jueves, 26 de septiembre de 2013

ANTUNEZ : EL TITAN DE LAS HIDROELECTRICAS

Todo aquello que él anunció en teoría y concibió en proyectos parecía tomado de las comarcas de la ficción y la fantasía. Porque sólo fue con el correr del tiempo, con la evidencia irrebatible de los hechos y el avance de la ciencia en otros países, como se pudo comprobar que Santiago Antúnez de Mayolo, ni era un hombre fantasioso, ni un iluso incurable, ni un obstinado buscador de pretendidos tesoros, sino un auténtico científico, un legítimo sabio en las cinco letras del vocablo.
En 1913 publicó su primer trabajo sobre energía en el Perú, concretamente sobre la Hidroeléctrica de Cañón del Pato. La mayoría de las obras que estudió y proyectó se han llevado a cabo. Antúnez de Mayolo le ha ganado una apuesta al destino. Desde la cumbre más alta de su portentosa creación debe estar invitando a la fe y la certidumbre a todos aquellos peruanos que trabajan sacrificadamente en la investigación y profundizan en los conocimientos científicos.
Si el Perú que le tocó vivir no le dio al comienzo toda la confianza y el respaldo que él necesitaba, ha sido la obra, la monumental infraestructura, el concreto, el acero, la represa, la fuerza del kilovatio, quienes le han concedido increíble validez, insospechada actualidad, relieve y reconocimiento a nivel mundial.
La obra científica del Ing. Antúnez de Mayolo, se proyecta principalmente en los horizontes de la Física, las Matemáticas y la Ingeniería Hidroeléctrica. En el campo de la Física  anunció teorías que en su época causaron sensación y sorpresa en otros medios científicos más desarrollados. Intuyó la existencia del neutrón y sus trabajos sobre gravitación abrieron nuevas perspectivas para calar más hondo en la materia.

Santiago Antunez de Mayolo.

CAPACIDAD Y PREPARACION
Sus proyectos y estudios para dotar al país de mayores fuentes de energía, ya sea mediante la utilización de nuestros recursos de gas o la instalación de centrales hidroeléctricas, confirman no sólo su caudalosa preparación científica, sino también su desaprovechada capacidad empresarial.
Baste decir que la mayoría de las centrales hidroeléctricas que ya funcionan en el país (Planta Hidroeléctrica del Cañón del Pato, Central Hidroeléctrica de Pongor que lleva su nombre, la Central Hidroeléctrica de Machupicchu), y otras que él concibió con la Hidroeléctrica de Manseriche, fueron inicialmente proyectadas en sus diferentes fases por el eminente sabio ancashino.
Investigador sin desmayo ni sosiego, incursionó también en la arqueología. Y se deben a sus trabajos de interpretación, originales teorías explicativas sobre la deidad grabada en la Estela de Chavín que muchos años antes había descubierto Raimondi. Sin embargo, según testimonios de sus hijos, nada apasionó tanto el espíritu de Antúnez de Mayolo como su dedicación a la docencia universitaria. Pasados los 80 años, y próxima la muerte, dicen que solía afirmar que estaba orgulloso de los discípulos que había formado. 
VIAJERO
Quien había descubierto la estrechez de los cañones cordilleranos, la fuerza de los rabiones selváticos, la geometría de las montañas más altas, y  había encontrado en el paraje geográfico y físico, la sustentación de sus teorías científicas tenía que haber conocido y amado mucho su patria.
Antúnez de Mayolo desde muy joven fue un viajero incansable. Por esa época sólo subiendo en mula o a pie hasta las cumbres más altas, era posible comprobar la posible fuerza de una caída de agua o la ferocidad del cauce amurallado entre dos cadenas de montañas.
Cuando Antúnez de Mayolo publicó sus primeros trabajos científicos sobre la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato y concibió el aumento de su capacidad de energía en dos etapas, mediante artículos publicados en el diario “La Prensa” en 1913, pocos le dieron crédito.
Se trataba, tal vez decían, de un provinciano con deseos de figuración. Inclusive se le cerraron las puertas de la administración pública que él tocó con porfía serrana. “Es un iluso”. “Se necesitaran miles de millones” “El Gobierno no puede perder su tiempo en escuchar a teóricos”. Sin embargo, Antúnez de Mayolo sabía y estaba convencido de que su proyecto era factible. Muchos años más tarde, en 1944, cuando se inicio la obra, basándose en gran parte en la teoría de Antúnez de Mayolo, ya el sabio estaba explorando otros senderos: las matemáticas, la física nuclear.



