cinturón exterior de centros de resistencia-entre ellos
Palmira, El-Suweida, Sheikh Miskin y El-Quneitra, en cuyos intervalos combatían
tropas móviles.
La tragedia de la guerra.
La tragedia de la guerra.
PLAN
El plan británico preveía que las
fuerzas aliadas se asegurasen la posesión de Damasco, Eayaq y Beirut y-si la
situación lo permitía- Homs y Trípoli, avanzando luego por las carreteras
utilizables. Wilson y Wavell daban mucha importancia a la conquista del
aeródromo de Mezze, cerca de Damasco. Pero el avance hacia la ciudad debería
desarrollarse por un terreno abierto, apto para la acción de los vehículos
acorazados y, en este aspecto, no se ignoraba la superioridad de los franceses
de Vichy. Estos contaban por lo tanto
con la ventaja de que su terreno era más favorable para la defensa que para el
ataque. Pues, dejando aparte la exigua faja costera, las tropas aliadas solo
podían operar en un terreno montañoso o bien por el desierto que se extiende al
Este. Algunos escarpados hacían imposible la utilización de vehículos y de Bren
Carrier.
Según el plan, la acción de los
aliados debería realizarse en tres fases:
·
Un avance principal, desde Palestina y
Transjordania, sobre Damasco. Con un avance paralelo a lo largo de la costa,
hacia Beirut.
·
Un avance efectuado por la Habforce que
procedente de Irak, se dirigiría hacia Palmira, atravesando el desierto.
·
Un avance desde Irak septentrional, realizado
por unidades de la División 10 hindú, que marcharía a lo largo del Eufrates con
la misión de ocupar Deir el-Zor y luego continuar en dirección a Aleppo. A un
segundo grupo que debería partir de Mosul, se le había asignado como objetivos
Hasseche y El-Qameshliye, en la región fronteriza entre Siria y Turquía.
TRAMPOLIN
El concepto estratégico del
General Wilson era, durante la primera fase, facilitar el avance a lo largo de
la costa mediante operaciones en la zona de Merj´Ayun, que serviría también de
trampolín para lanzar el ataque contra Rayaq, mientras que el avance hacia
Damasco se desarrollaría por Der´a y Kiswe. La conquista de El-Quneitra protegería el
flanco. El General Wilson subdividió sus
fuerzas de las que era comandante en jefe en tres grupos:
·
La División 7 australiana del General T.D.
Lavarack, reforzada con algunas unidades, entre ellas el Batallón III de la
Special Service Brigade (un comando) de guarnición en Chipre.
·
La agrupación de la brigada de infantería 5
hindú, con fuerzas agregadas de otras unidades comprendida la guardia de frontera
transjordana.
·
La División de la Francia Libre mandada por el
General Legentilhomme y compuesta por dos brigadas, una con batallón de la
Legión Extranjera y dos batallones de senegaleses, y la otra con un batallón de
fusiliers marins y dos batallones de senegaleses. Esta división estaba
incompleta en cuanto a armamento y medios de transporte. Se alineaba, además,
la Agrupación Collet, formada por dos escuadrones de caballería circasiana, uno
de spahis africanos motorizados y ocho carros de combate y autoametralladoras.
Ceremonia y desfile en plena convulsión
Ceremonia y desfile en plena convulsión
CREENCIA
La División 7 australiana de
Lavarack carecía de experiencia. En cuanto a carros de combate, solamente
poseía dos carros ligeros. Tampoco poseía ametralladoras y sus camiones sólo podían transportar dos batallones. Pero la aportación
de carros de combate, ametralladoras y
caballería montada, tras la asignación de algunas unidades de refuerzo, hizo
que Lavarack creyera que podría realizar una penetración profunda con columnas
móviles.
Su sector se extendía desde el Jordán
hasta la costa e incluía las dos carreteras principales que desde Palestina
conducían al Norte, hacia El Líbano. La que ascendía a lo largo de la lengua de
tierra formada por la frontera palestina, Lavarack la asignó a la Brigada 25
australiana, mandada por el General A.H.B Cox, con sus refuerzos de carros de
combate, autoametralladoras y artillería hipomóvil. La carretera principal, que
atraviesa el Líbano y lleva directamente a Beirut, es la costera, y se le
asignó a la Brigada 21 australiana del General
J. R. S. Stevens y a las unidades destacadas que formaban la columna
principal. Esta carretera está prácticamente dominada, en toda su longitud, por
colinas que se elevan bruscamente en la llamada faja costera, cuya anchura
máxima no pasa nunca de los 180 metros. En algunos puntos, las laderas rocosas
están tan próximas a la carretera que una simple demolición es suficiente para
bloquearla.
