No hay mejor ley de prensa que la conciencia de los periodistas y la seriedad exigible a los dueños de los medios de comunicación, cualquiera que éstos fueran. Pero tratar de reglamentarlos es, evidentemente, recurrir a la mordaza.
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Es decir a la desaparición, a la corta o a la larga, de la libertad de expresión. Cuando ello ocurre, obviamente, que pierden sobre todo el receptor de la información que no es otro que el público, la ciudadanía entera.
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Vale afirmar que en ello están incluidos todos los peruanos que si se lo impiden, con leyes, reglamentos o manuales tales o cuales por más filosofía de buenas intenciones que tengan, da lugar siempre a que no se sepa, exactamente, lo que efectivamente pasa en el día a día del país.
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La desinformación es propia de dictaduras y de ninguna manera de democracias imperantes en países libres como el Perú que es- no olvidemos-democrático y libre por decisión soberana del pueblo y eso, el irrestricto ejercicio de la información, es tan necesario como el pan de cada día, consagrada por la propia Constitución y las leyes vigentes.
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Lo demás son pamplinas y es lamentable, por decir lo menos, que entre los que quieran promulgar una ley mordaza para impedir que se publiquen informaciones originadas en el chuponeo telefónico so pretexto de proteger la privacidad, esté el Congresista del Partido Popular Cristiano, Javier Bedoya de Vivanco.
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Además de antipático por naturaleza propia y manipulador persistente, el hijito de Papá Tucán se ha convertido en censor. No puede ser. La ley está en manos del Ejecutivo para su promulgación. Por el bien del Perú que sea rechazada. Humala tiene la palabra.
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Cabe explicar al respecto que el Presidente de la República tiene tres opciones: promulgar la controvertida norma, observarla enviándola de nuevo al Congreso y evitar pronunciarse.
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Asimismo, el Congreso también puede allanarse a las eventuales observaciones del Jefe del Estado o, de lo contrario, insistir y publicar la polémica ley
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Lo peligroso es que, en el caso de que Humala no se pronuncie, el Poder Legislativo también podría promulgarla directamente y aquí si que se entra en conflicto con la libertad. Eso es lo que debe evitarse a como de lugar.
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Bedoya, cuyo padre es Luis Bedoya Reyes político y demócrata de trayectoria, repite y repite lo que le pasó a Lourdes Flores Nano cuando la chuponearon en que muy suelta de huesos y segura decía, en una conversación telefónica, que “la alcaldía se la metan al poto”. Tal expresión poco apropiada, fue difundida en la televisión.
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Si el hecho se juzga minuciosamente, lo primero que salta a la vista es que la política, de ninguna manera, debió hablar así. Incluso por respeto a su interlocutor que era un conocido político y, sobre todo, al propio pueblo que la podía elegir.
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Olvidó por completo que era la candidata a ese importante cargo que administra la ciudad capital. El dicho, con ciertos atisbos de vulgaridad, era la comprobación total que ser elegida, en el cargo, a la lideresa del PPC no le interesaba un comino.
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Pero no solo eso. También es cierto que necesario era que el público, en este caso el electorado, sepa lo que exactamente piensan en el fondo-fondo, los que postulan a cargos públicos para, precisamente, elegir mejor.
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En consecuencia, el periodismo, como debe ser, pasa a cumplir un rol orientador. ¿O no? Claro que si. Más allá del chuponeo que rechazamos por completo como acto completamente ruin, propio de delincuentes y personas inescrupulosas.
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La sanción ciudadana obviamente vino y no votaron, entre otras razones adicionales, por Lourdes. Si hay leyes que prohíben ello evidentemente que se está quitando oportunidad amplia e importante de información a los que, efectivamente, la necesitan.
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Dejemos que la prensa cumpla su labor sin cortapisas de ninguna especie y recordemos, obviamente, que existen leyes que garantizan el libre ejercicio del periodismo y que sancionan a los que la vulneran, en forma enteramente legal y constitucional.
