domingo, 31 de julio de 2016

HUMOS HISTORICOS (III)

En tiempos del Virrey Jáuregui se levantó el primer empréstito hipotecándose la renta del tabaco, en virtud de una real orden del 17 de Agosto de 1780. El segundo se hizo el 30 de Diciembre de 1785 gobernando Croix y el tercero por mandato de la suprema Junta Central de Sevilla el 12 de Marzo de 1809, cuando era Virrey Abascal.
Los capitales de estos empréstitos se recibieron en las cajas reales de Lima y los intereses se pagaron por el Estanco con excepción de cinco acciones que se abonaban en la Casa de la Moneda.
Estos empréstitos quedaran pesando hasta la época de la República, pues fueron comprendidos en la titulada deuda española. Parte quedó redimida en 1821. Pero sólo en 1849 se liquidaron los réditos pendientes que ascendieron a más de dos millones de pesos.
Desde 1780 a 1783 el Estanco quedó anexado al Tribunal de la llamada Visita general del Reino, teniendo una sección especial que estaba a cargo de José de la Riva Agüero, traído especialmente de México para tal objeto.
Ya en esa época resultaba demasiado estrecho el local arrendado del Padre Gerónimo y el Virrey Croix resolvió construir un edificio con 12 almacenes y las oficinas necesarias. Se escogió el sitio denominado La  Chacarilla que costó 448.112 pesos, cifra realmente alta para la época.


El Virrey Jáuregui y la venta del tabaco.

REFORMA
Ese local, andando el tiempo, sirvió al tradicional Colegio de Guadalupe y albergó conjuntamente a la Escuela Nacional y al Ministerio de Instrucción. Tal vez si por influencia del ambiente fueron tan fumadores los guadalupanos de los buenos tiempos del aracadio y evocador locl de la Chacarilla.
Reforma interesante que hizo Croix y que importó no poco ahorro a la Real Hacienda, fue la de modificar las condiciones de la traslación del tabaco a Chile. Se acostumbraba hasta entonces traerlos de Trujillo y Lima y de aquí enviarlos al Valparaíso y Talcahuano.
Este régimen resultaba absurdo y gravoso, se hizo un contrato con  Juan Miguel Castañeda para que en sus buques los condujese en cada año. El ahorro fue de 15 mil pesos anuales. Este armador de la época colonial y hombre de aventuras tuvo una vida interesantísima. Uno de los comerciantes navieros más acaudalados y carittivos de la época.
Era el dueño de una casa de la calle Mantas en la cual había un gran mascarón de proa que fue el encanto de los niños hasta muy crecidita la patria. Este mascaron después fue trasladado al Museo  Nacional. Castañeda implantó en Lima la fábrica de pólvora.
Tan harta fama alcanzó que en algunas oportunidades la esaquina de la calle Mantas fue llamada “la esquina de Castañeda”. Otra reforma de la época de Croix fue la contenida en el bando quie dictó en 1788 prohibiendo que se vendiesen cigarros en las pulperías.
OTROS RAMOS
Así se restableció con gran descontento de los pulperos, que formaban un gremio numeroso y pintoresco de Lima, el sistema de la fabricación en el Estanco mismo. Parece que esta medida produjo un mayor ingreso de 6 mil pesos mensuales, pero no perduró.
Ya en la época de Gil, El  Estanco comprendía algunos otros ramos como el de los naipes que establecido desde 1572 fue incorporado al de Tabaco el de papel sellado que se involucró en 1782 así como el de las breas de Santa Elena y Amotape. Más tarde en 1807, se le agregó el del aguardiente de la provincia de Guayaquil.
El que fue Virrey de Nuevo Granada, Francisco Gil de Taboada Lemus y Villamarín fue uno de los mejores que ha tenido el Perú- Hombre de gran espíritu fomentó la cultura, se rodeó de gentes  eminentes, protegió la publicidad, difundió la instrucción y dictó una serie de medidas de recta administración que le conquistaron la buena voluntad de todos.
Es de su tiempo el famoso Mercurio Peruano, periódico que en cuanto a su importancia, a la calidad de los trabajos que publicaba y a la profundidad y circunspección de su material no ha tenido, en verdad, bien miradas las cosas y teniendo en cuenta la época, sucesor digno de rivalizar con él.

