sábado, 11 de agosto de 2012

BOLIVAR, FIEL CREYENTE DE LA AMERICA UNIDA

Hombre de decisiones firmes, Libertador eminente. Las convicciones propias de un ser completo en ideales con un profundo sentido integrador, cuyo actos de gobierno dieron mucho que hablar. Innumerables veces, a manera de crítica, sobre todo por quienes lo definieron como dictador. Pero en el balance de la historia que es lo que vale, un fiel  creyente de la América sin frontera alguna, nuestra América para siempre enteramente unida.
 Tal fue el ideal por convicción plena al que se entregó Simón José Antonio de la Santisima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, más conocido como Simón Bolívar a secas. Por el que luchó a fondo y se entregó de la misma manera tan noble, aunque muchas veces dijo la significativa frase con profundidades de decepción: “He sembrado en la arena y arado en el mar”
 Primero pensador, diplomático y conciliador. Luego, por necesidad circunstancia y decisión, estratega militar de primera línea que empuñó las armas  con coraje definido, liberando asi del yugo español a muchos pueblos de esta parte del contintente que, evidentemente se lo merecían, como son: Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá,  Perú y Venezuela.



Simón Bolívar

SUS PADRES
Su familia perteneció a la hidalguía criolla venezolana. Fueron sus padres: Juan Vicente Bolívar Ponte-Andrade y María Concepción Palacios Blanco, quienes tenian una gran diferencia de edades de por medio. El esposo le llevaba a la cónyuge 32 años. Cuando contrajeron matrimonio, el marido acumulaba 47 años y la mujer apenas 15.
 En total, los esposos  procrearon cinco hijos, tres de ellos mayores que Simón y una menor, cuyos nombres fueron: Maria Antonia, Juana Nepomucena, Juan Vicente y  Maria del Carmen. Esta última murió a los pocos días de nacida.
 El origen de este grupo familiar provenia de Viscaya, país vasco en España. Al llegar a Venezuela, en tiempos de la colonia, ellos ocuparon puestos prominentes y realizaron destacadas actuaciones políticas y sociales.
Simón nació en una casa solariega, ubicada en la Plaza San Jacinto de Caracas, la noche del 24 de Julio de 1783. Lo bautizaron al poco tiempo en la catedral capitalina. Muy pequeño aún, a los dos años, perdió a su padre que murió de  tuberculosis. Quedando su madre como cabeza de familia. Hasta que, siete años después, falleció. 
Los hermanos pasaron a la custodia compartida entre el abuelo Palacios y  dos hermanos de la madre, Esteban y Carlos Palacios Blanco. Este último de carácter hosco y mentalidad estrecha, con  quien el pequeño Simón de 9 años no se llevaba bien.
Muchas veces,  lo  dejaba atendido por la servidumbre y sin ninguna asistencia en los estudios que los realizaba en la Escuela Pública de Caracas. Quien reemplazó a la familia por aquel entonces y apoyó con empeño al niño fue el famoso profesor  Simón Rodríguez, cuya relación  entre discípulo y maestro al principio, no fue muy tranquila que digamos.
En efecto, ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de la casa del tío para refugiarse en la de su hermana María Antonia.  La situación se convirtió en litigio judicial y la Real Audiencia de  Caracas  devolvió a don Carlos, la custodia del sobrino. El muchachito trató de resistirse. Pero fue sacado por la fuerza de casa de su hermana y llevado por un esclavo hasta la vivienda de su maestro.
 Una vez alli, las condiciones en que vivia con su preceptor no eran adecuadas. Ni tampoco ideales. Tenia que compartir el espacio con 20 personas en una casa no apta para ello y, por tal situación precisamente, Simón escapó  de ahí en dos oportunidades en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.
Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de profesor para irse a Europa y la Audiencia determinó que  fuese trasladado a la Academia de Matemáticas, dirigida por el Padre Andujar  que funcionaba en casa de su tio Carlos.
En este centro educativo, su formación  mejoró notablemente complementada con lecciones de Historia y Cosmografía, impartidas por el eminente maestro don Andrés Bello. Hasta su ingreso en el Batallón de Milicias, en los valles de Aragua allá por 1797.
Fue enviado a España a los 15 años para continuar sus estudios.  En Madrid, conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro Alaiza, con quien se enamoró. Ellos, posteriormente, contrajeron matrimonio en la Iglesia Parroquial de San José. El tenía 19 años y ella 21.
Los recién casados partieron hacia Caracas y llegaron a tierras venezolanas en 1802. Tras una corta estadía en la capital, se trasladaron a la “Casa Grande” del ingenio Bolivar, ubicada al interior del país. 
MUERE LA ESPOSA
 Maria Teresa, de un momento a otro, enfermó atacada por el paludismo. La pareja tuvo que retornar a Caracas donde ella, desafortunadamente, murió en 1803. El joven viudo quedó desolado y prometió nunca más casarse. Lo que,  efectivamente, cumplió. Pero si tuvo infinidad de amantes. Como Manuelita Sáenz.
En el mismo año de la muerte de su esposa, viajó a Paris donde se dedicó junto a su antiguo maestro Simón Rodríguez a la lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal.
El joven se afilió a la masonería y tomó, como preferencia, las ideas enteramente libertarias que llevaban directamente a la independencia total de los pueblos del yugo colonial, tan injusto y poco constructivo.
Viajó luego por Italia en compañía de Rodríguez y en el Monte Sacro de Roma juró, solemnemente, liberar a su patria. Era el 15 de agosto de 1805, dia glorioso para los aires revolucionarios que después dieron frutos definitivos.
Regresó a Venezuela donde se dedicó a trabajar, administrando los negocios familiares unidos a los esfuerzos de la causa noble que ya daba sus primeros pasos de rebelión justificada.
El viajero alemán Heinrich Witt, en su “Diario y Observaciones sobre el Perú” (1824-1890), hace una descripción física de Bolívar, a quien conoció en una recepción  ofrecida por el Cabildo de Arequipa. “Era un hombre de mediana estatura y constitución delgada. Su cara de tinte oscuro. Frente bien formada y muy alta. Ojos  penetrantes, con nariz larga y derecha. La boca grande, el bigote delgado. El  Libertador departía con los presentes y sonreía a cada rato. Cuando esto último ocurría, una profunda arruga se le formaba desde la nariz hasta la boca”


