La máxima figura de la Literatura Española con un prestigio en todo el orbe total y permanente de siete siglos consecutivos: del XIV al XXI. Nada más, pero tampoco nada menos. Conocido universalmente por haber escrito la obra titulada, “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”. Realmente una de las mejores piezas de la Literatura. Por no decir la mejor. Además de ser el libro más editado y traducido de la historia. Exclusivamente solo superado por la Biblia. Lo que dice mucho de su valor que, bajo todo punto de vista, es inigualable.
Su autor fue el sabio y genio que se le conoce como el Príncipe de los Ingenios, don Miguel de Cervantes Saavedra, cuya publicación conocida como tan solo El Quijote”, es realmente un bastión de sabiduría total, reconocida por los críticos como la primera novela de acción. La calidad y la perfección total de todos los tiempos.
Desde hace dos centurias, está
admitido que el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes es Alcalá de Henares.
Allí fue bautizado de acuerdo al acta que aún se conserva, no obstante, el largo
paso del tiempo. El día exacto de su nacimiento es menos seguro. Aunque lo
normal es que naciera el 29 de setiembre.
La fecha en que, precisamente, se celebra la fiesta del Arcángel San Miguel. Se deduce ello por el nombre del escritor puesto por sus padres porque, muy probablemente, vino al mundo en tal celebración. Por si acaso, esta es la única explicación. No hay otra, de quienes investigaron a profundidad su vida.
Miguel de Cervantes: el genio de la Literatura española.
PADRES
El padre del intelectual fue
Rodrigo de Cervantes (1509-1585) casado con Leonor de Cortinas de quien nada se
sabe, excepto que era natural de Arganda del Rey. Los hermanos de Cervantes
fueron Andrés (1543), Andrea (1544), Luisa (1546) que llegó a ser priora de un
convento carmelita. Rodrigo, soldado que lo acompañó en el cautiverio argelino,
Magdalena (1554) y Juan, a quien se le conoce porque su padre lo nombra en el
testamento.
El apellido Saavedra que el autor
empieza a utilizar después de su cautiverio, según la opinión de algunos historiadores,
es de origen árabe cuyo significado era manco. Su padre cirujano practicante,
su abuelo abogado y su bisabuelo trapero. La familia Cervantes estaba bien
considerada en Córdova y ostentaba, allí y en sus cercanías, cargos
importantes.
Sus abuelos paternos fueron el
licenciado en Leyes Juan de Cervantes y doña Leonor de Torreblanca, hija de
Juan Luis de Torreblanca, un médico cordobés. Su padre, Rodrigo de Cervantes,
nació en Alcalá de Henares por casualidad, en vista de que sus padres residían
ahí. Don Rodrigo no pudo seguir estudios continuados. Lo educaron para ser
cirujano, oficio parecido al título de practicante que a nuestra idea de
médico.
Don Rodrigo no pudo seguir estudios continuados no solo por su sordera, sino por el carácter inquieto e itinerante de su familia que llevó a moverse entre Córdoba, Sevilla, Toledo, Cuenca, Alcalá de Henares, Guadalajara y Valladolid. Aprendió cirugía de su abuelo materno cordobés y del padrastro también médico, sin llegar a tener un título oficial.
La batalla de Lepanto
HERENCIA
Hacia 1551, Rodrigo de Cervantes
se trasladó con su familia a Valladolid. Por deudas, estuvo preso varios meses
y sus bienes fueron embargados. Se dirigió a Córdova para recoger la herencia
de Juan de Cervantes, abuelo del escritor y huir de los acreedores.
No existen datos precisos sobre
los primeros estudios de Miguel de Cervantes. Lo que sí se sabe con precisión
es que no fueron universitarios. Parece ser que pudo haberse instruido en
Valladolid, Córdoba o Sevilla. En 1556 se estableció en la capital de España y
asistió al Estudio de la Villa, regentado por el catedrático de Gramática Juan
López de Hoyos, quien en 1569 publicó un libro sobre la enfermedad y muerte de
la reina Isabel de Lavois, tercera esposa de Felipe II.
