Perfecto no era porque esos seres no existen en esta tierra peruana y en cualquier tierra. Pero si excepcional y porque no afirmarlo, incomparable en el ejercicio del periodismo. El toque y el olfato para captar noticias, de inmediato y con seguridad. Ni que decir, la redacción. Esa si que era genial. Una pluma brillante. El más rápido para escribir con coherencia. Tan cierto es ello que era capaz de hacerse por completo un periódico, de unas 32 o 48 páginas, en unas cuantas horas. Si, en esta tierra la peruana
Guillermo Thorndike Lozada en el campo de dirigir, de editar y de redactar periódicos definitivamente, fue el primero. Allí quedan, para la historia, las ediciones que él condujo en “Correo”, “La Crónica”, “El Diario de Marka”, “La República”, “Pagina Libre”, otros periódicos y muchos programas de televisión. Un icono insuperable del periodismo nacional.
Una pluma de esas que ya, desafortunadamente, no está en este mundo. El año 2009 se murió de un momento a otro, de un súbito ataque cardiaco cuando dormía tranquilamente y se quedaban en el tapete de realizaciones que esos si son imperecederos e inmortales, más de 50 años de ejercicio permanente del periodismo.
Guillermo Thorndike
Guillermo Thorndike
LA GRAN COMPAÑERA
Había llegado recién de Buenos Aires, donde estuvo acompañado por su compañera y esposa de toda una vida de intenso amor y cariño, Rosario “Charo” del Campo. Con ella tuvo dos hijos: Augusto, que ejerce el periodismo como su padre, y Meritxell, a cargo de una galería de arte.
De joven reportero policial del diario La Prensa a finales de los 50, a fino contador de historias, a profundidad, sobre la vida del héroe Grau. En el tintero se le quedó mucho por dar, aportar y escribir porque se fue definitivamente cuando tenía 69 años.
Otro mérito evidente que consiguió Guillermo, a punta de persistencia y talento, es convertirse en escritor de proporciones grandes y de polendas contundentes. Salieron y salieron sus libros. Uno tras otro.
El que cuenta la historia de la asonada de los apristas en Trujillo cuando eran revolucionarios y quisieron cambiar el Perú. Allí está “El Año de la Barbarie”, con su pluma inigualable. Corría el año 1968, en esta tierra la peruana.
El Perú sufrió con el asesinato violento e injusto del magnate de la pesca y el dueño de Correo y Ojo, Luis Banchero Rossi, una tarde de Año Nuevo de 1972 allá en su apacible casa de campo ubicada en Chaclacayo y salió otro libro más como éxito de librería, bajo el titulo de “El Caso Banchero”.
LOS TOPOS
El futbol es popular y tuvo una figura indiscutible personificada en el aliancista Alejandro “Manguera” Villanueva que marco época. Pues, por eso apareció otra creación intelectual del consagrado escritor, “El Revés de Morir”.
La historia de la fuga de la cárcel de Cantogrande por el túnel de los terroristas del MRTA, se ve retratada perfectamente en “Los Topos”. Nicaragua captó la atención del mundo con su revolución y el periodista se sintió obligado a escribir con pasión, “El Evangelio, según Sandino”
La Guerra con Chile es un tema controvertido que debe ser tratada por todos. Quien conoce su historia quiere a su país. Entonces, se dedicó a trabajar años de años y aparecieron tomos de tomos de ese acontecimiento que tanto recordamos los peruanos. Ahí están como realidades y ejemplos, “1879”, “El Viaje de Prado, “Vienen los Chilenos” y “La Batalla de Lima”.
Estuvo, en sus últimos días, con la gran semblanza de Grau que felizmente acabó. El Congreso de la República y el Banco de Crédito la publicó. En total, son seis los tomos del héroe: “Los Hijos de los Libertadores”, “La Traición y los Héroes”, “Caudillo, La Ley”, “La República Caníbal y 1878”, “Crimen Perfecto” y “La Mansión de los Héroes”.
Sonriente, picaro, alegre.
Sonriente, picaro, alegre.
VILLARAN
Se trata, como él explicaba, de una novela histórica, una biografía en la que tomó en cuenta las cartas existentes y los relatos que hace la gente de la época. La obra limplicó once años de trabajo intenso
Entre uno y otro libro de Grau, el escritor decidió escribir sobre la vida de su gran amigo y colega, Raúl Villarán Pasquél, Publicó impecable, “El Rey de los Tabloides”.
Era el recuerdo al hombre que le enseñó mucho de periodismo y que fue su compañero de vida durante una década, viéndose a diario en el bregar de hacer periódicos.
