ISIDORA AGUIRRE, MUJER DE MUJERES

Claro que duele en el alma que te vayas de este mundo porque realmente fuiste una de las figuras sobresalientes de la intelectualidad chilena del siglo XX. A lo largo de más de 50 años de labor  ininterrumpida creaste una obra literaria y de teatro con una profunda preocupación por los temas sociales y una constante indagación de la identidad no solo chilena sino latinoamericana, revisando permanentemente el pasado histórico. Realmente, eras una mujer de mujeres.

Mi amiga de amigas Isidora Aguirre murió el último viernes 26 de febrero en la clínica Santa Maria de su ciudad natal Santiago de Chile casi a los 92 años enteramente vividos con pasión y con ese desparpajo de desperjuicio que para ella era la existencia, poniéndole mucho sentido de humor y sobre todo ingenio total. Cariñosa, espontánea. Artista, dramaturga, escritora, intelectual plena. Claro, mujer de mujeres.

Desde el punto de vista personal, ella marcó época con su sonrisa permanente  y el chiste persistente. Excepcional capacidad  de entrega hacia los demás, mente enteramente abierta. Anecdótica como pocas, con una visión definidida de lo que quería: crear, escribir y ser enteramente útil para la sociedad, sobre todo para los pobres y los que no tienen voz.

Si que era valiosa. La incomparable Nene, para sus amigos y familiares, fue capaz de hacer una producción tan popular con más de 30 obras en su haber llenas de contenido social. De allí salen “Los Papeleros”, abordando la situación miserable y marginal de los personajes que recogen papel de la basura para entregárselos a intermediarios que luego los venden a los explotadores de las fábricas. Mucha influencia hay aquí del  escritor alemán Bertold Brecht.



Isidora Aguirre.

MI CASA ERA TU CASA

Innumerables veces pasó por Lima y la mayoría de ellas se alojó en mi casa. Ella sabía que el inmueble era enteramente suyo. Eso precisamente me lo dice en una de las dedicatorias de uno de sus libros. Allí si que en este hogar de ambos se producía la magia de sentir la vida distinta, con un optimismo excepcional que se los trasmitia a todos los que la rodeaban. En este caso,  al que escribe, mi mujer y mis hijos

Conservo infinidad de cartas de Isidora desde hace más de 30 años y tengo en mi biblioteca como verdaderas joyas, casi todos sus libros con sentidas y cariñosas dedicatorias. Quizá el de más valor es el borrador con sus correcciones de puño  y letra del libro de homenaje a Roque Dalton que me lo regala escribiéndome: “Dedico esta obra muy imperfecta aún a Edgardo que ejerce tan magistralmente ese oficio de la amistad. Este libro es eso, la historia de una gran amistad. Isidora, Lima 1980. En su y nuestra casa”.

Ella con sus obras intentó generar en el público una reflexión frente a problemas políticos y sociales. Otras piezas de estos temas son: “Población Esperanza” y “Los Que Van Quedando En El Camino”, en la que se representa el levantamiento y la masacre de los campesinos ocurrido en el poblado chileno de Ranquil en 1934.

NOVELISTA

A partir de los 80, Isidora abordó el género de la novela con “Doy Por Vivido Todo lo Soñado” y “Carta a Roque Dalton”, el poeta salvadoreño asesinado a mansalva el año 1975. Recibió  el premio Casa de las América en 1969 por “Los Que Van Quedando En el Camino” y el de Eugenio Dittborn de la Universidad Católica de Chile por su obra “Lautaro”, epopeya del pueblo mapuche.

Isidora Aguirre alcanzó fama cercana a la leyenda con su obra “La Pérgola de las Flores”, comedia musical estrenada en 1960 que se convirtió en un clásico del teatro chileno y tuvo cientos de representaciones, contando la historia de una joven campesina que llega a Santiago con ojos inocentes al amor y al acontecer político y social capitalino.

Este enorme éxito de La Pérgola quiso opacar los demás logros de Isidora  que-dicho sea de paso-cultivó todo tipo de estilos desde las farsa y la comedia, hasta dramas históricos. Pasando por una variedad de temas que trascienden la nostalgia costumbrista.

Nació el 22 de marzo de 1919 en un hogar acomodado y de ancestros. Hija de un ingeniero y de la pintora María Tupper Huneeus. Desde muy temprano, recibió una educación muy centrada en las artes. Antes de dedicarse al teatro, trabajó como escritora e ilustradora de libros infantiles. Cursó estudios de Trabajo Social y de Dirección Cinematográfica.

Sus primeras piezas teatrales fueron comedias ligeras como “Carola” y “La Dama del Canasto”. Luego vinieron las de compromiso social. Compuso numerosas obras de inspiración histórica tradicional como es el caso de “La Leyenda de las Tres Pascualas”, “Diálogo de fin de Siglo” y “Manuel”, sobre la legendaria figura del guerrillero Manuel Rodríguez, uno de los principales gestores de la independencia de Chile.