En esa publicación, el maestro
incluyó dos poesías de Cervantes a quien llama “nuestro caro y amado
discípulo”, consideradas por algunos cervantistas como sus primeras
manifestaciones literarias. En esos años juveniles se documenta su afición al
teatro, asistiendo a las representaciones de Lope de Vega, como afirma en el
prólogo que puso a sus “Ocho comedias y
Ocho Entremeses” (1615) En la segunda parte del Quijote por boca de su
personaje principal, en sus años mozos “se le iban los ojos tras la farándula”.
Se pone al servicio de Giulio
Acquaviva que será Cardenal en 1570 y a quien, probablemente, conoció en
Madrid. Le siguió por Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara,
itinerario que también aparece admirativamente comentado en “El Licenciado
Vidriera”. Ocupó la plaza de soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina
del tercio de Miguel de Moncada.
Prisionero en Argel.
LEPANTO
Embarcó en la galería La
Marquesa. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, formando
parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria. Allí salió
herido de dos arcabuzazos en el pecho y en una mano de la que quedó estropeado
De ahí procede el apodo de “Manco
de Lepanto”, que se interpreta mal. La mano izquierda no le fue cortada, sino
que se le anquilosó al perder el movimiento de ella cuando un trozo de plomo le
seccionó un nervio. Lo que estaba era tullido de tal extremidad superior
Reanudó su vida militar pronto y
tomó parte de las expediciones navales de Navarino, Corfú, Bizerta, y Túnez. En
todas ellas bajo el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el aguerrido
tercio de Lope de Figueroa, personaje que aparece en el Alcalde de Zalamea de
Pedro Calderón de la Barca.
Después recorrió las ciudades de
Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía. Permaneció, finalmente, dos años en
Nápoles hasta 1575. Siempre se mostró muy orgulloso de haber luchado en la
Batalla de Lepanto que para él fue, como escribió en el prólogo de la segunda
parte del Quijote, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los
presentes, ni esperan ver los venideros”.
Durante su regreso desde Nápoles a España a bordo de la galera Sol, una flotilla turca comandada por Mami Arnaute encarceló a Miguel y su hermano Rodrigo, el 26 de septiembre de 1575. Fueron capturados a la altura de Cadaqués de Rosas o Palamós, en una zona que actualmente recibe el nombre de Costa Brava y llevados a Argel.
Un grabado del escritor del siglo XVIII.
ESCLAVO
Cervantes es adjudicado como
esclavo al renegado griego Dalí Mamí. El
hecho de haberle encontrado las cartas de recomendación, que llevaba de don
Juan de Austria y del Duque de Sessa, hizo pensar a sus captores que era una
persona muy importante y por quien podrían conseguir un buen rescate. Pidieron 500
escudos de oro por su libertad.
Los años de Argel constituyen un
hecho primordial en la vida del escritor. Fueron cinco años de aprisionamiento
en el que trató de escapar en cuatro ocasiones, organizando el mismo los
intentos. Para evitar represalias contra sus compañeros de cautiverio, se hizo
responsable de todo ante sus enemigos y prefirió la tortura a la delación.
Gracias a la información oficial y al libro de Fray Diego de Haedo, “Topografía
e Historia General de Argel” (1612), se tienen noticias importantes sobre el
cautiverio.
Tales notas se complementan con
sus comedias “Los Tratos de Argel” y el relato conocido como “Historia del
Cautivo”, inserto en la primera parte del Quijote entre los capítulos 39 y 41.
Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que la obra publicada por Haedo no era
suya, algo que él mismo reconoce. Según Emilio Sola su autor fue Antonio de
Sosa, benedictino compañero del autor y comentarista de la misma obra.
Daniel Eisenberg ha propuesto que
la obra no es de Sosa, que no era escritor, sino del propio español cautivo en
Argel, con cuyos artículos la obra de Haedo muestra muy extensas semejanzas. De
ser cierto, la obra de Haedo deja de ser confirmación independiente de la
conducta cervantina en Argel, sino uno de los mismos escritos del mismo creador
que ensalza su heroísmo.
Don Quijote enloquece leyendo libros.
INTENTO
El primer intento de fuga fracasó
porque el moro que tenía que conducir a él y sus compañeros, a Orán, los
abandonó en la primera jornada. Los presos tuvieron que regresar a Argel, donde
fueron encadenados y vigilados más que antes. Mientras tanto, la madre del
intelectual había conseguido reunir cierta cantidad de ducados, con la
esperanza de poder rescatar a sus dos hijos
En 1577 se concentraron los
tratos, pero la cantidad no era suficiente para rescatar a los dos. Miguel
prefirió que fuera su hermano puesto en libertad, quien regresó a España.
Rodrigo llevaba un plan elaborado por su hermano para liberarlo a él y a sus 14
o 15 compañeros. Entonces, se reunió en una cueva oculta con los otros presos. En
espera de una galera española que vendría a recogerlos.
La galera efectivamente llegó e
intentó acercarse dos veces a la playa, pero finalmente fue apresada. Los
cristianos escondidos en la cueva también fueron descubiertos, debido a la
delación de un cómplice delator apodado El Dorador. Miguel se declaró como
único responsable de organizar la evasión.
El gobernador turco de Argel lo encerró en un presidio, cargado de cadenas, donde permaneció por cinco meses. El tercer intento lo trazó, con la finalidad de llegar por tierra a Oran. Envió allí a un moro fiel con cartas para Martín de Córdova, general de aquella plaza, explicándole el plan y pidiéndole guías. Sin embargo, el mensajero resultó preso y las misivas descubiertas.
Agonía de Cervantes
DEUDAS
El escritor fue condenado a
recibir dos mil palos. La sentencia no se cumplió porque fueron muchos los que
intercedieron por él. Otro intento de escapar ocurrió cuando se adquirió una
fragata con el dinero que le dio un mercader valenciano. En el momento que todo
estaba a punto de solucionarse, uno de los que debían ser liberados reveló todo
el plan. El español fue llevado a una prisión más segura y se tenía planeado
trasladarlo a Constantinopla, de donde era muy difícil huir.
Llegaron a Argel los sacerdotes
trinitarios, orden religiosa que se dedicaba a liberar cautivos. El escritor
estaba en la galera amarrado con cadenas listo para irse a Constantinopla. Uno
de los frailes pagó 500 escudos y logró liberarlo, el 19 de septiembre de 1580.
Al mes y cuatro días, consiguió retornar a España. Lo que hizo fue trasladarse
a Portugal donde consiguió trabajo. Con el dinero ganado, pagó las deudas de su
familia que se contrajeron para su liberación.
Muy probable es que, entre los
años de 1581 y 1583, el autor escribiera “La
Galatea”, su primera obra literaria en volumen que se publicó en Alcalá de
Henares en 1585. En el prólogo, la obra es calificada como égloga. Pertenece al
género de la novela pastoril.
Por esta época el escritor tuvo relaciones amorosas con Ana Villafranca de Rojas, casada con Alonso Rodríguez, el mismo que era tabernero. De la relación nació una hija bautizada como Isabel Rodríguez y Villafranca que él la reconoció a los 16 años como Isabel de Saavedra, un año después de quedar huérfana y a través de su hermana Magdalena que la acogió. Padre e hija no mantuvieron una buena relación.
La muerte del escritor.
MATRIMONIO
En Esquivias se encarga de la
publicación del Cancionero, poemario de Pedro Lainez que es esposo de Juana Gaytán,
quien fue la que lo llamó para esta tarea. Allí contrae matrimonio con Catalina
Salazar de Palacios. Una joven que no llegaba ni a los 20 años y que aportó una
pequeña dote. El matrimonio no resultó. La pareja no tuvo hijos. A los dos
años, el escritor comenzó sus viajes por Andalucía.
Hasta que se estableció en
Sevilla, desde donde recorrió pueblos como Ecija, Estepa, Arahal, Marchena y La
Puebla de Cazalla recogiendo productos como aceituna, trigo y cebada como
comisario de abastos de los barcos reales. El embargo de bienes de la Iglesia
llevó al representante del Arzobispado de Sevilla a dictar sentencia de
excomunión contra Cervantes
A partir de 1594, fue recaudador
de impuestos atrasados. El empleo le acarreará múltiples problemas y disputas,
puesto que era el encargado de ir-casa por casa-recaudando lo que se debía. El
dinero era destinado a cubrir los gastos de las guerras, en las que estaba
involucrada España.
Lo encarcelan entre septiembre y diciembre de 1597 en la Cárcel Real de Sevilla, tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación. Supuestamente se había apropiado de dinero público y sería descubierto, tras ser encontradas varias irregularidades de las cuentas que llevaba. En la cárcel crea El Quijote, según el prólogo. No se sabe si comenzó a escribir la obra o simplemente que se le ocurrió la idea.
En plena faena de escribir.
TEATRO
Por entonces inicia su carrera
dramática sobre postulados renacentistas y clasicistas: respeto a las ideas de Aristóteles
en ese sentido y no mezclar lo trágico y lo cómico como recomendaba Horacio, en
su Epístola o Arte Poética.
Amaba el teatro desde su niñez.
Arriesgó, con algunas innovaciones, como reducir las comedias en tres actos o
utilizar personajes alegóricos y tuvo cierto éxito hasta que triunfó Lope de
Vega con una forma más moderna y difundió su arte de hacer estas piezas. Todos
lo admiraron y lo siguieron. Por lo ocurrido, ningún autor teatral quiso
comprarle a Cervantes sus comedias que aparecían como anticuadas.
Lope de Vega notó la ojeriza que
le tomó su colega por este hecho. Lo expresa en las criticas clasistas que
contiene don Quijote. Después el autor asumió, a regañadientes, la nueva
fórmula y empezó a escribir bajo estas pautas.
Como dramaturgo, el intelectual nacido en Alcalá de Henares sobresalió en el género del entremés. Así como en las comedias en que describe sus experiencias personales, como esclavo cautivo de los musulmanes en Argel. También pueden considerarse obras maestras su tragedia “El Cerco de Numancia” y la comedia “El Rufián Dichoso” Hace poco se ha recuperado una tragedia que se consideraba perdida, “La Jerusalén”, de gran calidad.
Una de sus famosas obras.
CRISOL
En 1605 publicó, la primera parte,
de su principal obra “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”. Ello
marcó el comienzo del realismo como estética literaria y creó el género de la
novela moderna. Por primera vez, el artista se mostró épico, lírico, trágico y
cómico. Había aparecido el crisol genuino de la parodia de todos los géneros.
La segunda parte es una realidad hacia 1615, bajo el título de “El Ingenioso
Caballero don Quijote de la Mancha”.
Ambas obras le ganan un puesto en
la historia de la literatura universal y convierten a su autor junto a Dante
Alighieri, William Shakespeare, Michel de Montaigne y Goethe en un creador
canónico de la creación occidental. Entre las dos partes de don Quijote aparecen
las “Novelas Ejemplares”, un conjunto de doce narraciones breves, compuestas
muchas de ellas anteriormente.
Su fuente es propia y original, En las que
explora distintas fórmulas narrativas como la sátira lucianesca (“El Coloquio
de los Perros”), la novela picaresca (“Rinconete y Cortadillo”), la novela
bizantina (“La Española Inglesa”, “El Amante Liberal”) o la novela policiaca
(“La Fuerza de la Sangre”), Otra genialidad del autor es “El Celoso Extremeño”.
La crítica literaria fue una
constante en su obra, Surge “La Galatea”, en “El Quijote” y en “El Viaje del
Parnaso”, extenso poema en tercetos encadenados. También publicó “Ocho Comedias
y Ocho Entremeses Nunca Representados”. Pero su drama más popular fue “La
Numancia”. “El Trato de Argel quedó inédito hasta el siglo XVIII.
Un año después de su muerte
aparece la novela “Los Trabajos de Persiles y Segismunda”, cuya dedicatoria a Pedro
Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de Lemos, su mecenas y a quien están también dedicadas la segunda
parte del Quijote y las Novelas Ejemplares, resulta una de las páginas más
conmovedoras de la literatura española.
La pluma, el pensamiento y el escritor figurado.
INFLUENCIA
Persiles es una novela bizantina
que, según el autor, pretendía competir con el modelo clásico griego de
Heliodoro. Conoció algunas ediciones más en su época. Pero fue olvidada por el
triunfo indiscutible de Don Quijote. Una novela de estructuras de intenciones
muy complejas. La influencia de Cervantes ha sido tal que la misma lengua española
suele ser llamada la lengua de Cervantes.
Falleció en Madrid, a la edad de
69 años, atacado por la diabetes en la conocida Casa de Cervantes, situada en
la esquina de calle del León y la de Francos. Lo enterraron en el Convento de
las Trinitarias Descalzas. Esta congregación lo ayudó mucho durante el exilio
de Argel.
La Galatea es la primera novela
del gran intelectual español. Forma parte del subgénero pastoril triunfante en
el Renacimiento. Su primera publicación apareció cuando tenía 38 años. Como en
otras novelas del género, los pastores son idealizados. Ellos relatan sus
cuitas y expresan sus sentimientos en una naturaleza idílica.
Por su parte, Don Quijote de la
Mancha es la pieza cumbre de la lengua española. Su primera parte apareció en
1605 y obtuvo una gran acogida pública. Pronto se tradujo a las principales
lenguas europeas y es una de las obras con más traducciones en el mundo. Hacia
1615 salió la segunda parte
En un principio, la pretensión
del autor fue combatir el auge que habían alcanzado los libros de caballería,
satirizándolos con la historia de un hidalgo manchego que perdió la cordura por
leerlos, creyéndose caballero andante.
Una caricatura del gran hombre.
ESTILO
Para el, el estilo de las novelas de
caballerías era pésimo y las historias que contaba disparatadas. A pesar de
ello, a medida que iba avanzando el propósito inicial fue superado y llegó a
construir una obra que reflejaba la sociedad de su tiempo y el comportamiento
humano.
El Quijote es un
libro externamente cómico e íntimamente triste. Un retrato de unos ideales
admirables burlescamente enfrentados a la mísera realidad. No son pocos los
paralelos que se han querido establecer con la España imperial de los Austrias,
potencia hegemónica destinada a gobernar el mundo en el siglo XVI y a
derrumbarse en el XVII, y con la vida de su autor, gloriosamente herido en el
triunfo de Lepanto y abocado luego a toda suerte de desdichas. Entre
1590 y 1612, escribió una serie de novelas cortas que después acabaría
reuniendo en la colección de “Novelas Ejemplares”, dada la gran acogida que
tuvo con la primera parte de El Quijote.
La última obra se llama “Los Trabajos
de Persiles y Segismunda”. La novela cuenta la peregrinación llevada a cabo por
estos enamorados que se hacen pasar por hermanos, cambiándose los nombres. Separados
por todo tipo de peripecias, emprenden un viaje desde el norte de Europa hasta
Roma, pasando por España, con finalidad expiatoria antes de contraer
matrimonio.
La pieza es importante porque supone en el autor un cierto distanciamiento de las fórmulas realistas que hasta el momento ha cultivado, pues aparecen hechos tan peregrinos como que una mujer salte de un campanario, librándose de estrellarse gracias al paracaídas que forman sus faldas o que haya personajes que adivinen el futuro.
Estatua en honor y recuerdo.
ESPAÑOLES
Los
personajes principales aparecen algo desvaídos y, en realidad, la obra está
protagonizada por un grupo, en el que se integran dos españoles abandonados en
una isla desierta, Antonio y su hijo, criado en la isla como una especie de
bárbaro arquero en contacto con la naturaleza. Los últimos pasajes del libro
están poco limados, ya que el autor falleció antes de corregirlos. La obra tuvo
cierto éxito y se reimprimió varias veces, pero fue olvidada en el siglo
siguiente.
Cervantes
se afanó de ser poeta, aunque llegó a dudar de su capacidad, como el mismo dijo
antes de su muerte. Yo que siempre
trabajo y me desvelo/por parecer que tengo de poeta/la gracia que no quiso
darme el cielo.
Se han
perdido o no se han identificado casi todos los versos que no estaban incluidos
en sus novelas o en sus obras teatrales. Aunque se le suele llamar inventor de
los versos de cabo roto, en realidad no fue él.
Cervantes declara haber compuesto gran número de romances, entre los cuales estimaba especialmente uno sobre los celos. En efecto, hacia 1580 participó con otros grandes poetas contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo en la imitación de los romances antiguos que dio origen al Romancero nuevo, llamado así frente al tradicional y anónimo Romancero viejo del siglo XV.
Escenas figuradas de don Quijote.
ADAPTACION
Inicia
su obra poética con las cuatro composiciones dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois.
Otros poemas fueron: A Pedro
Padilla, A la muerte de
Fernando de Herrera, A la
Austriada de Juan Rufo. Como vate, sin embargo, destaca en el
tono cómico y satírico, y sus obras maestras son los sonetos Un valentón de espátula y greguesco y Al túmulo del rey Felipe II, del cual
se hizo famoso los últimos versos: Caló el chapeo, requirió la espada, / miró
al soslayo, fuese, y no hubo nada.
El
único poema narrativo extenso es “Viaje
del Parnaso” (1614), compuesto en tercetos encadenados. En él alaba
y critica a algunos poetas españoles. Se trata en realidad de una adaptación,
como dice el propio autor, del Viaggio
di Parnaso (1578) de Cesare Caporali di
Perugia o Perugino.
Narra
en ocho capítulos el viaje al monte Parnaso del propio autor a bordo de una galera dirigida por
Mercurio, en la que algunos poetas elogiados tratan de defenderlo frente a los
poetastros o malos poetas.
Reunidos en el
monte con Apolo salen airosos
de la batalla y el protagonista regresa de nuevo a su hogar. La obra se
completa con la Adjunta al Parnaso, donde Pancracio de Roncesvalles entrega a Cervantes dos epístolas de Apolo.
Dadas sus penurias económicas, el teatro fue la gran vocación de Cervantes, quien declaró haber escrito «veinte o treinta comedias», de las cuales se conservan los títulos de diecisiete y los textos de once, sin contar ocho entremeses y algunos otros atribuidos.
Los restos del gran autor.
RIVALIDAD
Escribe
que cuando era mozo «se le iban los ojos» tras el carro de los comediantes y
que asistió a las austeras representaciones de Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito, que lo
tuvo, pues sus obras se representaron «sin ofrenda de pepinos», como dice en el
prólogo a sus Ocho comedias y
ocho entremeses nunca representados, fue efímero ante el exitazo
de la nueva fórmula dramática de Lope de Vega, más audaz y moderna que la suya, que hizo a los
empresarios desestimar las comedias cervantinas y preferir las de su rival.
El
teatro de Cervantes poseía un fin moral, incluía personajes alegóricos y
procuraba someterse a las tres unidades aristotélicas de acción, tiempo y
lugar, mientras que el de Lope rompía con esas unidades y era moralmente más
desvergonzado y desenvuelto, así como mejor y más variadamente versificado.
Cervantes nunca
pudo sobrellevar este fracaso y se mostró disgustado con el nuevo teatro
lopesco en la primera parte del Quijote,
cuyo carácter teatral aparece bien asentado a causa de la abundancia de
diálogos y de situaciones de tipo entremesil que entreverán la trama.
Y es, en efecto, el entremés el género dramático donde luce
en todo su esplendor el genio dramático de Cervantes, de forma que puede
decirse que junto a Luis Quiñones de Benavente y Francisco de Quevedo es Cervantes uno de los mejores autores del género,
al que aportó una mayor profundidad en los personajes, un humor inimitable y un
mayor calado y trascendencia en la temática. Un creador narrativo y poético de
España al mundo. (Edgardo de Noriega)
No hay comentarios:
Publicar un comentario