El recuerdo de los venezolanos sigue persistente hacia tal
indiscutible mito que en su calidad
de controvertido mandatario impuso
drásticamente sus caprichos, en medio de un soterrado y poco consistente
socialismo denominado etéreamente por él mismo,
del siglo XXI. Una rimbombante y peculiar definición que trajo diversos
y serios problemas al pueblo hermano, como realidad indiscutible
Probablemente, la incontenible remembranza de lo que queda de
Chávez seguirá imponiéndose en tierras llaneras. Incluso por inercia rendirá sus frutos cuando se elija, dentro de
poco, a su sucesor Nicolás Maduro: el títere principal e indiscutible de Chávez.
Dejémonos de macanas, los resultados de las elecciones el
próximo mes en Venezuela están cantados
con fraude si fuese necesario o sin él. Aunque lo primero no vale la pena. La
memoria del comandante puede más a la hora de los votos.
Hugo Chavez Frías gobernó Venezuela 14 largos años
Hugo Chavez Frías gobernó Venezuela 14 largos años
DEMERITOS
Entonces, la elección de Maduro sería un hecho contundente en
el camino, por supuesto, de continuar la labor del zarandeado militar. Lo que
hace prever que cambios totales y definitivos, por el momento, no habrán. La
continuidad en el desbarajuste parece ser que seguirá por un buen tiempo
todavía, Aunque no hay mal que dure tantos años. Ni cuerpo que lo resista.
Una cadena de deméritos, definitivamente, existieron en la vida de este hombre tan peculiar en su modo
de ser y de actuar. Marcó a su país, marcó al continente con sus barbaridades
como las casas alba, llenas de ideología superada por completo, llenas de
ambiciones de dominio que tienen que ser apabulladas por la libertad, como
condición insuperable de vida democrática.
Lo que representa
Chávez ante la historia es de por sí rechazable en su condición indiscutible de
haber sido un dictador, un autócrata de marras y de la peor especie que llevó a
su pueblo, con demagogia y desenfreno, al peor de los fracasos tanto sociales
como económicos. Mientras que a América Latina la puso en la estacada de la
desaprobación democrática, en medio de un desprestigio internacional palpable.
CONVULSION
Cuatro elecciones ganadas. Catorce años de gobierno, de 1999
al 2013. Un tiempo evidentemente largo. Con periodos en el limbo y en el secreto persistente de no dar exactamente a conocer su estado de salud.
Modalidades propias de las dictaduras zamarras. Hasta que, final y
lamentablemente, el flagelo del cáncer cobró otra víctima más. La enfermedad
del comandante duró casi dos años.
Para mal, Chávez convulsionó por completo a Venezuela. Cambió
la carta magna, el nombre del país, la bandera, el escudo y todo lo que pudo. Sin miramiento alguno. En una campaña electoral permanente, porque
eso exactamente fueron sus gobiernos consecutivos, donde nacionalizó amplios
sectores de la economía. Asimismo, sin empacho alguno, modificó la estructura
del Estado y dio un giro radical a la diplomacia
Maduro al lado del féretro del mandatario.
Maduro al lado del féretro del mandatario.
Su discutido proyecto vino acompañado de una feroz
polarización que dividió familias, rompió amistades y enrareció el ambiente en
empresas y organismos públicos de un país cuyo principal tema de conversación,
desde hace muchísimos años, sigue siendo
Chávez.
Considerado por muchos como el heredero de su "padre
ideológico” Fidel Castro, exportó sus amores y rencores a toda la región y
quiso propagar su mensaje a buena parte del mundo, donde la palabra Chávez
comenzó a asociarse a Venezuela tanto como sus hermosas reinas de belleza,
afamados beisbolistas e interminables telenovelas.
EL DIABLO
Atacó sin freno a Estados Unidos. No hubo foro, gira o
campaña en que no lanzara su invectiva frontal y virulenta contra Washington y
no dudó en hermanarse con todo líder que compartiera su aversión por la Casa
Blanca o su apoyo por Irán o Irak, Zimbabue o Siria, sin distingo
de credo político.
