Conversamos largamente con Gilda
Villarán, aproximadamente cerca de dos horas, durante su última estadía aquí en
Lima. Ella estaba alojada en la casa de una amiga del colegio, ubicada en el
distrito de San Borja. Allí nos recibió de forma enteramente amable. La actitud
vale la pena destacarla. Una mujer admirable que ha sabido brillar, con luz
propia, en el devenir de las leyes y el Derecho.
Gilda Villarán Calderón: abogada de triunfos y polendas
Gilda Villarán Calderón: abogada de triunfos y polendas
GRANDES HOMBRES
He aquí la entrevista que nos
concedió de forma exclusiva para “Miscelánea:
¿Qué piensas, dímelo de una manera precisa, de los grandes hombres?
La pregunta, de por sí, es muy
pero muy general. Si se quiere enteramente amplia. Ello porque es, muy relativo,
lo que los hace grandes a los seres humanos. Hay determinadas motivaciones
históricas para saber quién se convierte en un gran hombre. Un buen número de
personas ha habido que, obviamente, lo han sido y nadie los ha conocido como
tales. Contradicciones evidentes de la vida. Mi primera reacción, entonces, es
destacar el relativismo del concepto.
Sigamos con el tema. ¿Cuáles son los elementos o los parámetros para
juzgar a quienes lo son y lograr que, efectivamente, los consideren como seres
humanos excepcionales, sean evidentemente estos, hombres o mujeres?
Nuevamente debo decir que, en la
realidad, los elementos son generales. Los que juzgan y clasifican así a otros
seres humanos y propios del entorno humano, son también seres humanos. Ellos
consideran la importancia que tienen determinadas personas. Me parece que todo
es relativizado por los valores de aquellos que juzgan. Tal es el prisma, vale
el prisma.
DEFINICION
Lo que dices tiene mucho sentido. Son preámbulos, evidentemente,
necesarios para tratar lo que a nosotros nos interesa y son uno de los meollos
principales de esta entrevista. La pregunta viene directa y a boca de jarro:
Más allá de tu condición de hija, ¿cómo defines a Raúl Villarán Pasquel?
No hay ninguna duda y lo tengo
presente siempre de forma total: ¡Cómo un gran hombre! Y, evidentemente, en
términos absolutos. Lo estoy imitando a
mi padre con lo que digo y ¡me gusta hacerlol Porque mi cariño y amor hacia él resulta
completo. Entero, a cabalidad. Raúl Villarán era, realmente, un personaje
excepcional que rompía con todos los esquemas convencionales. En términos contundentes.
El era como era. Un personaje y un espíritu libre por completo. No le importaba
perder un puesto, no le importaba perder dinero. Cumplía con lo que sentía y
actuaba. Eso lo hacía completamente singular. No todos los hombres son así. Y
los que lo son, merecen mi admiración: allí está mi padre, incólume en el recuerdo.
Una vida joven que se fue, a los 49 años, prematuramente, ganado por
los embates malignos y mortales de la diabetes La pérdida de un valor efectivo
y evidente, por todo lo que hizo, como creador de periódicos que marcó una época
sobresaliente del siglo XX. ¿Tú piensas lo mismo?
Si, efectivamente es cierto lo
que dices. Mi papá murió tan joven de vida intensa y creativa. Con más fuerza y
con más intensidad que los demás. El promedio de vida de su generación era
mucho mayor. El, evidentemente, latió mucho más que el promedio. Un torbellino.
Un gran hombre, repito y reconocerlo en el recuerdo de la vida, me complace y,
porque no decirlo a los cuatro vientos para que él, desde el más allá, lo
escuche: ¡me enorgullece!
Raúl Villarán en la plenitud de la vida.
Raúl Villarán en la plenitud de la vida.
DEMOCRATIZACION
Necesitamos
a manera de información detallada, tú apreciación precisa de lo que hizo este
gran hombre en el campo de la comunicación. ¿Era o no un gran profesional de esos que
hay que admirar, para bien del periodismo nacional?
Lo era. Qué duda cabe. Yo en este
campo siempre repito lo que he escuchado y leído. Lo que creo con convicción:
hizo mucho y fue de lo más creativo en el campo de la actividad informativa de
los medios de comunicación. Me inclino a pensar que su gran contribución va por
el lado de la democratización de los periódicos. De darle justo, a la gente que
no es de la elite, lo que quería para enterarse de la realidad. De educarla a
que lea periódicos. Mucho se preocupaba de cómo estaban escritos los medios.
