Allá por los convulsionados
años 80 la izquierda peruana de todo
pelaje, desde los moderados hasta los de posiciones extremas y ultras, quedó
descolocada ideológicamente por la irrupción del terrorismo de Sendero Luminoso,
con su secuela de crimen y asesinato. El mounstro y sus principales ejecutores,
con Abimael Guzmán Reynoso a la cabeza, habían salido de sus
propias entrañas marxistas y de sus múltiples divisiones partidarias para
ejecutar un plan completamente siniestro
cargadas de acciones delictuales propias de desalmados inhumanos, so pretexto
de defender a la sociedad. Cuando lo que, precisamente, hacían era tratar de destruirla por completo.
Sin embargo, hubo un dirigente
que desde un principio tuvo una actitud muy peculiar e incluso de rechazo total
a tal engendro criminal y ese
personaje no es otro que Carlos Tapia García. Los conocía a
fondo y los combatió de la misma manera, marcando por completo diferencias totales.
Había estado con ellos, juntos pero no revueltos ni menos unidos, en el foco de
la irradiación de tal controvertido
pensamiento como fue la Universidad Nacional de Huamanga. Era el Ayacucho
rebelde de donde irrumpió este engendro violento que, bajo ningún punto de
vista, tiene justificación.
No fue fácil para Tapia emprender
la labor de diferenciación. Ni en las
entrañas de la derecha donde lo sindicaban incluso hasta ahora de forma
despectiva, equivocada y contundente, de militante del terror y afiliado a sus
fechorías. Ni en las de la propia zurdería donde había infinidad de posiciones
de desbarajuste total, como constante de su proceder también equivocado.
Carlos Tapia aclarando y con el verbo encendido.
Carlos Tapia aclarando y con el verbo encendido.
SENDEROLOGO
La firme actitud de este pensador hay que
destacarla en su verdadera dimensión. Más aún cuando hasta hoy persiste y se considera izquierdista, aunque una
organización, que represente a tal posición, ni suena ni truena en el cotarro
público. La izquierda atraviesa por una
de sus peores crisis. En efecto ha perdido incluso representatividad, liderazgo
y, evidentemente, apoyo de las masas
populares.
Pero ese es otro cantar. Lo
cierto y real es que el analista se convirtió a lo largo de los años en un experto
senderólogo de polendas, conjuntamente con otros pensadores que, si buscaron
seriedad y efectivo análisis, los mismos que pueden ser contados con los dedos
en la mano y que salieron del propio progresismo. Entre ellos: Carlos Iván
Degregori, quien falleció hace unos años víctima de un cáncer fulminante.
Excepciones, evidentemente, que confirman la
regla. Pero no se salvan de la
responsabilidad que tiene este grupo
político ante la historia por no haber tomado precauciones efectivas frente al
terror en el momento preciso, aunque cierto es que Sendero quiso arrasar con
ellos y cobró varias víctimas salidas de sus filas.
LOCURAS
En Febrero de 1996, Tapia escribió un interesante análisis de
profundidad política titulado “La Estrategia Contrasubversiva y la Derrota de
Sendero Luminoso” a pedido del propio Degregori para la Ford Foundation y con
miras a ser publicado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Nunca
supimos si dicho documento, efectivamente, salió a luz rumbo a las librerías
para su difusión total. Lo que hemos revisado es el texto correspondiente.
En el referido estudio, de
importancia política innegable, afirmó sin ambages y directamente que “Abimael Guzmán llegó a ser encumbrado como
el más grande marxista viviente y jefe de la revolución mundial cuando su pensamiento
fue considerado indebidamente como la más alta expresión de la materia consciente,
producto de sus 15.000 millones de años” (sic)
Recordó que el ex profesor de Filosofía inculcó a sus seguidores que “la lucha emprendida se podría alcanzar después de 500 a 1,000
años, cuando la humanidad construyera la
sociedad de la perfecta armonía”. Locura total la anterior y esta.
Al interior de su organización,
según la versión de Tapia, este asesino logró que se le reconociera un status
cercano al de los profetas de las religiones orientales. Pero con un
comportamiento déspota y arbitrario.