El Libertador de América.

Por aquel entonces, España sufría una crisis política complicada. Cayó el Rey Carlos IV. Comenzó a reinar su hijo Fernando VII. Las presiones de Napoleón se hacían sentir en toda Europa.
 El desastre se consumó cuando se designó como monarca de dicho país a José Bonaparte, luego de la invasión de su hermano Napoleón. La nueva situación provocó grandes reacciones populares. Tanto en América como en Europa se formaron agrupaciones que fomentaron las luchas contra los invasores franceses. 
En las juntas americanas habia simpatía exclusiva por su similar de Cádiz. Allí se rendía tributo a las acciones de Antonio Nariño que en Bogotá  publicó una obra sobre “Los Derechos del Hombre”, La Conspiración de Manuel Gual era admirada y las expediciones militares de Francisco de Miranda a Venezuela gozaban de popularidad. Había similitud de pensamientos y pareceres.
Cuando retornó a Caracas, a mediados de  1807, se encontró con una ciudad inmersa  en un ambiente de gran agitación social que era gobernada por personajes antipopulares, como  el irremediable repudiado regente Joaquín de Mosquera y Figueroa. El joven estaba completamente convencido que lo mejor para su pais era la independencia.
La llegada de los franceses a Caracas que habían tomado el gobierno español realmente que impactó a los venezolanos. Ellos divulgaron en los periódicos y otras publicaciones la noticia de la desaparición de la monarquía tradicional.
La reacción popular fue de malestar e indignación. Mientras que la situación empeoró cuando se supo que la lucha en España continuaba para rechazar a los franceses y que, Napoleón, no  tenia del todo ganado el poder.
Entonces, surgió un proceso extraño en Venezuela que terminó de socavar el orden colonial vigente, haciendo que la conmoción se oriente en dos direcciones enteramente marcadas.
 Una representada por Bolívar que quería, a como de lugar, la independencia y otra por  los criollos, quienes anhelaban mantener a como de lugar, la fidelidad a Fernando VII.
EMPARAN
Llegaron  unos despachos oficiales que  anunciaban la creación de la Junta Central de España e Indias  que terminó instalándose en Sevilla y, poco después, arribó al país el Mariscal de Campo Vicente Emparan, en calidad de Capitán General de Venezuela y Gobernador de  Caracas.
Su presencia dio una nueva perspectiva a la situación política y empezaron a circular rumores que lo relacionaban como partidario de los franceses. Por ello mismo fue acusado de querer confundir a la población.
Entonces, aprovechando las circunstancias, los miembros del Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII, en un acto que terminó con la firma del Acta de Independencia y la constitución de la Primera República, el 5 de Julio de 1811.
En una revuelta ocurrida se obligó a Emparan a ceder sus poderes a la Junta y tal situación trajo como consecuencia la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos, quienes fueron embarcardos rumbo a España.
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela. Pero ya era tarde. Desde entonces, el proceso independentista fue imparable y lo que es más significativo,  el ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
El nuevo sistema de gobierno creó nuevas perspectivas. Las noticias de lo ocurrido en Caracas llegaron hasta el Almirante Alexander Cochrane, Comandante de las Fuerzas Navales del Caribe, que procedió a enviar noticias a Londres de lo sucedido y poner, a disposición de la junta venezolana, la corbeta “Wellington” para que llevaran hasta la capital del Reino Unido a una delegación de representantes que requerían protección.
En efecto, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de Coronel, junto con Andrés Bello y Luis López Méndez, en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en nombre del Rey Fernando VII, aprovechando la circunstancia que España y Gran Bretaña eran naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias, ante el peligro común que representaba Napoleón.
El representante del Reino Unido, Lord Wellesley, recibió a la delegación en su casa y no en un lugar público por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón, en busca de apoyo y aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.




