DOS PASSOS: HOMBRE DE VALOR Y DE RECUERDO

Alto, desgarbado, miope y de origen portugués pero nacido en Estados Unidos. Lleno de vivencias que guardaba profundamente hacia adentro, en lo que algunos llaman alma y espíritu. Enteramente talentoso e inteligente con una inclinación total hacia la  la Literatura, la Pintura y el Periodismo. Un  intelectual y narrador determinado y encuadrado en la originalidad completa. Viajero impenitente de un lado a otro. España, México, Teherán, Constantinopla. De cuando en cuando, reapareciendo en Nueva York. Hasta se dijo que nunca paraba seis meses continuados  en un mismo sitio. No tenia residencia fija. Pero si un derrotero muy claro: ser escritor y un hombre ligado al arte. Lo quiso, lo anheló y lo consiguió. Este hombre, tan excepcional, se llamó John Dos Passos. Hombre que valió. Hombre que merece recordarse.

 En la guerra presente y luchando sin miedo alguno.  Le toco vivir las dos conflagraciones mundiales y en una de ellas sirvió en el frente. Lo que demostraba, evidentemente, valentía. Curioso insaciable. No se contentaba con ver. Necesitaba vivir lo  que lo rodeaba, amoldarse a las costumbres, profundizar por completo en idiomas y luego contar sus experiencias.

Un buen tiempo radical hasta el tuétano y simpatizante total de las ideas marxistas. Lo marcó la tragedia de muerte de los anarcosindicalistas italianos Sacco y Vanzetti. Colaboró en varias revistas de avanzada con un vigor impresionante.


John Dos Passos

EN RUSIA

Pasó varios meses en  Rusia estudiando   el sistema socialista.  En aquel entonces, él era el dirigente de la Liga de Escritores Americanos de marcada tendencia izquierdista e incluso participó en un congreso realizado en 1935, donde dominaron los comunistas. Hasta que, finalmente, rechazó la idea del control que Stalin podría tener sobre los escritores  en  Estados Unidos.

Cambiando por completo de posiciones, participó en el el Comité Americano para la Defensa de Leon Trostki, comúnmente conocida como “La Comisión Dewey ", con otras figuras notables, como: Sidney Hook,  Reinhold Niebuhr , Norman Thomas , Edmund Wilson y el filosofo John Dewey que la presidía. Este organismo  fue creado a raíz de los juicios de Stalin en contra de sus adversarios allá por  1936.

Hacia 1937, escribió el  guión para la película “El Diablo es una Mujer” protagonizada por Marlene Dietrich y dirigida por Josef von Stemberg, una adaptación de la novela de 1898. La Femme et le Pantin de  Pierre Louÿs 

Durante la Guerra Civil Española, regresó a  España con su amigo Ernest Hemingway. Aunque, sus puntos de vista sobre el movimiento comunista ya habían empezado a cambiar. Dos Passos  discrepó con Hemingway y Mathews  Herbert, con respecto a la actitud displicente hacia la guerra. 

DESACUERDO

Tampoco estaba de acuerdo con prestar su nombre para la propaganda a favor del comunismo y de Stalin, incluyendo el  encubrimiento de la responsabilidad soviética en el asesinato de su amigo y traductor de sus obras al español, José Robles. . Años más tarde, se peleó por completo con Hemingway, quien le daría A Dos Passos el apodo despectivo de " pez piloto" en su libro “ París Era  Una  Fiesta”.

Del comunismo,  escribió más tarde: "He llegado a pensar, sobre todo, que las libertades civiles deben ser protegidos en todas las etapas de la vida. Estoy seguro de que la introducción de los métodos de terror stalinistas le hicieron mucho daño a España” .

Luego añadió: “El problema con una policía secreta omnipotente en manos de fanáticos es que una vez que empiece no hay forma de detenerlo hasta que se haya corrompido el cuerpo político entero . Me temo que eso es lo que está pasando en Rusia "

Asistió a la Convención Nacional Demócrata de 1932 y posteriormente escribió un artículo para el periódico  “The New Republic” en el que criticó duramente la elección de Franklin Delano Roosevelt, como candidato de ese partido.

 A mediados de la década de 1930, escribió una serie de artículos mordaces acerca de la teoría política comunista e incluso creó la figura de un  idealista con estas actitudes que, poco a poco desgastado y destruido por  el pensamiento de grupo en el partido, termina su vida en el más grande los fracasos.

PERIODISTA

Por aquel entonces,  en el mundo editorial norteamericano, se registró una fuerte disminución de las ventas de sus  libros. Fue entonces que, entre 1942 y 1945, Dos Passos trabajó como periodista y corresponsal de guerra, cubriendo inclusivo los principales acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial.