El análisis dice al respecto lo siguiente: “Abimael jamás aceptó haberse equivocado
y los reveses ocurridos eran
justificados como producto de la necesidad que cobijaba al interior de los
acontecimientos. No permitía que sus planteamientos fueran puestos en cuestión
por nadie y exigía a sus militantes “cartas de sujeción personal” en las que se
aceptaba que el líder máximo pudiera decidir sobre sus propias vidas”.
MARXISMO RAMPLON
Sostiene que las tesis políticas
de Guzmán eran propias de un marxismo ramplón pero teñido de un extremado
dogmatismo. Muchas eran confusas y contradictorias. La llamada línea militar
del presidente Gonzalo no era más que
una grosera copia de los planteamientos de Mao.
Todas estas equivocaciones daban
lugar a una tremenda realidad,
pudiéndose afirmar puntualmente que el senderismo, más que un partido, fue una
ideología convertida por los caprichos alucinados de su líder máximo en una
férrea organización para destruir y asesinar a quienes se le opusieran, según
la opinión del senderólogo.
Tapia también es muy crítico de
la actuación de las Fuerzas Armadas durante el conflicto armado. Por eso implacablemente
dice lo siguiente: “En los dos primeros años (1983-84), muchos más fueron los
errores-algunos muy graves-que los pocos aciertos. El periodo 1985-87 se
caracterizó por el desconcierto, el empantanamiento de la estrategia y la falta
de iniciativa en la lucha contrasubversiva”.
Poniéndose la camiseta roja que tanto le gusta...
Poniéndose la camiseta roja que tanto le gusta...
FAMILIA
Luego añade “Recién, entre
finales de 1988 y comienzos de 1989 es que las FFAA particularmente el
Ejército, lograron articular una estrategia global de lucha. Su aplicación
coherente sin cortapisas permitió en cinco años conseguir la derrota total de
la estrategia senderista”.
Todas estas apreciaciones las
hacía cuando ya era un cuajado político progresista. Había nacido en Lima allá
por los años 40 en el seno de una familia
acomodada de clase media alta que vivía en un chalet grande construido
en la misma época que nació, en la calle Torre Tagle del distrito de Pueblo
Libre. Padres ejemplares, trabajadores y
de entrega total a sus hijos. Les dieron educación y los apoyaron en todo.
El bichito político al hogar lo
trajo uno de los hermanos mayores, Alfredo Tapia Garcia, que había ingresado a la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos a estudiar Ciencias Económicas y formó
parte de la Juventud Comunista ortodoxa la que seguía a Moscú, conjuntamente con
Alfonso Barrantes Lingán y otros jóvenes rebeldes enfrentados por completo al
Apra y al conservadorismo.
Con el correr de los tiempos,
este joven se convertiría en un efectivo banquero y de los mejores, experto en
mutuales y es el que convirtió al Banco
de la Vivienda del Perú que ya no existe, donde fue Gerente General, en una
efectiva institución financiera.
Los hermanos Tapia son muy originales e inteligentes que irradian entre sus amigos
y conocidos mucha simpatía. Uno de ellos Lucho posee la virtud y capacidad de hablar las
palabras del castellano al revés
completamente y con una facilidad impresionante. Hasta incluso ha escrito
libros sobre tal habilidad.
LA MARINA
Por aquella época Carlos Tapia
no le interesaba aún la política, pese a
los acercamientos y las influencias que tenía el hermano mayor en él. Muy por
el contrario pensaba en ser Marino. Por
eso postuló a la Escuela Naval, donde ingresó con bríos y estudió unos cuatro
años de esforzado cadete. Entre fines de los años 50 y comienzos de los 60
Hasta que decidió retirarse del instituto
castrense porque ya había pensado en la transformación radical del Perú. La
revolución cubana, con los barbudos de Fidel Castro como líder indiscutible, influía
decididamente en los jóvenes peruanos y latinoamericanos. La cada vez mayor
derechización del Apra servía de trampolín directo de este sector, de por sí
idealista, hacia las posiciones progresistas.