MIRANDA
La postura británica fue muy clara en el sentido que el apoyo político a Venezuela era imposible. Sin embargo, se trató  de conseguir  acuerdos comerciales, acordes con los intereses venezolanos.
 La presencia de Francisco de Miranda en Londres fue crucial. Por su intervención, Bolívar logró la secreta  apertura comercial de los ingleses y la posibilidad de que Inglaterra ejerza presiones a España para favorecer los intereses de su país.
Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante en Londres, retornó a su patria. Hizo gestiones para promover la vuelta de Miranda. La consiguió y el prócer pisó el suelo de Venezuela, luego de viajar a bordo del bergantín inglés Avon, el 10 de Diciembre de 1810. Lo nombraron Teniente General.
Había aparecido en Caracas la Sociedad Patriótica de corte independentista que funcionaba como foro de debate político y divulgaba sus  conclusiones en un periódico propio titulado, “El Patriota de Venezuela”
Fue un miembro importante de esta asociación y estuvo muy implicado en las movilizaciones ocurridas el 5 de Julio de 1811, para ratificar la Declaración de la Independencia. En esta oportunidad, se opuso a la Constitución de ese mismo año por ser una copia literal a la que regía en Estados Unidos y no se adaptaba a la realidad venezolana.
Las fuerzas, comandadas por Miranda, lograron una victoria en Valencia contra los rebeldes que pretendian recuperar privilegios. En esta acción, comenzó su carrera militar al dirigir un ataque a un puesto fortificado. Resultó su bautizo de fuego y su primera acción distinguida. Le dieron el rango de Coronel y fue el  que informó de la victoria al Gobierno de Caracas.
Empezó a actuar militarmente en los valles de Aragua cuando Miranda era comandante general de las fuerzas militares republicanas. Lo ascendieron a Teniente Coronel  en el Estado Mayor y lo nombraron Jefe Militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Lo deplorable es que al poco tiempo Puerto Cabello cayó. Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron, aprovechando la traición de un oficial al que sobornaron. Ellos se apoderaron del castillo San Felipe y bombardearon  una amplia y extensa zona.
Valientemente, trató de recuperar la guarnición durante seis  días de combate. La situación era muy desfavorable.No se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería. La ciudad comenzó a ser atacada por las fuerzas del Capitán Domingo Monteverde. Abandonó la plaza por via marítima.
Este acontecimiento, unido al terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la balanza a favor de los realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía seguir en la lucha, Miranda capituló el 26 de Julio de 1812 por encargo del Congreso, en el Tratado de la Victoria que instauró nuevamente el dominio español sobre Venezuela.
Salió del pais y se dirigió a la isla de Curazao ocupada por los ingleses y después se trasladó a Cartagena de Indias, donde la independencia se habia iniciado.