El apoyo aéreo lo constituían dos
escuadrones y medio de cazas, comprendido uno de la RAAF. Dos escuadrones de
bombarderos y un escuadrón de cooperación con el Ejército. En total, unos
setenta aparatos que operaban desde Palestina y Transjordania.
FUERZAS
Las fuerzas sirias de Vichy, como
ya se ha dicho, se calculaban en unos 35 mil hombres-restos del ejército
desmovilizado del General Weygand- casi
todos soldados expertos y muy bien preparados. En total, 18 batallones de
infantería colonial de soldados veteranos-tunecinos, argelinos, senegaleses,
marroquíes y Legión Extranjera. Y 20
escuadrones de caballería. Su gran ventaja sobre el adversario consistía
en su perfecto conocimiento del terreno
y ,sobre todo, en el hecho de que disponían de 90 carros de combate y 120
cañones de campaña.
Este ejército no era partidario
decidido de ninguno de los dos bandos en lucha (si bien los oficiales eran adictos a Pétain). Pero se sentía animado por
un fuerte orgullo profesional y sus
hombres estaban decididamente dispuestos, si se presentaba la ocasión, a
hacer algo que rehabilitase el buen nombre que el Ejército había perdido en Francia.
Y ahora la ocasión se la ofrecían aquellas fuerzas, relativamente exiguas, con
que los Aliados emprendieron la campaña de Siria. Las tropas de Vichy estaban
concentradas a lo largo de la frontera con Palestina y Transjordania y también
en Yébel Druso, en Damasco y en Beirut, con fuertes contingentes den ciertos
puntos avanzados, como los salientes de Der´a, Izra ´, Sheikh Miskin, El-Quneitra,
Deir el-Zor y Aleppo.
Disponían de 92 aviones. Pero en
el transcurso de la campaña recibieron constantes refuerzos desde Alemania e
Italia, de modo que, a mediados de Junio,
las fuerzas aéreas de Vichy ascendían a unos 159 aparatos de todos los
tipos.
PRUEBA
Los australianos cruzaron la
frontera en las primeras horas del 8 de Junio y avanzaron por la carretera
costera principal y a lo largo de los senderos de la zona de colinas,
dirigiéndose hacia Iskenderun (Alexandretta)
Rayaq y el río Litani. Un grupo
mixto de australianos y caballería del Cheshire Yeomanry, avanzó a su vez hacia
Tiro.
Muy pronto se pondría a prueba la
determinación de las fuerzas de Vichy. El intento de la Royal Navy de
desembarcar un comando en la orilla septentrional del
Litani, a unos 25 kilómetros de
la frontera, se había aplazado desde el alba del 8 de Junio a las 4 de la madrugada
del día 9, perdiendo así la acción el
importante factor sorpresa. El cometido
de este comando era impedir la destrucción del puente sobre el río y luego
defenderlo hasta la llegada de los australianos procedentes del Sur. Pero el desembarco encontró dificultades, ya desde su comienzo, pues chocó con una
enérgica oposición por parte de un destacamento de tropas coloniales francesas.
Durante el combate, el jefe del comando
resultó mortalmente herido, muchos de sus oficiales lo fueron también y se
perdió una cuarta parte de los efectivos. Cuando los australianos se encontraban
a 45 metros tan sólo del puente, los defensores lo hicieron volar. Entonces,
los hombres del grupo de desembarco se rehicieron y tras una serie de violentos
ataques y contraataques, el 10 de Junio cesó la resistencia francesa y los
vehículos pudieron cruzar el río por puentes sobreflotantes.
La fuerza de los tanques.
La fuerza de los tanques.
MARSELLESA
Mientras tanto la División 5
hindú del General Lloyd, en sólo tres días, había conquistado intacta la línea
férrea que corría al este del Jordán, hasta la altura de Der´a. Ocupó esta
ciudad y luego estableció un flanco defensivo en Der´a-Sheikh
Miskin-Izra´. Simultáneamente las fuerzas de la Francia
Libre, mandadas por Legentilhomme, atravesaron la frontera cantando La
Marsellesa y se dirigieron hacia Damasco, con el flanco protegido por la
Agrupación Collet que avanzaba hacia Fiq. Más al Oeste, el Batallón de Royal
Fusiliers y el Grupo de Artillería de campaña 9 australianos cruzaban el Jordán
y junto con la citada Agrupación Collet, ocuparon el Quneitra, a 21 kilómetros
más allá de la carretera hacia Damasco.