En este caso, el escritor relató la gran transformación de “Ultima Hora”, como diario popular de un tiraje impresionante. No tocó lo que juntos hicieron a partir de la década de los 60, en su continua tarea brillante de crear periódicos.
Por eso es que, sin quitarle la valía, muchos lectores sobretodo periodistas, se quedaron con la miel en la boca porque pensaban que en la trama se iba incluir las hazañas de Villarán hasta el fin de sus días con “Expreso”, “Correo” y “Ojo”.
MAS LIBROS
Ricardo Belmont era una figura de la televisión peruana y con ciertas características peculiares del hombre que se supera con el optimismo a raudales y el ejemplo de su padre y los mayores, hablando con un lenguaje simple y de barrio, con atisbos de ciertos privilegios pitucos de clase. Bueno, lo retrató en otro volumen que sacó a luz llamado “El Hermanón”.
Otra de sus novelas fue “Abisa a los Compañeros, Pronto”, que relata las andanzas de los trostkistas en los robos de bancos y que fue adaptada al cine por Felipe Degregori.
Lo mismo que “Las Rayas del Tigre”, “Manguera”,” Alas para Despertar”,” Autoretrato, 1930”, “Perú 1980: La República Militar”, “1980, El Año Decisivo”, ”Los Apachurrantes Años 50” y Uchuraccay, Testimonio de una Masacre”.
“La Revolución Imposible”, cuyo principal personaje es Alan García, “Los Prodigiosos Años 60”, “Banchero, Los Adolescentes y Los Alucinantes Años 60 de Chimbote”, ”Los Imperios del Sol: Una Historia de los Japoneses en el Perú”, ”Maestra Vida”, ”Jorge Cieza Lachos, Héroe de Juanjui”, “Paso de Vencedores”, “Gastronomía” y “Ocupación Testigo”. Todos ellos salidos en esta tierra la peruana.
1. Abrazo con César Calvo. 2. Guillermo, Charo y uno de sus hijos.
3. Al lado del poeta Bueno. 4. Thorndike y el escritor Scorza.
1. Abrazo con César Calvo. 2. Guillermo, Charo y uno de sus hijos.
3. Al lado del poeta Bueno. 4. Thorndike y el escritor Scorza.
ATAQUES A MANSALVA
Como en esta tierra peruana abundan las mezquindades y las envidias a este hombre que era pura creación, de enteras consecuencias que los que lo conocían sabían perfectamente que escondía a como de lugar, su fibras de sentimientos como un niño bueno y juguetón, lo atacaron a mansalva y le llovieron los denuestos de toda índole por un lado y por otro, exigiéndole perfecciones. Ay el Perú, esta tierra madrastra de sus hijos.
Que no le dijeron, pidiéndole confesiones y consecuencias. Lo trataron mal y no había derecho. Pero esta tierra es así. Unos ven la paja, otros la viga y lo peor no se dan cuenta de que, a como de lugar, lo que vale quieren derribarlo. No lo hicieron felizmente y el siguió escribiendo. Mezquindad propia de esta tierra, la peruana.
Los ilusos se olvidaron lo que Thorndike siempre dijo una y otra vez: “No he tenido una existencia política. Nunca he pertenecido a un partido. Ni actuación ni cargo político alguno. Que el ejercicio de mi profesión tenga este tipo de consecuencias, según los momentos, eso es otra cosa. Me ha tocado, algunas veces, limpiar las letrinas del periodismo”.
QUE TAL GENIO
Desde el punto de vista personal, Thorndike tenía una personalidad definida. Muchas veces alegre, reilón y juguetón al máximo con virtudes innegables de darse por completo a sus amigos y colaboradores.
Un buscador permanente de noticias y primicias que con quienes trabajó les dio de todo y a raudales. Compartía conocimientos, les enseñaba sin ningún tipo de egoísmo y hacía que le paguen muy bien a los periodistas, con quien formaba equipo
Si que era exigente y tenia un genio endemonionado, tremendamente gritón, neurótico total al mandar, al exigir al querer la mejor fotografía, la noticia, la primicia de primicias. Siempre como constante. A como de lugar. No hay vuelta que darle y allí estaba gritando.
Los recuerdos se van hacia fines de 1968, de hace exactamente casi 43 años. Thorndike, soltero aún, vivía en un cómodo departamento del edificio Ostolaza, en plena Avenida Tacna.