Reunión histórica de los patriotas.
 Aquí escribió el Manifiesto de Cartagena donde analizó militar y politicamente la caida de la primera república de Venezuela y exhortaba a Nueva Granada a no cometer los mismos errores para no correr la misma suerte. Abogaba por la unión de America, su principal sueño.
Solicitó al gobierno de Cartagena prestar servicios en sus tropas. Le fue concedido el mando de una guarnición en la localidad de Barrancas y así comenzó a forjar su prestigio militar, derrotando a los realistas y liberando varias poblaciones como Tenerife, El Gumal, El Banco, Tamalamaque y Puerto Real de Ocaña.
Llegó hasta la frontera de Venezuela, luego de la Batalla de Cúcuta. Allí estuvo varios meses con una fuerza militar eficaz y rodeado de militares efectivos. Inició su campaña por los Andes venelozanos tomando pacíficamente la ciudad de Mérida. Ante su llegada, las fuerzas realistas huyeron. Aquí se le concedió, por primera vez, el título de Libertador.
Peleó con las fuerzas realistas en Los Taguanes, un lugar entre Tucupido y Valencia, donde los derrotó y forzó una capitulación que se firmó en La Victoria. Hizo la entrada triunfal a Caracas el 6 de agosto de 1813, después del triunfo militar en  Mosquiteros. Le nombraron Capitán General y le ratificaron el titulo de Libertador.
A partir de entonces, se concentró en organizar el Estado y dirigir la guerra en la que parecía su etapa final. La actividad administrativa desarollada adquirió grandes dimensiones y organizó el regimen militar mediante regulaciones, mantuvo el consulado y creó un nuevo sistema fiscal, otro mecanismo de administracción de justicia, modificó el gobierno municipal. Creo incentivos a la actividad agraria, las exportaciones y la mano de obra calificada.
Fue entonces que apareció el capitán de milicias español, José Tomas Boves, que, a principios de 1814, inició las operaciones militares con tropas autóctonas de la región de Los Llanos venezolanos, autorizadas indebidamente al saqueo y al pillaje.
Las fuerzas patriotas se fueron debilitando a medida que entraban en combate con Boves. El enemigo se mostró implacable y no dudaba en ejecutar a todos los prisioneros para no mantenerlos económicamente. Ante el aumento de la violencia, decidió retirarse hacia el oriente y unir fuerzas con Antonio Nariño. 
Pero la segunda República de Venezuela estaba herida de muerte. Los realistas consolidaron su dominio casi por todo el pais. Sólo el oriente venezolano, junto a la isla Margarita, permaneció en manos republicanas. Se dirigió, con Nariño, a Cartagena
Ahí fue reconocido como jefe por todos los venezolanos. Le encargaron la conducción de la guerra. Tomó Santa Fe. Ante la imposibilidad de desarollar algun proyecto, decidió partir hacia Jamaica. Llego a la isla el 14 de Mayo de 1815.
Escribió la famosa Carta de Jamaica, un documento que tiene múltiples significados por su forma, contenidos y características, como texto de reflexión y análisis.
Describió la situación de América con un tono unitario y comenzó a exponer, minuciosamente, la creación de una gran confederación americana con el nombre de Colombia.
Salió de Jamaica hacia Haití, con miras a organizar una expedición militar que libere Venezuela. Logró organizar una expedición marítima conocida como la Expedición de Los Cayos, que salió el 23 de Marzo de 1816 con rumbo a la Isla Margarita, desde donde empezaría de nuevo sus hazañas militares.
Se instaló en Angostura (hoy Ciudad Bolivar). Hubo un largo enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias del general español Pablo Morillo. Para entonces, el ejército realista estaba muy desgastado. Estas tropas iniciaron un lento pero inevitable retiro, debido a la falta de recursos y de refuerzos para cubrir las bajas que sufrían.



Estudiando, trabajando, revisando documentos.