Durante el avance hacia esta
ciudad, los Aliados experimentaron más de un revés a consecuencia de la
inferior calidad de sus carros de combate y autoametralladoras. El Quneitra, conquistada
el 9 de Junio, se perdió una semana más tarde tras un contraataque de la
infantería enemiga apoyada por autoametralladoras y todo el Batallón de los
Royal Fusiliers se vio obligada a rendirse
porque había agotado sus municiones. El mismo 9 de Junio las fuerzas de
la Francia Libre llegaban ante Kiswe, cerca de Damasco. Pero su primer ataque,
lanzado el 11 de Junio, fracasó por completo y sólo la intervención de los Batallones
Punjab y Rajputana logró restablecer la situación.
COMBATE
Fue un encuentro pintoresco, en el transcurso
del cual se vio a las tropas hindúes servirse de improvisadas escalas de asedio
para superar el foso contracarro, de una
anchura de 4 metros y otros tantos de profundidad que rodeaba el pueblo. Una
vez salvado el obstáculo, entablaron violento combate en medio de los huertos y
de los árboles frutales, mientras un escuadrón montado de spahis se lanzaba a
la carga, acción tan osada como inútil contra el tiro de las armas automáticas.
La guardia de frontera
transjordana, con sus dos únicos fusiles contracarros, llevó a cabo auténticos
milagros en Izra´, contra los vehículos de combate del adversario. Pero aún así
se vio forzada a una retirada temporal. El 9 de Junio los australianos
conquistaron Merj´Ayun, importante centro estratégico. Pero el 15, el
enemigo después de una intensa preparación artillera, volvió a
ocupar el pueblo, del cual no se le pudo desalojar hasta el día 22. Por el
Oeste, mientras tanto, los australianos atacaban Sidon y consiguieron que los
franceses la evacuaran, sin provocar destrucciones en la ciudad.
El 19 de Junio, las unidades
hindúes de Lloyd, que avanzaban hacia Damasco y que ya estaban muy cerca de la
ciudad, se encontraron en una trágica situación. Los Batallones Punjab y Rajputana,
que habían conquistado Mezze, se
hallaban aislados, sin armas contracarros, sin carros de combate, sin
artillería, sin reserva de municiones, sin material sanitario y sin víveres.
Aunque todo esto se encontraba a
cortísima distancia de ellos, apenas a tres kilómetros y medio.
Violentos enfrentamientos
Violentos enfrentamientos
CONTRAATAQUE
Y en tal situación tuvieron que resistir el
peso de un contraataque lanzado con gran decisión por las fuerzas de Vichy, que
rodearon durante dos días el pueblo con sus carros de combate y un batallón de
Chasseurs d´Afrique. Estos de vez en
cuando se retiraban para permitir que la artillería batiera al pueblo con
puntería directa y luego estrechaban de nuevo el cerco. Cuando las compañías
hindúes de primera línea, habiendo agotado las municiones, se vieron obligadas
a rendirse. Las fuerzas de Vichy pudieron cercar “Mezze House”-una amplia
construcción cuadrada donde el mando de la brigada oponía una última y
esforzada resistencia- y concentraron sobre aquel objetivo todo el peso de sus
ataques.
Pero no se sabe por qué prodigio,
los asaltos se vieron repetidamente rechazados. Un mensaje con una angustiada
petición de socorro, hizo que se enviaran refuerzos, que llegaron a muy poca
distancia, hasta el punto que
infundieron falsas esperanzas a los asediados. Más, por desgracia, las
municiones se agotaron, El Coronel Jones intentó un postrer recurso para ganar
tiempo, haciendo llegar al comandante de Vichy, con emisarios portadores de
bandera blanca, una petición de tregua para asistir a los heridos y moribundos.
Pero los sitiadores se precipitaron al asalto y arrollaron a los
supervivientes. Cuando llegaron los socorros ya era demasiado tarde. El
edificio, destrozado por las bombas, con su trecho derrumbado sobre un montón
de cadáveres, heridos y moribundos, delataba elocuentemente el terrible
acontecimiento.
Sin embargo, el sacrificio de las
tropas hindúes en Mezze no fue inútil
del todo, porque la defensa de Vichy empezaba a revelar signos de debilidad.
