La humanidad puede conmoverse
ante la violencia, la injusticia, el talento, el aplastador avance de la
ciencia y la tecnología, el hambre, la enfermedad. Ante todas y cada una de
estas realidades que lo acosan y lo desbordan, el hombre-también a veces- pide
misericordia.
Paulo VI con la investidura de
Sumo Pontífice, representante del peso y la fuerza de la Iglesia, dio una
respuesta a ese convulsionado y suplicante mundo e hizo pensar a los defensores
de esquemas agraviantes, a los inescrupulosos y a los cómodos.
El 26 de Marzo de 1967 lanza la encíclica
“Populorum Progressio, Desarrollo de los Pueblos, un documento
comparable a la Rerum Novarum de León XIII y alimentado en las concepciones
humanísticas de Mater Et Magistra y Pacem
in Terris de Juan XXIII.
“No se puede amar con armas
ofensivas en la mano”, había dicho Paulo VI, dos años antes en la Asamblea de
las Naciones Unidas, en la que se confesó el abogado de los pueblos pobres. Era
un preanuncio de su encíclica, donde penetró en la sensibilidad de los
oprimidos y en la vanidad de los oprimentes.
Populurum Progressio habló de
destrucción nuclear, hambre, explosión demográfica, ira, propiedad privada, colonialismo,
capitalismo liberal. Y estas fueron algunas de sus definiciones: “La tierra ha sido creada por Dios para
todos los hombres. El derecho de propiedad y de libre comercio están
subordinados al derecho fundamental que tiene cada uno a encontrar lo que
necesita”.
Paulo VI: papa justo, bondadoso y equilibrado.
Paulo VI: papa justo, bondadoso y equilibrado.
LO QUE NO EXISTE
Ante las exigencias fundamentales
del bien común no existe derecho incondicional ni absoluto de propiedad. “Es la reforma de lo que hay que realizar
para combatir y vencer la injusticia ¿Qué le aprovecha al hombre ganar todo el
mundo si pierde su alma? No sacrificar para vivir las razones de vivir…
Decía Paulo VI sobre el colonialismo: las potencias
coloniales al retirarse a veces han dejado una situación económica vulnerable,
ligada por ejemplo al monocultivo, cuyo rendimiento económico está sometido a
bruscas y amplias variaciones.
Sostenía respecto a los conflictos sociales: “Mientras que
en algunas regiones una oligarquía goza de una civilización refinada, el resto
de la población, pobre y dispersa, está privada de casi todas las posibilidades
de iniciativa personal y de responsabilidad, y aún muchas veces viviendo en
condiciones de vida y de trabajo indignas de la persona humana…
Un idioma claro, rotundo que
condena como “escándalo intolerable” la carrera armamentista como al
liberalismo. “La ley de la oferta y la
demanda beneficia al más fuerte. El libre intercambio sólo es equitativo si está
sometido a las exigencias de la justicia social”.
DIALOGO
La encíclica propicia el diálogo
en función de las necesidades reales de unos y de las posibilidades de empleo
de los otros, exhorta a los jóvenes a intervenir en sus postulados y concluye
con un capítulo titulado: “el desarrollo en el nuevo nombre de la paz”.
A partir de allí los analistas
incurrieron en los errores de siempre. La Izquierda se sintió protegida y
amparada, el capitalismo liberal agredido, los políticos interpretados y los
economistas analizados. Nada de todo eso era totalmente cierto.
El Papa Paulo VI había retomado
el camino filosófico y teórico de la Iglesia. Fue un llamado de amor. Una invocación a la justicia. Una prevención
contra los desbordes del hombre, cuyo verdadero peligro está en el mismo. Fue
un documento para meditar. Las interpretaciones políticas no suelen “volar tan
alto”. Fue la voz del Papa.
Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini, Paulo
VI, resultó el Papa 262° de la Iglesia Católica, soberano del Vaticano entre el
21 de Junio de 1963 hasta su muerte, el 6 de Agosto de 1978. Había nacido
en Concesio cerca de Brescia, Lombardia-
Italia, el 26 de Septiembre de 1897.
Continuó el Concilio Vaticano II,
la gran obra de su predecesor Juan XXIII y fomentó las relaciones ecuménicas
con las iglesias ortodoxas, anglicanas y protestantes. Así logró el dialogo con
otras religiones y pensamientos, sin excluir a nadie. Era un humilde servidor
de la humanidad y exigió cambios significativos de los acaudalados a favor de
los pobres.
