jueves, 26 de septiembre de 2013

¿QUIEN FUE CAYETANO HEREDIA?

La vocación por servir y curar a los demás lo acompañó a lo largo de gran parte de su existencia ejemplar, con una capacidad e inteligencia admirable. La vida le fue muy adversa cuando nació en una pobreza absoluta. A lo largo de los años posteriores sacó fuerza de donde pudo a través de infinidad de sacrificios y salió adelante, convirtiéndose en un humanista excepcional y de los que destacan porque aportan con creces a la humanidad.  Médico luchador y científico de polendas. No vaciló en poner  la profesión, que abrazó, con talento inusitado, al nivel de los adelantos de Europa y particularmente de Paris. Una figura indiscutible de la ciencia que tiene que ver tanto con el progreso intelectual y especializado del Perú del siglo XIX
Cayetano Heredia resultó ser el forjador de la etapa crucial de la Facultad de Medicina de la Universidad  Nacional Mayor de San Marcos a partir de 1858 y se convirtió en su primer decano. Había venido al mundo en la apacible y artesanal localidad piurana de Catacaos, el 5 de Agosto de 1797. Un hogar muy humilde y de padre desconocido, en medio de la orfandad total.
Con razón, Carlos Enrique Paz Soldán escribió, en una oportunidad, que la ceremonia bautismal del pequeño fue modestísima. A tal punto que la miseria se convirtió en  la madrina y el desamparo en el padrino. La situación  del recién nacido, sin exageración, resultó al principio dramática.
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Cayetano Heredia.

APRENDIZAJE
No existe mayor información sobre su niñez y temprana adolescencia. Sin embargo, su discípulo José Casimiro Ulloa, que también fue médico, menciona que al principio estuvo al lado de un sacerdote franciscano con quien aprendió gramática, latín, matemáticas y doctrina cristiana. Habiendo tenido acceso al uso de la biblioteca y demostrando un espíritu de superación incólume.
Todo ello estimuló su espíritu  y su capacidad excepcional, demostrando una precoz sensibilidad que la orientó al sacerdocio de la medicina. Viajó a Lima la capital en busca de la profesión que ya tenía definida para progresar y ser alguien.
 Anhelaba el cambio, de todas maneras. Logró, con tesón y estudios permanentes de un considerable tiempo, realizarse en San Marcos. Allí se dedicó a aprender con ahínco, a partir de la temprana edad de 16 años.
 Lo recibió en San Fernando, así  llamaban como hasta ahora a la Facultad de Medicina, el presbítero Fermín Goya escogido por el entonces Rector Hipólito Unanue para que sirviera de guía a  la juventud peruana. El religioso lo adopta y fue el que pesó decisivamente en su destino.
Heredia llegó a San Marcos en 1813. El ambiente en que se vivía era de acontecimientos más políticos que académicos. Pero a pesar de ello llevó una vida enteramente conventual. En esos tiempos era fundamental, en los alumnos, una impregnación con la religión. 
ECONOMO
Tal fue su dedicación que se convirtió en uno de los mejores pupilos. Por eso es que fue nombrado ecónomo del colegio y  después pasó a  la cátedra de Anatomía. La brillantez daba lugar a que desempeñase  magníficamente.
En agosto de 1823 se graduó de bachiller y tres años después llegó a ser Profesor de Medicina, título profesional de los médicos de la época. Nombrado Rector del Colegio de la Independencia por el Presidente Orbegoso.
Encontró un vasto campo para ejercitar sus intenciones y realizarlas con provecho. No obstante de que  varios eran los inconvenientes: escasez de fondos, alumnos sin medios  de subsistencias, el desinterés del Estado y las propias autoridades universitarias que nada bueno hacían.
Heredia, muchas veces, rehuía los compromisos políticos tan frecuentes. Pero sin embargo, no se excusó de servir en lo que atañía a su profesión, saliendo a las crudas campañas del Perú por consolidarse después de la Independencia Nacional y así obtuvo el cargo de cirujano e inspector general del hospital militar.
Fue el último protomédico del Perú, pues el tribunal correspondiente desapareció el 30 de Diciembre de 1848 y fue remplazada por la Junta Directiva de Medicina. Ante esta situación ya con un cargo propio en el Colegio, otro fue ya el favorito pensamiento que tenia para poner a las ciencias que allí estudiaban al nivel de los adelantos de Europa y principalmente de la escuela francesa. Excelente anatomista y se desempeñó como un cirujano de éxito.

Instalaciones que llevan su nombre.

MECENAS
Entonces la esperanza volvió a renacer. Profesores que recibieron los pasos del ilustre obtuvieron en esta época una sólida  preparación académica.  Lo encomiable es que a muchos de sus alumnos, cuyas dotes intelectuales conocía, los envió a Europa para que perfeccionasen sus estudios incluso con dinero que salía de su propio peculio. Alma de mecenas. Alma de científico abnegado.
Entre los discípulos que viajaron al viejo mundo figuraron: Francisco Rojas, José Casimiro Ulloa, que era su hombre de confianza plena, Jose Pro, Rafael Benavides y Camilo Segura.  Ellos contribuyeron decididamente en las reformas propuestas por Heredia, en el Reglamento de la Facultad de Medicina.
 Lo apoyaron también con mucha fuerza los italianos José Eboli y Antonio Raimondi. Lo mismo que  el español Sebastián Lorente.  Así se consiguió  llevar al referido centro de estudios a sus tiempos de mayor esplendor.
El 9 de Setiembre de 1856, el Gobierno expidió el reglamento orgánico para la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Todo ello se debió a un informe enviado por Heredia para la creación de ese centro de estudios tan especializado.