Tapia aceleró a fondo y decidió
irse fuera de Lima para estudiar en
Huamanga. Lo hizo y vivió allí varios años. Consiguió el título de Ingeniero
Agrícola y luego ejerció como profesor de ese centro superior de
estudios.
EN EL MIR
Allí precisamente conoció a Guzmán
y a su primera esposa Augusta La Torre de quien no se cansa de repetir, hasta
ahora, de que fue “una de las mujeres más bellas que existieron sobre la tierra”.
Lo real es que esta dama siniestra fue
también de lo más sanguinaria y una extraviada política por completo.
Combativo dirigente estudiantil tras
convertirse en militante del Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR) que enarbolaba las ideas radicalizadas al
máximo por el ex líder aprista, Luis de la Puente y Uceda, que optó por la guerrilla armada. Como
solución para los problemas políticos y sociales del país.
No obstante de que por aquel
entonces había un gobierno democrático sólido y consecuente, como el que
presidió el Arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Extravíos totales de la
izquierda. Con la violencia y las balas a nada bueno se llega. Muy por el
contrario se engendra más violencia. Belaúnde ni el Perú se merecían una
actitud de este tipo.
Pero había gentes que si pensaban así y es obligación
democrática respetarlas, discrepando totalmente con ellas y justificando, por completo, la actuación de
las Fuerzas Armadas. Sin dejar de recordar que los derechos humanos son una
necesidad de un país civilizado y cuando se presentan violaciones de este tipo
denunciarlas y combatirlas son necesidades evidentes. Al igual que darle el
castigo penal que se merecen los propios subversivos.
Su denuncia fue difundida por los medios.
Su denuncia fue difundida por los medios.
ASMATICO
El MIR era un engendro rebelde
del Apra que pasó a ser maoísta, foquista militarmente. Con ideas castristas y
que recibió apoyo de los cubanos. Una agrupación aberrante que nunca tuvo
posibilidades efectivas de éxito. Ni tampoco puso en jaque al país. Levantados
en distintos puntos del Perú, los guerrilleros en ningún momento recibieron la
adhesión del pueblo. Mucho de idealismo equivocado, poca coherencia y menos
habilidad.
Hasta se dice que de la Puente ni
siquiera podía luchar con efectividad porque le faltaba salud. Este hombre, de origen trujillano socialmente
linajudo, sufría constantemente tremendos ataques de asma que lo convertía en un guiñapo humano incapaz de agarrar un arma e incluso
disparar al enemigo.
De acuerdo con la versión del
referido estudio de Tapia, con un elemental “Plan de Lucha Armada”, los del MIR
trasladaron entre Mayo y Diciembre de 1964 a sus cuadros a varias zonas
rurales: Ayabaca, Jaén y Huamachuco en
el norte. Andamarca y Púcuta en la ceja de selva de Junín y a un sector de
difícil acceso conocido como Mesa Pelada, en la provincia de la Convención y
Lares del departamento del Cusco.
PENA DE MUERTE
El grupo de Huamachuco fue capturado antes de llegar a instalarse en la zona seleccionada y el de Jaén se traslado a Ayabaca, conformándose sólo tres guerrillas denominadas de la siguiente manera: Túpac Amaru en Junín, Manco Capac en Ayabaca y Pachacutec en la Covencion y Lares. El 9 de Junio de 1965 inició sus acciones la guerrilla Túpac Amaru, asaltando la mina Santa Rosa y volando el puente de Runatullo. El 17 de Junio, en la quebrada de Yahuarina, emboscaron a
una patrulla de la guardia de asalto de la entonces Guardia Civil. Le
ocasionaron nueve bajas y se apropiaron de su armamento
El Poder Ejecutivo se vio
obligado a disponer la intervención de las Fuerzas Armadas para acabar con la
subversión en el menor tiempo posible. El Congreso aprobó la pena de muerte
contra aquellos que se habían levantado en armas. El planeamiento militar fue
simple. Se trataba de aniquilar los focos guerrilleros que estaban
perfectamente ubicados, como producto de un eficaz trabajo de inteligencia.