MERECE EL PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

Sin embargo no alcanzó jamás, a lo largo de su vida, el Premio Nacional de Literatura. Contradicción entera porque definitivamente se lo merecía. El Estado chileno tiene la obligación, aunque sea póstumamente y de una vez por todas, de reconocerle sus méritos.

Realizó sus estudios secundarios en el colegio francés Jeanne d’Arc de Santiago, los que finalizó en 1936. Estudió Literatura, Piano, Ballet Moderno, Dibujo, Armonia y Composición Musical. En Europa tomó clases de Cine y se perfeccionó en Actuación y Dramaturgia. Lo mismo hizo en Chile y fue Profesora de Teatro y de Técnica Literaria del Drama.

Escribió guiones cinematográficos, radiales y de televisión. Autora de numerosas adaptaciones de obras clásicas como “La Mandrágora” de Maquiavello, “El Médico a Palos” de Moliere, “Ricardo III” de Shakespeare y “Edipo Rey” de Sófocles.

HABLA SU HIJA

Le gustaba demasiado la vida y sus consecuencias de plenitud intelectual y afectiva. Por eso me dice en una de sus cartas fechada el 3 de febrero de 1985: “me falta tiempo para escribir. Pero creo tanto en la vida que me olvido, por completo, de lo que será la muerte. Quizá un desprendimiento del dolor, un estado especial que no lo quiero. Sin embargo, cuando venga, que me toque durmiendo. Pero pienso vivir más. Mi compromiso es con la existencia con  el escribir y con el amor, definitivamente”.

Carole Sinclaire, una de sus hijas, me escribe y  cuenta: “la partida de la Nene fue sin dolor y durmiendo. (Ojo: se cumplió lo que ella anhelaba, que bueno) La muerte vino rápido, luego de dos días de sentirse mal por una hemorragia interna. Hacia más de un año había sufrido un infarto. Su fortaleza  era  increíble. Sin embargo, la edad se le vino encima”

Luego añade: “ella se dio cuenta y comenzó sutilmente a despedirse y nosotros de ella. Fue un tiempo que nos quisimos mucho y aprendimos infinitas lecciones de amor y de vida". Que tal mujer y que tales hijos.

El funeral de la Nene fue impresionante. Muchos homenajes y hasta se decretó en el país mapocho Duelo Nacional. La velaron en dos de los más importantes teatros, el de la Universidad de Chile, que la acogió por años como profesora; y en Teatro Nacional, con recuerdos, discursos, palabras de cariño, cantos y performances teatrales

El ataúd, no podía ser de otra manera, pasó por donde las pergoleras  que le dieron el adiós definitivo, cubriendo con flores la carroza y cantando las canciones de su clásica y popular obra. Qué emocionante.

Las cenizas de la Nene por ahora, de acuerdo al relato de Carole, están  en su casa  con flores y fotografías de ella. Más adelante, las trasladarán al mar a través de un hermoso río en el sur de Chile que  ella eligió como su barca de Caronte.

FUNDACION CON SU NOMBRE

Según la mitología griega, éste último era el encargado de guiar las sombras de los difuntos. De eso habló Virgilio en “La Eneida” y más tarde Dante Alighieri en “La Divina Comedia”. Lo mismo que Aristófanes.  Que bello y poético final. Merecido para un personaje como Isidora.

Lo reconfortante es que se por su hija la decisión acertada y magnifica de la familia: crear, al más breve plazo, una fundación que lleve el nombre de la insigne escritora para perpetuar su memoria y su obra.

Isidora era una amante total de su familia. En sus innumerables cartas y personalmente, me hablaba tanto de sus cuatro hijos. Las dos primeras hijas del Capitán de Tanques de la República Española, Gerardo Carmona; y los dos menores, hombre y mujer, cuyo padre fue el inglés Peter Sinclaire.

 No se cansaba en subrayarme-y lo hacia tan expresivamente, tan convencida- que los momentos más felices de su vida fueron, indiscutiblemente, los nacimientos de cada uno de sus hijos.


Su pasión era escribir

OCTUBRE MEMORABLE

Había que ponerle babero y de los grandes a ella de profundos sentimientos  cuando hablaba de los ocho  nietos y once biznietos. Todos ellos estuvieron hasta el final con el tronco principal. Que buena y noble familia.

La filosofía de vida de la Nene era genial y enteramente destacable. Recuerdo que ella me decía y por si acaso el párrafo lo tengo subrayado por mi en una de sus cartas, verdaderos tratados de existencia, “cuando hay algo tan adverso, uno por obligación tiene que verlo con optimismo. Si no lo hay, hay que crearlo o si quieres inventarlo. Como sea, hay que salir”  Mi posición en la vida ha sido, es y será  transformar-en lo posible- lo malo en bueno” No le faltaba razón. Quien lo aplica triunfa.