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Allí se debe quedar el asunto y que “el tucancito” se dedique en el Parlamento, a cosas, verdaderamente, productivas. Le hace falta hacer ello para cumplir efectivamente con el pueblo que lo eligió congresista. Oh, rey de las simpatías a quien lo llaman “puente roto”, porque nadie lo pasa.
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Lo de la Herradura si es el colmo y digno de Ripley: Increíble pero cierto. Aquí si que se pasó la Alcaldesa, Susana Villarán. Que la arena se la haya llevado el mar. Realmente inconcebible. Que pasó, que pisó. Y los estudios técnicos. Y la eficiencia. Y el sentido común. En fin, una barbaridad total
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Lo cierto y real es que Susana Villarán ha fracasado por completo como Alcaldesa de Lima. Ni una obra importante que mostrar después de un año de gestión. Ni una fortaleza o algo meritorio. La mediocridad es lo que reina en la comuna.
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Tanto, tanto que Luis Castañeda Lossio, su antecesor, parece un super hombre y un incomparable gestor con las obras públicas que, efectivamente y a la vista, saltan por todo Lima. La apreciación es valida incluso con lo malo y lo bueno que hizo el candidato presidencial fracasado y hoy otra vez con lios judiciales, por el caso Comunicore.
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No sabemos por qué, los ultras de pensamiento obtuso y extremo de siempre, se rasgan las vestiduras y dicen que pedir la revocatoria de la Villarán es la indecencia total. Cuando ellos nunca han sido decentes en ninguno de sus actos. Ni políticos, ni privados.
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Pruebas al canto y de encanto. Javier Diez Canseco presenta proyectos de ley para favorecer a su hija y ex esposa. Otros hacen barbaridades de todo tipo y conveniencia para no perder influencia, ni poder Eso, definitivamente, no es decencia.
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Si hasta inventaron que Humala era de izquierda y se subieron al carro del poder. Como a lo largo de la historia de los últimos 82 años, de 1930 al 2012. Cuando, años después, declararon al Presidente Manuel Prado, conservador de rancias raíces millonarias y aristocráticas, el "Stalin Peruano". Que tal contradicción. Ni las situaciones políticas que generaron la Segunda Guerra Mundial, las justifican. En fin.
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Cuando se subieron al carro del Frente Democrático en 1945 sin contribuir en absoluto y se bajaron raudos al momento de las definiciones para subirse de nuevo, sin consecuencia alguna, a la dictadura de Odria y poner en el Parlamento a varios de sus dirigentes como diputados del oficialismo. Uno de ellos fue Juan P. Luna, el dirigente de los choferes del comunismo.
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Lo mismo hicieron al inicio de la era de los diez años del fujimorismo. Ellos contribuyeron definitivamente a que el dictador subiese al poder, por la tirria que le tenían a Vargas Llosa, e incluso ocuparon sitios en el gabinete ministerial. Con el Nacionalismo hicieron lo mismo pero van saliendo uno a uno. Fueron, pues, artífices responsables del fenómeno Fujimori y ayayeros de Humala.
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Eso de ninguna manera significa dejar de reconocer que si se registraron en la historia excepcionales dirigentes consecuentes con sus ideales de avanzada y progresismo como fue: Alfonso Barrantes Lingán, “El Cuervo” para quienes lo conocieron en los años 50. Convertido en “Frejolito” en los 80 para adelante, el verdadero y único artífice de la unión de las izquierdas.
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Lo mismo se puede decir de Jorge del Prado, un dirigente del comunismo desde sus años mozos que persistió, con persecuciones cárceles e infinidad de miserias, en sus ideales hasta el final de sus días.
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Igualmente de Gustavo Espinoza Montesinos dirigente estudiantil, sindicalista, maestro de profesión, diputado y actualmente dedicado siempre al culto de Mariátegui como pensador autodidacta de renombre. Con padre y madre, Gustavo, ingeniero agrónomo y Adela, poetisa de finos sentimientos, luchadores sociales de admiración.
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Otros nombres que saltan y hay que rendirles homenaje: el poeta Gustavo Valcárcel, su abnegada compañera Violeta Carnero Hocke. El propio Genaro Carnero Checa que fue fundador de la Federación de Periodistas del Perú, a quien se le recuerda por su simpatía innata y su integridad.