Con el Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
Con el Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
ARZOBISPO
Entre 1922 y 1954, trabajó en la
Secretaria de Estado de la Santa Sede. Uno de los más cercanos e influyentes
colaboradores del Papa Pio XII, quien lo nombró en 1954 Arzobispo de Milán, la diócesis más grande de Italia y
se convirtió automáticamente en Secretario de la Conferencia Episcopal
italiana.
Cardenal en 1958, por decisión de
Juan XXIII y años después Papa. Tomó el
nombre de Pablo para indicar su misión renovadora en todo el mundo de la
difusión del mensaje de Cristo. Reabrió
el Concilio Vaticano II y se hizo cargo de la interpretación y aplicación de
sus mandatos.
Un gran devoto, animador de
congresos marianos y visitante de varios santuarios. Publicó varias encíclicas.
Nombró a María como la Madre de la Iglesia durante el Concilio. Durante su
pontificado se llevaron a cabo muchos cambios en el mundo, revueltas
estudiantiles, la guerra de Vietnam y otros trastornos mundiales. El pontífice
trató de entenderlos, pero al mismo tiempo, defendió la fe cristiana que se le
había confiado.
Presidió la apertura de la puerta
santa de la Basílica de San Pedro, el 24 de diciembre de 1974, dando inicio al
jubileo del siguiente año que fue seguido por aproximadamente mil millones de
personas, en todo el mundo.
BEATIFICACION
Entre los cardenales que nombró
tres llegarían a ser sus sucesores: Karol Wojtyla quien tomó el nombre de Juan
Pablo II, Albino Lucioni quien fue Juan Pablo I y Joseph Ratzinger electo Papa
bajo el nombre de Benedicto XVI.
Su proceso de beatificación
comenzó el el 11 de Mayo de 1993 y ya
fue declarado como tal durante la misa de clausura del sínodo extraordinario de
obispos sobre la familia realiza el 2014, por decisión de los organismos de la
iglesia pertinentes y la aprobación del
actual Papa Francisco.
El pontífice fue el segundo de
los tres hijos de Giorgio Montini que era abogado, periodista, director de la
Acción Católica y miembro del Parlamento de Italia. Su madre, Giudetta Alghisi,
perteneciente a una familia noble. Tuvo dos hermanos: Franceso, médico, y
Ludovico, letrado y político.
Asistió a la escuela Cesare Arici,
dirigida por Jesuitas. Su educación fue interrumpida a menudo por episodios de
enfermedades. Entró en el Seminario de Brescia donde se convirtió en sacerdote.
Celebró su primera misa en su pueblo natal en la Iglesia de la Madre de la
Gracia, la misma que estaba cerca a la casa de sus padres.
Concluyó sus estudios en Milán
con un doctorado en Derecho Canónico. Más
tarde estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana de la Sapienza. A los 25
años entró a trabajar a la Secretario de Estado de la Santa Sede. Laboró,
asimismo, en la Nunciatura Apostólica de Polonia, con sede en Varsovia.
En pleno acto religioso
En pleno acto religioso
EN LA GUERRA
Profesor de Historia de la
Academia Pontificia para diplomáticos en Roma. Durante la II Guerra Mundial, en
el Vaticano y a petición de Pio XII, creó una oficina de información para los
prisioneros de guerra que funcionó desde 1939 hasta 1947, la que recibió cerca
de 10 millones de solicitudes de información y produjo 11 millones de
respuestas sobre las personas desaparecidas
Fue varias veces atacado por el
Gobierno de Benito Mussolini, pero su labor cristiana continuó a favor de
todos, sin ninguna exclusión. Creó la Pontificia Comisión de Asistencia que
ayudó a gran número de refugiados de todas partes con viviendas, asistencia
alimentaria y material.
Sólo en Roma esta organización
distribuyó casi dos millones de porciones de comida gratis en el año 1944. Unas
15 mil personas vivían en Castel Gandolfo con la ayuda de la referida comisión.
Conformó la Iglesia Asilo y protegió a centenares de miles de soldados que
escaparon de los campos prisioneros: judíos,, antifascistas y de otras
ideologías. Después de la Guerra y como Papa, la comisión la convirtió en una
organización católica eficiente, Caritas italiana.
En su condición de Arzobispo de
Milán, dirigió una diócesis que manejaba 1000 iglesias, 2 mil 500 sacerdotes y
3 millones y medio de almas. Allí construyó más de 100 iglesias. Juan XXIII lo
nombró Cardenal, el 15 de Diciembre de 1958.
PAPA
En tal condición participaba en
el gobierno de toda la Iglesia. Lo que
se tradujo en varios viajes al Africa incluido Ghana, Sudán, Kenia, El Congo,
Rodesia Sudáfrica y Nigeria. En otras 15 travesías pasó por Brasil y Estados
Unidos.
