El gaseoducto sur peruano se está pasando de maduro pues se habla de su
construcción desde el gobierno de Perú Posible en el 2004, durante el gobierno
Aprista y hasta hoy 2015, no se inician las obras de construcción. Pero lo más
preocupante es que muchos técnicos calificados en la materia, siguen expresando
que el gaseoducto es un proyecto similar a jugar la ruleta, pues en principio y
al parecer no está demostrado fehacientemente que tenemos reservas suficientes
para abastecer con continuidad y sostenibilidad un mercado que además está
requiriendo no sólo la cobertura por el potencial de demanda sino la generación
de recursos para la instalación de una industria petroquímica que requiere
inversiones millonarias.
Inicialmente el costo proyectado de volver a pasar los Andes -con un trazo
tipo culebra para llegar a puntos sin demanda específica de gas- era hace
algunos años de 1500 millones de dólares y hoy bordea los 5,000 mil millones de
dólares. Además las empresas ganadoras de la licitación adolecen de una ética y
transparencia necesarias en la elaboración presupuestal que generan
incertidumbre en su construcción y en el costo final de la obra como sucedió
con la carretera interoceánica.
El proyecto conlleva una serie de inquietudes que no han sido respondidas a
cabalidad sobre la base de criterios técnicos y no políticos.
En principio pasar los Andes por
segunda vez es un lujo y un gasto por ahora innecesario, en un país que tiene
que aprender a racionalizar sus recursos económicos y su esfuerzo es de suma
importancia. La alternativa más saludable era que estando el gas a boca de toma
prácticamente en Marcona, solo se tenía que extender la tubería por la costa
hasta el puerto de Ilo pasando necesariamente por Matarani.
Inicialmente esta extensión estaba
valorada en 500 millones de dólares y cubría dos aspectos eminentemente
técnicos que justificaban la inversión en el proyecto que son: la construcción
de una industria petroquímica instalada indistintamente en el par portuario
Matarani – Ilo; la cobertura de la demanda de gas más importante del Perú que
está en el puerto de Ilo, la cual es la principal justificación del proyecto
por su potencialidad de consumo para la industria del cobre; y la proyección a
futuro que tiene la exportación de gas al mercado chileno pero no en bruto,
sino con valor agregado transformándolo en energía.
Así se trabaja un gaseoducto.
Así se trabaja un gaseoducto.
GESTION POR ETAPAS
El proyecto para abastecer de gas al sur a mi modesta opinión, pasa
simplemente por una visión de sentido común, y debe ser gestionado por etapas
para orientar las inversiones en su construcción de manera ordenada y
eficiente, sobre la base de ir atendiendo a los mercados potenciales
identificados en forma progresiva.
La primera etapa debería tratar de abastecer el mercado industrial de Ilo y
con un pequeño ramal de subida desde Matarani, abastecer de gas al mercado
industrial de Arequipa con el fin de hacer más competitiva a su industria la
más solida e importante del sur peruano.
La segunda proyectar en el menor
plazo posible la instalación de la industria petroquímica del etano y el metano
la cual está programada para instalarse en el par portuario Ilo- Matarani.
Finalmente y en una posterior etapa se puede pensar en abastecer un siguiente
mercado que es el del consumo domestico a fin de dotar de gas para el consumo
familiar a otras ciudades del sur en la medida que cada región elabore sus
proyectos y establezca los niveles de consumo que justifiquen la respectiva
inversión en ramales de distribución para la instalación de redes
domiciliarias.
A esta etapa se le puede dar cobertura paulatina implementando
instalaciones de ramales que partiendo del ramal de Matarani a Arequipa,
proyectar la instalación posterior desde Arequipa hasta Puno y Juliaca, desde
Cuzco hasta Apurímac y desde Ilo a Moquegua, todas ellas en su debido momento y
conforme se justifique la demanda dado que estas ciudades no tienen industria
como para beneficiarse del gas en el corto y mediano plazo. De esta manera se
evitaría la tremenda inversión que se piensa realizar para llegar a un mercado
inexistente y especulativo con resultados similares a los mismos que hoy tiene
la carretera interoceánica, que después de haber sido completamente terminada a
casi el triple de su presupuesto original, no cuaja por motivos no evaluados en
su momento al inicio de las obras.
Si el proyecto se realiza con criterio técnico y no bajo presiones
políticas el gas hacia el sur debería llegar por la costa y no por la sierra
simplemente por dos factores, costo y tiempo. “Si nosotros vamos a querer traer
el gas otra vez cruzando los Andes es duplicar esfuerzos, incrementar gastos y
costos. Es necesario aclarar que la llegada del gas al sur solo se justifica en
la medida que éste llegue al puerto de Ilo cuyo mercado es el primer demandante
de gas en el Perú, por encima de Lima inclusive”.
Sin embargo lo que ha prevalecido hasta el momento es el argumento político
el cual se basa en que el gas debe beneficiar al pueblo y que el gas es todos,
por consiguiente, el mercado domestico domiciliario de Apurímac, Cuzco, Puno,
Moquegua y Tacna, tienen el derecho al consumo, pero sin proyectos y a partir
del paso del serpentín del gaseoducto por sus regiones, no podrán aprovecharlo
sino a un larguísimo plazo.
¿Y LOS RECURSOS?
Tampoco no se le dice al pueblo de
donde sacaran los recursos los gobiernos regionales para instalar las redes de
conexión domiciliaria, cuánto tiempo va a durar este trabajo y a que costos se
venderá el gas al usuario. Hay que resaltar que ninguna región inclusive
Arequipa, tienen por lo menos perfiles estudiados para concretar la instalación
de redes subterráneas domiciliarias, que para su realización se necesitan
proyectos técnicos, recursos económicos y capacidad de gestión que
lamentablemente no poseen.
Si los gobiernos regionales y locales no pueden instalar sistemas de
transporte público urbano que es una demanda clamorosa sobre todo en Arequipa,
cabalmente por falta de proyectos técnicos, recursos y capacidad de gestión,
menos van a poder instalar sistemas subterráneos para el abastecimiento de gas
a los hogares. La politiquería nunca debe prevalecer sobre el criterio técnico,
sobre todo en proyectos de esta envergadura y magnitud de inversiones que
requieren absoluta seriedad en su manejo.(Luis
Ernesto Cáceres Angulo,Especialista en Marketing)
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