Nada como su discurso del 2006 ante la Organización
de Naciones Unidas (ONU) para sintetizar su histrionismo cuando, desde el podio
en el que había hablado el día anterior George W. Bush, clamó mientras se
persignaba: "Ayer estuvo el diablo
aquí, huele a azufre todavía" Su extemporánea presentación levantaría
una andanada de aplausos y críticas, murmullos y no pocas sonrisas
Célebre por sus maratónicos discursos en la verticalidad
permanente de su lógica castrense. Incluso disertaba sobre lo humano y lo
divino. Su record fue hablar una vez nada más y nada menos que nueve horas continuadas.
EL PRESIDENTE MAS JOVEN
Irrumpió en la política con un golpe de estado que llamó
bolivariano y que fracasó por completo, el 4 de
febrero de 1992. Tan es así que
fue a parar a la cárcel por dos años. Pero antes, el pueblo lo vio por primera vez con su boina
roja de paracaidista y su porte militar altivo. Aunque se le percibía como un díscolo
soldado, dejó indiscutiblemente huella.
Posteriormente no le hizo mella ni la acusación de golpista.
Ni las críticas por su nula experiencia política. Ni los gritos de que era un comunista
disfrazado. Nada le impidió convertirse,
en 1999, en el Presidente más joven de Venezuela. Con una nueva Constitución
como promesa para refundar la patria.
Resultó ser el huracán bolivariano y desató un inclemente
combate contra los partidos a los que llamó tradicionales. Acción Democrática,
los famosos adecos de Carlos Andrés Pérez tan ligada al Apra del Perú
y cuyo líder principal era compadre de Alan García, a la cabeza del mayor de los desprestigios dirigenciales,
acusada de corrupción plena.
GOLPE DE 48 HORAS
Lo mismo pasaba con
los social cristianos del COPEI y Rafael Caldera de dirigente primordial
alejado, reducido a su mínima expresión. Los dos venezolanos y el peruano
presidentes de la república en sus países, durante distintas épocas.
La lucha desenfrenada
también afectó por completo a la prensa que se quedó rápidamente sin
libertad de expresión de por medio, a la jerarquía eclesiástica, la elite
empresarial, antiguos compañeros de armas y buena parte de la ciudadanía que al
unísono lo acusaban de conducir al país al abismo y al fracaso.
La situación política grave explotó en abril del 2002, cuando
fue derrocado en un golpe que abortó en 48 horas. Rescatado por militares
leales y en medio de marchas populares, convirtió su "hora más
oscura" en un mayúsculo triunfo político.
No sería la última vez que sobreviviera milagrosamente cuando
sus adversarios lo tenían contra las cuerdas, como cuando presionaron por su
renuncia con un feroz paro petrolero a fines de 2002 o cuando trataron, el 2004,
de revocar su mandato mediante un referendo previsto en la carta magna que él
mismo impulsó.
Realmente un mito para el pueblo.
Realmente un mito para el pueblo.
LOS RICOS
Con cada embate, el líder bolivariano ganó más poder y se fue
radicalizando hasta que finalmente logró el 2006 una reelección récord al grito
de "patria, socialismo o muerte", aupado por sus "misiones"
sociales en alimentación, salud y alfabetización financiadas con la enorme
renta petrolera.
Las últimas elecciones se las ganó a su opositor Henrique
Capriles para el periodo 2013-2019. El candidato triunfante y reelecto no pudo
asumir el poder por el mal que lo aquejaba y que a la postre lo llevó a la
muerte.
Chávez gobernó en permanente "vivo y directo" desde
la TV, empeñado en dar vida a su heterogéneo socialismo criollo de influencias
bolivarianas, cristianas y fidelistas."Ser rico es malo, es inhumano. Así
lo digo y condeno a los ricos", aseveró sin titubear ante los empresarios
el año 2005.
En su mítico programa dominical "Aló, Presidente", Chávez se mostró en estado puro, con
ese estilo de acusador al detalle donde todo pasaba por su firma,
entremezclando reflexiones políticas, filosóficas y personales con canciones de
amor, chistes, anécdotas e interminables polémicas.
