ARCE : GERENCIA EN LA CORTE DE LIMA

Los planes de trabajo como realidades contundentes  han sido puestos sobre la mesa para la elección del Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, a realizarse el próximo 6 de diciembre del año en curso. Dentro de ellos como singular destaca, definitivamente, el preparado concienzudamente  por uno de los postulantes: el doctor Luis Carlos Arce Córdova, convertido en uno de los candidatos con más probabilidades de llegar a ejercer ese alto cargo dentro del  Poder Judicial.

Para muchos de los expertos en las lides judiciales, hay de por medio tremendo empeño y sobre todo mística en la propuesta de Córdova, atributos que son realmente coherentes y que apuntan a convertir al distrito judicial capitalino, como un ente  manejado de forma enteramente  gerencial  con todo lo moderno y efectivo que significa ello, dejando de lado los engorrosos aspectos admistrativos que, casi siempre, a nada bueno conducen a las instituciones de este tipo y magnitud.

El plantearlo ya es un paso adelante y merece tomarse en cuenta. Más aún cuando se hace con un programa que implica siete ejes elementales: 1. La mejora de las condiciones  laborales. 2. La construcción de un complejo judicial de proporciones y de comodidades necesarias. 3. La nivelación de las remuneraciones y la mejora de las mismas. 4. Capacitación permanente. 5. Creación de la Defensoría del  Juez. 6. Mejoramiento del acceso a la justicia y 7. Coordinación permanente con los jueces.

Adicionalmente Arce Córdova, según la opinión de  los abogados y los propios jueces, tiene una hoja de vida intachable con estudios y especialidades destacables. Toda una  experiencia de 29 años en el Poder Judicial, donde comenzó desde el más bajo nivel hasta llegar a ser hoy Vocal Superior de la Corte de Lima y actualmente Jefe de la Oficina de Control de la Magistratura capitalina (ODECMA)

Este acto eleccionario es, por donde se le vea, importante porque implica continuidad en el distrito judicial capitalino. Pero lo que todos quieren son transformaciones inmediatas y concretas para bien de los propia administraccion de justicia y de los usuarios que claman por ver novedades y superar consabidos escollos.

Cabe informar que los otros candidatos a dicha corte son los doctores César Vega  Vega, que ya en anteriores oportunidades desempeñó ese cargo, Angel Romero Panduro e Iván Sequeiros, quienes, dicho sea de paso y en varias oportunidades, han sido seriamente cuestionados por sus actuaciones como magistrados.

El doctor Arce Córdova concedió una entrevista exclusiva a “Miscelánea” precisamente el día que el  Ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, cuestionó los aumentos en el Poder Judicial. El magistrado no dudó en  contestarle incluso con dureza pero con respeto al alto representante del Ejecutivo y defendió, cerradamente, la mejora de las remuneraciones a los jueces porque, según dijo, “la ley lo manda y los magistrados se lo merecen”.

                             Dr. Luis Carlos Arce Córdova

 He aquí sus declaraciones:

-Comencemos por lo elemental, ¿Por qué decidió postular a la Presidencia de la Corte Superior de Lima?

-Esta decisión no obedece a un ánimo personal. Sino, muy por el contrario, se trata del trabajo de todo un equipo de magistrados. Un núcleo cohesionado que considera con precisión que el proyecto que tenemos nosotros, de diseño de gestión, resulta viable. En conclusión, no es una candidatura individualizada. Hay, a las claras, una manera colectiva de un grupo significativo y definido de jueces que quieren trabajar en forma efectiva. Con mística y con resultados.

-Habla usted en el plan maestro de gestión de “compromisos  y propuestas por una corte superior moderna, democrática y participativa”. ¿Puede explicarnos estos alcances y a dónde quiere llegar?