Para tal efecto, las fuerzas del
orden legítimas emplearon, en total, tres batallones seleccionados que primero
cercaron la guerrilla Pachacutec con sus principales dirigentes. De la Puente
entre ellos y el 23 de Octubre la localizaron en la localidad de Amaybamba,
siendo totalmente aniquilada.
Luis de la Puente y Uceda
Luis de la Puente y Uceda
OPERATIVO
Posteriormente reforzaron, con
estas mismas tropas, el cerco tendido por los soldados sobre la guerrilla Túpac
Amaru y la obligaron a dispersarse. Al poco tiempo capturaron a sus
dirigentes que también murieron. La
guerrilla Manco Capac nunca entró en acción y, para romper el cerco, sus
conformantes tuvieron que atravesar la frontera con el Ecuador. Cuando posteriormente
reingresaron al país, sus principales dirigentes y cuadros fueron detenidos.
El número de guerrilleros que
participaron en las acciones llegaron a superar el centenar. Aproximadamente la
mitad de ellos fallecieron. De parte de las FFAA, las bajas heroicas bordearon
la treintena.
El operativo contrainsurgente
duró seis meses. Al cabo de los cuales el Comandante General del Ejército, en una
sesión especial del Gabinete Ministerial
y con la presencia del Presidente Belaúnde, pudo informar ante la opinión pública de la
misión cumplida a cabalidad. La tranquilidad pública retornó al país para bien
de todos los peruanos.
El joven rebelde protagonista de esta semblanza
decidió irse a la guerrilla y poner el pecho enfrentando por completo el orden
establecido. Incluso escribió una carta de despedida a sus seres más queridos, como eran sus hijos mayores en esa ocasión
muy pequeños.
SECUELA
Todo lo sacrificaba en aras de la
revolución. Pero uno proyecta y la vida dispone. Nunca se presentó la
oportunidad para ello. Si la lucha callejera, la conspiración, el
enfrentamiento a las fuerzas del orden. La ayuda directa a los rebeldes. La
discusión en el seno de la universidad. Tapia corajudo, Tapia violento. Tapia
equivocado.
Precisamente en el referido
estudio de su autoría, el político deja claramente establecida las diferencias
entre el movimiento armado de las guerrillas, que dicho sea de paso fracasaron
por completo en el Perú por inviables
desde todo punto de vista, con el engendro de Sendero Luminoso otro fracaso
total.
Eso sí, esta última agrupación dejó una huella y secuela
trágica de unos 60 mil muertos de por medio, según cifras dadas por la Comisión
de la Verdad y Reconciliación (CVR), organismo controvertido del cual Carlos fue
miembro designado por el Gobierno de Paniagua.
Lo reconoce hasta el propio Tapia
cuando dice en 1996 y lo reafirma ahora: “La
situación por la que atraviesa SL es de derrota. La continuación de su accionar
armado no los favorece desde el punto de vista militar y menos en el intento de
lograr el apoyo de la población. Ello no significa que dejen tercamente de
realizar proselitismo en busca de nuevos adherentes. La persistencia de sus
acciones responden a un pensamiento que se niega a aceptar la realidad”.
Apoyó a Humala, Nadine Heredia y Salomon Lerner Ghitis.
Apoyó a Humala, Nadine Heredia y Salomon Lerner Ghitis.
RESPONSABILIDADES
La CVR, donde había
mayoría de miembros de pensamiento de izquierda, presidida por Salomón Lerner
Febres, un filosofo y profesor universitario de renombre y de pensamiento
independiente que marcaba la diferencia pero se alineaba con los progresistas,
trabajo concienzudamente.
Sin embargo, el organismo, en ningún
momento, convenció y caló en la población. Sus intervenciones, con razón o sin
ellas, causaron fracturas grandes sobre todo entre la Fuerza Armada que
combatió al terrorismo y se sintió desamparada cuando se le criticó, duramente, por sus supuestos excesos.
La unión entre los peruanos,
precisamente, frente a los actos de terror tampoco fue conseguida por la Comisión
a pesar de las buenas intenciones y lo
investigado a pulso. Clara responsabilidad de sus integrantes entre los que se
encontraba Tapia, Enrique Bernales, Rolando Ames y otros dirigentes
progresistas.
