CLARO...CLARISIMO

Las diferentes caras que tiene Alex Kouri para enfrentar la política son, realmente, repugnantes, de cinismo imperdonable y enteramente mezcladas con corrupción. Elementos, por supuesto, rechazables. Aquí la famosa y discutible apreciación de vale todo, calza a la precisión y exactamente. Más aún, el renombrado y criticado pensador Maquiavelo, con su peculiar frase del fin justifica los medios, se queda como niño de pecho.

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Mucho tiempo, en su primer periodo en la Alcaldía del Callao con una popularidad admirable y  joven de futuro promisor, el burgomaestre mostró una actitud firme y de oposición al fujimorismo que gobernaba por aquel entonces. Lo tildaba de gobierno poco serio y autoritario, oscuro en sus procedimientos.

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Pero lo que nadie sabía es que por lo bajo visitaba la salita del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) para hablar con Vladimiro Montesinos. No una, sino muchas veces. Le pedía favores, intercambiaba ideas, tocaba temas políticos. Eran grandes contertulios. Dios los criaba, ellos se juntaban. Nadie podía imaginarlo

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Todo se destapó con la caída de Fujimori y la salida a discreción de los famosos videos en la que ¡oh maravilla! Kouri, a pesar de sus actitudes de rechazo, era amigo del régimen y del mismísimo Montesinos.

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Antes de ello, los ataques al gobierno continuaban y las actitudes de oposición radical eran persistentes. Tan es así que en el Callao existía una rivalidad tremenda entre la Municipalidad chalaca con la Corporación de Desarrollo de Lima y Callao, dirigida por técnicos designados por el Gobierno y dependiente, aunque con autonomía y directorio propio, del Ministerio de la Presidencia.

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Los enfrentamientos entre ambos organismos eran constantes. El Alcalde no se cansaba en repetir, por calles y plazas, que los fujimoristas de la Corporación boicoteaban su labor municipal.  El tema lo politizaba al máximo porque allí había trabajadores y no políticos que tomaban al Estado como una fuente de trabajo, como cualquier otra.

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Por aquel entonces, la Corporación era presidida por el Ing. Carlos Wadsworth Murgueytio, un prestigiado técnico independiente honrado a carta cabal que desarrollaba un trabajo eficientemente y por muchos años había adquirido prestigio profesional, tanto en el Estado como en el sector privado.

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Político precisamente no era y por eso ya se diferenciaba del Alcalde, con quien efectivamente tenía pareceres distintos. Los enfoques de ambos personajes sobre el desarrollo eran diferentes.

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Entonces, Kouri le puso la puntería a Wadsworth porque quería a como de lugar copar la Corporación, de mucho dinero por el canon aduanero y portuario. Así empezaron las truculencias por lo bajo, tirando la piedra y escondiendo la mano.

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Primero consiguió que ingrese a laborar a la Corporación, en asuntos municipales y sociales, uno de sus incondicionales, Antonio Baca Mahuad, quien no aparecía como tal sino como supuesto enemigo. Pero, eso si, con un prontuario digno de rechazo.

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El “quinta columna” era un ex cadete de la Escuela Naval que en el cuarto año de estudios abandonó la Marina, según la versión de muchos que lo conocían. Capaz de hacer cualquier pillería. Un hombre sindicado como sin escrúpulos.

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Este individuo había trabajado como Director Municipal del Gobierno edil en el Callao de Kurt Woll, el antecesor de Kouri, donde para muchos habría tenido una conducta reprochable, en cobrar coimas para cualquier trámite y habría sido muy inescrupuloso.

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Posteriormente se supo más de Baca Mahuad, de quien se decía que tenía parentesco de primo con el propio Kouri. El trabajó codo a codo con otro delincuente Augusto Bresani León, el operador de Montesinos para los titulares y contenidos de los diarios chicha, que atacaban a mansalva a políticos como Castañeda y Andrade y a todos los que se oponían a Fujimori. Lo menos que podemos decir es: dime con quien andas y te diré quien eres.

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Baca Mahuad era el que le llevaba información de todo lo que ocurría en la Corporación a Kouri. Cumplía su labor de espionaje a la perfección e incluso hacia los trámites correspondientes, publicándose notas difamatorias de la Corporación y sus funcionarios en los desprestigiados periódicos dominados por Montesinos y Bresani.

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Hasta que Baca Mahuad fue despedido de Cordelica. Había mandado, sin autorización vulnerando los procedimientos internos, notas de prensa a los diarios sobre diferentes temas municipales. A reglón seguido y de la noche a la mañana, el personaje comenzó a trabajar en la Municipalidad del Callao con Kouri como jefe.

