A eso se acostumbró
permanentemente. A eso llegó con precisión y evidente calidad. Mientras que la
sonrisa estrepitosa era persistente y contagiante como expresión genuina de
hombre de estatura alta, delgado de contextura, alegre, muy alegre. Aficiones mundanas, si.
Nadie lo niega aunque con una convicción persistente y de, ninguna manera,
contradictoria: entregarse por entero a los demás
Lo hizo y a raudales. La sensibilidad siempre
a flor de piel. Componentes típicos, característicos de su personalidad de
poeta de primera línea y de renombre. Asi era, precisamente sin exagerar, César Calvo Soriano.
CAMINATA
DULCE
Además: crítico, agudo y
audaz en el hablar, enamorado por entero de
la vida y a borbotones, inconcebibles, de las féminas. Las más bellas y
despampanantes. Las más hermosas y complacientes. Las más interesantes y
lujuriosas que las buscó, las conquistó y nunca se cansó. También lo buscaron,
lo conquistaron y tampoco se cansó…
Siguió en la caminata dulce,
sin darle cuenta a nadie. Con fuego, con pasión, con desenfado. Amó, fue amado,
el sol acarició su faz. Parece que César decía: “Vida nada me debes, vida
estamos en paz”, parafraseando el famoso poema del mexicano Amado Nervo, En
Paz.
Pero sin ataduras, ni compromisos. Mente
completamente abierta en estas lides Así de de don Juan, así de complicado, así
de destemplado Algo de frivolidad, mucho de conquistador. De ahí su famosa
frase expresada en Bulgaria: “La poesia
debe ser de todos y el poeta de todas… Una cara de la moneda del vate tan
peculiar.
Cesar Calvo
Cesar Calvo
EL
COMPROMISO
La otra si que era distinta.
Habia en él una constancia por lo justo y por el compromiso con los pobres para
reinvindicarlos en una revolución que creía que, de todas maneras, tenia que
vivir y desarrollarse, con ideología propia. La del marxismo que eligió a plenitud,
como militante del Ejército de Liberación Nacional. Aunque esa era la gran
equivocación.
Sí la guerrilla de Héctor Bejar, el intelectual
que se levantó allá por 1965, en la inmensidad de la sierra peruana y la del
poeta Javier Heraud, su amigo entrañable, que lo hizo antes en la selva de Madre de Dios donde ingresó clandestino y fue
acribillado a balazos con bandera blanca. Que barbaridad.
Equivocado o no, decidido y denunciante sí que
era. Nos consta, incluso sin compartir sus ideas. Reconociéndolas, sin embargo, como desprendimiento y compromiso total.
Creyente en la tranformación
a la mala. Con armas y balazos. Para dar
paso a los cambios trascendentales y favorecer a los que menos tienen de todas
maneras. A los más pobres y desheredados. El fin magnífico. Pero la forma rechazable,
completamente rechazable.
LA
UTOPIA
Tal fue el objetivo que se trazó. Nunca se dio
ello. La utopía culminó. El muro de Berlín
cayó, para bien de la humanidad. La Unión Soviética, madre de los
socialismos habidos y por haber, desapareció y Cuba entró en la peor de sus
crisis de dictadura y de miseria. Pero Calvo, con su obra, continuó y se
robusteció. Lo que hace a la Literatura invencible.
Una adhesión franca y decidida por el mundo
andino y sus gestas alucinantes, pasión entera por los mitos de la cultura
amazónica. El trabajo constante por la canción popular al lado de la inigualable
canta-autora Chabuca Granda, a quien tanto admiró
Evidentemente que,
escribimos de Calvo con mucho recuerdo de amistad fraguada por entero, en las
redaciones de los periódicos donde trabajamos juntos: “Correo” y “Ojo”.
Era uno de los más destacados integrantes de
la denominada generación de intelectuales de 1960 que se jugó la vida por
entero, haciendo poemas de comprobada calidad que marcaron historia y rompieron
fronteras. Ejerciendo, con pasión
desenfrenada, el periodismo.
FALSEDAD
Este hombre de valía
inigualable se murió muy pobre, el 18 de Agosto del 2000, con una afección al oído
que le causó, dolores mil y ruidos inconcencibles, permanentes. Aunque si de
situación efectiva se trata, el poeta era rico de reconocimiento, prestancia y
validez intelectual de polendas.
La triste realidad es que falleció
en un hospital público de caridad abandonado, por completo, por los que
falsamente decían ser sus amigos íntimos. Convenidos, los que tenían abundante dinero
y en determinado momento de su vida lo rodearon, como rabonas de la peor especie. So pretexto de
buscar a su lado un prestigio intelectual que, evidentemente, nunca lo alcanzaron Sólo medriocridades. Nada más que
mediocridades.