El logotipo del centro superior de estudios.

DECANO
La Facultad se inauguró, dos años después, en la antigua plaza de Santa Ana, siendo Heredia su primer decano. Allí  formuló grandes ideas dando a sus alumnos un sinfín de conocimientos que tenia y  por convicción  quiso compartirlos con todos.
Heredia dejó de existir un 20 de Junio de 1861 en el distrito limeño de Miraflores, a la edad de 63 años.  Luego de una carrera llena de logros pero también de tropiezos, dejando  una huella imborrable de gran profesional ciudadano y humanista.
Murió “rumiando amargura”, según el decir del historiador Jorge Basadre,   quejándose por la falta de apoyo efectivo a la ciencia médica por parte del Estado. No perdonaba que la política lo hubiera apartado de su misión educativa en San Marcos. Las tristes experiencias ensombrecieron el tramo final de su vida.
La noticia de su desaparición conmovió al país. El periodista y abogado catedrático del curso de Medicina Legal, Manuel Atanasio Fuentes, afirmó lo siguiente sobre la  noticia de su desaparición: “El cadáver del doctor Heredia, cosa primera vez vista en Lima, fue conducido en hombros por los estudiantes. De la casa mortuoria al templo y de allí al cementerio general”.
Luego añadió: “Era seguido de un numeroso cortejo a pie, en donde se pronunciaron discursos y se derramaron no las lagrimas que arranca a todo hombre el espectáculo del sepulcro, sino las que derrama el corazón comprimido por un acerbo dolor”.
REFORMA
Heredia no tuvo en sus manos a lo largo de su vida nada de valor. Ni menos dinero. Se hizo asimismo gracias a una voluntad férrea de gran constructor. Primero con su vida personal y después con la Medicina Peruana. Entregándose por completo para nunca recibir. Hombre admirable.
En el periodo republicano, la figura central fue Cayetano Heredia que es el organizador del Colegio de Medicina, en medio de desordenes sociales y problemas económicos de una sociedad inestable políticamente.
La labor de este profesor se vio favorecida por la bonanza económica del guano de las islas y la paz social de los gobiernos de Ramón Castilla. En tal periodo de estabilidad política y económica se formó la Facultad de Medicina, como parte de la nueva organización de la Universidad de San Marcos.
La enseñanza, y por extensión la profesión, experimentó la más trascendental reforma de toda la historia peruana. Cayetano Heredia  fundó la nueva Facultad de Medicina sobre la base del antiguo Colegio de la Independencia, bajo la influencia entonces omnipotente de la Escuela Médica de París que fueron a recoger los jóvenes peruanos enviados por tan insigne profesor.


Honorio Delgado primer Rector de la Cayetano.

TRANSFORMACION
Lo que se consiguió es la transformación de la educación. La higiene unida a la fisiología formó una sola cátedra, haciendo de ella y de la física una única materia docente. Por ser innecesario y anticuado, se abolió el sistema de calificación de profesionales por el Tribunal del Protomedicato.
En efecto, la certificación y calificación de los nuevos médicos cirujanos la comenzó a realizar la Universidad a nombre de la nación. Sobre todo los métodos de enseñanzas fueron adecuados al pujante cambio de la ciencia que se desarrolló en el siglo XIX en progresión geométrica. En pleno siglo XXI, según los especialistas, se puede afirmar que no ha habido una mutación de más significación que la organizada por Heredia.
La reforma de la educación se realizó en un momento crucial de la evolución del pensamiento universal. Paralela a grandes efectos de estructura económica. Los avances tecnológicos comenzaron a  utilizarse en el microscopio, los tejidos, los cultivos de gérmenes, el estetoscopio, los análisis de químicos, la electricidad,  etc. Todo ello fue introducido en la exploración de los seres humanos.
 Cabe subrayar que Heredia, con los profesores jóvenes recién graduados, inició la más grande renovación de la historia del país en el campo de la ciencia. El vuelco que experimentó la medicina nacional fue radical. Las nuevas promociones se encargaron de desaparecer la imagen anticuada del galeno peruano.
Tal fue el mérito de tan ilustre hombre que en pleno siglo XX cuando un grupo de profesores de San Marcos, encabezados por figuras de la talla de Honorio Delgado y Alberto Hurtado Abadía, decidieron salir de su alma mater impregnada de crisis, desorganización y politiquería de la peor especie  para fundar otro centro donde se estudie con rigor y científicamente, en ningún momento, dudaron en ponerle su nombre como  señal indeleble de haber sido un patricio y forjador de la medicina peruana.
Así nació, en 1961, la famosa Universidad Cayetano Heredia que hasta hoy conserva un sólido prestigio y está considerada como una de las mejores del país. Palmas para  Heredia, un científico excepcional. (Noé)

1 comentario:

  1. Gran personalidad que no sólo los médicos sino cualquier profesional deberemos de admirar y siempre recordar por sus grandes logros y perseverancia en hacer bien las cosas a pesar de las falencias socioeconómicas. Es una pena que a pesar de tantos años el gobierno aún no prioriza como se debe a los sectores Salud y Educación.

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