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Las plantaciones en la Colonia.

INGRESO
Gil, en lo que respecta a la venta del tabaco, dispuso que se vendieras la libra en rama a ocho reales, fuese habano de Guayaquil, Bracamoro o de Saña y permitió la venta por menor hasta de una onza.
Obtuvo por este sistema un ingreso de más de seiscientos mil pesos con una utilidad de trescientos mil. Para dar idea de su buena administración basta advertir que en un quinquenio e producto del Estanco fue de un millón doscientos un mil doscientos setenta pesos (1790 a 1795).
Avilés también se ocupó con solicitud del Estanco. Es de advertir que como en todo tiempo se cuecen habas, se habían descubierto varios gatuperios al punto que uno de los directores. Miguel Otermín, fue suspendido de su empleo y sólo después de un largo juicio, que duró hasta 1803, fue repuesto.
O’Higgins había dejado sin cumplirse una orden real para la formación de una junta depuradora que Avilés hizo cumplir formando dicha junta con los oidores Pardo y Pareja, el Regente Arredondo y los contadores Chacón, Bonet y Salvki, junta que en 1840 dictó una organización  adecuada para el Estanco. 
ASUNTO
Asunto muy ruidoso por la calidad de las personas que en el intervinieron fue el del juicio contra los bienes del que había sido primer tesorero del Estanco, Marqués de Castellón. En 1800, el Contador Trujillo denunció que el finado ex tesorero  que era hombre de muchas campanillas, aparecía descubierto en 87 mil pesos por la supresión de dos fuertes partidas en dos años anteriores.
El hijo del Marqués armó bolina, porque era sucesor en el cargo por juro de heredad, siguiose un litis que fue más coreado que una letanía, con este motivo se ordenó que se sistematizase la contabilidad lo que hizo Joaquin Bonet y, por fin, se libró ejecución contra los bienes del Marqués, terminando el barullo en 1805.
Como datos interesantes que completan esta ligera revisión de la historia del tabaco en la época colonial diremos que, aparte de Lima sólo en Arequipa había administración propiamente. En Chachapoyas los empleados hacían un gasto de 26,600 pesos.
En Lambayeque el juez conservador con otros empleados corría con el asunto y en los demás lugares había tenencias con subalternos, sin que pudiera calificarlas de verdaderas oficinas de administración. En 1809 se estableció en Trujillo una real factoría semejante a la de Chachapoyas.

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Trabajo constante en una extensa área.

1821
En 1821 cuando entró la Patria, había en el Estanco mucho más de un millón y medio de pesos en tabaco en rama y más de 300 mil en  polvillo y rapé. La suma total de existencias contando el papel sellado, breas y enseres eran de más de dos millones. Esto en Lima. En el Norte había sin duda más, de lo que se incautó el Ejército Libertador. En Chiclayo se encontraron más de un millón de mazos de tabaco.
Un viajero inglés, hombre observador y avisado, que estuvo en América en las postrimerías de la vida colonial y fue secretario de Lord Cochrane, traía en su interesante relación histórica y descriptiva de una residencia de20 años en la América del Sur algunos datos sobre el tabaco y su ´régimen.
Dice W. C. Stevenson que el tabaco estaba sometido al monopolio real y que su precio era fijado por el gobierno según las diversas calidades del artículo y según la provincia de donde procedía. Se le traía a Lima donde era vendido en el depósito general (Estanco) a un precio determinado y común para todos los compradores.
Luego señala el procedimiento en los casos del contrabando, confiscación y multa. Dice que se compraba el tabaco a tres reales la libra y se revendía a dos pesos. Añade que tal era la cantidad de funcionarios y empleados encargados de recoger el tabaco, de vigilar el contrabando, de ocuparse de las compras y ventas, que por grande que fuese el ingreso de ese región fiscal era casi absorbido por los fuertes gastos que demandaba. Aquí hay algo de exageración, de acuerdo a los datos que tenemos.

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El esclavo muestra al amo lo cultivado.