Resultó elegido miembro de  la Academia Americana de las Artes y Las Letras y en lo que se refiere a ideas políticas comenzó a tener eminentemente inclinaciones conservadoras. Para muchos de derecha. Tan es así que siguió las ideas del enemigo total del comunismo, Joseph Mc Carthy.

Sin embargo su viejo amigo el periodista John Chamberlain creía que era un libertario. Lo cierto es que Dos Passos jugaba con sus posiciones. Al menos eso  ocurría en sus escritos. En efecto colaboró con la  revista progresista The Freman. Pero también con la conservadora National Review.


Una de sus pinturas

PREMIO

Publicó el influyente estudio sobre la cabeza y el corazón de Thomas  Jefferson. Allá por 1967 fue invitado a Italia donde se le galardonó con el premio Antonio Feltrinelli de distinción internacional en la Literatura. Sin embargo, mucho se dijo que, posteriormente, su obra fue ignorado por sus constantes cambios políticos,

En la década de 1960, el escritor hizo campaña activa y efectiva por los candidatos presidenciales Barry Goldwater y Richard Nixon, asociándose con el Grupo de Jóvenes Americanos por la Libertad.

Enemigo de la solemnidad y la pedantería. Escribía, simplemente, sin buscar profundidad. Ni asuntos trascendentales. Era  modesto. En su obra, él ausente, dejando a sus personajes en absoluta libertad. Sin interponerse nunca.

Apareció en  1921 “Tres Soldados”, convirtiéndose en una figura célebre. Un año antes publicó en Inglaterra “La Iniciación de un Hombre”, su primera protesta contra los traficantes de carne humana. Esta novela pasó injustamente desapercibida.

DISCUSION

Por el contrario, la primera sí fue un éxito. Los radicales la nombraron. Por su parte, los xenofóbicos patrioteros se rasgaron las vestiduras. Todo el mundo discutió y hasta la censura intervino. El tema del libro era, en efecto, un retrato poco adulador de aquel cuerpo tan extraño que de 1917 a 1919 se llamó el ejército norteamericano.


Portada del Time con su fotografía

Los tres soldados Fuseli, Chriifield y Andrews salen de la esclavitud militar, física y moralmente, destrozados. El primero cayó enfermo y pierde el respeto necesario. El segundo sufrió la persecución de la justicia y el tercero va directo al presidio para conservar su libertad de pensamiento. Allí y aprovechando la frustración total aparece una multitud de oficiales, enfermeras, aristócratas, empleados y campesinos cuyas relaciones contrastan, por completo, con  la realidad del trío tan descastado.

Las dos novelas de la guerra de Dos Passos fueron redactadas en España, lugar donde el autor pasó una larga temporada. Había escrito ya diferentes ensayos sobre costumbres, psicología, ciudades y literatura que fueron publicadas en revistas de Nueva York y reunidos posteriormente en el libro, “Rocinante en el Camino Otra Vez”.

 Hay un volumen de poesías de su autoría, “A Pushcart at the Curb” donde incluye, como originalidad total, los croquis de la ciudad de Madrid, España, como eminente revelación de perspicacia y una agudeza de observación admirable.

CENSURA

Volvió a la novela con “Calles de  Noche” que retrata, desgarradamente, la tragedia de la juventud intelectual norteamericana dominada por un malestar sordo y una neurastenia que lleva a veces al suicidio desgarrador. La censura inaudita prohibió el libro, en diversos estados norteamericanos.

No por el estilo crudo, sino porque uno de los personajes Wenny, hijo de un pastor protestante, no ve en su padre más que un ser mezquino y un tanto ridículo con su cuello abrochado por detrás. La rigidez de tal hombre no era ajena al suicidio de su hija. Entonces, la gente mojigata clamó contra lo que llamaron falta de respeto a la sagrada  institución de la familia. Habrase visto.

Por su parte, la temática de su obra famosa titulada, “Manhattan Transfer”, está relacionada con el problema técnico de pintar una ciudad enorme resuelto con un procedimiento dramático. Su creación es una sucesión de escenas. La masa en bloque no aparece nunca.

 Pero los personajes se suman, se multiplican hasta formar una multitud abigarrada de rentistas, negociantes, cómicos, obreros, millonarios, prostitutas, militares. Unos nacen, otros mueren, se casan o terminan en la cárcel. Hay quienes se eclipsan durante años para aparecer con el cabello gris, enriquecidos o arruinados. La habilidad con que  el autor pone en contacto a todos estos protagonistas tan heterogéneos es asombrosa.