Con muchas ventanas de cuarto o quinto piso que mostraban al máximo y de sopetón, la faz paisajista de puro cemento entre construcción tras construcción hacia lo alto. Más abajo, impresionantes, las azoteas desordenadas con desperdicios de toda clase y condición, como característica cruda y esencial del centro de Lima.
El escritor y la tapa de uno de sus libros.
El escritor y la tapa de uno de sus libros.
PLAUTO Y CARMELA
Sus vecinos eran Carlos Tossi y su compañera Carmela Garcés. El primero poeta, autor de teatro y escritor. Escribía columnas culturales y de política bajo el seudónimo de Plauto y se desempeñó, en una determinada época, como secretario de Haya de la Torre.
La segunda, una periodista piurana que trabajó muchos años en "Correo" y en una Revista femenina de la misma cadena. Según Villarán, “las mejores piernas del Perú”.
Entonces a Guillermo se le ocurrió contratar a un joven imberbe de 21 años que recién comenzaba en esta apasionante profesión para que le saque toda la información, referente a un tema controvertido e interesante de la política peruana: la Revolución del 3 de Octubre 1948, protagonizada en el Callao por los apristas a poco de terminar el gobierno de Bustamante golpeado por Odría.
ALMUERZO EN NAVIDAD
Arduo quehacer de laborar en la Biblioteca Nacional, acumulando en fotocopias, los recortes de periódicos y resumiendo libros habidos y por haber sobre el tema, en jornadas que empezaban muy temprano a las 9 de la mañana en punto y duraban 12 horas seguidas, hasta las estribaciones de la noche.
Fueron exactamente 22 días, desde el 1º de diciembre, de intensa responsabilidad para el bisoño reportero, cuyo trabajo lo entregó el 22 de aquel mes y año, a las 4 de la tarde.
La respuesta del consagrado periodista vino tres días después, el 25 de Diciembre, Día de la Navidad, cuando muy temprano llamó por teléfono a su casa para invitarlo a almorzar y revisar la información.
El trabajaba siempre sin contar feriados ni menos una fecha tan cristiana y tan familiar. El quería almorzar con su colaborador, agradecerle entre risas, bromas constantes, e inmediatamente comenzar a escribir. Así lo hizo.
Antes y después del almuerzo y aquí viene una característica del gringo como lo llamaban quienes lo querían que, en esta oportunidad, lo demostró con creces.
Le invito al joven un lechón a la segoviana con menjunjes, salsas y aditivos de sabor incomparable tan bien hecho y tan suave que con el plato de cerámica, sin cuchillo de por medio, se podían partir las presas.
SIBARITA
Por supuesto que había tragos de toda clase y de entera calidad de todas partes del mundo. De botellas impresionantes en cuanto a forma y color. De la comida y de las colecciones de su bar se vanagloriaba con su mirada picarona a veces de frente a veces de reojo, con sus lentes que se le caían a mitad de la nariz
Si que sabía comer. Si que le gustaba la comida. Era, definitivamente, un sibarita que gozaba con las exquisiteces. Las buscaba y las encontraba. De lo más raras. De las más sabrosas. Una de sus aficiones que lo retrataban de cuerpo entero.
Mañana y tarde de Navidad con sólo dos personas y la criada morena criolla. de risa y voz potente, que los atendía a la perfección. Quien acompañaba a Guillermo era el autor de estas líneas. Una experiencia que nunca se olvida por lo que se aprendió durante los días de trabajo que fue invalorable y por lo que significó el pago por lo realizado.
LA FAMILIA
Una cantidad abultadísima. Más o menos, cinco veces adicionales del sueldo mensual que ganaba en un periódico de la época. Este era Thorndike, qué les parece. Que era consecuente con sus reporteros. Claro que sí. Hay que repetirlo: el que conseguía los mejores sueldos para su equipo de trabajo. Otra de sus cualidades que no hay que olvidar.
Nació en Lima el 25 de Abril de 1940. Su padre Augusto Thorndike fue un conocido abogado que llegó a ser el primer Ministro de Justicia del segundo gobierno conservador de Manuel Prado y su madre, una distinguida dama de nacionalidad argentina. Creció en un hogar acomodado de principios y de raíces extranjeras, en el que el trabajo era una obligación permanente.
Dentro de esta tónica, su bisabuelo, el norteamericano, John L. Thorndike, llegó al Perú y se afincó aquí a mediados del siglo XIX para trabajar junto a Enrique Meiggs, en la construcción de los ferrocarriles de la sierra central del país.
Una impresionante obra de ingeniería porque tenia que trabajarse en las estribaciones de la mismísima Cordillera de los Andes y, en determinados momentos, a más de 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Estudió en el Colegio Maristas de San Isidro y la vena literaria le salió a temprana edad. Se hizo, precisamente famoso por sus escritos en sus épocas escolares. En una oportunidad, les dedicó a sus maestros y compañeros una semblanza sobre la vida de Cristobal Colón, el descubridor de América.
EN LA PRENSA
La Revista “Caretas” le publicó un artículo cuando aún era adolescente. Lo mismo hicieron algunos diarios capitalinos con una serie de narraciones cortas, donde había sustento pero aún no la técnica y estilo que lo caracterizó posteriormente.
Comenzó en 1959 en el diario “La Prensa” desde abajo como reportero cuando se desarrollaba, hace algunos años, la transformación y revolución de ese diario al estilo norteamericano que le permitió grandes tirajes y una calidad periodística indiscutible.
Los chismes de la redacción decían por él que había venido el sobrino del dueño, Pedro Beltrán, a quien se le prepararía, precisamente, para que lo remplace en el futuro. Seria el sucesor. Como el Director de ese diario no tenía hijos. Así se había arreglado.
LA CORBATA
Lo cierto es que no era pariente de él. Si había personas de apellido Thorndike Beltrán que si tenían relación familiar con don Pedro. Pero con Beltrán, en cuanto parentesco, nada que ver.
La predicción nunca se cumplió, además, porque el periodista tan sólo trabajo tres años en ese matutino memorable, hasta 1962. Que aprendió mucho claro que fue una verdad.
El periodista Owen Castillo, el primer Jefe de Redacción de Correo, lo llevó a Thorndike, del cual era muy amigo, para que trabaje en la cadena de periódicos más grande del país. El gringo se presentó muy elegante con una corbata impecable y realmente vistoso, en cuanto a vestimenta.
Villarán lo miró de pies a cabeza y quedó impresionado, sobre todo, con la prenda de vestir al centro de la camisa. Lo siguió mirando de costado como quien no quiere la cosa y lo registraba a Guillermo alto, rubio el pelo ensortijado, ojos azules con lentes de carey.
Lo contrató y ordenó que su escritorio lo pusiesen en un lugar preferencial de las ventanas transparentes de la redacción del periódico que en aquel tiempo estaba ubicada en la Avenida La Colmena. Cosa que se hizo de inmediato.
Lo que pasaba es que la gente que transitaba por esa calle podía ver, perfectamente desde afuera, la redacción con los periodistas trabajando Lo hacia, quedándose por un buen tiempo, observando con mucha sorpresa e interés. Era algo enteramente novedoso.
El Rey de los Tabloides tan pegado a las formas, la originalidad y la elegancia había tomado esa decisión, la de mostrar al publico a sus redactores durante las actividades, como manera de vender y convencer.
El libro sobre Villarán
El libro sobre Villarán
DIRECTOR
Consideraba que Guillermo era un acertado agente de imagen, por su impecable presencia. Así lo tuvo durante un buen tiempo frente al público que pasaba en La Colmena. Cosas tan peculiares de Villarán.
Hizo una carrera fulgurante en Correo. En corto tiempo, de Redactor llegó a ser Director del diario. A temprana edad en este cargo tan alto e importante. Tan sólo tenía 26 años. Lo que es más saltante: hizo una transformación, sin precedentes, que elevó los tirajes de manera impresionante.
EL ASESOR
Empezaron a sacarse unos suplementos muy periodísticos. “Ella” para el sector femenino, “Suceso”, los domingos y las famosas Ediciones Choque en determinado día, donde se trataba un tema de interés en forma enteramente amplia, con ángulos y ángulos de completo interés.
Así se hizo la conexión perfecta con el público. Por ese tiempo, murió su padre y le hicieron una complicada operación a la columna vertebral de la cual, felizmente, salió recuperado.
Cabe destacar que “El Gringo”, cuando lo nombraron Director, le pidió al dueño contratar un asesor de entera confianza. Ese fue Raúl Villarán. Banchero Rossi aceptó el regreso del primer director del periódico. Las palabras de este ultimo fueron: “tráigalo pero como cosa suya. Yo le doy el dinero y usted le paga. Pero va a ser su empleado”.
Esta versión la contaba el propio Thorndike y a manera de explicación decía que el famoso magnate de la pesca parecía que le tenia miedo a ese mounstro, de carácter endemoniado como él, que era Villarán.