ANGOSTURA
En 1818, la situación del ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio obligado a retirar algunas de sus fuerzas de Nueva Granada para intentar contener a los patriotas. La situación militar y política era favorable para ellos y así fue como se instaló el Supremo Congreso de la República en Angostura.
Bolívar, desde Venezuela y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada, coordinaron acciones conjuntas y fomentaron la unidad militar. Un importante foco de resistencia existía en los llanos de Casanare. Llegaron dos buques británicos, el Perseverance y el Tartare, con un cuerpo de voluntarios que fue conocido como la Legión Británica para apoyar a los patriotas. 
Reunió al Congreso de Angostura y alli pronunció un memorable discurso, haciendo un análisis crítico de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la república y anunciaba el proyecto de la Constitución de Cúcuta, que fue  promulgada en el congreso del mismo nombre en 1821.
El resultado de este evento fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la Gran Colombia mediante la promulgación de una ley y cuya extensión abarcó, en ese momento, los territorios de Nueva Granada y Venezuela que se dividen politicamente en tres departamentos: Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas) y Quito (Ecuador)
También el Congreso  lo proclamó  Presidente de la República y a Francisco de Paula Santander como Vicepresidente. Las repúblicas de Venezuela y de Nueva Granada quedaron en una sola, bajo el titulo de República de Colombia. A los pocos años se separaron para despecho del pensamiento bolivariano.
Mientras tanto, el ejército español estaba cansadísmo, combatiendo contra las fuerzas patriotas eficaces de las que se desconocia su capacidad real. Fue entonces cuando realizó una de sus hazañas memorables y mas destacadas, el Paso de los Andes.
 El avance triunfal de la tropa se produjo a traves del Páramo de Pisba, hasta alcanzar a los realistas, el 25 de Julio de 1819, en la batalla del Pantano Vargas. La tropa española huyó, situación que les permitió a los patriotas llegar a la ciudad de Tunja.
Ello dio lugar a la unión indestructible con otras fuerzas patriotas al mando de Santander en la población de Tame, donde comienza unitariamente la campaña libertadora definitiva  de Nueva Granada.
El ataque logró sorprender a los españoles que ante el desastre intentaron tomar medidas. Todavía pensaban que podían  controlar la situación. Pero el estado de sus tropas, le obligaba a estar a la defensiva y tuvieron que replegarse  rumbo a Bogotá.
El enfrentamiento decisivo con los realistas ocurrió en la Batalla de Boyacá, el 7 de Agosto de 1819, que cortó por completo la huida a Bogotá. Una gran victoria para el ejército patriota. El Virrey Sámamo desapareció para siempre. 


El uso de la espada para la libertad de los pueblos.

CONFERENCIA EN GUAYAQUIL
La oposición realista, con el paso de los años, fue completamente eliminada. El 24 de Junio de 1821 en la batalla de Carabobo, campo cercano a la ciudad de Valencia, se obtuvo una victoria decisiva  sobre el ejército español que fue completada en la batalla del Lago de Maracaibo, el 24 de Julio de 1823,  liberándose  por completo a Venezuela. Llegó a la ciudad de Guayaquil con su ejército y la anexó a la Gran Colombia.
La victoria decisiva de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la batalla de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, permitió que el norte de sudamerica fuese liberado.
Ello dio lugar a que Bolívar cruce la Cordillera de los Andes y libere definitivamente al Perú que ya había declarado su independencia el 28 de julio de 1821, luego del desembarco de José de San Martín en Paracas y la ocupación de Lima.
El 26 de Julio de 1822, tuvo una conferencia con San Martín en Guayaquil donde intercambiaron ideas sobre la estrategia de  liberación, aunque nadie sabe a ciencia cierta que cosa es lo que efectivamente pasó.
 Mucho se comentó, eso si, que los personajes habrían chocado en concepciones políticas. El venezolano propugnaba la integración. Mientras que el insigne argentino se inclinaba por regímenes monárquicos. Lo cierto es que el Santo de la Espada se marchó a Europa y le dejó el campo libre al otro.
Fue autorizado por el Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y llegó a Lima, cuyo gobierno le pidió la dirección de la guerra contra los realistas. Lo primero que hizo es reunirse con Sucre para planear el ataque. El Congreso peruano lo nombró dictador el 10 de Febrero de 1824.
Desembarcó en el puerto del Callao el 1 de setiembre de 1823,  a bordo del bergantín Chimborazo. Luego de que una comitiva congresal encabezada por José Faustino Sánchez Carrión, le enviara una invitación mientras estaba en Guayaquil.
Al recibimiento asistió el Presidente José Bernardo de Torre Tagle y su gabinete ministerial en pleno. Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombró “suprema autoridad” y, poco después, le entregó la dirección de la lucha de la guerra contra los españoles, disponiendo que el propio Torre Tagle deberia rendirle cuenta de sus acciones.
Su primera acción en el país fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, el ex presidente del Perú, que se oponía en Trujillo a la llegada del venezolano. El ex mandatario fue apresado. Pero escapó y se fue a Inglaterra.
Mientras tanto, el Primer Congreso Constituyente próximo a proclamar la primera carta magna del país emitió una resolución, señalando que entrarán en suspenso las disposiciones que sean contrarias a sus disposiciones y deseos.  Lo cierto es que la ley de leyes, en la práctica, nunca entró en vigencia.
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del pais, incluido los departamentos de Junín, Ayacucho Cusco y Arequipa. Por su parte, las fuerzas patrióticas ocupaban Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca. El cuartel general  fue trasladado de la capital a Pativilca, sobre todo para evitar la invasión de Lima.
El Congreso depuso a Torre Tagle, le entregó al venezolano todo el poder politico y militar y entró en receso. Así se convirtió en la máxima autoridad, nombrando como único ministro general a José Faustino Sánchez Carrión.
Comenzaron las acciones de refuerzo al interior del Ejército Libertador. Fueron nombrados como jefes principales,  los generales Sucre, Córdova y Lara. José de la Mar también estaba entre los defensores de la patria.
La guerra se inició en el mar. El Almirante Martin George Guisse, Jefe de la Escuadra peruana, destruyó los barcos españoles que asediaban la costa peruana.  Llegaron pertrechos y refuerzos de Colombia. Se logró neutralizar a la fuerza realista acantonada en el Callao, bajo el mando de José Rodil