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Labores de inteligencia y contrainteligencia que hacían que las explicaciones de los hechos se volviesen poco claras y muy oscuras. No había mucha lógica en los pasos y decisiones. Pero al final, como siempre, tarde o temprano, todo se sabe y aclara.

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En la campaña municipal, el fujimorismo por intermedio de Vamos Vecino, le pidió ser candidato a Virgilio Carranza, ciudadano chalaco y ex diputado del Apra. Alejado de esta agrupación, éste último aceptó la postulación.

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Cierto es que Carranza y sus seguidores acudieron a la Corporación para pedir recursos y financiamiento. Cosa que evidentemente era prohibida y la institución por sus fines, estaba impedida de hacerlo. El otro candidato a la reelección fue Kouri, entre muchos otros.

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Lo de la prohibición es lo que precisamente le dijo Wadsworth al candidato oficialista en una caldeada reunión realizada en su despacho que terminó, con el pedido firme y decidido, de parte del Presidente a Carranza para que se retire, por su intransigencia e insolencia. Hecho que efectivamente ocurrió. Nunca más se vieron.

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Por esas épocas, volvió aparecer el intruso y comenzó a llamar por teléfono a la Corporación a la cual estaba prohibido ingresar. En esta oportunidad, Baca Mahuad ofrecía un audio que fue chuponeado en la que una voz, presumiblemente, la de Carranza se comunica con el celular del Gerente General de la Corporación.

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El candidato le dejó un mensaje en el correo de voz, en la que le pedía ayuda económica para la campaña. Por si acaso, no se registró ninguna respuesta. Por ende, tampoco hubo una conversación.

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El inefable personaje por entregar y desaparecer la grabación pedía la suma de 10 mil dólares, como "un favor que quería hacer a una institución tan seria como Cordelica", según dijo. Lo cierto es que ni Wadsworth ni los directivos de Cordelica, cayeron en el chantaje. Lo rechazaron por completo.

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Pasaron los días y el famoso audio llegó a las manos de un programa periodístico de la televisión, uno de los mayor rating y de prestigio de la época, en el que se denunció con esa prueba tan endeble, la participación de la Corporación en el acto eleccionario municipal. No había ninguna intervención. Ni nada que se le parezca.

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Inmediatamente y por arte de magia, el programa, después de la revelación, recibió una llamada telefónica que salió al aire de nada menos y nada más que de  Kouri, quien con voz solemne y segura condenaba la situación, dándolo como un hecho comprobado cuando no era así y exigía una exhaustiva investigación por el bien del pueblo del Callao.

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Todo esto, que parecía una campaña moralizadora ejemplar de parte del Alcalde, era un detestable operativo típico psicosocial al que nos acostumbró Montesinos. Es decir paso a paso, con los personajes y personajillos, un complot para conseguir objetivos de mayor poder con métodos enteramente corruptos.

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Lo prueba uno de los videos de los miles que hay de Montesinos cuando conversa con Kouri y éste le pide la cabeza de Wadsworth y su salida inmediata de la Corporación. El corrupto asesor le propone los pasos que hemos relatado y los siguientes que se dieron al pie de la letra. Eso está enteramente grabado y por eso lo denunciamos.

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En efecto, el Doc le recomienda a Kouri que haga declaraciones a los medios en ese sentido. Que el moverá a los reporteros para que hable el Ministro Pandolfi, quien de inmediato pedirá las renuncias y anunciará una reorganización de la institución. Hechos que efectivamente ocurrieron. Todo enteramente orquestado de la forma más sucia que puede haber.

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Un asunto turbio que estuvo planeado por el Doc y el representante chalaco de por medio en la cochinada. Con estos antecedentes, ¿Kouri puede ser Alcalde de Lima, si es capaz de hacer cualquier cosa para saciar sus apetitos, sus ambiciones y acrecentar su poder? ¿Kouri es igual a Montesinos? En cuanto a métodos y aficiones, parece que si.

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Enrique Bernales Ballesteros no se acopló con el comando partidario de Solidaridad Nacional y se fue a su casa a asesorar en otra cosa mariposa. El espíritu autoritario del Jefe máximo de ese partido, Luis Castañeda Lossio, y la argolla con sus amigos que lo acompañan hace mucho tiempo, habrían originado fricciones y este desenlace.

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Bernales no pudo aportar teniendo como hacerlo porque efectivamente conoce de política y es un pensador que hay que tomar en cuenta. Capacidad y experiencia la tiene. Dicen que Marco Parra, el lugarteniente del Alcalde de Lima, está feliz. Qué atrevida es la mediocridad, señores (Noe)