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El “Negro” Genaro protagonizó, hace muchos años, un episodio que marcó época. El detractor de los comunistas que había salido de sus filas y traicionado a sus ideales revolucionarios, Eudocio Ravines Pérez, criticaba con ardor, vehemencia y maldad-en la televisión-a la izquierda en pleno. A su persistente estilo mordaz.
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Carnero que veía la caja boba en su casa ubicada en Pueblo Libre se indignó por completo y no vaciló en salir de su domicilio e irse de frente al local del canal de televisión, desde donde se transmitía el programa.
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Lo hizo, fue al sitio, ingreso al set, se acercó a Ravines que estaba muy sorprendido. Lo miraba al camarada del ayer y no sabia, realmente, qué es lo que efectivamente pasaba. Carnero llegó a estar primero muy cerca de él. Luego frente a frente. Sin ninguna vacilación ni duda, le espetó al traidor una cachetada sonora y sobre todo humillante.
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Un episodio que se convirtió en anecdótico y enteramente conocido porque cuando ocurrió, el programa estaba en el aire y, por ende, todos los televidentes, miles de miles, lo vieron en Lima y al interior del país.
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Sigamos con la izquierda. No podemos dejar de reconocer la trayectoria de muchos social cristianos que, por convencimiento de servir a los pobres, pasaron a posiciones de avanzada y contribuyeron, con su honestidad y capacidad, al desarrollo político del Perú. Como es el caso de Henry Pease, Francisco Guerra García, Federico Velarde y Alfredo Filomeno, entre muchos otros.
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Lo mismo que los de otras canteras y orígenes. Tal es el caso del sociólogo y periodista de fina y aguda pluma como es Hugo Neira, quien llegó a sitiales de intelectualidad admirable y es un pensador que vale la pena escucharlo. En fin que hay valores en la izquierda, los hay.
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Pero los ultras, los del pensamiento cuadrado, los que se creen salvadores del Perú, los sociólogos de moda y dizque salvadores del mundo deben si irse, de todas maneras, a freír monos. Ese es su mejor sitio, oficio y ocupación. Aunque ahora esta de moda mandarlos de embajadores. Sin ver capacidades. Inconsecuentes, convenidos y aprovechadores. (Noe)
Hola Edgardo
ResponderEliminarDisculpame, no sé si me estoy volviendo " ultra de pensamiento obtuso y extremo de siempre, se rasgan las vestiduras y dicen que pedir la revocatoria de la Villarán es la indecencia total. Cuando ellos nunca han sido decentes en ninguno de sus actos. Ni políticos, ni privados"
Pero, respecto a la revocatoria:
Sinceramente `puedo ver hasta cierto relajo en la gestión en general, equivocaciones puntuales, errores de comunicación, y hasta torpezas de funcionarios y desinteligencias de los regidores y de la propia alcaldesa. Pero no veo razones contundentes que justifiquen objetivamente una revocatoria. Me preocupa la construcción de percepciones populares que pueden ser exageradas por la prensa y los perdedores de esta campaña municipal que hostilizaron a Susana desde antes que asumiera el cargo, apuntando a un sector de votantes desinformados que pueden votar más con el hígado que con la cabeza, desvirtuando que "vox populi, vox dei". Así en este caso, me parece que lejos de jugar por la gobernabilidad la revocatoria puede enajenar el su verdadero sentido institucional y temporal de la elección municipal en Lima.El cambio de gerente general es un buen signo, ojalá y se enmiende el staff municipal con CVs técnico más que CV partidarios , para cumplir con la meritocraca y transparencia prometida, sería un buen reflejo y avance en la MUNLIMA, que tiene todos los defectos que sde pueden arrastrar desde el virreinato cortesano, y los que no nos imaginamos también, eso no se remedia en en un año.
Por la propia oposición está claro que Lourdes no es.......... Ahora falta que la prensa siga la pista del dinero y de las empresas que están detrás comenzando por las que ya fueron y no las contratan ahora--Follow the money, caliente, caliente.
Sino, fijate lo que dice el mismo Pablo Secada, puesssssssss
Manuel Gallástegui