Hace más de cinco
décadas el hombre afrontó el
desafío más audaz, maravilloso y apasionante de su trayectoria. Desde el
lanzamiento del Sputnik 1 hasta los ambiciosos vuelos de los Voyager que
alcanzarán la primera estrella dentro de 40 mil años, el mundo presenció
asombrado, y no sin cierto temor, encuentros en el espacio, caminatas lunares,
sorprendentes avances científicos y tecnológicos y hasta modificaciones en la
estructura física del ser humano. Esta vertiginosa y casi delirante carrera en la
que la ciencia con un ímpetu obsesivo superó a la imaginación, permite augurar
un futuro mejor para la humanidad.
El 4 de Abril de 1957, la Unión
Soviética lanzó su satélite artificial llamado Sputnik 1, acelerando su
apetencia por lo desconocido. En 1865 el “escritor de la ciencia”, Julio Verne,
había publicado “De la Tierra a la Luna”, donde sus héroes imaginarios
disparaban una nave espacial de aluminio desde un cañón de hierro de 800 metros
de largo.
Los personajes de Verne utilizaron
200 mil kilos de pólvora, el peso del cañón era de 68 mil toneladas y el costo
del proyecto ascendía a 5 millones y medio de dólares. La fabulosa imaginación
del escritor que había descrito el viaje
de un submarino por debajo de los bancos de hielo polares y tocado el cielo
durante 5 semanas en un globo, alcanzó su apogeo cuando unió el lugar de lanzamiento de un cohete a
la Luna en La Florida, muy cerca de Cabo Cañaveral.
Primer paseo espacial norteamericano.
Primer paseo espacial norteamericano.
VERNE
Su febril impaciencia se adelantó
casi 100 años y, curiosamente, acertó en el sitio elegido por los
norteamericanos para sus ambiciosas experiencias. Verne predijo también que los
gigantescos telescopios de Estados Unidos se instalarían en las Montañas
Rocosas y que tendrían cinco metros y medio de diámetro, exactamente igual al instalado en el Monte Palomar.
Su clarividencia no pudo, sin embargo, abarcar las aristas diariamente
modificables de una carrera al infinito, en la que las grandes potencias
pusieron a prueba no solamente su caudal científico y técnico, sino también su
vanidad política.
Los remotos antecedentes de la
aventura espacial consignan que el cohete era conocido en China mil años antes
de Cristo. La fecha más lejana que se haya registrado respecto al uso de
cohetes en ese país es del año 1232, durante la batalla de Pien Kin.
A comienzos del siglo XV, la
fabricación de pólvora y el uso de cohetes se hicieron común en toda Europa.
Durante ese siglo se inventaron el cañón y las armas de fuego pequeñas. Luego
del año 1500, el uso de cohetes en la guerra cedió su lugar al cañón militar
durante casi 250 años, pero ocurrió un episodio significativo en 1767.
COHETES
Los ingleses fueron derrotados en
la primera guerra de Mysore por un cuerpo hindú de cohetería de 1,200 hombres.
Esos cohetes eran muy superiores a los de su época. Después de esas derrotas,
con severas pérdidas para los ingleses, William Congreve, un oficial de
artillería, perfeccionó en 1806 un cohete que tenía grandes ventajas sobre
el hindú, con un alcance de hasta 3 mil
metros.
En 1848, un norteamericano llamado llamado William
Hale colocó tres guías curvas en la parte superior posterior del cohete,
mejorando la exactitud del vuelo. En 1914, durante la Primera Guerra Mundial el
papel de los cohetes fue muy opaco, casi inexistente.
Mucho menos progresó entonces la
idea de realizar un viaje espacial mediante un cohete. Pese a que en 1896
Tsiolkovski propuso el cohete como medio para viajar al espacio. El francés
Esnault Pelterie hizo estudios matemáticos sobre el tema en 1900 y el alemán Hermann Oberth escribió
“El Cohete en el Espacio Interplanetario”, el primer libro de texto sobre
viajes especiales.
Poco después, en 1925, otro
alemán Walter Hohmann lanzó su obra “La posibilidad de alcanzar los cuerpos
celestes”. Estos hombres de ciencia fueron los primeros en adelantar teorías y
cálculos matemáticos técnicamente validos para el viaje espacial. Casi 20 años
después Europa temblaba bajo los V2 de Von Braun y su famoso equipo de
científicos de Peenemünde. Y los germanos se colocaban a la vanguardia de una
era de asombrosas revelaciones.
Cúmulo de estrellas en el espacio,
Cúmulo de estrellas en el espacio,
MISTERIO
En la tarde del 8 de Noviembre de
1944, los pobladores de Londres se sobresaltaron por un sonido misterioso y
retumbante. El primer cohete V-2 había caído sobre Inglaterra en el suburbio de
Chiswick, matando a tres personas.
Durante los siete meses
siguientes, los alemanes dispararon 1,300 cohetes. Alcanzaban una velocidad
sorprendente, eran imposibles de interceptar y cuando hacían impacto abrían
cráteres de entre 10 y 12 metros de diámetro.
V-2 pretendió hacer temblar la
seguridad de Winston Churchill con los
aliados y casi lo logra. El dueño de Peenemünde, Von Braun, se constituyó en el
adalid de la era espacial. Ante el advenimiento de su ocaso, el Tercer Reich
trató de salvar la documentación secreta y la vida de sus científicos,
trasladándolos hasta las montañas de Hartz, en el sur de Alemania. El final de
Peenemünde, el fantástico laboratorio de los germanos, es más o menos conocido
por la historia contemporánea.
Estadunidenses y soviéticos se disputaron
a los científicos germanos. La Unión se quedó con Von Braun, los rusos con otros. En uno u otro caso, el resultado
final fue la apasionante carrera por el cosmos, que se inició con el
lanzamiento del Sputnik I.
UNOS Y OTROS
Luego del lanzamiento, los
soviéticos pusieron en órbita, en noviembre de 1957, el Sputnik II que tenía un
peso de más de media tonelada. Entretanto, los norteamericanos aparentemente
relegados se reservaban episodios más espectaculares.
El 31 de Enero de 1958, lanzaron
el Explorer I que con el reducido peso de 14 kilogramos dio la pista al
profesor J. van Allen, de la Universidad de Iowa para el descubrimiento de la
famosa franja del mismo nombre, zona de intensa radiación corpuscular que rodea
permanentemente a la tierra, a distancia media de 10 mil kilómetros y que tiene
un grosor de unos 5 mil kilómetros.
Los satélites artificiales
siguieron ganando el espacio en 1958 en este orden cronológico: Vanguard I , el
17 de Marzo de 1958 (estadunidense), Sputnik III, 16 de Mayo de 1958
(soviético). El 2 de Enero de 1959, los
rusos lanzan un satélite a la luna, el Lunik I, que después de pasar cerca de
ella entró en órbita alrededor del sol.
17 de Febrero, 3 de Marzo y 7 de
Agosto de 1959, Vanguard II Pioneer IV y Explorer VI, todos estadunidenses. El
12 de Octubre, los rusos lanzaron el Lunik II que chocó contra la Luna, al que
siguió el 4 de Octubre, el Lunik III que quedó incorporado al sistema
Tierra- Luna, como satélite de ambos astros, que transmitió por televisión, las
imágenes de la cara oculta del satélite. Luego fueron lanzados sucesivamente el
Vanguard III y Explorer VII en Setiembre y Octubre de 1959, el Pioneer V, en
Marzo de 1960, todos estadounidenses.
El Sputnik como satélite artificial de la historia
El Sputnik como satélite artificial de la historia
GLOBO
Posteriormente los navíos Tiros I
y II, los satélites Eco I y el Correo IB (estaciones activas y pasivas de
retransmisión). El primero que podía contemplarse desde mediados de 1960, en
muchos países, era un globo delgadísimo de plástico. El segundo iba provisto de
completa instrumentación electrónica, con la que se pueden enviar o recibir 68
mil palabras por minuto, a su paso por
la zona de alcance de una radio estación terrestre.
Todos ellos fueron escalonando
una paciente tarea de investigación, aportaron datos de incalculable valor que
permitieron a los científicos iniciar la esperada aventura de lanzar naves
espaciales tripuladas. El hombre comenzaba a enfrentarse en el desafío que
podía llegar incluso a superar su propia imaginación.
Yuri Alekseevich Gagarin fue el
primer cosmonauta de la historia. En 89 minutos, el 12 de Abril de 1961, dio
una vuelta a la Tierra tripulando la nave Vostok I. Las crónicas de la época
señalan que el astronauta soviético se remontó a una altura discreta- entre los
180 y los 250 kilómetros- para no llegar al peligroso cinturón radiactivo de
van Allen.
INCOGNITA
Cruzó una parte de Siberia,
después todo el Océano Pacífico, pasó entre el Cabo de Hornos y la Antártida y,
una vez superado el Océano Atlántico, penetró en el Congo, donde inició su
descenso. La gran incógnita, finalmente, fue develada, Gagarin aterrizó sano y
salvo a 740 kilómetros al este de Moscú, motorizando las apetencias de los
científicos estadunidenses encabezados por von Braun y del propio Presidente de
los Estados Unidos, quien comprometió a su país a colocar a un hombre en la
Luna antes de que terminara la década.
Gagarin fue el primer hombre del
espacio, pero no el primer viajero. Ese preciado título lo logró la perrita
rusa, Laika, quien durante una semana, fue seguida por un dispositivo
telemétrico. El vuelo del cohete con su aceleración, las vibraciones y la
batahola ensordecedora multiplicaron sus pulsaciones cardíacas.
Al principio, el animal intentó mover la cabeza y las patas,
pero como consecuencia de la gravedad se dejó aplastar, completamente, contra
el piso sin moverse. Una vez en órbita, la perra flotó libremente dentro de su
receptáculo. Su respiración era de 3 a 4 veces superior a lo normal y la
taquicardia era elevada.
Lamentablemente, Laika encontró su
tumba dentro del satélite que se perdió en algún punto del Océano Atlántico,
entre América del Sur y Africa. El episodio fue sentido por los espectadores
ajenos a la conquista contemporánea, pero el sacrificio de la perra no fue en
vano.
Vista de la tierra desde la Luna.
Vista de la tierra desde la Luna.
GAVIOTA
El 5 de Mayo de 1961 y cuando
todavía no se habían acallado los elogios de la proeza de Gagarin, los Estados
Unidos lanzan a Alan Shepard, quien se convirtió en el primer astronauta
occidental. Su vuelo sólo duró 15
minutos, pero tuvo ribetes espectaculares porque fue televisado a todo el
mundo.
El 21 de Julio de 1961 el Capitán
Virgil Grisson reedito la hazaña de Shepard. Luego fue el astronauta soviético
Herman Titov, quien a bordo del Vostok realizó un vuelo superior a las 25 horas,
de las cuales durmió 7 y media. De allí en adelante no hubo treguas para las
sorpresas.
En 1965, los estadunidenses realizaron
la primera maniobra orbital, el primer paseo espacial propulsado y el primer encuentro sostenido en
el espacio. Todo bajo el signo denominador del proyecto Géminis, que culminó en
1966, con el acoplamiento de dos naves. Entretanto en 1963, la Unión Soviética
lanza la Vostok V, tripulada por Valentina Tereshkova, la primera mujer del
espacio.
“Esta es Gaviota…. Esta es
Gaviota….En las pantallas de los televisores, la joven parecía muy contenta.
Sujeta a su asiento espacial hablaba a través de un micrófono adherido a
su casco y sonreía con frecuencia.
¡ERA MUJER!
En realidad Gaviota era Valentina
Tereshkova, una rubia muy agraciada de ojos negros que, el 17 de Junio de 1963, se convirtió en la primer mujer cosmonauta del mundo a bordo de la Vostok V.Su obsesiva intención era poner pie en la luna.
La Tereshkova cumplió 48 órbitas
y se acercó con su vehículo espacial al tripulado por Valery Bykovsky. Por
primera vez en la historia de la alucinante carrera espacial, una mujer y un
hombre se aproximaron en el espacio.
La repercusión obtenida por la
puesta en órbita de una mujer sensibilizó a los Estados Unidos que comenzaron a trabajar, febrilmente, en uno de
sus más ambiciosos proyectos: el Geminis. Aunque menos espectacular que otros
fue de vital importancia para los posteriores éxitos americanos.
Geminis es el nombre de una
constelación de la Vía Láctea ubicada en el lado opuesto al que ocupan Taurus y
Orión. En latín, Geminis quiero decir Gemelos. El proyecto tuvo como objetivo, y
lo logró, llevar por primera vez dos astronautas al espacio, simultáneamente en
la misma nave.
En su libro “Proyecto Géminis: un
paso hacia la luna”, Michael Stoiko señalaba: En esta iniciativa nuestros
astronautas aprenderán a trabajar y vivir en órbita durante largos periodos de
falta de peso intentarán por primera vez salir de la nava espacial a fin de
averiguar si el hombre puede trabajar
fuera de la cápsula con trajes especiales, mientras se encuentra en órbita.
Armstrong: protagonista de la gran hazaña de llegar a la Luna.
Armstrong: protagonista de la gran hazaña de llegar a la Luna.
AVANCES
Por primera vez ensayarán la
maniobra de la cita y unión con otras naves espaciales. Hasta ahora la menor
distancia entre ellas fue la que separó entre naves espaciales a los cosmonautas soviéticos Nikolaiev y
Popovich, quienes estuvieron a tres millas uno del otro. La Geminis 6 comandada
por Walter Schirra se aproximó a 30 centímetros de la Geminis 7
El autor consideraba que durante
el periodo completo de dos semanas que se encuentren en órbita, los astronautas
permanecerán dentro de sus trajes de
presión de color plateado. Ellos
constituyen un nuevo perfeccionamiento para el Programa Geminis. La manga y las
piernas se pueden sacar y el casco de nauta, con miras a hacer ejercicio.
Desde los bíceps hasta la
rodilla, los astronautas estarán encerrados en el traje durante todo el viaje.
Estar encerrados y atados a los asientos eyectables representa un problema en
lo que concierne al aseo personal, pero hay soluciones.
El lavado de la cara y las manos
se hará con pequeñas toallas humedecidas y que se pueden descartar, semejantes
a las que se usan actualmente en las líneas aéreas. Los baños corporales serán imposibles, pero los
astronautas estarán limpios cuando
comiencen su misión orbital.
TODO ARREGLADO
El problema de afeitarse se
resuelve mediante una afeitadora eléctrica, con una pequeña aspiradora. La
aspiradora es necesaria para mantener, libre de pelusas, la cabina de los astronautas. El lavado de los dientes, que
ordinariamente sería sumamente molesto ´por falta de peso, se realiza mediante
un cepillo especial que se coloca en el dedo índice y sirve para una sola vez y
una pasta dentífrica especial que se puede tragar.
En el caso del proyecto Geminis,
el problema de las evacuaciones se resolverá simplemente mediante recipientes
especiales. En cuanto a la alimentación, el menú será variado y los viajeros
podrán comer a intervalos regulares y tomar refrigerios en la frecuencia que lo
deseen. La comida que consuman proporcionará unas 2,500 calorías diarias. Después
de completar diez de estos vuelos, nos acercamos más a la luna.
La anhelada meta estaba cerca. La llegada a la luna se cumplió
a partir del 16 de Julio de 1969. Tres astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin
y Mike Collins, se convirtieron en selenitas en la historia humana. El mundo
asistió a la proeza asombrado, y no sin cierto temor.
Cuando Neil Armstrong bajó del
módulo a la superficie lunar y dejó sus huellas en el Mar de la Tranquilidad de
la Luna, a las 2 horas 57 minutos de la madrugada del 21 de Julio de 1969, un
mundo ansioso e insomne tuvo motivos para reflexionar.
La nave Géminis.
La nave Géminis.
SALTO
Los astronautas aparecieron en la
televisión de todo el mundo, uno de ellos, Armstrong, expresó: “Este es un
pequeño paso para el hombre, pero es un salto gigante para la humanidad. A las
3 horas 16 minutos se establecía la primera comunicación telefónica Tierra-Luna
entre el Presidente Nixon, desde un salón
de la Casa Blanca y el Comandante Armstrong.
Los resultados científicos de la
expedición derivan de la traída a la Tierra de 54 kilogramos de piedras lunares,
cuya edad quedo cifrada entre 3.5 y 4.5 miles de millones de años. Sus
propiedades químicas revelaron una gran similitud con diversos ejemplares
terrestres de rocas volcánicas, apreciándose también diferencias, tales como
las dadas por su más alto contenido de titanio y un poco corriente distribución
de elementos raros, junto con un bajísimo contenido de agua.
El cohete que lanzó al vehículo Apolo
fue el Saturno V. Su peso, incluido el vehículo lunar, era de tres millones de
kilogramos. Estaba dividido en tres secciones: el módulo de mando llamado
también cápsula Apolo, con un escudo térmico que la protegió de temperaturas de
hasta 5 mil grados centígrados y que pudo desarrollar una velocidad de hasta 40
mil kilómetros horarios.
COSTO
Este fue el proyecto mayor y más
difícil del programa espacial de los Estados Unidos. Absorbió durante años la
dedicación de más de 300 mil personas. Aunque nunca se dio a conocer cifras,
hay quienes aseguran que costó 30 mil millones de dólares, o sea más de 160
dólares por cada habitante de Nueva York. La obstinación de la ciencia había
triunfado, sobre la imaginación
A partir del alunizaje del Apolo
se sucedieron, sin pausa, los Soyuz 6 7 y 8 de la Unión Soviética. Los Apolos
12 y 13. La Soyuz 9. El Apolo 14 El Soyuz 10 hasta 1971. Seis años después, la
carrera espacial parece detenerse. Werner
von Braun, el padre de los cohetes balísticos, el hombre que había
logrado abrir las puertas del cosmos, muere víctima de un mal implacable y
común: cáncer
Sin embargo, por esos tiempos la
NASA lanza la Voyager 1 y 2. El destino del primero es Júpiter, el planeta más
grande del sistema solar, luego Urano y Neptuno. Hasta finalmente así al
espacio infinito, en un viaje sin retorno. A una velocidad superior a los, 36 mil kilómetros por hora, el Voyanger
I pasó a 278 mil kilómetros de Júpiter y
transmitió fotografías. Lo mismo hizo con Saturno.
A bordo de los artefactos espaciales, hay
discos revestidos en oro con mensajes en
60 idiomas música y sonidos naturales de la Tierra., grabaciones de imágenes en
película. Seres de otros planetas si los hay, podrían deleitarse con un blues
interpretado por Louis Armstrong o bien trataran de descifrar los conceptos del
mensaje de paz de los directivos de la Organización de Naciones Unidas.
El planeta Marte.
El planeta Marte.
MARTE
El Mariner I, alrededor de 1975 logró tomar
fotografías de Marte. El sol iluminaba al planeta en forma vertical como cuando
nosotros observamos la luna llena. Lo que
se vio son los cráteres en todo su relieve real. .Las fotos transmitidas a
Tierra corroboran que Marte es mucho más parecido a la Luna que a la Tierra,
pudiéndose advertir cráteres cuyos diámetros oscilaban entre 5 y 120
kilómetros.
Por otro lado, los soviéticos
revelaron que la estatura del hombre crece en el espacio., luego de un periodo
grande de permanencia. Sus astronautas
crecieron alrededor de un centímetro por mes porque los huesos dejaban de estar
bajo los efectos de la tensión. En total, ellos crecieron 4 centímetros y
medio.
La guerra espacial se ha eclipsado
en los últimos años, pero lo avanzado ha sido considerable. La Nasa ha puesto
en órbita el Telescopio Espacial. Un satélite trazó el mapa de toda la
superficie lunar con sus respectivas características distintas a las de la Tierra.
El espacio cada vez es más conocido para bien de la humanidad.
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