-Cuando nosotros hablamos de modernidad, tenemos el primer enfoque. El  distrito judicial de Lima, hace más de 20 años, que no presenta un solo proyecto de inversión. Nosotros tenemos una realidad, como es el tema de infraestructura que genera, definitivamente, una desazón y una atención inadecuada al usuario así como a los cuadros de abogados.  Por ejemplo, en el área penal, hay locales que se encuentran disgregados en tres o cuatro sitios donde, en malas condiciones, se trabaja. Lo que  planteamos, como primer tema de modernidad, es  una edificación, con una infraestructura de primera, acorde con la realidad del servicio judicial. Existe un terreno, de 5 mil 800 metros cuadrados, en la calle Belén del centro de Lima. La idea nuestra es ejecutar un proyecto de inversión donde edifiquemos siete pisos como mínimo,  con dos a tres sótanos  que puede ser incluso producto de una inversión pública y privada a la vez.  Pensamos en concesiones de los sótanos y, con lo cual, podríamos tener una contundente realidad. Pero allí no queda la cosa. El Poder Judicial, en los últimos seis años, ha licitado en provincias siete construcciones judiciales. Eso significa que, cuando se reprioriza el presupuesto y se le da atención a las necesidades más urgentes como es el caso de infraestructura, es posible conseguir realidades. Hacia eso apunta nuestro trabajo en lo que se refiere a modernidad.

Aquí funcionan oficinas de la Corte de Lima

-¿Y quedo en el aire, lo democrático y participativo?

-Planteamos tener una comisión de alto nivel de magistrados por especialidades para los efectos que sean ellos mismos quienes  realicen las labores de campo.  Los que van a posibilitar y dar la información adecuada de los estados situacionales de la administración de justicia y las necesidades que requieran. Por otro lado, consideramos nosotros que una presidencia de una corte tiene que tener una visión, no de administración, sino de gerencia. Para eso se requiere la participación de todos los componentes. Llámense magistrados,  funcionarios y servidores  de este distrito judicial. En este caso, la Corte Superior de Lima.

-¿Cómo conseguiría que los jueces y auxiliares tengan las mejores condiciones de trabajo?

- Muchas quejas se reciben por parte del usuario que subrayan el maltrato o, si se quiere, el trato inadecuado por parte de los servidores de esta institución. Pero nosotros reflexionamos al respecto sobre todo poniendo de lado la experiencia acumulada en estos últimos cuatro años, trabajando en gestión de control. El servidor como el magistrado tienen la mejor predisposición. Ahora bien, en el caso de los trabajadores, cabe señalar primero que no gozan de una remuneración acorde al nivel de su responsabilidad. Hay que batallar fuertemente, dentro de esta posición, por defender el interés y el derecho que tiene el trabajador. Como los derechos de los magistrados. En consecuencia, si nosotros ordenamos la casa a través de un gobierno de personas que se entienda de que es prioritario darle el realce al trabajador, que se identifique con la institución y que sepa que las autoridades de turno están con ellos no solamente para la exigencia de producción, sino que frente a la carencia de salud o cualquier problema familiar, la institución esté presente junto a ellos. Que sientan que somos una familia judicial y que no somos islas en el trabajo que desarrollamos. Eso se puede conseguir a través de un gobierno de personas de reconocimiento de los méritos y logros. Por ejemplo, lo que sale a la comunidad son tan sólo los defectos de la institución. Pero nunca  lo virtuoso que es un trabajador, quedándose hasta las 9 o 10 de la noche  laborando o haciendo lo mismo sábados y domingos. Estos casos los hay y a montones, por si acaso. Lo que nosotros intentamos.  Primero, ordenar la casa. Reconocer el trabajo de todos y estamos seguros que así el servicio mejorará hacia afuera. Hay muchísimos servidores de gran calidad. Comprobado. Inaudito, por ejemplo, es que sigamos trabajando en locales tan inadecuados donde el olor fétido de los baños está cerca  a las oficinas. Insoportable y eso tiene que acabar. Por eso, el  proyecto de infraestructura

-Especifiquemos resultados. Hasta la fecha, ¿Cuáles son los logros obtenidos en la   jefatura de la Odecma que está a su cargo?

