Los ataques desmesurados a las
autoridades correspondientes o el afán de mirar el asunto por el lado dramático
y negativo no llevan a nada bueno. Pero la inercia, obviamente, es una mala
compañera para cualquier acción de enmienda porque se quiere vivir con la
tranquilidad que es tan necesaria.
Cierto es que los asesinatos ocurridos últimamente, cuyas lamentables víctimas fueron el
comerciante Félix Gonzáles Victorio que
fue asaltado a mansalva al interior de la Notaria Paíno y del reportero gráfico
del diario “El Comercio, Luis Choy, que perdió la vida a pocos metros de su
casa en Pueblo Libre, han generado una comprensible preocupación por parte de
la ciudadanía.
Cabe preguntar, evidentemente,
qué está haciendo el Estado para resolver este problema vital. La situación lo
amerita y por eso es necesario que el propio Ministro del Interior, Wilfredo
Pedraza Sierra, con el apoyo de los organismos pertinentes de la policía,
presenten un concienzudo plan de trabajo
para devolver la confianza que los peruanos se merecen.
Hay que apoyar al Ministro del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra
Hay que apoyar al Ministro del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra
POSICION FIRME
Urge ya, más temprano que tarde.
Ello implica en primer lugar una posición firme por parte de las autoridades y
la colaboración contundente de
la población. Un binomio imprescindible que puede darnos resultados acertados, con planes de protección reales, posibles y coherentes.
Confiamos que la situación mejore
e incluso se resuelva porque conocemos al Ministro Pedraza y lo consideramos un
profesional honorable, probo, experto
en Derecho Penal y que está en condiciones efectivas de aportar por sus
capacidades, conocimiento y experiencia.
Lo ayuda un hecho que es cierto
con respecto a que la criminalidad en el país se ha reducido el último año, según la encuesta y las cifras del INEI. De acuerdo con ella,
si se compara el periodo julio-diciembre del 2012 con el mismo semestre del año
anterior, se encuentra que el porcentaje de la población que ha sido víctima de algún delito, ha disminuido en 6.8 puntos porcentuales.
Pero no olvidemos que de acuerdo
al mismo informe, durante el periodo julio –diciembre del 2012 con el mismo
semestre del año anterior, de cada 100 encuestados 38 fueron víctimas de
delincuencia. Lo más preocupante es que tan sólo un 5.1% de las
víctimas denunció el delito y obtuvo resultados positivos.
El fotógrafo Luis Choy, una de las víctimas de la inseguridad
El fotógrafo Luis Choy, una de las víctimas de la inseguridad
Hay otras cifras que también
deben servir para las rectificaciones gubernamentales y los propios planes de
seguridad del Estado. Las del Latinobarómetro
en América latina donde el Perú tiene, después de México, el mayor porcentaje
de ciudadanos que declaran haber sido víctimas de un delito: 40% entre 1995 y
el 2011. Esta tasa, además, se encuentra siete puntos porcentuales por encima
del promedio de la región, una de las de mayor criminalidad en el mundo.
Que las cifras sirvan para actuar
de inmediato. Es cierto que la delincuencia no se ha originado con este
gobierno. Pero lo obligatorio es tener absoluta conciencia del mal que nos
aqueja, precisamente, para atacarlo de raíz. La zozobra ciudadana es una realidad
y es hora de trabajar a plenitud para que, de una vez por todas, se atenúe e incluso acabe.
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