MATERIALISMO

Aquí predomina la gente materialista dominadas por el sexo o por el estómago, cuyo único fin parece ser la prosperidad económica. A unos los sorprendemos emborrachándose discretamente. A otros cohabitando detrás de las cortinas o estafando al prójimo. Los abogados viven de chanchullos. Los banqueros seducen a sus secretarias. Los policías se dejan sobornar y los médicos hacen abortar a las actrices.

El verdadero protagonista es Manhattan, con sus viejas iglesias empotradas entre geométricos rascacielos de cabarets resplandecientes. Un puerto brumoso y humeante donde se puede ver infinidad de carteles luminosos. La gente se atropella ensordecida por el trepidar de los trenes elevados. Para muchos, la mejor novela de la nueva literatura norteamericana.

Vivió entre 1896 y 1970 y representó a la llamada “generación perdida” de escritores cuyas novelas amargas y profundamente impresionistas atacaron la hipocresía y el materialismo de los Estados Unidos, en medio de dos guerras mundiales.

Nació en Chicago, Estados Unidos, un 14 de Enero. Hijo de un conocido e influyente abogado llamado John Randolph Dos Passos y de Lucy Adisson Sprigg, quienes se casaron hacia 1910, catorce años después del nacimiento de John Rodrigo.

Viajó con sus padres poco después de su nacimiento por diferentes países. Entre ellos México, Bélgica e Inglaterra. Retornó a su país natal y estudio, entre 1912 y 1916, en la Universidad de Harvard.

ESPAÑA

Después de concluir su periplo universitario, el joven se marchó a a España para estudiar la arquitectura hispano musulmana. Tal experiencia le sirvió para escribir su libro “Rocinante Vuelve al Camino”. En Europa participó en la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias en Francia e Italia.

La guerra dejó huellas en su personalidad y en su obra que arrancó con la novela “Iniciación de Un Hombre” (1919). Diez años más tarde se casó con Kate Smith, de 18 años, quien falleció en 1947 en un accidente de tránsito, mientras que, por efectos del percance, el escritor perdió un ojo. Contrajo un segundo matrimonio con Elizabeth Holridge y con ella procreó una hija de nombre Lucy.

Fue de la misma generación de Ernest Hemingway y Francis Scott Fitzgerald. Su estilo se encuadra en el realismo de la Escuela de Chicago en el cual se desmitifica el sueño americano desde una graduación expresionista, marcando una tonalidad pesimista y desilusionada.

Sus novelas más significativas son: “El Paralelo 42”, “1919” que apareció en 1932, ”El Gran Dinero”, triada de novelas que componen lo que se denominó la Triología USA. Además escribió con valor Hombre Joven a la Aventura, El Número Uno y El Gran Proyecto, títulos estos últimos que integran también otra trilogía, la  llamada Distrito de Columbia.

MUERTE

Escribió hasta su muerte que ocurrió a causa de un infarto cardíaco en la ciudad norteamericana de Baltimore el 28 de Setiembre de 1970, a los 74 Años. Lo enterraron en un cementerio de Virginia cercano a donde había hecho su hogar. Había  sido el autor de más de 40 novelas, numerosos poemas, ensayos, obras de teatro y más de 400 obras de arte.

En cuanto a su creación pictórica. Mucho tenia de expresionismo, impresionismo y cubismo creando un estilo fusionado que llamó la atención de los críticos y entendidos. Había estudiado Pintura en el Hamilton Pascua Campo, una colonia artística ubicada en Ogunquit Maine. Hizo exposiciones en el  Club Nacional de Artes y en el Gertrude Vanderbilt Whitney’s Studio Club de Nueva York

Pintó toda su vida y su obra fue respetada. Su arte reflejó con frecuencia sus viajes por México, Francia, Africa del Norte y España. Sus cuadros retrataban, por ejemplo, las calles de Montparnasse barrios de París que había frecuentado constantemente. Sus últimos años se las pasó pintando escenas alrededor de sus residencias en Mainde y Virginia.

Cabe precisar que, a principios del 2001, una exposición titulada “El Arte de John Dos Passos" se abrió con mucho éxito en la biblioteca del condado de Queens de Nueva York y después se traslado a varias ciudades norteamericanas. 

Escritor que pasó las fronteras y dejó huella. Prueba de ello que hoy en día existe un premio literario otorgado por la Universidad de Longwood, con su nombre de por medio y del cual se busca acceder, nada más y nada menos,. que al estilo del propio Dos Passos. Como decíamos al principio: por ello valió, por ello merece recordarse. (Edgardo de Noriega)