También se iba en contra de la tradición y los grandes diarios de renombre. Los
mismos que mal informaban por completo. Muchos decían que exageraba con sus
métodos y formas. Pero lo cierto es que conseguía grandes tiradas de ventas significativas de ejemplares. Con un lenguaje sencillo, concreto y veraz.
MERITOS
El más grande, el mejor. Se creía y lo era. Los que lo conocían
consideraban que tenía el genio endemoniado y el carácter muy fuerte. Lindante
en ser, según esas opiniones, un neurótico total. De ideas propias y muy
singulares. Para muchos, gritón consuetudinario y un egocéntrico empedernido, cuando quería serlo. Parte de la
tradición y de la fama. Cierto es que se convirtió en toda una leyenda del
periodismo, desde antes de los 20 años hasta los 49 en que murió. Convertido en
el dueño de las frases cortas y espectaculares. Villarán, efectivamente, tiene el mérito de
haber creado periódicos, a gusto y disgusto de la gente, Pero también es
destacable que supo rodearse de renombrados periodistas. Mario Castro Arenas,
Guillermo Thorndike, Owen Castillo, Efraín Ruiz Caro, Jorge Merino, Humberto Castillo Anselmi, Guido Monteverde Julio
Higashi, Alejandro Sakuda, entre muchos otros más, que se nos escapan de la
memoria. A,dicionalmente el formó, definitivamente, profesionales de valor. César Calvo, Igor Calvo, Hector Alva Centurión, Gonzalo Añí Castillo, Ricardo Cervera y otros. Con Guillermo
Thorndike, laboró diez años seguidos y continuados. La lista de
adeptos es grande. El olfato que tenía para la noticia siempre se convertía en
excepcional. Los titulares que hacia incitaban, a como dé lugar, a la lectura,
Y obviamente-también un mérito y logro-, rodearse de mecenas del dinero para
convencerlos en invertir en diarios. Lo hizo con Pedro Beltrán para transformar
“Ultima Hora”. Con Manuel “Manongo” Mujica Gallo, para hacer de “Expreso”, un
matutino de calidad. Con Luis Banchero Rossi y salió a luz la cadena de los
diarios “Correo” y “Ojo”: la más grande del país. Lo mismo que tantos otros
magnates aquí y en el extranjero. El también triunfó en San José de Costa Rica
con el periódico del grupo Excélsior, cuya sede principal estaba en México ¿Qué
piensa de todo esto la hija y queremos tener su opinión respecto a la libertad
de expresión?
Con Luis Banchero, revisando un ejemplar de "Correo"..
Con Luis Banchero, revisando un ejemplar de "Correo"..
ATRASO
Obviamente que la respuesta está
servida en bandeja: tengo una gran satisfacción, lo repito, de ser la hija de
alguien tan especial. Para mí, el periodismo cumple una función social
importantísima, Pero también soy critica con aquellos que, en el Perú y en el
mundo, ejercen esta función de mala manera. Estoy en contra evidente de ello y
de la mediocridad. Porque eso lleva, directamente, al atraso total. Me molesta
comprobar que los medios de comunicación, entre ellos la cadena norteamericana
de CNN, no estén cumpliendo con lo que, efectivamente, deben hacer: ser los
bastiones de la información veraz y precisa y lo que hacen es, precisamente
para decidía de todos, lo contrario. Esto tiene que acabar. En cuanto a la
libertad de expresión, se trata de una conquista de la humanidad. Muy
importante para el desarrollo de los pueblos. La pérdida, de tal derecho
elemental, hace que la sociedad se estanque. Este es un derecho de todos, que
siempre tiene que estar vigente. Los pueblos, que no se expresan libremente,
van para atrás. Mira a la Venezuela de Chávez y Maduro. Analicemos el pasado en
el Chile de Pinochet, La acción nefasta de otras dictaduras, sin información de
por medio. Lo mismo ocurría con los regímenes comunistas del pasado. Una verdadera calamidad. Ahora,
bien, si veo amenazada o caída a la libertad de prensa, yo saldría, a las barricadas, para
defenderla de todas maneras. Un elemento necesarísimo para el progreso y
bienestar de la humanidad.
CRITICA
¿Cómo aprecias y juzgas a los actuales medios de comunicación del Perú?
-Los veo y me acuerdo de mi padre.