Palabras sabias
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JUNIN Y AYACUCHO
Pasó revista al ejército que logró armar con 12 mil hombres, listos para luchar. El 6 de agosto de 1824, Bolívar, Sucre y los patriotas derrotaron a los españoles en la Batalla de Junín. El 9 de Diciembre de 1824, Sucre destrozó el último baluarte realista en la de Ayacucho, acabando con el dominio español en Sudamérica.
Recompuso su gabinete ministerial. Sánchez Carrión pasó a la Cancilleria. Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y el militar colombiano, Tomas Heres como Ministrio de Guerra. Desafortunadamente, su gobierno fue autoritario y de persecución permanente a sus opositores.
Sin embargo, cabe mencionar que el régimen se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que fue la organización del naciente estado peruano, como la conformación del Poder Judicial donde, dicho sea de paso, tenía una gran ingerencia. Lo mismo ocurrió con la creación de universidades en distintas partes del país.
Convocó de nuevo al Congreso que estaba en receso desde hace un año. Ello sirvió para autorizar la salida de 6 mil soldados peruanos a la Gran Colombia y dar premios a los militares vencedores. Ese poder del Estado emitió, además, una resolución desentendiéndose del futuro del Alto Perú (Bolivia). Acto seguido, el Parlamento se disolvió.
Desde Arequipa,  convocó a elecciones para el Congreso  del 10  de Febrero de 1826. Sin embargo, este organismo legislativo nunca se reunió porque el Libertador no estuvo conforme con la incorporación de algunos diputados, como Francisco Javier de Luna Pizarro y otros representantes de Lima, la blanca ciudad y Cusco entre otras provincias.
 El 26 de mayo de 1826, el Gobierno retiró a los municipios el derecho a elegir a sus representantes y, poco después, decretó que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia, elaborada por el propio Bolívar para que ejerza el poder, sin fecha final. Para siempre. No podía ser, definitivamente.
El Libertador se embarcó en un bergantín  rumbo a Colombia y dejó en Lima un Consejo de Gobierno, cuya misión erar lograr la vigencia de la Constitución Vitalicia. No regresó más al Perú.
El Consejo de Gobierno no logró que la Corte Suprema apruebe el nombramiento  de Presidente Vitalicio. Por lo que se recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la constitución de ese tipo. Esta carta magna tan solo tuvo vigencia hasta el 26 de enero de 1827, tras caer el Consejo de Gobierno y  convocarse a nuevas elecciones.
Durante su gobierno, el Libertador restituyó el tributo indigena, estableciéndolo  al monto que se pagaba en 1820, contribución que debían cancelar los peruanos por el  único hecho de ser indigenas. San Martín había eliminado ese pago. 
Eliminó la mita y garantizó la libertad de vientres. Con lo último se garantizaba que los hijos de esclavos, que tuvieran en embarazo a sus esposas, los vástagos de estas uniones nacerían libres y aquellos soldados que en anterioridad fueron esclavos, se les concederia su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa libertadora.
En el ámbito de la organización del Estado, creó la Corte Superior de Lima que, luego de la Batalla de Ayacucho, dio lugar a la Corte Suprema de Justicia. Nombró como presidente de este organismo, a Manuel Lorenzo de Vidaurre. Tambien instaló las cortes superiores de Trujillo, Arequipa y Cusco.
Creó, asimismo, importantes colegios como el Nacional de Ciencias en el Cusco y el de Educandas. Igualmente fundó el diario oficial “El Peruano”, gaceta del estado peruano. Expidió la primera Ley de Imprenta, aunque con logros no muy constructivos que digamos.
Logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera. El reglamento de esa ley condenaba a 6 años de prisión a los autores de los artículos que el gobierno considerase como subversivos y prohibia la satira contra disposiciones gubernamentales.
En el campo de las finanzas, se establecieron recompensas para el ejército unificado y se negoció un empréstito con Inglaterra del que sólo se recibió el 25% del capital y se tuvo que pagar el integro más intereses. Como se puede notar, no se hizo mucho en este campo.
Reprimió a sus principales opositores, desterrando a Francisco Xavier de Luna Pizarro y a Mariano Necochea. Se ordenó el encarcelamiento del Almirante Guisse, de Ignacio y Francisco Javier Mariátegui. Nunca se aclaró el asesinato de Bernardo Monteagudo.
Dispuso la anexión de Guayaquil a la Gran Colombia, hecho en sí que dio lugar a la disputa terroritoral entre Perú y Ecuador. Dispuso la secesión del Alto Perú y la fundación de  la República Bolívar.
 El 6 de Agosto de 1825, Sucre creó el Congreso del Alto Perú y apareció como país Bolivia, en honor de Bolívar. Convocó al Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.
Cuando iba camino a Venezuela, el Perú lo nombró Presidente Vitalicio. Pero el Libertador no aceptó. Entonces, fue nombrado primer mandatario, Andrés de Santa Cruz, el 27 de enero de 1827. 

Los patriotas.

FALLECIMIENTO
Ocurrió, en Bogotá, un atentado contra su vida conocido como la Conspiración Septembrina de la cual resultó ileso, gracias a la ayuda de su compañera sentimental Manuela Sáenz, ecuatoriana de nacimiento, que recibió en 1821 la orden de Caballeresa del Sol y que a raíz del suceso fue llamada por él: “la Libertadora del Libertador”.
Después de los hechos, siguió gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas fraccionales y sufriendo de tuberculosis. Las revueltas continuaron. El Perú se puso contra él y su Presidente, José de la Mar, invadió Guayaquil.  Pero fue vencido por Sucre. Venezuela se declaró independiente, el 13 de enero de 1830. José  Antonio Paéz ocupó la presidencia de ese pais, desterrando a Bolívar.
Quiso viajar a Jamaica y Europa. Pero su enfermedad se lo impidió. Se quedó en la quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de la ciudad de Santa Marta. Su salud empeoró a los pocos dias. Hasta que falleció a la una y tres minutos del 17 de Setiembre de 1830, a los 47 años de edad.Se fue una vida joven que prometia y que mucho, todavía, podía dar.
Definitivamente, una  promesa que se entregó a los demás y se convirtió en admirable. No obstante que, muchas veces, utilizó métodos que pueden rechazarse, sobre todo por esa inclinación hacia la dureza dictatorial.
 Pero que liberó pueblos. Sí que lo hizo. Eso es, precisamente, lo que hay que destacar como punto trascendental  y favorable, duela a quien le duela. El venezolano, indiscutiblemente, ingresó a la historia universal por la puerta grande. (Edgardo de Noriega)

1 comentario:

  1. Impecable la semblanza. Muy bien documentada. Con un retrato por entero del Libertador. Siga, señor Noriega, en este camino de informar porque asi contribuye al desarrollo histórico del país. Quien sabe de su paso, honra a la historia. Jose Miguel Canaval

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