Cuando Juan XXIII murió de cáncer
al estomago, Montini fue elegido sucesor en el cónclave correspondiente y,
durante su impecable gestión, acabó con parte del esplendor externo y el
ceremonial tradicional del papado.
En primer lugar no fue coronado y
donó su propia tiara papal, un regalo de la Arquidiócesis de Milán, a la
Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington,
Estados Unidos, donde en la cripta correspondiente está hasta ahora en
exhibición.
Suspendió la mayor parte de las
funciones ceremoniales de la antigua nobleza romana en la corte papal. También
abolió la Guardia Palatina y la Noble, dejando sólo a la Suiza como el único
cuerpo militar en el Vaticano.
Continuó el Concilio Vaticano II
como renovación y modernización de la Iglesia Católica y de sus enseñanzas. Se
incluyó la revisión total del oficio de la Santa Misa y de sus enseñanzas,
evitando las definiciones dogmáticas.
Conversando con tres religiosas.
Conversando con tres religiosas.
PERDON
Agradeció a los representantes de
otras comunidades cristianas su asistencia y les pidió su perdón, si es que la
Iglesia Católica era la responsable de las separaciones. También recordó a los
padres conciliares que muchos obispos del Este no habían podido concurrir
porque los gobiernos comunistas prohibieron los viajes correspondientes.
El Concilio debatió sobre los
textos de la Iglesia, el ecumenismo y la liturgia. Lo que se trató es
garantizar que el espíritu del evento sea amistoso y abierto a la sensibilidad
de las iglesias protestantes y ortodoxas, las que
participaron en todas las sesiones. Un documento concreto reguló,
posteriormente, la relación con los creyentes de otras religiones.
El Concilio concluyó el 8 de
Diciembre de 1965 en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Pero antes se había
establecido el Sínodo de los Obispos, como institución permanente y órgano
asesor del papado.
Renovó toda la curia y redujo la
burocracia en el Vaticano, la racionalización de las congregaciones existentes
y una representación más alta de los no italianos. Revolucionó las elecciones
papales, ordenando que los cardenales de edad inferior a los 80 años podrían
participar en futuros eventos de este tipo.
Por eso se invitó a todos los
obispos a presentar su jubilación a más tardar al cumplir los 75 años. Este
requisito se hizo extensivo a todos los cardenales. Con ello, el Papa podía
ocupar los cargos con sacerdotes jóvenes e internacionalizar el colegio cardenalicio.
CONCILIO
El Concilio Vaticano II hizo una
revisión total del Misal Romano y se introdujo tres nuevas plegarias
eucarísticas. A la vez se su suprimió las oraciones de larga duración, como las
de al pie del altar y el último evangelio. La reintroducción de otras oraciones
e incluso el uso de las lenguas vernáculas.
Creó la secretaria para las
religiones no cristianas, rebautizándola luego como el Consejo Pontificio para
el Dialogo Interreligioso. Lo mismo hizo con la Oficina Papal para el Desarrollo
Económico y la Asistencia Catastrófica.
Para fomentar lazos comunes con
las personas de buena voluntad, decretó un día de paz anual que se celebraría
el primer día de cada año de enero.
Tratando de mejorar la condición de los cristianos detrás de la cortina
de hierro, el Papa participó en una reunión con las autoridades comunistas
varias veces, recibiendo a varios de sus
representantes. La situación de la Iglesia en Polonia, Hungría y Rumanía mejoró
notablemente durante su pontificado.
Resultó ser el primer Papa que
visitó los cinco continentes, ganándose el apodo del pontífice peregrino. Hizo
diez viajes por el mundo que han sido continuados por sus sucesores Juan Pablo II, Benedicto XVI y y Francisco.
Viajó a Tierra Santa, en 1964,
donde se reunió con el Patriarca de Constantinopla Atenágoras I, logrando la
revocatoria de los decretos de ex comunión lanzados en 1054 y que habían dado
lugar al Cisma de Oriente con Occidente.
Una multitud de católicos lo acompaña.
Una multitud de católicos lo acompaña.
VIAJES
Participó en el Congreso Eucarístico
de Bombay en India, visito Bogotá y Medellín en Colombia. Cincuenta años
después de la primera aparición, estuvo en Fátima. Realizo una visita pastoral
al Africa y en Filipinas fue el blanco de un intento de asesinato que,
afortunadamente, no tuvo consecuencias mayores.