Dotado de una innegable simpatía caribeña y muchos recursos,
su oratoria encandiló a humildes obreros de las míseras barriadas venezolanas,
sesudos intelectuales de izquierda y rutilantes estrellas de Hollywood, a
quienes dedicaba sentidas palabras de lucha social, amor por los humildes y respeto
para los pueblos
MONEDITA DE ORO
Pero esa misma elocuencia era puro veneno para sus enemigos,
a quienes dirigió palabras de odio, resentimiento y exclusión en una batalla
mediática donde toda descalificación era válida para combatir a sus críticos,
algunos de los cuales huyeron del país o acabaron presos acusados de corruptos
o golpistas.
Chávez, en su estilo desenfadado, le cantaba una copla a la
dura polarización que despertaba: "No
soy monedita de oro pa' caerles bien a todos, así nací y así soy, si no me
quieren, ni modo", mientras sus detractores lo comparaban
con cualquier tirano vivo o muerto. Lo
acusaron de megalómano, corrupto y hasta loco.
Su popularidad casi religiosa osciló al ritmo del precio del
barril de crudo, del que el país depende cada día más para la importación de
alimentos y todo tipo de bienes y servicios sosteniendo una inflación que,
aunque inferior a la que heredó, está clasificada como una de las más altas del
mundo.
EL PBI
Sus heterodoxas políticas económicas estuvieron marcadas por
la hiper regulación del sector privado, con controles de precios y de cambio,
faraónicos proyectos de los que muchos quedaron inclusos. Tuvo en su puño una
serie de fondos paraestatales que le dieron un control sin precedentes sobre el
presupuesto público.
De acuerdo con informaciones que el propio Gobierno
venezolano ha dado a conocer anteriormente en torno a la economía del país, el
Producto Bruto Interno (PBI) pasó de US$91.000 millones en 1999 a US$320.000
millones en el 2012, impulsado principalmente por la renta petrolera. Sin
embargo, la inflación no varió casi nada y se mantuvo con una tasa por encima del 20%.
Lo cierto es que Venezuela culminó el 2012 con un alto déficit fiscal y una crisis cambiaria producto
de la propia política intervencionista que
se emprendió en el 2003, con la nacionalización de la petrolera PDVSA.
En su programa de television, Alo Presidente
PILARES
En su programa de television, Alo Presidente
PILARES
Esta nefasta y poco práctica acción se aplicó también en
otros sectores estratégicos tales como: el cementero, siderúrgico, alimenticio,
eléctrico, telecomunicaciones y hasta el bancario.
Si bien dicha política
permitió armar una estructura de
fondos para financiar una serie de programas sociales, también le costó a
Venezuela miles de millones para destinar el pago de indemnizaciones a empresas
y provocó una caída en las
inversiones. Las relaciones con el sector privado no eran de las mejores
por las expropiaciones ejecutadas.
El socialismo es así, trata de apoderarse de los medios de
producción y en el caso venezolano no fue diferente. El gobierno nunca se planteó crear, sino
tomar lo creado. Tales premisas formaron parte del comentario diario y
permanente de los círculos económicos prominentes del país.
Otro de los pilares fue buscar nuevos socios comerciales, debido
a su enfrentamiento político con Estados Unidos. Así se cerraron acuerdos con
economías emergentes como China, Rusia y Brasil, países de los cuales obtenía
préstamos a cambio de la venta casi exclusiva del crudo llanero. El resultado
al cierre del 2012: una deuda externa de Venezuela estimada en US$ 80.000
millones.
PERO…
Por otra parte, la moneda oficial (el bolívar) de Venezuela
sufrió una sobrevaloración continúa debido al control de cambio dictaminado por
el Gobierno. Sin embargo, pese a sucesivas devaluaciones, el bolívar terminó dependiendo de las importaciones,
principalmente de los productos agrícolas. Lo que provocó, en muchos casos, una
escasez de productos básicos afectando a los sectores más vulnerables.
Para muchos entendidos y especialistas, las políticas
intervencionistas y controladoras debilitaron al país al hacerlo menos
atractivo para la inversión. Pero dejaron una conciencia social que en el
futuro no dejará de tener peso sobre la economía.
Lejos de un socialismo clásico, la bonanza petrolera propició
un auge del consumo sin precedentes que llegó de manera masiva a las clases
bajas, disparando las compras de autos, celulares y televisores en medio de un
aparente y peligroso clima de prosperidad.