Muy pronto los persistentes ataques de los Aliados obtuvieron el éxito
esperado. El Batallón 2/III australiano
llegó poco después al escenario de la batalla desde El-Quneitra. Las tropas
destacadas por el General Lloyd conquistaron los últimos fuertes en las colinas
y cortaron la carretera y la línea ferroviaria Damasco-Beirut y por allí
avanzaron las fuerzas gaullistas de Cazeau.
BOMBAS
Pero el General Wilson se
mostraba bastante reacio a emprender una acción que pudiera provocar combates
en las calles de Damasco, antigua y venerable ciudad. Por esta razón transmitió
por radio una llamada al General Dentz pidiéndole que la declarara ciudad
abierta. Pero la guarnición de Vichy que
la defendía la evacuó antes de que fuera demasiado tarde. Después los aliados
condujeron la campaña con menos escrúpulos. Por ejemplo, en Damur, desalojó al
enemigo a fuerza de bombas.
La caída de Damasco, cuando aún
no habían transcurrido dos semanas de la invasión, fue un acontecimiento
importante, desde el punto de vista moral y político y señaló el final de una
fase muy bien definida en la campaña para la ocupación de Siria y Líbano. Al día
siguiente, un acontecimiento de la mayor trascendencia transformó la situación en aquel
teatro de operaciones así como también en todos los demás: la mañana del 22 de
Junio, los Ejércitos alemanes invadieron
la Unión Soviética y, en consecuencia, la amenaza de una intervención efectiva
alemana en Asia Menor se hizo bastante remota.
Preparando el ataque.
Preparando el ataque.
PALMIRA
Los generales Wavell y Auchinleck
se habían puesto de acuerdo respecto al
plan de la tercera fase, según el cual las otras dos brigadas destacadas de la
División 10 hindú, bajo el mando del General Slim, debían conquistar Deir
el-Zor y desde allí dirigirse a Aleppo. Entre
tanto, un segundo grupo expugnaría los fuertes defendidos por el Ejército de
Vichy en la frontera entre Siria y Turquía.
El 21 de Junio la Habforce
comenzó a avanzar siendo su objetivo la conquista de Palmira. El grueso de la
brigada abandonó la estación de bombeo H3 y su columna motorizada cruzó la
frontera siria al amanecer. A poco menos de unos 40 kilómetros de Palmira, los
invasores fueron atacados por bombarderos
y cazas franceses. El General Clark informó inmediatamente de la situación a Jerusalén
pidiendo el envío de una cobertura aérea. Pero nada recibió. Y como los
violentos ataques persistieron, sobre todo los días 23 y 24 de Junio. Además se
produjeron averías en dos vehículos. No había víveres.
Para empeorar la situación de la
Habforce cerca se encontraba un contingente de guerrilleros reforzado por ametralladoras
de Vichy. Su intención era tender una emboscada a la columna de abastecimiento.
Qawukji, fiel a su vieja táctica palestina de asestar golpes a los ingleses en
todos los momentos y en todos los puntos en que eran vulnerables, estaba
llevando acciones de hostigamiento muy eficaces.
VIGILANCIA
El 24 de Junio un escuadrón del
regimiento Warwickshire llevaba a cabo una misión de vigilancia en la estación
T-3 cuando seis ametralladoras, una de las cuales había enarbolado la bandera
blanca, se aproximaron a las tropas británicas. Los hombres de la Yeomanry
saltaron fuera de sus refugios y entonces las autoametralladoras abrieron fuego
y mataron a muchos de ellos. Otros
fueron capturados. El mismo día y en el mismo lugar fue asaltada y capturada
unan columna británica de vehículos.
El 25 de Junio, la columna siguió atacando con
obstinación y continuó avanzando penosamente. Pero las desdichas de la Habforce iban a acabar:
nueve aviones Tomahawk de la RAAF hicieron su aparición y derribaron seis bombarderos franceses ante la vista
esperanzada de las tropas británicas.
Mientras tanto la valerosa
Legión Arabe de Glubb Pachá que realizaba correrías a lo largo y ancho
del desierto ocupó Sab´Biyar a 96
kilómetros de Palmira, sin encontrar resistencia. Esto permitió a la Habforce
trasladar su base mucho más al Oeste. De este modo dispondría de una vía de
abastecimientos más cómoda y segura.