Conversadora infatigable. Capaz de hablar horas de horas. Franca, francota, desinhibida por completo. Por ejemplo, cuando nos la pasamos exclusivamente contando chistes de toda clase y condición, riéndonos a borbotones durante doce horas seguidas sin descansar de 7 de la noche a 7 de la mañana, en un simpático albergue ubicado en pleno centro de Lima. Precisamente cuando se celebraban las festividades del Señor de los Milagros.

Este fue un octubre memorable de chistes. Pueden dar fe de ello quienes estuvieron presentes en la reunión. Como el periodista peruano Victor Alvarado, el escritor chileno Luis Sepúlveda y muchos otros amigos que nos reunimos con la Nene. Nunca me he reído tanto en la vida y tan seguido. Indiscutiblemente quien generó ello fue Isidora.

En otra oportunidad, en una tertulia en mi casa de aquel entonces ubicada en la calle Santa Teresita de San Isidro, tocamos el tema de Dios. Ella era creyente y en ningún momento lo ocultaba. Lo fundamentaba a su manera y pregonaba su inclinación evidente hacia lo sobrenatural y los espíritus, a quienes evocaba y llamaba por tradición familiar.

GRANDES LAZOS CON ISABEL ALLENDE

En esa casa, la primera que tuve cuando salí de la de mis padres para después casarme, Nene durante sus estadías levantaba tarde  e inmediatamente tomaba desayuno frugal en base al yogurt que, con los consabidos bichitos, ella misma se preparaba.

Volvía a la cama. se sentaba y sobre las piernas cruzadas se ponía una maquina de escribir portátil. Y a crear se ha dicho. Horas de horas. Si que era disciplinada para el trabajo. Tengo el orgullo de decirlo que varias paginas de sus libros se hicieron en mi casa. Le gustaba conversar en la orilla del mar, viendo la inmensidad azul a cada rato y escuchando el sonido infatigable de las olas.

Lo hizo conmigo y mi familia en Punta Hermosa, el balneario ubicado cerca de Lima a unos 45 kilómetros de distancia. Los recuerdos salen y salen, a propósito de su muerte. Amiga estás en el corazón de todos nosotros.

También te divertías con la baraja española y la convencional muy pequeñita de tamaño que mucho les llamaba la atención a mis hijas, en aquella época niñas Bueno, como tú eras generosa, a ellas les regalaste los naipes tan peculiares. Costumbres, creencias y actitudes que no se olvidan.

En una carta que me envías el 31 de enero de 1990 me aseguras que “el verdadero libro de “La Casa de los Espíritus” (se refiere a la obra de la escritora Isabel Allende) es el de ella llamado  “Doy por Vivido Todo Lo Soñado” porque allí cuento todas las sesiones de espíritus que presencié.  La que anotaba todo lo que decían desde el más allá o el más acá”.

A continuación relata: “la abuela de Isabel Allende, la Chabela Barros, a quien yo adoraba iba a menudo a mi casa a hacer espiritismo y era íntima amiga de mi madre junto a Ximena y Carmen Morla.”

“Recuerdo que cuando murió la abuela de Isabel, ella nació. Yo tenía a mi hija mayor de un año y la Francisca, mi gran amiga y madre de Isabel tenia ahora a la famosa escritora, también de un año de edad”. En esa familia había un niño de nombre Pablo  de mi misma edad. Lo conocía desde los siete años. Fui su primer amor y él el mío, hasta los quince años”.



Isabel Allende

TU VIVES

Calidez humana excepcional. Conversadora impenitente con una sonrisa persistente y enteramente agradable. Tocó piano a los 5 años. Pequeña de estatura, grande de talento. Vestía modestamente y vivía de igual forma.  Lo hizo durante más de 60 años, en un pequeño departamento de la calle Rengo de la comuna de Ñuñoa de Santiago. Pero lo que allí nunca faltaba es sinceridad, cariño pleno, principios, convicciones firmes e intelectualidad de las mejores

La última vez que hablé con Isidora fue por teléfono hace un buen tiempo y le ofrecí incluirla en el segundo tomo de mi libro “En Busca de Personajes”, con un amplio reportaje. Por una u otra razón, el objetivo se dilató y su muerte cortó, definitivamente, tal posibilidad.

Ahora con estas líneas subsano la omisión. Estoy seguro, Isidora que me estás leyendo y que me dirás al terminar: gracias, Francés, sí el apelativo que tu me pusiste con tanto cariño. Estas líneas te las mereces porque tú, realmente, fuiste, perdón eres, excepcional. Uso el verbo en presente porque para mí vives siempre. (Edgardo de Noriega)