-Podemos poner una marca del trabajo de Odecma cuando comprobamos  que tenemos el despacho al día. Las quejas se demoraban acá, para calificar, entre dos a tres meses y más. Eso es lo que se esperaba para solucionar un reclamo.  Hoy lo hacemos, a más tardar, en 48 o 72 horas.  Incluso en el mismo día. Hemos logrado esto con el mismo número de personal. Similar infraestructura y  logística. Sólo ha sido un trabajo de gobierno  y de reconocimiento del  trabajo de los servidores y de los magistrados de esta oficina. Este  referente marca la distinción. Las causas  en los sistemas de control prescribían cotidianamente. Hoy eso ya no ocurre. Hay un tratamiento efectivo  y, fundamentalmente, tenemos  un logro satisfactorio con un efecto multiplicador que es la prevención. Nosotros hemos identificado, de forma focalizada, los problemas respecto del número de quejas y  hemos ido a los órganos jurisdiccionales. Allí  encontramos el compromiso de los magistrados que a través de la prevención dándoles un espacio de tiempo para que solucionen los problemas más álgidos a las quejas que se planteaban, los resultados han sido satisfactorios Así  hemos solucionados los impases y las incomodidades de los ciudadanos. Dos fuentes que tenemos, con buenos resultados. Prevención por sobre todas las cosas que genera  la no apertura del proceso al magistrado o al servidor y la satisfacción, inmediata, al usuario. Por otro lado,  en la Odecma se ha trabajado con visión gerencial. Lo que ha permitido que esta oficina de resultados. Hemos recibido dos visitas de la oficina central que nos ha dado el reconocimiento correspondiente. Somos gestores de los encuentros nacionales de control que han generado uniformidad de criterios, de posiciones para la mejora del sistema.

-Usted habla en su plan de gestión de siete ejes fundamentales. El más importante de ellos, obviamente, es el logro de la nivelación de los sueldos de los magistrados ¿Cuáles son las  propuestas en este campo que definitivamente es vital?

- Este es un tema de larga espera. Aproximadamente 20 años. Las remuneraciones de los magistrados están señaladas en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Pues bien, el juez siendo un hombre ponderado, equilibrado, paciente ha esperado que, durante todo este tiempo, el Ejecutivo  cumpla con una ley otorgada por el Legislativo. Ha habido una serie de buenas intenciones. Incluso un dispositivo que reconocía parte de la homologación que quedó en suspenso para dar paso a una comisión bipartita. Esa es la decisión del Congreso, suspendiendo la ley y dictando otra para que se forme una comisión entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, para los efectos de materializar lo que ya estaba ordenado. Resulta que paralelo a eso llevan a cabo esas reuniones ambos poderes del estado y se firman los proyectos consensuados, presupuestados. Conformes de contingencia para los efectos del reconocimiento de las remuneraciones. El Ejecutivo, en lugar de honrar su palabra, no ha derivado al Legislativo el proyecto de ley consensuado. Hoy el Ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, da una versión que resulta sumamente ofensiva y agraviante a la magistratura del Poder Judicial. Dice que no hay resultados, que tiene que haber una reforma para rectificar probidad, eficiencia y seguridad jurídica. Lo que Castilla se olvida es que el Poder Judicial del Perú acaba de recibir un reconocimiento internacional. Un premio a la innovación de la justicia. La  Embajada del Perú en Holanda ha recibido esta distinción. Nadie dice nada. Europa ha reconocido la acción que tiene la justicia en la comunidad, liderada por una excelente magistrada como la doctora Carmen Julia Cabello Matamala y los jueces del Perú han llevado a cabo una labor que ha llamado la atención del conglomerado internacional. El Perú ha sido galardonado. Cómo nos van  a decir que no hemos trabajado con eficiencia. Hemos resuelto de las  442 mil 611 causas ingresadas a la Corte de Lima, más del 30 por ciento. El Ministro de Economía no conoce nuestra realidad. Resulta un atrevimiento lo que se ha dicho. Pero perfecto, adicionalmente a eso, no pasó la ley consensuada. La Sala Plena de la Corte Suprema ha presentado un proyecto, de manera directa, al Legislativo. Con muchísima alegría, hemos recibido la declaración  del Presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso, Josué Gutiérrez Condor, quien  va a dar prioridad a este proyecto como debe ser. No nos olvidemos que el Ejecutivo está faltando el respeto a dos poderes del Estado. Al Legislativo y al Judicial. El primero le dijo al Ejecutivo pónganse de acuerdo y den solución a este conflicto porque la ley ordena esto. Pues bien, hay un agregado. Dos sentencias. Una del fuero ordinaria de la III Sala Civil de Lima y otra del Tribunal Constitucional que reconocen el derecho de los magistrados. No nos dejan otro camino a los jueces que tomar la siguiente opción, como cualquier ciudadano, es decir, pedir a los organismos jurisdiccionales correspondientes la ejecución de la sentencia. Hay de aquel que no obedezca los mandatos de una sentencia. Así lo dice la Constitución. Será a partir de una denuncia, de un proceso penal, de una sanción de este tipo. Nosotros no queremos llegar a eso. Pero tampoco que nos tomen, como cualquier muchacho de barrio, a quien se le puede engatusar con un par de caramelos. Los jueces del Perú somos el colectivo llamado Poder Judicial. Un poder del Estado. A nosotros se nos respeta. Nosotros hacemos cumplir las reclamaciones del Estado o del ciudadano de a pie y es inconcebible que a los jueces no se le cumpla la ley. No son amenazas. Simplemente hacemos respetar nuestro fuero. Nuestros derechos.  La  ley conforme está señalada.

-Su plan para llegar a la Presidencia de la Corte Superior es realmente ambicioso: ¿Cree que lo va a cumplir de todas maneras?

- Por supuesto. Este es un proyecto con mucha visión a futuro que es lo que no hemos trabajado últimamente y-es más- tenemos el apoyo de técnicos especializados en la materia. Tan posible es  y sobre todo, eminentemente innovador. No podemos seguir con  sostener sin bases el desarrollo de una corte. No tener ideas que generen una nueva proyección e imagen de la institución.

-¿Qué les dice a los otros candidatos que compiten para tan importante cargo?

-Mis felicitaciones. Son brillantes magistrados. Colegas de primer orden. Les guardo el mayor de los respetos. Ellos son de muchísima capacidad. No hay discusión alguna. Pero estoy convencido que nuestro plan es el mejor. Nosotros tenemos referencia de gestión, con marcado éxito.

-¿Lo que tiene proyectado implica presupuestos y gastos. ¿Ustedes tienen los recursos suficientes para implementarlo?

-El presupuesto forma parte de los propios recursos de la Corte Superior de Lima. Hay que repriorizar. Ver donde están las necesidades mayúsculas para un mejor servicio. Efectiva y concreta en resultados. La Corte de Lima ya es una unidad ejecutora y como tal tiene las posibilidades de desarrollo. Debemos tener mayor amplitud y participación. Eso hay que lograrlo con gestión

-¿Su plan no seria, entonces, un cúmulo de promesas incumplidas?

-De ninguna manera. Tenemos nosotros el referente de gestión. Hemos ofrecido en Odecma Lima cuando postulamos para jefe de esta oficina que en dos años íbamos a cumplir los cinco ejes de gestión. Lo hemos hecho  al año y seis meses. Estamos preparados técnicamente para hacerlo. Vía títulos, maestrías incluso en gerencia pública como diplomados de alta dirección. No solamente tenemos la capacitación que nos exige el Consejo Nacional de la Magistratura. Sino que estamos completamente preparados para  gerenciar la Corte Superior de Lima.

-¿Cómo define a un Juez?

-Se trata de un ciudadano común y corriente que sufre siente y se desarrolla como cualquier persona. Pero al mismo tiempo es un ser humano que tiene que desarrollar el equilibrio frente  a la toma de decisiones. A sus manos llega la controversia de las partes. Allí se necesita moderación, sabiduría. La de administrar justicia. Asimismo y fundamentalmente, actuar proporcionalmente e interpretar correctamente la ley. De allí su gran importancia y trascendencia.

-Si accede a la Presidencia de la Corte, ¿Tendría una política de puertas abiertas para todos?

-Totalmente. Las gestiones que hemos desarrollado al interior de nuestra institución así lo señalan. Así nos muestran  y obviamente que tal actitud será en ese sentido. Creemos firmemente en el diálogo y en el trabajo en equipo. Las puertas abiertas implican un hecho más importante: la participación con sus opiniones y sugerencias. La presencia de los magistrados es muy importante. En general, de todos los trabajadores. Todos pueden aportar. No nos correremos a nadie. Creemos con convicción en los debates. Lo podemos tener para el bien de la institución. Con todas las instituciones  y con todos los trabajadores.

-Pasemos a otro tema crucial y de importancia. No nos engañemos en lo que se refiere a valores de imagen y proyección ¿Hay o no hay un desprestigio del Poder Judicial y  por ende de la Corte de Lima?

- Como cualquier institución hay focalizados temas que nos incomodan al interior de la Corte y del propio Poder Judicial y que se reflejan al exterior. Pero persiste un trabajo permanente de la Oficina de Control  (OCMA) jefaturada por el doctor Enrique Javier Mendoza Ramírez y de las Odecmas del Perú, laborando efectivamente en temas de prevención para evitar situaciones de esta naturaleza. Hay que darle a estos asuntos enfoques mucho  más rápidos, porque en la demora está el problema. Entonces, no negamos que tenemos deficiencias. Pero no me vengan con que  el Poder Judicial es una organización corrupta. Cuidado. La demora no es sinónimo de corrupción. Hay hechos aislados y esos deben ser expectorados. Deben, de todas maneras, desaparecer. Pero, repito, no aceptamos que se diga que todo el Poder Judicial  es una organización corrupta. No es así. No lo aceptamos. Es inaudito pensar de ese modo porque sino el reflejo está como es que hay tanta inversión del extranjero de capitales si es que no se cree en la seguridad jurídica  ¿Quién la otorga? El Poder Judicial que es de todos los peruanos

-¿Insistimos: el dilema se presenta al recordar o subrayar si hay coimas o no las hay. Muchos aseguran que la corrupción ha estado presente en la Corte Superior de Lima. ¿Cuál es la realidad y las alternativas de existir estos desperfectos éticos y cómo erradicarlos?

-Fíjese voy a reiterar. Frente a ello sin necesidad  de reconocer que existan, como  usted subraya. Nosotros, permanentemente, realizamos actuaciones de prevención. Sobre todo, cuando las quejas son reiterativas. Inmediatamente, vamos a esos despachos o a las especialidades donde se están reiterando los reclamos a tomar acciones y a cautelar el mejor resultado. A obtener el compromiso del magistrado y del servidor. Con eso, le damos satisfacción al usuario.

-Hay otro hecho negativo, los plazos procesales casi nunca se cumplen. Definitivamente existen, y en grandes cantidades, litigantes que lo hacen años de años. ¿Una caja de pandora es este Poder Judicial?

- En primer lugar hay que entender que no todos los problemas de la justicia  obedecen a la actuación de los jueces y servidores del Poder Judicial. Cuidado. El sistema no solamente es el Poder Judicial. También es el Ministerio Público y la Policía entre otros organismos de por medio. Muchas veces las pretensiones de las partes resultan ser inadecuadas ante el juego de la propia norma. Perfecto. Entonces, todos formamos parte del sistema de justicia. No se venga a decir que solamente el Poder Judicial tiene una actuación inadecuada frente a hechos de esta naturaleza. Nosotros estamos haciendo lo nuestro. Pero también exigimos que  postulen pretensiones adecuadas. Un caso que es positivo y  que en buena hora que se haya puesto en vigencia el nuevo  Código Procesal  Laboral. Un paso más que debemos seguir es otorgar importancia a los procesos civiles. Hay que tener claridad en el área administrativa, en los contenciosos administrativos. Los temas pueden ser resueltos de manera uniforme si se quiere porque el caso A es resuelto de una forma X y el tema B de forma X1. Es cuestión de método como trabajo. De comparar el trabajar. Hay salas que están muy bien posesionadas en producción y otras no. Habrá que reunirse con los representantes  para determinar donde está el meollo del problema y solucionarlos. Es cuestión de voluntad y decisión. Pero no quede ninguna duda que los magistrados del Perú ponen de su parte lo mejor de sus cualidades, para resolver el trabajo  y satisfacer a los usuarios.

-No puedo dejar de tocar estos asuntos como por ejemplo decirle que justicia tardía, no es justicia ¿Comparte tal premisa que para cualquiera es elemental?

-Estamos totalmente de acuerdo. Para eso trabajamos los magistrados de la Corte Superior de Lima. Nuestra obligación es darle celeridad y  solución a los que llegan a utilizar el servicio de justicia. La respuesta tiene que ser oportuna.

-Pasemos a otro tema. Usted tiene una hoja de vida destacada, según la opinión de muchos entendidos en estas lides ¿Puede relatarnos sus experiencias profesionales?

-Yo he acumulado 29 años de servicio  en el Poder Judicial. He tenido la fortuna de conocer esta institución a la que tengo tanto afecto y a la que me entrego permanentemente, como todos los magistrados  del Perú. Comencé desde abajo con el menor nivel jerárquico y he pasado por todos los puestos. Entre ellos: de Secretario de Sala, Juez de Paz Letrado, Juez de Primera Instancia y hoy  Vocal Superior de Lima. He  presidido la Corte Superior Ucayali cuya sede está en la ciudad de Pucallpa.  Una vocalía ejercida durante los años 2004 al 2008. Cuando salimos, tuvimos la satisfacción del reconocimiento de la comunidad que incluso nos ha declarado como hijo predilecto de esa ciudad. La ONG “Ciudadanos al Día” decidió, en mi tiempo, designar al distrito judicial de Ucayali como el  Nº 1 en atención al usuario. Hemos desarrollado también actividades en la Sala Nacional de Terrorismo y aquí estamos ahora en la Oficina de Control de la Magistratura de la Corte de Lima. Entre otros aspectos, de ser catedrático en diferentes universidades y la Academia de la Magistratura. Yo recojo con mucho cariño mis pasos profesionales y me siento orgulloso de ser un trabajador de esta institución

-Tiene proyectado un Complejo Judicial de la Corte de Lima. Otro edificio auxiliar y unidades ejecutoras ¿Cuándo se iniciarán estos trabajos?

 -Si mis colegas tienen a bien elegirme, el primer día que asumamos nuestras funciones estaríamos iniciando las gestiones correspondientes. Pediríamos de inmediato que se nos otorgue la posibilidad de llevar a cabo este  proyecto de inversión. Hacerlo  nuestro.  Por si  acaso y cabe explicarlo que tal obra esta “dormida” y data de años. Como somos unidad ejecutora, nosotros el primer día útil de trabajo pediremos que se nos de esa posibilidad de llevarla adelante.

-Hay una comisión de alto nivel para la mejora continua de jueces y funcionarios ¿Háblenos de ello?

