domingo, 31 de julio de 2016

LE DIO EL MANDO A CASTILLA

Le tocó actuar a plenitud en momentos claves de la Historia del Perú a comienzos de la consolidación republicana y hasta desempeño,  varias veces interinamente, la Presidencia de la República  de este país que había emergido a la libertad,  dejando de lado el yugo español. Lo hizo durante el segundo gobierno de Gamarra  (1839-1841)en su calidad de mandamás del Consejo de Estado, cargo equivalente en la actualidad, al de Vicepresidente del  Poder Ejecutivo.
 Tras la muerte de dicho militar en la Batalla de Ingavi, el hombre de mando y agallas permaneció en el poder hasta 1842. Le tocó enfrentar r la invasión boliviana y negociar la paz con dicho país, siendo derrocado, cuando vino la crisis a plenitud, por el General Juan Crisóstomo Torrico.
 Así se inició, con fuerza inuitada,, el periodo conocido como “la anarquía militar”. Finalizada esta etapa, reasumió sus funciones similares  de 1844 a 1845. Le correspondió, en esta oportunidad, traspasar el mando a Ramón Castilla, insigne soldado de la ley que inicio un gobierno eminentemente constitucional.
Manuel Menéndez Gorozabel,  nacido en Lima en 1793 y muerto e la capital  el 2 de Mayo de 1847, fue un político y empresario agrícola. Hijo de Rafael Menéndez y María Gorozabel.  En la época de su niñez y juventud, estudió en el Real Convictorio de San Carlos.
Más tarde, según Jose Antonio de Lavalle, se dedicó al manejo de los intereses de una acaudalada tia materna suya, a quien heredó después, adquiriendo así, entre otras valiosas propiedades, la hacienda cañaveral Bocanegra ubicada al noreste del  puerto del Callao.


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Menendez: agricultor y político.

ALCALDE
Lo eligieron Alcalde de Lima, en segunda nominación, justo en el momento que Felipe Santiago Salaverry se levantó en la Fortaleza del Real Felipe del Callao. Por esta razón, el personaje asumió sus funciones ediles luego de varios meses. Pero al poco tiempo cesó en el cargo, luego de que las municipalidades cayeron en desprestigio  y  reemplazadas por las intendencias de policía.
Al poco tiempo la crisis continuó y ocurrió la batalla de Portada de Guías, el 21 de Agosto de 1838, entrando las tropas restauradoras a Lima al mando del general chileno Manuel Bulnes, quien ordenó la reinstalación de dicha municipalidad con el personal que tenia al momento de cesar.
Entonces  reasumió su función edil con exclusión del primer alcalde Pedro de Reyna al que  lo destituyeron por haber servido a la Confederación Perú Boliviana. Le correspondió a Menéndez convocar al solemne Cabildo Abierto, donde se proclamó a Gamarra como presidente provisorio.
Sin embargo, ante la proximidad e influencia guerrera de las tropas confederadas de Andrés de Santa Cruz, el personaje debió de retirarse de  la capital. Conjuntamente con los otros miembros del  ayuntamiento. 
OTROS CARGOS
Vencido Santa Cruz en la batalla de Yungay, Menéndez recobró fuerzas y fue nombrado Prefecto de Lima, cargo que ejerció del 18 de Febrero al 10 de Noviembre de 1839. Al consolidarse el segundo gobierno de Gamarra, lo nombraron Presidente del Consejo del Estado
En tal condición, asumió provisoriamente el Poder Ejecutivo en tres oportunidades. La primera cuando  Gamarra enfermó del 28 de agosto al 23 de septiembre de 1840. La segunda en momentos que el mandatario combatió la revolución iniciada en Arequipa por Manuel Ignacio de Vivanco y la tercera después de estallar la guerra entre Perú y Bolivia.
Continuó en el gobierno después de la batalla de Ingavi y la muerte de Gamarra, suceso  que en el Perú se conoció como el periodo de “anarquía militar” durante el cual varios caudillos se disputaron el poder
Enfrentó la invasión boliviana en el sur del Perú y negocio la paz con el gobierno de ese país altiplánico, dio un decreto de amnistía para que retornasen, a suelo peruano, los exiliados y convocó a la asamblea nacional para que se eligiese un nuevo Presidente de la República. Fue depuesto ´por el General Juan Crisóstomo Torrico y lo desterraron a Chile.
Triunfante en 1844 la revolución constitucional que encabezó Ramón  Castilla, volvió al Perú y se encargo interinamente del gobierno por ser el legítimo sucesor de Gamarra en su calidad de Presidente del Consejo del Estado.


La batalla de Ingavi donde murió Gamarra.

ADMIRACION
Reasumió el poder el 7 de octubre de 1844, permaneciendo allí  hasta el mes de abril del año siguiente. En la brevedad de  su administración, destacó en la solución de los problemas hacendarios. Por eso mismo Jorge Basadre, en su Historia del Perú, lo califica de responsable de un “gobierno admirable”.
La tarea más importante de su gestión: las elecciones de nuevas autoridades. Fue el que dio el decreto a fin de que ellas activasen las reuniones  electorales y se procediese a la elección de senadores para llevar a cabo la elección presidencial y proclamarse al Presidente de la República.
Por eso es, precisamente, que el 16 de Abril de 1845 se reunió el Congreso Extraordinario, bajo la presidencia de Manuel Cuadros, ante el cual pronuncio un largo y consistente mensaje. A renglón seguido la Cámara Alta proclamó a Castilla como mandatario de la nación.
Entregado el mando al soldado de la ley, pudo reintegrarse a la vida del hogar que había formado con Andrea Mendoza Sánchez Boquete. Falleció en Lima en 1847 y sus restos descansan en el Cementerio Presbítero Maestro. Una vida llena de sorpresas en medio del poder que detento con cualidades que merecen siempre tenerse presente cuando revisamos la Historia del Perú

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