ESTUDIOS
Entre 1923 y 1924 Antúnez de Mayolo realizaba extraordinarios estudios e investigaciones-sin contar los medios más adecuados-, sobre la constitución del átomo, que a la postre terminó llevándole a intuir la existencia del neutrón. Lo que entonces dijo este científico peruano quedó demostrado y ampliamente confirmado cuando años más tarde la física nuclear comenzó a utilizar la fuerza atómica tanto para-desgraciadamente al principio- fines bélicos como luego, para objetivos medicinales y científicos.
Es realmente vasta y cuantiosa la bibliografía que Antúnez de Mayolo ha dejado en los campos de la física nuclear. Muchas de sus apreciaciones matemáticas, químicas y físicas fueron confirmadas en otros países de la tierra. Cuando ocurrió su deceso en 1968, estaba empeñado en estudiar la posibilidad de instalación de una Planta de Agua Pesada, que es un elemento indispensable para el tratamiento de los isótopos de uranio con vías a la utilización pacífica de la energía nuclear.
A la visión, al genio creador, a la perseverancia, a la capacidad científica de Antúnez de Mayolo, se debe en mucho la construcción de la Central Hidroeléctrica de Pongor que emplea las aguas del Mantaro. La realización y puesta en marcha de la Central Hidroeléctrica de Machupicchu, en el departamento del Cuzco.
Quedan también como testimonio para la historia, como fuentes potenciales para el desarrollo del país, sus estudios y proyectos para aprovechar las aguas del Marañón, mediante la hidroeléctrica de Manseriche, concebida para dotar a toda una inmensa región de un potencial energético de cuatro millones de kilovatios.



GRAN PROYECTO
Se reputa, además, como uno de sus más grandes proyectos, el estudio para derivar el río Chamaya, mediante un túnel que pase por Porculla, y lograr así un potencial eléctrico estimado en cerca de 100 mil kilovatios. Este proyecto tendría una doble finalidad tanto para dotar de energía a la zona norte como a la nororiente y también para irrigar las pampas de Olmos y zonas adyacentes.
Santiago Antúnez de Mayolo Gomero nació en Aija, provincia del departamento de Ancash en Enero de 1887. Cursos sus estudios primarios en las escuelas elementales de dicha localidad. Sus padres residentes en el valle de Vertientes eran agricultores y mineros. Desde muy joven comenzó a recorrer todo el departamento de Ancash. Vino a Lima a estudiar en el colegio de Nuestra Señora de Guadalupe y al concluirla obtuvo la Medalla de Oro por su brillante aprovechamiento.
Ingresó luego a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde se recibió como bachiller. Viajó a Europa y siguió cursos de Física, Matemáticas e Ingeniería Hidroeléctrica en la Universidad de Grenoble en Francia. Inició luego un largo recorrido en plan de estudios e investigación después de haberse graduado de Ingeniero Electricista, por Italia, Suiza, Francia, Noruega, Inglaterra y Dinamarca.
Al regresar al Perú no solamente se dedicó a sus estudios científicos sino que ejerció la docencia en San Marcos, donde llegó a ser Decano de la Facultad de Química. En la Universidad Nacional de Ingeniería y en la Escuela Nacional de Artes y Oficios.
El correr de los tiempos fue aparejando a la existencia del sabio, el reconocimiento que le venía de prestigiosas academias científicas del exterior, universidades y gobiernos de otros países. Aquí también empezó a recibir el reconocimiento público y académico. El Congreso de la República lo honró con su más alta distinción.
Le sobrevino la muerte en un tibio atardecer, el 19 de Abril de 1968, en su residencia en Miraflores. Un paro cardiaco hizo que el anciano maestro, el sabio y científico hallase la paz eterna. (Jorge Donayre Belaúnde)

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