No puedo con mi genio de admiración. Sin embargo y por ejemplo, la percepción
que he tenido en estos últimos días, es de crítica total. Este periodismo
peruano actual me parece de telenovela, donde reina la corrupción con estos
jueces sacados de películas policiales, de suspenso y de robos. Inaudito e
inconcebible. La gente sigue los episodios con una casi complacencia que da,
realmente fastidio. Como si se disfrutase de los escándalos. Escándalos,
escándalos y más escándalos. No puede ser. Debemos ver, leer y escuchar algo más
constructivo. Evidentemente que tener unas discusiones más alturadas y, sobre
todo, las soluciones, a la mano, para los problemas. El nivel intelectual es
muy bajo. Yo vivo en Canadá y de allí poco se sabe del Perú, a nivel de medios
de comunicación. Más allá de que cuando hay un terremoto, cambio de gobierno o
una tragedia con muertos innumerables. Esa es la realidad monda y lironda.
Ojo dirigido por Villarán. ¡Típico titular de su creación!
Ojo dirigido por Villarán. ¡Típico titular de su creación!
¿Qué crees lo que pensaría Villarán al respecto?
Evidentemente que mi padre iría
por el lado de darle al lector lo mejor para su superación. Le informaría,
exactamente, de lo que pasó, sin caer en exageraciones. No recurriría, de
ninguna manera, a la modificación de la realidad. Su estilo lo conocieron sus
lectores y eso dio resultados determinados de triunfo editorial que él,
definitivamente, los tuvo en vida.
EXCEPCIONAL
Cambiemos de tema y vayamos al
plano familiar y sentimental que es tan necesario en la vida. ¿Cómo era don
Raúl como padre?
Era un padre excepcional. Me
quería muchísimo y yo muy importante para él. Jamás tuve ninguna duda al
respecto. Me tenía un gran amor que lo demostraba permanentemente: a cada rato
y en toda ocasión. Y en eso era correspondido. Sin embargo, cuando estaba niña
no era fácil ajustarme a Raúl Villarán: una persona que salía de los parámetros
digamos de padres promedio. Mi madre me educó en la normalidad y se lo
agradezco. Quizá ello sirvió para que, en determinado momento, comprenda a mi
progenitor, el mismo que se presentaba fuera de serie.
¿Harías un paralelo de la vida de tú progenitor con la tuya?
No lo puedo hacer porque hemos
tenido vidas diferentes y como es obvio en otras épocas completamente distintas.
Nunca he sido periodista de entrada y ya vivo, actualmente, más que él: él se
fue a los 49 años, yo tengo ahora 62. En mi fórmula y mi profesión creo, sin
pecar de soberbia,. que he tenido éxito. Obviamente yo no he llegado al nivel
que él llegó en el campo del periodismo.
EL RECUERDO
¿La forma en que recuerdas a tu progenitor?
-Con mucho amor y con tristeza
porque no hayamos podido estar más tiempo juntos. Siempre me faltó esa porción
de vida que él pudo haber tenido en otras circunstancias, si no se moría tan
joven. Recuerdo, a cada rato, lo brillante que era. Yo lo acompañaba, muchas
veces en el trabajo desde pequeña. Iba con él a las noches de tertulia en
Berisso, el José Antonio de la avenida Arequipa, el Haití de Miraflores y
tantos otros cafés y restaurantes. Lo recuerdo siempre haciendo bromas,
hablando de periodismo, relatando las hazañas de este campo profesional. Era
espectacular, definitivamente. Hombre tierno, haciendo esfuerzos para ser
comprensivo y muy cariñoso. Con un genio apacible enteramente conmigo. Sin
ningún arranque de cólera. Yo me ajustaba a mi padre y me sentía muy pero muy
bien. Me dejó cuando acababa de cumplir 21 años.
Pasemos a hablar de Gilda Villarán exclusivamente. ¿Hace cuantos años
vives fuera del Perú? Como abogadas destacas y eres considerada de forma
excepcional: ¿Cómo has podido ejercer en Canadá tu profesión de abogada?
Hace 34 años que vivo fuera del
Perú, Mi padre, estoy segura, que estaría orgulloso de mi. Siempre recuerdo que
cuando le dije que iba a estudiar Derecho se burló un poco de mí y me dijo: ¡Otro
abogado en la familia! ¡Como si no hubiese habido suficientes! Pero al mismo
tiempo yo sabía que, en el fondo, le gustaba la decisión que había tomado. Si
debo decir que mi Papa hubiera querido que yo fuese periodista. Pero la
inspiración vino por otro lado.