Por supuesto que, esos mismísimos
sinverguenzas, ni siquiera participaron en una colecta pública que tuvo que efectuarse
con el apoyo de sus amigos, con miras a que siga su tratamiento médico. Como así fue.
Lo que si se dijo, y vale la pena recordarlo,
es que falleció por la negligencia de los
médicos que cometieron errores garrafales en su tratamiento. En fin, se fue
para reunirse y estar al lado de los poetas Heraud y Bécquer, Oquendo de Amat y Rose,
Mariano Melgar y Vallejo, Eguren y el escritor indigenista José María Arguedas.
Con tantos intelectuales que lo hicieron
sentirse a gusto con la vida. Se fue para siempre a una edad que se puede decir
temprana, 60 años. Mucho tenía por dar. Mucho tenia por vivir.
SUS
ESTUDIOS
Hijo del pintor loretano
César Calvo de Araujo con Graciela Soriano Narváez. Estudió en los colegios Pedro Tomás Drinot e Hipólito Unanue de Lima. Siguió estudios de
Letras, Psicología y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Vivió su infancia en un pequeño departamento
ubicado en el tercer piso de la cuarta
cuadra del Jirón Carabaya en pleno centro de la capital, la casa granja de Puente Piedra
y la chacra de Chillón, propiedades de su abuelo materno que era de oficio
sastre, de los buenos.
Por eso es que llegaba a San Marcos, algunas
veces, con smoking prestado por el padre de su madre elegantemente vestido, a
los recitales y declamaba sus poemas.
Para despecho y critica implacable de
sus enemigos políticos, sobre todo los apristas.
En Barranco, cerca al puente de los suspiros.
En Barranco, cerca al puente de los suspiros.
FRATERNO
Su juventud y adultez transcurrieron entre una
casa ubicada en el Jirón Callao, antigua calle Gremios, otra en la Bajada de
los Baños de Barranco y temporadas cortas, en un departamento de campo. Allá en
el bucólico y campestre Chaclacayo.
Viajero empedernido y
aventurero conspicuo. Recorrió muchas ciudades del Perú y del mundo. Incluso
vivió años en el Cusco, Iquitos, Londres, París, Madrid, Roma y Barcelona.
Espíritu fraternal y desprendido, muchos
gozaron de su amistad inconfundible y aquella risa estruendosa y contagiante
que aún recuerdan todos aquellos que llegaron a disfrutar de su compañía sin
distingo de edad, clase, raza, posición social y cultural,
Aquí
se incluye, evidentemente, a grandes personalidades de la Poesía, Literatura, Ciencia,
Artes, del Periodismo. De la política nacional e internacional. Fue dulce
protector de niños y animales.
Dirigió,
un tiempo, la filial del Instituto Nacional de Cultura en Iquitos en 1975,
durante el cual también fue responsable de la Fundación Pro Selva, dedicada a la protección y difusión de la cultura amazónica.
Periodista
fundador del diario “Expreso” en Lima. Laboró en las redacciones de “El
Comercio Gráfico”, "Correo" y "Ojo". Se dedicó a ser
“cabecero” de las noticias que aparecían en los periódicos, una de las
especializadas más difíciles de esta profesión tan sacrificada y miserablemente
pagada.
TITULERO
Eso
de ponerlo títulos a las notas que salen en los medios escritos es,
definitivamente, muy importante. Las palabras que se idean son, precisamente,
los que jalan a la lectura. De allí la gran trascendencia del periodista dedicado
a estas lides. A quien lo llaman también “titulero”.
Formaba
parte de los vates que reclamaba con vehemencia y entero malgenio neurótico
el creador de periodicos, Raúl Villarán
Pasquel, cuando deseaba, a todo costo y lo más rápido, transformar los diarios que dirigia con grandes tirajes,
noticias y comentarios impactantes.
“Quiero a las poetas, donde están, no los veo...
Mañana mismo… Aquí en la redacción tienen que estar. Estos poetas, donde están”,
bramaba y repetía, a gritos y a cada
rato, Villarán. Asi vinieron, a trabajar con él en diferentes periódicos, además
de Calvo, Juan Gonzalo Rose, Reynaldo Naranjo y muchos otros más.
“CANCIONARIO”
Editó en inglés Latin American Touring, entre 1964 y 1965,
con una edición paralela en español. Muchos años después pasó al diario
“La República” y luego fue colaborador del vespertino de este grupo
periodístico, “El Popular”, con su columna Campana
de Palo. Escribió, asimismo, para las revistas “Gente”, “Caretas” y “Si”.
A
propósito de “Campana de Palo”, en varias oportunidades, su columna que tocaba
posiciones politicas peliagudas fue censurada. Calvo no se amilanó y siguió
escribiendo. Nunca dejó de hacerlo.
Su
talento lo llevó a ser guionista para los programas de éxito televisivo "Esta es su vida", conjuntamente
con Juan Gonzalo Rose y "Noche
de gala". Ambos en Panamericana Televisión.
