Empezó a escribir, a conciencia,
a partir de los 17 años. “Camilo Asciende”, “Memoria de un Pigmeo” y Mudanzas”
son tres de sus más destacadas novelas. A lo largo de su vida intelectual, la
narradora, como proceso que no cambia, primero escribe a mano y luego pasa todo
a la computadora haciendo una primera edición. Luego viene lo demás. Hasta que
sale, finalmente, el libro.
Ella dijo al respecto en una de
sus últimas entrevistas: “La novela exige mucha concentración, no sé si ahora
tendría concentración para escribir una sometiéndome a esa disciplina. Los
cuentos se escriben tres o cuatro veces.”
Luego añadió: “Ahora me es más
cómodo hacer crónica y si es de viaje, mejor. No es que el cuento me guste más.
Así se da. No te puedo contar sobre las estructuras que eliges, que sé yo como
son, eso lo tiene que decir otra persona. Es como un ciempiés, él no sabe cómo
mueve las patas. Yo no me siento escritora. Aunque si escribo con facilidad.
Contradicciones y explicaciones”, nada más.
Antes de ser escritora, le
gustaba los ejercicios físicos y el salto largo, la paleta, la pelota, jugar
vóley. “Se me iba el alma a la hora de la siesta buscando gente para el
deporte. Después estudias filosofía, pones el traste en la silla y empiezas a
hablar (ríe).
Hebe Uhart y al fondo sus libros.
Hebe Uhart y al fondo sus libros.
RELACIONES
- ¿Cómo te relacionas con la
tecnología?
-No me gustaba la computadora. Me
resistí. Tenía un secretario que me pasaba todo. Me cambié cuando ya me eras
imposible. En 1887, durante un viaje a Alemania, una escritora me dijo:
“Escribir a mano es como cocinar con carbón (ríe). Yo no entro a Facebook ni
nada, no hago nada, sólo Word, escribir, imprimir, mandar mails. Me llevo mal
con la tecnología en general. Ahora el horno no prende. De las cosas domésticas
saí se, pero de lo otro no
- ¿Crees que el libro electrónico
reemplazará al impreso?
-Para mí eso no es un problema.
Esas profecías son macanudas. En los 60 se decía: “El tango esta muerto”. Ahora
se compran casas para bailar tango. La pintura de caballete está muerta,
escuché. Y siguen pintando y haciendo exposiciones.
Su producción literaria
Su producción literaria
¿Qué hay de la maternidad?
-Tuve fantasías, pero pasajeras
de maternidad. No tuve nunca un deseo muy firme de ser madre, creo yo. Pero a
veces me pregunto cómo hubiera sido. Bah una pregunta ociosa, porque no se sabe
cómo hubiera sido como madre, no lo sé, no, no… Fuji muy buena madre de gatos.
- ¿Te da miedo la muerte?
-Sí, pero lo controlo. Es otro
hábito controlarlo, porque ves que se te mueren amigos…
-¿Y la soledad?
-A la soledad estoy acostumbrada.
Al principio si que me costaba, pero después me acostumbré. Yo escribo mucho en
los cafés, que son lugares intermedios entre estar solo y estar acompañado,
estás con gente y no estás.
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