Gilda con grandes títulos y distinciones
Gilda con grandes títulos y distinciones
RECONOCIMIENTO
¿Dónde estudiaste la tan mentada profesión de Derecho?
-En la Pontificia Universidad Católica
de Lima- Perú, donde tuve grandes y excelentes profesores que me enseñaron todo
lo que soy. Incluido a lidiar, como profesional, fuera del Perú. En Canadá,
tampoco en otras partes del extranjero, no tienen idea del valor de los centros
de estudios del Perú que si los tienen y con creces. Al menos sacó la cara y el
pecho por la Católica. La formación que le dan a los abogados es, realmente,
magnifica.
¿Y ello por qué? ¿A qué atribuyes este desconocimiento?
Nos creen atrasados, como tercer mundistas que
somos. Y eso no es cierto. MI vocación por el Derecho vino desde un principio.
Cuando Alberto Bustamante Belaunde me enseño Introducción al Derecho, yo ya sabía
que iba a ser una letrada. Quería destacar de todas maneras. Ese era el guante
de oro que le hacía a mi mano. A partir de ese momento, mi vocación estaba
trazada. He tenido a grandes profesores: Jorge Avendaño en Reales, Felipe,
Osterling, en Obligaciones, Mario Pasco Cosmopolis, en Derecho Laboral, Enrique
Normand, en Sociedades. Humberto Medrano
en Tributario, Yo di los exámenes en Montreal, con unas estructuras muy buenas,
en diferentes especialidades del Derecho. Logre sacar muy buenas notas. No tuve
ningún problema por mi formación peruana. Fui una alumna que destacaba. La
primera de la clase. Aquí, allá y donde quieran. Como diría Villarán…
TRAYECTORIA
¿Cuál crees que fue tu hazaña profesional?
Efectivamente es excepcional que
los abogados, venidos del extranjero, ejerzan en el Canadá. Ellos tienen no
solamente dificultad. Sino problemas en adaptarse. Las reglas son diferentes y
se hace dificultoso ingresar al mundo laboral canadiense. Yo soy la única
abogada extranjera, explotando mi profesión. En la ciudad de Quebec, he entrado a un gran estudio y me he
convertido, años después, en socia en un bufete de abogados importante. Yo
hablo francés e inglés, pero con acento extranjero. No soy canadiense y no me
confundo con uno de ellos. Siendo diferente, logré entrar e hice mi camino
propio. Eso resultó enteramente excepcional. Siempre me lo preguntan. Sobre todo,
los jóvenes. Uno trabaja, al cien por ciento, para destacar. Tal es mi caso.
¿Cuéntanos algo más de tus andanzas en el campo del Derecho?
Cuando recién egresé de la Católica,
ejercí en el Perú algo de mis experiencias profesionales. Me incliné por la
especialidad del Derecho Laboral. El doctor Mario Pasco, abogado y experto en
estas lides que falleció hace algunos años, me ayudó mucho en este campo. Me
recomendó que labore en el Ministerio de Trabajo. Así lo hice cuando Alfonso
Grados Bertorini fue nombrado Ministro de ese sector, durante el segundo
gobierno de Belaunde, a partir de 1980. Yo estaba en el último año de Derecho y
trabajaba en el portafolio de la Avenida Salaverry. En Lima estudie, la
primaria y la secundaria, en el Colegio María Alvarado, antes el Lima High
Scholl, donde mi Mama enseñaba Música.
De allí pasé al San José de Cluny,
los tres últimos años de secundaria
Estudió en la Catolica de Lima y fue la primera de la clase
Estudió en la Catolica de Lima y fue la primera de la clase
YALE
¿De allí qué pasó?
Me fui a la Universidad de Yale,
Estados Unidos, a hacer la Maestría y el Doctorado. Yo gocé de una beca Fullbright,
para tal efecto de especialización. Cabe precisar que ingresé a varias
universidades. Incluida la de Harvard y Columbia. Pero opté por Yale. Nunca
trabaje en un estudio de abogados peruano. Así fue mi destino. Felizmente que
el extranjero me acogió.
¿Qué nos puedes decir de tu entorno familiar?
En Yale conocí a mi segundo esposo,
especialista en Matemáticas e Ingeniería. Con quien llevó casado una punta de años
y tengo con él dos hijas. Soy madre de otras dos mujeres, producto de mi primer
matrimonio en el Perú. A una de las nietas, la mayor, la conoció Raúl Villarán.