Envió un mensaje de buena
voluntad del Apolo 11 de la Nasa para el histórico aterrizaje lunar.
Actualmente, el documento descansa en la superficie lunar. El número de
embajadas extranjeras acreditadas en el Vaticano se duplicó durante su
pontificado.
Presentó las enseñanzas marianas
con una orientación ecuménica. En el discurso inaugural de su encíclica “Eclesiam
suam”, llamó a María como el ideal de la perfección cristiana. El Papa
Francisco destacó que a este pontífice el pueblo cristiano le estará agradecido
siempre
Precisamente su otra encíclica Mense maio, del 29 de Abril de 1965 se centró
en la Virgen, como el camino de las personas que van hacia Cristo. La Encíclica Eclesiam suam, de
su autoría, versa sobre la identificación de la Iglesia con el Cuerpo de
Cristo.
Publicó Misterium fidei y allí
trató el misterio de la fe, oponiéndose a las nociones relativistas que le han
dado a la Eucaristía sólo un carácter simbólico. La Iglesia, según Paulo VI, no
tiene motivos para abandonar el asunto de la creencia que es fundamental.
CELIBATO
Trató sobre el Celibato
sacerdotal luego de que la Iglesia fue
cuestionada y muchas de las prácticas antiguas revisadas. Considero fundamental
su vigencia como reafirmación de disciplina. Una práctica de especial
importancia, estado ideal y obligatorio para los sacerdotes católicos.
De sus encíclicas, una de ellas es la Humanae vitae,
publicada el 25 de Julio de 1968. En el documento reafirmó el punto de vista de
la Iglesia sobre el matrimonio, las relaciones conyugales y la condena
permanente del control de la natalidad artificial.
Para este Papa, las relaciones
conyugales son mucho más que una unión entre dos personas. Constituyen amor en
medio de Dios. La transmisión de la vida humana es un papel en que las personas
casadas colaboran, libre y responsablemente, con el creador.
Esta alianza divina, de acuerdo a
Paulo VI, no permite decisiones humanas arbitrarias que puedan limitar la
providencia divina. La cuestión de la procreación supera las disciplinas de la
biología, la psicología, la demografía y la sociología. La razón de esto es
porque el amor conyugal tiene su origen en Dios.
Paulo VI realizó 6 consistorios entre 1965 y 1977 en
los cuales se promovieron 143 cardenales. Sus sucesores hasta Benedicto XVI
fueron designados por él. Cinco de los 20 cardenales procedieron del Africa,
uno de ellos hijo de un jefe de una tribu que tenía 50 esposas.
Con Juan Pablo II y Juan XXIII
Con Juan Pablo II y Juan XXIII
MUERTE
El 16 de Marzo de 1978, su amigo
de juventud Aldo Moro político demócrata cristiano, fue secuestrado por las
brigadas rojas que mantuvieron en vilo a la ciudadanía italiana durante 55
días. El dirigente pidió la ayuda del Sumo
Pontífice.
A sus 80 años, el Papa escribió
una carta a los captores, rogándoles de rodillas, su liberación. Algunos
integrantes del gobierno lo acusaron de haber tratado, muy amablemente, a los
malhechores.
El
continuó buscando formas de pagar el rescate. Pero todo fue en vano. El
9 de Mayo de 1978, el cuerpo acribillado a balas del secuestrado fu encontrado
a bordo de un coche en una de las calles de Roma. Visiblemente afectado y
conmovido, el Papa presidió su funeral en la Catedral de San Juan de Letrán.
Dejó el Vaticano el 14 de Julio
de 1978 y se dirigió a la residencia de Castel Gandolfo. Aunque se encontraba
enfermo se reunió con el Presidente
italiano, Sandro Pertini, durante dos horas. Por la noche vio una película del
oeste en televisión. Sufría problemas respiratorios y necesitaba oxigeno.
Al día siguiente domingo, en la
Fiesta de la Configuración, rezó el Angelus. Estaba cansado. Permaneció en cama
con fiebre. Sin embargo, participó en la misa a las 6 de la tarde, comulgando.
A pocas horas, sufrió un infarto al miocardio y luchó por su vida durante tres
horas. El Sumo Pontífice murio, el 6 de Agosto de 1978, a las 21.41, con 80
años a cuestas.
El Papa tuvo un funeral austero y
sencillo, hecho que se vio patente en su ataúd que era de madera, sin adornos
ni condecoraciones. Sobre este, durante las exequias, se colocó un libro de los
Evangelios. Enterrado bajo el suelo de la Basílica de San Pedro. Un pontifice
que pasó la historia, brillando por su bondad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario