jueves, 2 de septiembre de 2021

LA CHACARILLA

 He aquí una cuadra de nombre antiguo, típicamente nuestro de quechua origen y, además democrática y estudiantil, como para dedicarle al mes del comienzo, en el ayer, de la labor escolar y, además, por la circunstancia de haberse fundado  en febrero, precisamente, el Colegio de Guadalupe en 1841. Cerrada hacia Santa Teresa, Monasterio erigido solo afines del Siglo XVII, esta calleja retorcida de humilde aspecto aldeano mantuvo siempre un como rumor de frondas y murmurío de aguas acordadas a su nombre.

Formaba parte de la gran huerta de la Chacarilla de Sam Bernardo de la Casa de Probanza o Noviciado de los Padres Jesuitas, porque era lugar de recreo de sus maestros y estudiantes y, a la vez, de refugio para quienes ansiaban horas de retiro y meditación. Aquel barrio fue y, en cierto modo, sigue siendo típicamente escolar y para quienes gustan de  rehacer  un tanto la fisonomía de la Lima antañona, vale esclarecer su situación hasta mediado el siglo XIX.

Fue al alborear el siglo XVII cuando los Jesuitas trasladaron la casa de Novicios del Cercado a estos sitios, llamados carolinos a partir del Siglo XVIII. La angosta cuadra tenía a un lado la chacarilla propiamente dicha unida a la Casa de Probanza y, al otro, el Hospicio de Huérfanos. Era un arrabal de Lima.

 Hacia el fondo porque no existía la calleja-abierta muy mediado el siglo XIX con parte de ella misma y de la Huerta Perdida- hoy llamada Hospicio, quedo encerrada después por el muro, cuando lo alzaron, del Monasterio de carmelitas de Santa Teresa. Antes iba hasta Santa Catalina, según aparece en algunas antiguas escrituras. En 1632 ya se citra la calle abierta por la Chacarilla hacia el convento de monjas de Santa Catalina de Sena.

REFERENCIAS

La huerta de Ruiz de Moya por esos barrios de Santa Catalina, citada en el artículo sobre el Mascarón, conforme a imposición de censo en 1619, según escritura ante Cristóbal de Aguilar Mendieta nos muestra, por su descripción, como había calle que iba de la Chacarilla de la Compañía de Jesus.

En otra referencia de 1620, de acuerdo con la escritura  ante Diego Sánchez Vadillo, se expresa claramente el lindero con tierras del Noviciado. Es una capitanía sobre la “chacarilla nombrada San Bernardo a favor de Mayor de Guzmán viuda del médico Pedro Ramón y otro dato, del mismo año y del propio escribano con alusión al censo impuesto sobre cuatro pares de casas de María de Luján, viuda del doctor Alvaro Núñez de Solís, en el barrio de la Encarnación contribuye al esclarecimiento porque dice “una está en la calle que va a la huerta de los jesuitas y linda por una parte con el Noviciado y por otra con huerta de la Compañía”.

Para mostrar cómo había antes de la erección de Santa Teresa, vía a Santa Catalina, basta citar una inscripción de capellanía sobre casas de Francisco de Orosco y su mujer Micaela Urrola. Estaban sobre un solar comprado a Juan de Montes de Oca “en la esquina que va  de la Chacarilla de la Compañía de Jesús a Santa Catalina” y para mayor comprobación, señala al frente, calle real en medio, la huerta y solares de de los herederos del alférez Andrés Ruiz de Moya. La escritura fue de 21 de febrero de 1654 ante Nicolás Sánchez  en registro de Miguel López Varela.

NIÑOS

Al costado izquierdo entrando, estaba la capilla, porque no alcanzaba a templo, de los niños huérfanos, amparados por aquella hermosa institución fundada por Luis El Pecador con lindo nombre de franciscano corte: “ Los hermanos de los niños perdidos” Al lado estaba el colegio de Santa Cruz de Atocha implantado por la piedad de Mateo Pastor de Velasco y su mujer Leonor Vélez Michel, por aquel entonces en la esquina de Huérfanos y Padre Jerónimo, ésta antes llamada  Crispín y trasladado más de dos siglos después al local de las Teresianas.

Hacia el norte, por un lado, la cuadra cerrada allí precisamente y después llamada Pileta de Santa Teresa y, por el otro, la propiamente conocida por Huérfanos nombre genérico de la recta, desde Roldán, muchísimo después San Carlos, pues he visto titulaciones de esta última cuadra con el nombre de Huérfanos. A su respaldo, al sur, la Casa de Probanza, sin solución de continuidad porque no existía la muy moderna calle de Inambari y, a su frente hacia la Puerta Falsa de la Encarnación, la cuadrita llamada asimismo Chacarilla y también Tello, hasta mediado el siglo XVIII cuando por la erección del templo de Nuestro Señor Sacramentado puesto bajo la advocación del Corazón de Jesús y tomó  este nombre.

La casa de Santa Cruz< de Atocha fue comprada a Ana de Ulloa, quien vivió en la nombrada después Crispín y el solar para los Huérfanos, fue de María de Esquivel, la misma dueña de los solares donde estuvo el Hospital de convalecientes de San Diego y el Convento de San Juan de Dios.

COMPRA

En el antiguo Mercurio Peruano se afirma lo primero y en titulaciones de la Beneficencia se comprueba lo segundo. Pero a quienes compró Luis el Pecador fue a la viuda del Secretario Juan de Espinar, Francisca Pérez de Orosco y en el documento se habla ya de la Chacarilla de los Testinos. Lindaba con huerta de  Luisa Vergara, viuda de Hernando Liñán con solar de Juana de Manchay y con casas de Maria de Bilona. Estos Espinar fueron padres  del dominicano limeño Fray Juan Espinar, Procurador General de la provincia en España, Vicario in cápite de Lima y Obispo de Santa Marta.

En cuanto a la cuadra de Crispín debió, muy probablemente, tal nombre al hecho de haber tenido ajhpi sus casas, entre las del doctor José de la Vega y las de Isabel de la Cruz, el médico Crispín Hernández en el siglo XVII sobre quien trae Caviedes estos zahirientes versos: Seré Crispín quien receta/a salga lo que saliere/de la cura, donde diere/con récipe de receta.

En el mismo siglo, en 1671, era del barrio otro médico, el doctor Pedro del Campo, comprador de un censo al Capitán Francisco Vásquez, ante Jose del Corro. En una imposición de censo del capitán Juan de Cifuentes, situado en casa de Jerónima Valerio viuda de Juan Bautista Picón, el mozo ante Pérez Landero, se dice “la calle como se va de los niños huérfanos al noviciado de la Compañía de Jesús y el alarife Manuel de Escobar la sitúa a la puerta de dicho noviciado, caso de deslazamiento de nombre La casa de Picón había sido de Isabel de Velasco y por allí estaba la huerta de Bartolomé Rueda. 

TITULOS

Por otra escritura de 1623, ante Diego Gómez Nieto, se menciona la casa en frente de los niños huérfanos, lindante con la de aquel venerado médico, tal vez hijo del célebre Gaspar, el doctor Fernando Meneses fallecido, según Suardo, “por habérsele cancerado la lengua” y cuyo cadáver trasladado a la Merced y expuesto durante 8 días, exhalaba por la entreabierta boca milagros de olfato de esos tiempos un olor como de rosas….

En títulos de fincas del actual Corazón de Jesús del siglo XVIII existentes en el Archivo de la Beneficencia y relativos a propiedades de la familia Cuéllar, una de ellas colindante con la después del Contralmirante Manuel Melitón Carbajal, vecino ilustre del barrio, se confirma plenamente el nombre desde la puerta falsa de la Encarnación. Vivía en Huérfanos en 1828 un personaje interesante de los primeros forjadores de la República José Morales Ugalde, a la sazón Ministro de Hacienda, miembro fundador de la Sociedad Patriótica, autor de un trabajo sobre México y el primer Plenipotenciario del Perú en ese país. En 1840 tenía allí su escuelita Pascuala Vidal.