El
primero de ellos era conducido, impecablemente, por el mejor maestro de
ceremonias que haya tenido el Perú y hasta ahora no ha podido ser superado:
Pablo de Madalengoita, fallecido desafortundamente en 1999.
Locutor en off del cortometraje "A un viejo poeta en el Perú"
(1977), de Alberto ‘Chicho’ Durant, dedicado a Rafael de la Fuente Benavides. Más
conocido como Martín Adán, el renombrado autor del libro “La Casa de Cartón”. Fue,
asimismo, declamador exclusivo del gran vate César Vallejo. A pedido de su viuda, Georgette.
Con los poetas Reynaldo Naranjo y Manuel Scorza.
Con los poetas Reynaldo Naranjo y Manuel Scorza.
PERU NEGRO
Incursionó
en la música con Cancionario, colección de poemas escritos en forma de
canciones. Varios de ellos fueron tomados, posteriormente, por renombrados
cantautores y músicos como: Jorge Madueño, Raúl Vásquez, Juan Castro Nalli,
Lucho Gonzáles, Víctor Merino, entre otros. Intervino en otro disco de poemas
impecable al lado de Reynaldo Naranjo, con la guitarra del inigualable Carlos
Hayre, que hace poco falleció.
Cuenta en su haber con una prolífica
producción en variados géneros como baladas, trova, landós, marineras, huaynos,
yaravíes, panalivios, festejos, danzones Así como canciones infantiles.
Muchos
de estos temas fueron interpretados por reconocidos cantantes peruanos e internacionales
como: los cubanos Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, el uruguayo Alfredo
Zitarrosa, la argentina Mercedes Sosa, el divo español Raphael y las
interpretes nacionales: Eva Ayllón, Susana Baca, Cecilia Barraza, Elsa María
Elejalde y otros
Como director artístico del Conjunto Folklórico, Perú Negro, aportó en la coreografía,
vestuario y luces. Además, como coordinador general en varios espectáculos, que
llevó a este grupo al despegue de su carrera internacional.
GALARDONADO
A los veinte años, nacido en Iquitos el 26 de Julio de
1940, su primer poemario “Carta Para el Tiempo” recibió
mención honrosa en el primer Concurso Hispanoamericano de Literatura. Cuyos versos
aún no han sido editados, no obstante, ser celebres.
En 1960, compartió con Javier Heraud el primer premio del Concurso “El Poeta Joven del Perú” en la
Universidad de San Marcos, con el poemario “Poemas Bajo Tierra”, que se
publicó al año siguiente.
Presentó su segundo libro, “Ausencias y retardos”.
Ganó una mención de honor en el Premio Casa de las Américas de la Habana Cuba
por su obra, “El Cetro De Los Jóvenes”. Publicó, junto a Heraud, “Ensayo
A Dos Voces”.
Otros poemarios suyos como,“El último poema de Volcek
Kalsarets” , “Cancionario” y Poco Antes de Partir (1971),
fueron incluidos en su quinto libro “Pedestal
para Nadie”, obra que obtiene en el 1974 el Primer Premio del Concurso
Hispanoamericano de Literatura y en 1975 el mayor galardón con el Premio Nacional
de Poesía
Publicó su magistral novela “Las tres mitades de Ino Moxo
y Otros Brujos de la Amazonía”, traducida al italiano al año
siguiente y posteriormente al inglés. Su talento poético volvió en 1985 con su libro,
“Como
tatuajes en la piel de un río”.
Luego, ese
mismo año, se publicaron los dos primeros volumenes de su trilogía “Los
Lobos Grises Aúllan” en
inglés, que revela los entretelones del atentado contra Juan Pablo II,
continuando con el tercer de ellos, “La verdad y solamente la verdad”.
El libro “Campana
de Palo” se publicó en 1986, el cual recopiló las columnas
publicadas y censuradas, que escribió para el diario “El Popular”. Luego,
apareció su poemario Puerta de viaje en coautoría con
José Pavletich y su último libro de la
trilogía, “Los lobos aúllan contra Bulgaria”.
Calvo y Heraud con los poetas del 60.
Calvo y Heraud con los poetas del 60.
MAESTRIA
En 1995 se editó
la traducción al inglés de Las tres mitades de Ino Moxo en
Estados Unidos. Su último ensayo poético, “Edipo entre los Inkas”, se publicó póstumamente, en tres tomos, el Congreso de la República. Parabienes y el
recuerdo al poeta persiste.
Hay maestría en Calvo. Hay oficio permanente en él.
Una poesía de calidad que es perceptible y eterna. Sensible, profuso escritor.
De los que rompe fronteras y se convierte en los mejores de Hispanoamerica, por
su inconfundible aliento poético. Vale para toda la vida. (Edgardo de Noriega)
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