Para nada sirvió la presencia del representante de los militares el Teniente
General FAP, Luis Arias Graziani, que se negó a firmar el documento final. Muy interesado estaba en mantener y fortalecer su influencia, fuerza y poder al
interior de la Fuerza Aérea que la inició en las épocas de Velasco y la perdió
a finales del gobierno de Toledo. Más de 30 años de hacer lo que, efectivamente,
le dio la gana al interior de ese instituto castrense.
APOYO A HUMALA
Tapia tiene a su favor haber sido
uno de los dirigentes que más hizo por la unidad de la izquierda en sus mejores
épocas de expresión popular. No obstante de que su partido, el MIR, se fraccionó
infinidad de veces. El incluso tuvo que pasar a formar parte de la UDP y el
PUM, entre otros grupúsculos de izquierda y logró que lo elijan, con el voto
popular, diputado. Pasó, de inmediato, a la oposición frente al primer gobierno
aprista que se desarrolló catastróficamente entre 1985 y 1990.
Posteriormente, estuvo entre los
que voto por Fujimori en la segunda vuelta porque, evidentemente, no se hallaba
al lado del Fredemo de Vargas Llosa y las fuerzas que él consideraba
conservadoras. Cierto es que no medró durante esta dictadura y le fue muy fácil
convencerse de los tentáculos corruptos del japonés y su socio el cleptómano
Vladimiro Montesinos Torres.
A partir del 2006, como buena
parte de la izquierda, comenzó a apoyar decididamente la candidatura del
antisistema, encabezada por Ollanta Humala Tasso. Con el padre, don Isaac, había
tenido sus encontronazos por oponerse al fascismo y el etnocacerismo. Pero
consideraba que el hijo estaba en una situación expectante. Y se la jugó por
entero. Como activista, como asesor, como vocero.
Hasta que llegó el triunfo
electoral humalista del 2011 donde pasó a ser Asesor de la Presidencia del
Consejo de Ministros en tiempos que su titular era Salomón Lerner Ghitis, con quien, entre otros, funda la agrupación
denominada Ciudadanos por el Cambio.
FAVRE
La salida del gobierno del
dirigente progresista fue con bombos, platillos y denuncias concretas. No
estaba de acuerdo con lo que él denominaba la derechización del régimen y lo
dijo sin guardar pelos en la lengua.
Todo lo denunció a borbotones y los ataques
fueron directos a personajes siniestros como el Coronel del Ejército retirado, Adrián Villafuerte, sacado posteriormente de
la asesoría de seguridad de Palacio de Gobierno y hoy escondido en un puesto al
interior del Ejército.
También pagó los platos rotos el estratega comunicacional troskista, Luis
Favre, de origen argentino y de gran influencia en el Brasil y el mismísimo Perú.
Había sido asesor del propio Humala en
la campaña electoral y en muchos momentos de su gobierno. Hasta ahora chista, de
vez en cuando, imbuido de poder oculto.
Ahora lo vemos a Tapia,
constantemente, ejerciendo como analista
en diferentes medios de comunicación. Desde Radio Programas del Perú (RPP)
hasta Perú 21, el diario del grupo Miró Quesada dirigido por un neo liberal a
ultranza, Juan José Garrido.
El cuajado dirigente sueña otra
vez con la unidad de la izquierda para
que vuelva a ser una efectiva alternativa de poder. Su convencimiento y entrega
es admirable aunque irreal. Pero el
sigue pregonando y allí está convencido.
Ello en un político que no piensa en la
conveniencia es admirable y destacable aunque está comprobado que a este
grupúsculo, del que forma parte, ya nadie lo levanta. La oportunidad pasó y no
son estos, precisamente, tiempos para cambios que históricamente no
tienen razón de ser. El muro de Berlín cayó, la Unión Soviética desapareció y
Cuba está sumida en la peor de sus crisis de la historia. Quien no lo reconozca
está completamente equivocado. Aunque le duela a Tapia. (Noé)
Querido Edgardo:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la biografía de Carlos Tapia.
A quien conozco de las épocas del Colegio Claretiano, de Magdalena, donde estudió.