Entre las ruinas de la ciudad romana
de Palmira se continuó combatiendo casi cuerpo a cuerpo. Los defensores de
Vichy no cejaban en su encarnizada resistencia. El amanecer del 3 de julio
marcó el fin de la lucha: la guarnición, la
tarde del mismo día, depuso las armas.
El armamento está casi listo.
El armamento está casi listo.
CABALLERIA
El 6 de Julio, la caballería
Household salió de Palmira y se unió a las autometralladoras británicas procedentes de Damasco que
operaban junto con destacamentos de la Francia Libre. Mientras tanto el
General Slim, en el norte de KIrak luchaba con las dificultades inherentes al
problema de trasladar sus tropas desde Mosul a Deir el-Zor.
La Brigada de infantería 21 hindú atacó Deir el- Zor la
mañana del 3 de Julio. Se cortó la carretera de Aleppo sorprendiendo a la
guarnición de Vichy. El contingente del desierto llevó a cabo una amplia conversión
hacia el Oeste y luego se lanzó desde el Norte sobre la retaguardia francesa en
un ataque por sorpresa. Gracias a esta maniobra, las tropas británicas capturaron un abundante botín.
Continuando el avance, las unidades de Slim ocuparon Raqqa y, desde este punto,
enviaron una columna en vanguardia para que interceptase a las tropas de Vichy
que se retiraban de Siria. Fue esta una maniobra rápida y audaz que permitió
cubrir velozmente los 320 kilómetros desde Deir el Zor y rechazar al enemigo al
otro lado del Eufrates, cerca de Jerusalén.
Con mucho valor y con una dosis
todavía mayor de destreza, dos compañías del regimiento de guardias de frontera
que sólo disponían de unos pocos camiones y autoametralladoras se conquistó el
fuerte de Tel Kotchek, haciendo prisioneros a tres oficiales y 1130 hombres de
las tropas especiales. Luego fueron también conquistados Tel Aolo, El
Qameshliye y Hasseche. Toda la zona del “Pico del Pato” estaba ya en manos
británicas. Sin embargo, en Ras el-Ain
el avance tuvo que detenerse porque la columna de abastecimientos con las
municiones, carburante y víveres no podían seguir adelante.
EL FIN
Más al oeste, las unidades
aliadas fueron notablemente reforzadas y destacamentos australianos, ingleses,
gaullistas e hindúes avanzaban por el Norte, a lo largo de la faja costera, en
dirección a Aleppo. Los buques de guerra ingleses seguían constantemente protegiendo su flanco.
Vichy había tenido la intención
de mantener un cuadrilátero entre Trípoli, Homs, Damasco, Merj´Ayun y Sidón:
pero esta línea defensiva estaba ya gravemente quebrantada y el fin se iba acercando
por momentos. La caída de Damur, que los australianos ocuparon el 9 de Julio
determinó también la de Beirut y constituyó una seria amenaza para la posición
de la Francia de Vichy en Líbano. Homs
estaba amenazada por los destacamentos que habían ocupado Palmira y la línea
ferroviaria de Baalbed, al sur de Homs, quedó cortada el 10 de Julio. Las
líneas de comunicación con Yébel Druso estaban asimismo interrumpidas. El
General Dentz que había realizado los
primeros sondeos de paz, tras la caída de Damasco, pidió condiciones para la
rendición.
Las hostilidades cesaron
oficialmente el 11 de Julio, excepto para Fawzi al Qawukji, quien continuó su
campaña personal contra los ingleses. La convención de Acre la firmaron
delegados de ambas partes el 14 de Julio, fecha significativa para los
franceses.
Continua la lucha.
Continua la lucha.
HONOR
Los vencedores impusieron
condiciones generosas a los franceses derrotados, quienes obtuvieron el honor
de las armas, se les permitió conservar las personales y quedaron en libertad
para escoger entre la repatriación y la adhesión a la causa de la Francia
Libre, cosa que muy pocos hicieron. Todo el material bélico, las instalaciones
y los servicios públicos-barcos, aviones, puertos, teléfonos, etc.- serían
entregados a los aliados en perfectas condiciones. Las escuelas y los institutos
culturales continuarían funcionando como antes. Asimismo los funcionarios
civiles seguirían desarrollando con toda normalidad su cometido.
Tras la firma de la convención de
Acre, la Francia Libre, con la ayuda militar de los ingleses, australianos e
hindúes, acababa de ser reconocida políticamente y ya podía hacerse cargo de la
administración de Siria y de Líbano. (Editado, resumido y condensado de la Revista “Así fue la
Segunda Guerra Mundial”)
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