Que tales desfases del gobierno.
Sin pena ni gloria. Con mediocridad total. Primero la salida del Premier René Cornejo por las
veleidades controvertidas y deshonestas de su asesor, Luis Zegarra, que pagaba
dinero contante y sonante para que le consigan información comprometedora en
contra del congresista, Victor Andrés García Belaúnde.
Es decir, precisamente de quien
investigó al Jefe del Gabinete Ministerial por supuestos contratos con el estado
a través de su empresa Helios. Paralelamente, la crisis en el Parlamento cuando
un grupo de representantes nacionalistas se fue para formar otro conglomerado político con nombre sugestivo y trascendente: “Dignidad y Democracia”. Pero sin ningún liderazgo contundente. Lo único real es que desafiaron, por
completo, la hegemonía de la Primera Dama, Nadine Heredia.
Hasta llegar a la elección, por tan sólo dos
votos de diferencia, de la arequipeña Ana María Solórzano, la compañera
sentimental y amorosa de otro padre de
la patria, Victor Isla Rojas, como Presidenta del Congreso de la República.
Hoy tenemos dos nuevos ministros: Ana Jara en
el Premierato y Fredy Otárola en la cartera de Trabajo. Todos estos
acontecimientos implicaron serias crisis
en la que el humalismo gobernante, como constante, salió mal parado.
El Presidente Humala con los nuevos ministros Jara y Otárola.
El Presidente Humala con los nuevos ministros Jara y Otárola.
DESGANO Y APATIA
Lo cierto y real es que, mañana 28
de Julio, se inicia el cuarto año del gobierno en medio de un desgano total por
parte de la ciudadanía. A tal punto que el pueblo, efectivamente, carece de
interés de escuchar el mensaje presidencial anual del Presidente Humala, desde
el Congreso de la República. La apatía es,
sin duda, generalizada.
Lo de Cornejo fue realmente
deplorable. El quinto Premier, desde febrero del año en curso que duró tan sólo
cinco meses y medio. Resultó acusado infinidad de veces por ese
conflicto de intereses, cuya investigación sin embargo se archivó
Debutó en las lides jefaturales y
se le vino de inmediato la falta de confianza, por parte del Congreso. La cual
superó, en medio de un escándalo, tras realizar promesas de independencia
frente a la Primera Dama que, dicho sea de paso, nunca cumplió.
Nadine siguió en las andanzas de
entrometerse en lo que, precisamente, no le compete y allí la tenemos, monda y
lironda, mandando en el Ejecutivo inclusive con más fuerza y vigor que el
propio Jefe del Estado, a quien precisamente el pueblo eligió para gobernar y
no a su consorte.
Los que lo conocen asegurar que
Cornejo es un técnico eficiente y perspicaz. Pero como político deja mucho que
desear, según sus detractores. Ellos aseguran que ni siquiera durante su última gestión se puede
encontrar una lista de logros y realizaciones. Lo consideran uno más del
montón.
DICEN QUE HAY OBRAS
Sin embargo, sus seguidores
afirman que solucionó varios asuntos de inversiones y se van al extremo para
puntualizar que, en términos de obras, son los seis meses más exitosos de la historia del régimen actual porque durante el
periodo se licitaron proyectos importantes
como: la gigantesca línea 2 del Metro de Lima, el Gaseoducto Sur Peruano
y la modernización de la Refinería de Talara.
Mientras tanto, la crisis desatada llegó a su
punto más álgido cuando se llegó a la apretada elección del Congreso. En
efecto, los congresistas tuvieron que ir
a dos vueltas para definir la nueva Mesa Directiva del Parlamento.
En la segunda ronda la bancada de
de Acción Popular- Frente Amplio dejó de votar en blanco y se inclinó por
Solórzano que logró 59 votos, consiguiendo el triunfo. Mientas que su contendor de la oposición,
Javier Bedoya de Vivanco llegó a los 57.
La agonía de la elección se
prolongó desde ayer sábado 26 a las 10
de la mañana hasta las 2 de la tarde. Los 122 legisladores se acomodaron en sus
curules y luego votaron para resolver si el oficialismo retenía, por un año más, la
conducción del Parlamento. O si esta vez le tocaba el turno a la oposición.
Ana María Solórzano, la ganadora,
es la escogida por Nadine y en tal condición resultó triunfante. Asi el nacionalismo seguirá controlando la agenda parlamentaria en el cuarto año de la
actual administración. Pero con un precario respaldo multipartidario.
La Congresista Solórzano con los miembros de su directiva.
La Congresista Solórzano con los miembros de su directiva.
OTRA RENUNCIA
Ocurrió la renuncia repentina del Congresista, Jaime Delgado, a la bancada de Gana Perú cuando precisamente se desarrollaba la
segunda vuelta electoral, quien se abstuvo de votar.
La nueva baja significó que el oficialismo tiene 11
integrantes menos. Empezó con 45 y ahora son 36, el mismo número que el bloque opositor
fujimorista. El último renunciante fue vocero del partido de gobierno hace dos
años. La votación parlamentaria fue
secreta por lo que no se sabe, a ciencia cierta, quienes determinaron el triunfo
de Solórzano.
De los ocho votos de Solidaridad
Nacional, seis endosaron sus
preferencias al humalismo. Dos de ellos, Gustavo Rondón y Vicente Zevallos,
votaron para que Bedoya de Vivanco gane
la lid. En los predios de Acción Popular- Frente Amplio la consigna original
fue la abstención y ello sucedió en la primera votación.
Pero cuando empezó la segunda
ronda, sus nueve integrantes se encerraron en una sala contigua al hemiciclo y
acordaron romper ese acuerdo. Entonces, uno de ellos, Mesías Guevara, votó
abiertamente por los segudiores de Ollanta Humala y se aseguró que también hicieron lo mismo
Leonardo Inga y Manuel Merino.
La cara especial y de
circunstancia que puso Víctor Andrés García Belaúnde, cuando depositó su voto, fue reveladora. Pero el juró y rejuró que no se inclinó por Solórzano. Tarde
memorable y de miedos constantes por
todos los lados.
El oficialismo se impuso pero a los justas.
Nadine sació sus caprichos y debe estar contenta. Pero en el panorama amplio del futuro, para los
gobiernistas, éste definitvamente no está asegurado. Su
bancada se ha debilitado notablemente. Ello sí que es real y habrá que ver cómo
se soluciona.
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