En la misma casa de Carbajal había vivido antes, y durante muchos años, el integérrimo magistrado  Manuel de la Encarnación Chacaltana, padre de Reynaldo periodista y escritor y de Cesáreo, jurisconsulto, hombre de ciencia y maestro de los más notables del Perú del siglo XIX

En la acera fronteriza también vivió durante mucho tiempo el Ing. José Castañón, uno de los más notables de su época, hombre muy gentil y con gran sentido del humor y sus hijos los Castañón y Vivero, de los cuales José ha heredado la fina chispa del padre.

FINCA

Parte de la Chacarilla, donde se alzaron casa huerta, panadería y callejones inmediatos al Estanco, después Colegio de Guadalupe, fue rematada a Francisco Muñoz Cañete en 1776 ante José Russo. Posteriores dueños fueron Esteban Jiménez, Rufina Adrianzen de Aristimuño y Juan Rodríguez de Aristimuño, de cuyo concurso  de bienes subastó José Gálvez Egusquiza en 1863

La finca era enorme, lindando con la huerta del Estanco y con San Carlos. Abarcaba una extensión de siete mal varas cuadradas aproximadamente. No tenia altos. Pero si gran corralón con dos puertas junto a ]Guadalupe

La huerta y casa de Ejercicios de la Chacarilla citada por los cronistas y por los viajeros, entre ellos Jorge Juan y Antonio de Ulloa, lindaba con la Huerta Perdida, de mayor extensión aún, pues alcanzaba hasta Santa Catalina, cuyo fuerte se hizo  con parte de esa huerta. Cubría todoel enorme sector de las calles nuevas de Abancay, Inambari, Bambas, Cotabambas, entre muchos otros lugares.

Al lado de la Chacarilla hacia la esquina tuvo propiedades el Convento de Santo Domingo y existían rancherías de negros y de indios. La  Casa de Expósitos procuró mejorarlas, pero los terremotos de 1687 y de 1746 obligaron a vender a censo esas propiedades. Allí cerca tenía su propiedad Félix Aramburú e Isabel de Baena, viuda del Alférez Antonio de  Robles.

La Chacarilla además de haber sido lugar de recogimiento y de ejercicios, a semejanza de los Descalzos, servía a los virreyes para solaz y reposo. Los estudiantes recitaban honestos coloquios y allí el Conde de Chinchón afligido de hipocondría maliciosa y de tiricia buscaba confortación a sus penurias de salud.

COLEGIO

El Virrey Amat dispuso que se adjudicase ahí a San Carlos el Colegio de San Martín con un Director General de Estudios de Gramática y Retorica, advirtiendo que tendría siempre un rector eclesiástico o secular, probado en letras y costumbres. El primero fue Juan de Bourdanave. Los estudiantes deberían vestir ropas de abate unos y llevar los otros el marcial espadín si se dedicaban al secularismo.

San Carlos tuvo tendencias liberales en las postrimerías de la Collonia. Ahí se formó un hombre como Sánchez Carrión y donde enseñlaron Diego Cisneros y Toribio Rodriguez de Mendoza con las ideas nueva y de avanzada.

Al comenzarla Republica, San Carlos  se convierte en foco reaccionario, pero en el mismo barrio surge el colegio liberal y democrático. Guadalupe prospera velozmente y asienta escuela nueva. Allí hubo una faz educacional y, a la vez, popular. Quedo el Guadalupe como colegio de instrucción media y desapareció San Carlos, con el correr de los años.

La Chacarilla era una maestra de vida verdadera. Con la dulzura de la vida. Pero también con la tristeza y el ensueño. Venia la muerte y también la miseria ara los vivos que e quedaban. Pero también se aprendió a soñar, a sufrir, a perdonar y a estar cerca del cielo y del pueblo. (Páginas seleccionadas de las "Obras Completas" que pertenecen como autor al consagrado escritor y político, José Gálvez Barrenechea)

No hay comentarios:

Publicar un comentario