GASTOS
Ricardo Palma, en su tradición Tabaco para el Rey, dice que en 1800 se gastaban 45 mil pesos anuales en sueldos de empleados del  Estanco Y Mendiburu afirma, a su vez, que a principios del siglo XIX los sueldos de todas las dependencias del Estanco ascendían 56 mil 600 pesos.
Stevenson cuenta cómo no era permitido manufacturar el tabaco en polvo en el Perú, importándose una especie llamado polvillo, siendo el rapé traído desde La Habana. También dice que nadie podía cultivar tabaco sin licencia especial y enumera someramente las obligaciones de los plantadores. Afirma que ya en ese tiempo había gran protesta entre agricultores y consumidores y que frecuentemente se reunían “para manifestar agudamente su descontento”.
En el viaje que hizo a Guayaquil, Stevenson observó que en esa provincia cultivaban varias plantaciones de tabaco, particularmente en Daulke y Puerto Viejo donde se empleaban muchos naturales del país. Ese tabaco venía en su mayor parte al Perú y su calidad era dulce y buena.
Los lugares donde se cultivaba tabaco, según el Mercurio Peruano, en e Perú eran los siguientes: Huayabamba, Sipasbaba, Chilaos, San Gerónimo, Chosgón, Oculman, Mendan, Moyobamba y  Soritor.
UCAYALI
En la carta y diario publicada también  en el antiguo Mercurio por Fray Juan Dueñas describiendo el camino desde Manoa al pueblo de Cumbasa al hablar de la región Ucayali dice que todas las tierras inmediatas a las poblaciones están rozadas y divididas en chacras en las cuales  abundan las yucas, plátanos, camotes, piña, caña, maíz, maní, zapallos, sandías, tabaco, aji.
En la descripción del partido de Saña o Lambayeque por el Contador real José Ignacio de Lecuanda al hablar de Lambayeque dice que hay una factoría de tabacos a la que está unida el real ramo de alcabalas y otros que le están agregados a su administrador jefe, bajo el  título de administrador de rentas reales unidas.
El administrador estaba encargado de reglar las siembras balanceando las cosechas con el consumo que ese tabaco tenía en el reino de Chile donde parece que era  el preferido. Los plantadores formaban un gremio.
La Dirección de Lima tenía una contrata en la que se fijaban precios. Por cada mil mazos o rollos se daba 75 pesos al cosechero. Sólo esa industria dejaba 75 mil pesos al año en Lambayeque. El arbusto de tabaco es muy abundante  con menos demanda en el Perú que en Chile donde se tenía cuantioso consumo.
Había tabaco cucarachero especie de polvillo teñido  con almagro que se uso antaño. Tabaco de la tierra el que se producía en las regiones del país para diferenciarlo del que venía de México o  La Habana. Tabaco rapé que se usó tanto por virreyes, oidores, prelados y hasta por damas de alta alcurnia,
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Hojas del estimulante..

CIMARRON
Asimismo tabaco cimarrón, una especie silvestre que se daba en Chile y Perú. Tabaco de hoja que servía para hacer los puros, Tabaco en rama,cque se hacía picar en las tercenas del Estanco y servía ya para hacer polvo para las narigadas, ya para liar con las panquitas de maíz los cigarritos de los tatarabuelos.
Existía el tabaco de regalía, que es el más fino, el mabinga, con que llaman en Cuba al de mala calidad que también recie los remoquetes de basura, injuriado, jorro. El holandés y el holandilla que se cría en Holanda. El  moruno de Europa Y Africa. El de palillos que se fabrica con los tallos y venas de la planta. El vinagrillo que se adereza con cierta especie de vinagre flojo y perfumado, el verdín que Se elabora con las hojas cortadas antes de madurar.
El groso fabricado en forma  de granos de mostaza y amasado con aguas de olor, el de vena que se emplea especialmente en los cigarrillos de papel, el de pipa, el negro que se adereza con miel, el turco y el egipcio. El de Virginia cultivado en Estados Unidos, el somonte que es el que se aliña sin lavados ni aderezos, el colorado llamado así por el color de la hoja, el colorado maduro menos claro que el anterior y que se trabaja en su tiempo y sazón y el del diablo como llaman en Chile a cierta planta de flores vistosas y venenosos jugos. Continuará. (Páginas seleccionadas de las "Obras Completas" que pertenecen como autor al consagrado escritor y político, José Gálvez Barrenechea.

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