Con Chávez siempre hubo un "pero", a favor o en
contra. Creó nuevos programas de salud, alimentos baratos y educación para los
más pobres, pero no dio respuesta al crecimiento alarmante del crimen y la
corrupción.
Con Gadafi: amistad internacional extraña,
Con Gadafi: amistad internacional extraña,
SU CULPA
Marginó a la clase media, a los emprendedores y a sus
críticos, pero dio visibilidad a los excluidos. Atemperó las brutales
desigualdades sociales de un país enormemente rico lleno de pobres, pero no
tuvo soluciones para problemas estructurales que castran al país desde hace
décadas.
Clamó una segunda independencia que termine la obra que
inició hace 200 años el Libertador Simón Bolívar. Pero sin poder desatar a su
país de la dictadura económica del petróleo, con un socialismo que se quedó a
medio camino "entre lo que no acaba de nacer y lo que no acaba de
morir".
"Yo asumo mi culpa", retó a aliados y adversarios
en uno de sus últimos consejos de ministros, mientras hacía planes para el
nuevo mandato de seis años con el que planeaba sellar dos décadas en el poder.
ALIANZAS
Extrovertido, carismático y alejado del recato, su liderazgo
tuvo más de espiritual y religioso que de político y revolucionario. Por su
discurso, fundamentalmente nacionalista, pasaron Jesucristo, el Che Guevara,
Mao, Simón Bolívar o Marx en una extraña comunión que Chávez consiguió armar en
forma de doctrina.
Defendió el socialismo con la cruz en la mano, oró en
silencio en una capilla mientras el país lo miraba por televisión y viajó hacia
nuevas operaciones quirúrgicas a Cuba, saludando desde un coche con una imagen
de Jesucristo bajo la que se podía leer: "Y te sanaré".
Amigo de los líderes más polémicos, como el iraní, Mahmud
Ahmadineyad, o el fallecido dictador libio Muamar Gadafi, Chávez conjugó el tradicional caudillismo
latinoamericano con una prédica en defensa de las luchas sociales.
Sus críticas a la “hegemonía imperialista” lo llevaron a alianzas polémicas con mandatarios de
países que se han visto cuestionados por sus actitudes antidemocráticas. El acercamiento
a países como Irán, Siria, Libia o Bielorrusia buscaba,
según afirmaba, impulsar un mundo
“multipolar”.
Y a pesar de todo, algunas venezolanas lloran su partida
Y a pesar de todo, algunas venezolanas lloran su partida
COMPROMISOS
Tanta fue su compromiso con estas amistades que, incluso,
llegó a calificar de “mártir” a Gadafi, el dictador libio derrocado en
octubre de 2011 tras más de cuatro décadas en el gobierno y se convirtió en el único líder mundial en
apoyarlo a ultranza.
Compañeros de batallas en la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), en Venezuela todavía se recuerda la carpa
que el entonces líder libio instaló en la turística isla de Margarita, en
septiembre del 2009, para la II Cumbre América del Sur-África (ASA).
Fue además un fiero defensor del presidente
sirio, Bashar Al Assad, al que consideró “víctima de una arremetida fascista”. Los vínculos
con Siria datan de 2006 y se han traducido en una treintena de convenios,
principalmente en materia alimentaria y también energética, como la que incluyó
la construcción de una refinería en Homs.
FRENAR
Precisamente en una visita de su “hermano” Al Asad a Caracas
en junio de 2010, Chávez bromeó al decir que ambos formaban parte del llamado “Eje del Mal”,
el grupo de países a quienes el ex presidente estadounidense George W. Bush
puso en su punto de mira y en el que incluyó a Iraq, Irán y Corea del
Norte.
Pero el presidente venezolano matizó entonces que
las siglas de ese grupo correspondían al “Movimiento de los Aliados Libres”
(MAL), que incluía a todos aquellos países que contribuyen a la creación de un
mundo “multipolar” y que citó como enemigos comunes “el imperio yanqui y el estado
genocida de Israel”.