Un gran abrazo.
Samuel AM
Carlos Tapia es todo un caso de politico y analista. Lo del senderismo lo domina por completo y efectivamente ha servido para darnos luces de comprensión, fortaleciendo el rechazo en contra de este flagelo de todos los peruanos. Alberto Najarro
ResponderEliminarEl ex Congresista y ex Ministro, Rafael Rey Rey, piensa diametralmente opuesto a lo que dice este articulo. Sindica a Tapia como un extremista aliado a los senderistas. Incluso los dos se presentaron en la TV y se dieron de alma. Sin embargo, creo que la balanza de la verdad se inclina a Tapia. El otro es un cucufato que no sale de posiciones controvertidas. Hermando Arróspide.
ResponderEliminarVivo muy cerca, en Pueblo Libre, de la casa de los Tapia. Una familia decente y de primer orden. Hace unos cuantos años los terroristas pusieron bombas en este inmueble. Creo que allí funcionaba la oficina del ex diputado y líder de izquierda, Me ha gustado esta semblanza. Juan Jose Carrreño.
ResponderEliminarNo nos engañemos este señor Tapia le hace el juego al terrorismo. Los comunistas son aliados a ellos. Piensan igual. Lo que pasa es que tienen miedo a que los metan a la cárcel. Allí es donde deberían estar. Guillermo Susanibar
ResponderEliminarLeo lo último y digo porque hay gente tan mala. No se puede acusar sin pruebas y lanzar dardos por gusto. Las ideas se combaten con ideas. Pero sin mentiras ni falsos testimonios. Apoyamos a todos aquellos que tratan de denunciar y analizar al terror que tanto daño hizo al Perú. Valentin Gallardo.
ResponderEliminarAcabo de conocer a su hermano Luis y su habilidad para decir frases al revés es impresionante. interesantes, los señores Tapia.
ResponderEliminarEmilio Pérez
Las cualidades de Carlos son muchas, entre las que destacan, la honestidad, inteligencia, humildad, integridad, en fin muchas mas. Como ameno,cariñoso y de "yapa" una familia de primera.
ResponderEliminarAl autor de esta nota le pido autorizacion para publicarla en mi BLOG
ResponderEliminarClaro que si tienes la autorizacion Alfredo, estimado y apreciado amigo. Lo que te rogaria es que no se cambie ninguna coma y que se mantenga,evidentemente, la autoria de la nota, dando cuenta de donde salió
ResponderEliminarGracias!
EliminarSaludos a Betty
Carlos Tapia, siendo ingenuo, es uno de los miles de peruanos que comenten el error de creer que ser peruano bueno es mejor que ser un buen peruano, me explico, con el adjetivo bueno antes del sustantivo, aseguramos buenos resultados; el se pasó la vida (lo escuché muchas veces) tratando de explicar el comportamiento humano, convirtiéndose en "senderologo" lo que es absurdo, porque ser fanático es ser obtuso, nadie los puede entender (sin esa tara) y menos justificar,
ResponderEliminarMi tocayo, cometió el error de los hippies (vagos mentales, físicos e intelectuales) de dejar que todo discurra, su permisibilidad alegando que el niño no debe ser educado para no frustrar su naturaleza ¿a que llevó? miles de hogares fracturados, asesinos en serie, personas deprimidas, suicidas, etc.
Ser gente buena no basta, la responsabilidad social nos exige ser buena gente, cortando de raíz aquello que daña al bien común, la medicina no puede ser peor que la enfermedad y nadie incompetente puede ofrecer mejoras, !no se puede pedir peras al olmo!, esta frase de la sabiduría popular nos debe orientar a tomar decisión certera el 6 de junio, no seamos débiles eso no es ser bueno, rechacemos todo aquello que limita nuestros derechos aunque vengan en un paquete forrado de bonitas palabras,
Solo como reflexión, si la gente de pensamiento de izquierda ama a los pobres ¿Por qué no vive con ellos en lugar de ubicarse con sus odiados enemigos los ricos en zonas exclusivas?, o será como dice Gloria Álvarez que los de izquierda ¿aman tanto a los pobres que los multiplican?