No a las otras que vinieron al mundo
cuando el gran periodista ya había fallecido. Abuelo mimador, abuelo chocho a
cada rato y en toda ocasión.
¿Lo que vino luego?
Luego vino el doctorado. Me casé y terminé mi
tesis. Nos fuimos a vivir a Francia. Estuve 7 años allí. En esta ocasión, trabajaba
en una serie de investigaciones. Ejerzo en Canadá, luego de venir de París.
Tuve que recomenzar y retroceder. A tomar cursos para mi profesión. Las famosas
equivalencias. Se pasan con un procedimiento en el Colegio de Abogados. Las
aprobé todas ellas. Yo tenía trentitantos años. Felizmente, conseguí todo lo
que me propuse.
¿No se registraron dificultades?
Lo difícil era encontrar un trabajo
en un buen estudio. Allí si que no era la hija de nadie Uno tiene que entrar
por sus propios méritos y por sus notas. Convencer que eres un buen
profesional. Yo tuve la suerte de caer en el Estudio que me contrato y donde
trabajo hasta hoy en día: el Fasken Martineau. mi único bufete, uno de los más
importantes del Canadá. En aspectos de minería es considerado el N° 1 del
mundo.
Jorge Avendaño: uno de sus profesores.
Jorge Avendaño: uno de sus profesores.
¿A partir de cuándo haces esto?
Comencé a trabajar allí el año 1995.
Especialista en Sociedades y Derecho Comercial. Luego de dos años cambie a
Derecho de Inmigración, que es mi área actual de especialización. La verdad es.
que no soy tan brillante y exuberante como mi papá. No me parezco a él., Pero
tengo algunas cosas de Villarán. Mi mamá, Gilda Calderón, natural de Piura y
profesora de música con estudios en el Conservatorio Nacional de dicha especialidad,
fue otro de los amores de mi vida, a quien yo debo mucho. Ella murió,
desafortunadamente, el año 1994.
¿Cómo eres tú Gilda Villarán Calderón?
Para serte franca, yo soy auténticamente
modesta. Hace un año, he sido distinguido con un grado especial por el Colegio
de Abogados de Quebec, aunque yo me siento abogada y nada más. Sin embargo,
dicen que soy excepcional. Mi reacción,
al saber del premio, fue de sorpresa genuina. En eso tampoco me parezco a Villarán.
¿Cuál es tu relación con el Perú?
Mi relación afectiva con el Perú es
permanente. Vengo cada dos años para ver a mis parientes, a lo que yo considero
que es mi gente. A propósito, mi país, está mal políticamente. Como que no
damos pie con bola. Tenemos que salir adelante. Una pena es no encontrar que
las cosas no cambian. Hay temas de corrupción rechazables por completo.
¿Te sientes realizada?
Si me siento realizada. Comencé
de cero en Canadá. Y ahora soy abogada emérita. Quiero resaltar que una letrada de origen chileno me ayudó mucho e hizo los trámites y apoyos del expediente.
de la distinción, que se dijo es un mérito excepcional. Pero la verdad es que
haberla conseguido se lo debo a los abogados latinoamericanos, quienes colaboraron
conmigo y dieron lo mejor de sí por mí. Una parte de mis realizaciones: soy la única
abogada venida de afuera que ejerce con esta distinción. La primera en mi área,
Derecho de Inmigración. Para mí, efectivamente, un honor y nada más de a verdad. (Edgardo de Noriega)
Felicitaciones, Edgardo, por tan histórico aporte periodístico que brindas al Perú, lo que nos demuestra una vez más tu invalorable vocación de comunicador social que has puesto al servicio de empresas y organizaciones con tanta calidad profesional de la que yo también he tenido la suerte de comprobar.
ResponderEliminarFelicitaciones, apreciado amigo.
Pablo Rubianes
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Muchas gracias Edgardo por este elogioso blog. Para mi también fue un gran gusto conocerte y escucharte hablar de mi papá. Ya estamos en contacto. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGilda Villarán
Buenas noches Edgardo, mi nombre es Melissa,lo felicito por la buena entrevista, sin embargo estaré encantada de compartir con usted información adicional al respecto.
ResponderEliminarSaludos
A tus ordenes Melissa. Escribeme al siguiente mail: edgardodenoriega@speedy.com.pe
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