Desde que llegó al poder en 1999, las relaciones
exteriores de Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo
del mundo, no han dejado de levantar polvareda. Chávez recibió varias
veces la visita al territorio venezolano del presidente iraní, Mahmud
Ahmadineyad.
Ni los niños se salvan y los convierten en fanáticos
Ni los niños se salvan y los convierten en fanáticos
Incluso en medio de
las tensiones en el Golfo Pérsico y una creciente presión de parte de los
países occidentales por el supuesto programa nuclear con fines militares de
Teherán. “No quisiéramos que esa tarea nos hubiera tocado. Pero nos ha tocado, frenar, frenar, frenar la
locura imperialista que ahora se ha desatado como nunca antes jamás
en mucho tiempo”, indicó en una oportunidad Chávez.
RELACIONES POLEMICAS
Con la llegada de Ahmadineyad al Gobierno el 2005,
las relaciones entre Venezuela e Irán se han estrechado tanto ideológicamente como en el
sector económico, con cerca de 5.000 millones de dólares de intercambio
comercial. Además de acuerdos de cooperación en sectores como el energético.
Junto con Irán, las relaciones con Siria, Libia o Bielorrusia centran
la mirada internacional, que también sigue de cerca la estrecha relación
militar con Rusia o una cierta transigencia hacia el régimen norcoreano.
También polémica fue la relación con el jefe de Estado
bielorruso, Alexander Lukashenko, al que algunos consideran el último dictador
de Europa y con cuyo país Venezuela
tiene un intercambio comercial de 2.000 millones de dólares con
acuerdos de construcción, petroleros y de distribución de gas.
CUBA
El caso norcoreano es el más ambiguo dentro de las relaciones
diplomáticas venezolanas. Chávez manifestó
su “sincero pesar” por el fallecimiento del líder de Corea del Norte,
“camarada” Kim Jong Il.
Evidentemente que las relaciones con Cuba merecen un capítulo
aparte. Chávez vinculó a la revolución cubana con su proceso político y
consideró a Fidel Castro, un “padre” al que elogió constantemente y en el
que ha buscado inspiración para su gobierno.
Hay de por medio una
cifra de inversiones petroleras hacia la isla que llega a los 330 millones de
dólares anuales. Eso por un lado. Mientras que por otro, Venezuela paga, cada
año, 6.000 millones de dólares a este país por los servicios de 40,000 médicos
y enfermeras
La relación con el bloque sudamericano es también
signada por la polémica. Como
principal impulsor de la llamada izquierda latinoamericana, el
mandatario se acercó en sus ideas a presidentes como Rafael Correa,
cuestionado por sus atentados contra los medios de comunicación críticos a su
gobierno al igual que Chávez.
Otros presidentes sudamericanos censurados por presuntas
actitudes antidemocráticas, como Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales,
también estuvieron a su lado y siempre coincidiendo, sin discrepancia alguna
con el caudillo venezolano.
HUMALA
El Presidente del
Perú, Ollanta Humala se le escapó de las manos al marcar independencia en las
relaciones diplomáticas. Como candidato, el peruano era “uña y mugre” del
dictador. Más la primera vez el 2006 que en las últimas elecciones del 2011.
Conversando con Humala.
Conversando con Humala.
Los viajes eran una realidad a cada rato a Caracas con su
esposa Nadine Heredia. Mientras que el autócrata, por la televisión alentaba,
un día sí y otro también, el triunfo del nacionalista. Entrometiéndose,
indebidamente, en los asuntos de la política peruana.
Hasta se habló de
financiamientos monetarios para la campaña electoral del país y las actividades
profesionales de la primera dama a través de ONGS y organismos de fachada. Pero la cosa quedó en consabidos chismes y tan
sólo eso, comentarios para la anécdota. Nada se probó fehacientemente.
IMAGEN
A la hora de los loros y las definiciones, tanto Chávez como
Humala cuando llegó al poder, se fueron por el lado que más les convenía y,
felizmente, no formamos parte de los países del alba. Nunca pelearon. Pero cada
uno estuvo en trincheras distintas. Eso es público y notorio. Hubo, incluso,
hasta cierta preferencia en el humalismo por el Brasil de Lula que por Venezuela.