-Queremos hacer una presidencia democrática y de participación. Que los propios servidores y los magistrados por especialidades nos brinden la información y nos digan donde están las carencias. Para nosotros, gerencialmente, otorgarles a ellos, lo que necesitan. La comisión estará integrada de manera participativa para lograr los objetivos que tenemos trazados. No es el Presidente de la Corte el que hará todo. Sino que necesita la participación del entorno profesional y laboral para lograr los objetivos que tenemos trazados.

-¿Y la capacitación?

-La Corte de Lima como todos los distritos judiciales tiene un presupuesto para capacitación. No voy a sonar a desleal. Pero si tengo que decir que el presupuesto último no ha sido utilizado. Voy más allá Yo considero que el tema de capacitación debe otorgarse como un estímulo al trabajador y al magistrado. Medias becas, diplomados, maestrías. Hay que subvencionar la capacitación de los magistrados vía reconocimiento a su producción, su puntualidad y todos los méritos que puedan tener. El premio de capacitación es primordial por los efectos posteriores.

-¿Su apreciación sobre la independencia de los jueces y la autonomía del Poder Judicial?

-En primer lugar, basta remitirnos a la Constitución para saber que allí  está determinado cuál es la conducta y cuáles son los límites y las facultades que tiene un juez. En segundo lugar, la independencia de un magistrado está al interior de cada uno de ellos. En consecuencia, si un magistrado actúa dentro del marco de la Ley y la Constitución no tiene porque preocuparse. Porque su independencia estará determinada y respaldada en cada una de sus acciones.

-¿Podemos hablar otra vez de falta de transparencia  y de corrupción?

-Yo soy muy pegado al hecho de que todas las instituciones deben actuar con total transparencia. Incluso en el plan de gestión estamos señalando que vamos a hacer sesiones públicas para rendición de cuentas. Que la comunidad se entere de todo. Incluso de las limitaciones y el estado situacional en que se encuentra su corte. Vamos a rendir cuentas. Eso es transparencia total. Claridad. Como también resulta lo mismo que se pueda colgar, vía el ciber espacio y la Web, todas las resoluciones  de los órganos jurisdiccionales para que la ciudadanía las conozca abiertamente. Los magistrados de la Corte de Lima, por convicciones plenas, le decimos no a la corrupción

-¿Qué implicaría la creación  de la Defensoría del Juez?

-Nosotros estamos, permanentemente como ciudadanos, escuchando que hay ataques a la actuación de un magistrado. Muchas veces son originados por desconocimiento  de manera inadecuada.Una desinformación total. Tenemos casos de periodistas querellados por jueces. Hay una jueza que, en un programa de televisión, fue maltratada de manera inmisericorde. Que resultaba que se habían equivocado y no pasa nada. El magistrado tiene tanta tarea que hacer dedicarse a lo suyo, que no hay nadie que lo detenga.  El Sistema de Control ha quedado, en hora buena, como una defensoría del usuario judicial.  Por qué no puede tener el magistrado  una defensa frente a las quejas y los ataques que pueden ser inadecuados. Cuando hay que recibir el palo, hay que recibirlo. Ponemos el pecho y la cara. Pero cuando no se lo merece, quién lo defiende. El Procurador del Poder Judicial lo va a defender tan sólo cuando hay juicio. Pero en los problemas coyunturales, en el día a día, el Juez no tiene un defensor. Hay un Defensor del Pueblo. Hay un  Defensor de la Policía. Y el Juez no tiene un defensor. Eso es lo que propugnamos nosotros.

-¿Desea algo más que agregar?

-Quiero dejar expreso compromiso que, si  tenemos el privilegio de gerenciar la Corte Superior de Justicia de Lima, todos tendrán la plena seguridad que los logros que hoy pretendemos serán una  contundente realidad del mañana cuando, precisamente, terminemos la gestión. (Edgardo de Noriega)