Logró tras catorce años en el poder proyectar una imagen de
hombre que superó las dificultades, describiendo cada uno de sus reveses como
victorias. Haciendo de sus logros hitos
de la historia de Venezuela que reivindicó como continuación de las
aspiraciones de Bolívar.
Era hijo de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías. Resultó
el segundo de los siete descendientes varones de un matrimonio de maestros
rurales. Nació el 28 de julio de 1954 en Sabaneta, una localidad del estado
Barinas (oeste), en los llanos occidentales.
SUEÑO
El único antecedente político en su familia fue su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, apodado "Maisanta", un caudillo popular de aquellos que eran alzados rápidamente al grado de general y que peleó contra la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935).
Con sus hijas que saludan y él con el puño en alto
El único antecedente político en su familia fue su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, apodado "Maisanta", un caudillo popular de aquellos que eran alzados rápidamente al grado de general y que peleó contra la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935).
Con sus hijas que saludan y él con el puño en alto
Dijo, en repetidas ocasiones y demostrando evidente orgullo, que tuvo una infancia feliz. Pese a las carencias de la familia que vivía en una casa de paredes de adobe, techo de hoja de palma seca y suelo de tierra.
En busca de su sueño de jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos, Chávez se alistó en 1971 en la Academia Militar, pero no por vocación sino porque su entrenador de béisbol, a quien él admiraba, creía que podía ayudarle en su carrera hacia el estrellato deportivo.
Sin embargo, se graduó en 1975 como subteniente y el pomposo título de "Licenciado en Ciencias y Artes Militares, Rama Ingeniería, Mención Terrestre" con el que volvió a su tierra, en donde se casó con Nancy Colmenares, con la que tuvo tres hijos:
Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael. Chávez contrajo matrimonio, en segundas nupcias, con la locutora Marisabel Rodríguez. Con ella procreó otra hija, Rosinés
EL CARACAZO
Su carrera militar fue
una sucesión de destinos. Aseguró que se afianzó como "un rebelde"
como consecuencia de la represión militar del levantamiento popular de 1989,
conocido como "El Caracazo", contra la política económica liberal del
entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
Allí en este vil
acontecimiento miles de manifestantes fueron masacrados, a vista y paciencia,
del propio gobierno por la acción nefasta de las fuerzas del orden. En medio de
infinidad de saqueos y de una violencia desenfrenada, sin control alguno
Fue reelegido como Presidente de la República en tres
ocasiones, siendo la última en octubre pasado para el periodo 2013-2019, pero
el cáncer, que implicó cuatro operaciones quirúrgicas, le impidió llegar a los
veinte años en el Gobierno.
Lo que
definitivamente hubiese sido lamentable para los propios venezolanos y el mundo
entero. Cristianamente, que descanse en paz este personaje tan peculiar de la
tierra del que si fue un genuino libertador eminente e insigne, Simón Bolívar. (Edgardo de Noriega).
Inaudita y rechazable la dictadura de Chávez. Este hombre quiso estar en el poder 20 años. Hizo de todo para reventar por completo al pueblo venezolano. Que sirva de lección. Que sirva de precaución. Juan Alberti
ResponderEliminarEl mito creado es peligroso y llega a extremos tan contradictorios que,definitivamente, merecen rechazarse. Ahora se dice que Estados le inoculó el cáncer. ¿Que es esto?. Una barbaridad de tomo y lomo. Hay que recordar siempre lo que hizo para evitarlo. Esa es la obligación de los venezolanos. Hernan Becerra
ResponderEliminarEl Comandante Hugo Chávez nubla la historia de Venezuela y de la propia América. Sin embargo tuvo y tiene seguidores. Ha ganado elecciones. Fenómeno que hay que estudiarlo a profundidaD. No queremos dictadores No queremos autocrátas. Queremos democracia. Alberto Solórzano
ResponderEliminarNo hay derecho que se ataque así a un hombre de la talla de Chávez. Con sus posiciones llevó a los pobres al poder. No se deben tener anteojeras. Chávez lucho por todo el pueblo venezolano. Merece recordársele. Ya paso a la historia. Su socialismo del siglo XXI es válido. Alfredo Cadenillas
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