Aunque no se crea, en horas de crisis cuando el nerviosismo de Banchero no le dejaba trabajar, Villarán le había prohibido el ingreso al local al dueño del periódico. El Director salía a conversar a la calle con él.
Thorndike decidió renunciar a Correo y lo hizo. La salida significó una caída tremenda de tiraje y el ingreso a una crisis económica total. Ante tal caótica situación, Villarán le dice: “Yo tengo la solución para Banchero y cortar que pierda dinero. Pero no puedo decírselo. Lo tienes que hacer tú”
¡QUE BARBARIDAD!
La solución consistía en sacar otro periódico con un pequeño grupo de redactores, a partir de las noticias de “Correo”. Lo haría para un público distinto. Visitó a Banchero y le dio a conocer la propuesta.
Las palabras del magnate tacneño no se dejaron esperar: “No… otro periódico más, ¡que barbaridad! Usted se deja influir por ese loco. Piénselo bien dijo Thorndike, por el precio de uno saca usted dos diarios, de los que uno es más barato.
Al día siguiente, Banchero invitó a almorzar a los dos periodistas que compartieron la idea y en media hora se pusieron de acuerdo. Así nació “Ojo”, como diario de tirada popular impresionante en papel verde.
La diagramación fue inspiración de Julio Higashi que aplicó las técnicas de presentación de dos famosos periodicos extranjeros: el Daily Mirror, inglés, y el Bild-Zeitung, alemán. El Gringo no se separó del maestro hasta que el proyecto estuvo consolidado. Fue el último periódico que Villarán hizo en el Perú.
COSTA RICA
La diagramación fue inspiración de Julio Higashi que aplicó las técnicas de presentación de dos famosos periodicos extranjeros: el Daily Mirror, inglés, y el Bild-Zeitung, alemán. El Gringo no se separó del maestro hasta que el proyecto estuvo consolidado. Fue el último periódico que Villarán hizo en el Perú.
COSTA RICA
En una de las campañas furibundas de "Ojo" contra la mala gestión del Ministro de Justicia, Guillermo Hoyos Osores, en los últimos años del Gobierno de Belaúnde y a raíz de la huida de unos presos muy peligrosos de la cárcel, el director Villarán terminó preso, tras haber puesto un titular de impacto que decía a la letra: “Señor Ministro, esto ya está muy cochino”. Lo reemplazó, momentáneamente, en la dirección Thorndike.
En esta oportunidad, el gringo escribió una nota de semblanza que es memorable y que comenzó así, recordando el cariño hacia el periódico donde prácticamente vivía su amigo y sus aficiones por la elegancia: “No hay verdad mas cierta: Raúl Villarán Pasquel no se casó con una rotativa porque no tenia medias de seda”. Original y contrastante, sin duda.
Villarán lo seguía impresionando y por eso mismo se va con él en otra aventura periodística. Esta vez es en Costa Rica donde su maestro dirigía una expansión centroamericana del diario “Excélsior” de México.
El legendario rey de los tabloides estaba en su mejor momento. Con su exilio voluntario y su coronamiento para sacar otro periódico más al lado de su amigo de tantos años. Días de trabajo. Noches de trabajo. Noticias que van. Noticias que vienen y a editar se ha dicho.
Tantos números cero hasta encontrar el punto para salir. “Excélsior” apareció en las calles impecable y luego el creador desapareció. Nunca más se volvieron a ver con Thorndike, porque años después moriría joven, de 48 años. Por efectos de una severa diabetes que lo afectaba, desde antaño.
NO OPINE, POR FAVOR
Thorrndike recordaba siempre las andanzas de Villarán en Costa Rica, sobre todo cuando tenía las reuniones con los inversionistas del periódico. Escuchaba, se calentaba y lanzaba sus frases a uno de sus interlocutores que, obviamente, no sabia nada de periodismo por las tonterías que decía y planteaba, para que, supuestamente, el periódico sea mejor: “Usted no opine por favor, no opine", le decía muy molesto. No aguantaba más y se iba a pasear a otra habitación, murmurando lisura tras lisura.
Aceptó participar en la tan criticada expropiación de los diarios que emprendió el Gobierno dictatorial de Velasco y asumió la dirección del entonces diario oficial “La Crónica” y de su vespertino “La Tercera”, cuyo propietario anterior había sido la familia Prado.
NO MI GENERAL
Llegó con su equipo especialmente conformado para este proyecto la media noche del 26 de julio de 1974 y, en unas cuantas horas, sacó para los lectores una edición completamente distinta del diario con titulares de impacto, notas redactadas como deben ser- Todo en orden y un producto editorial completamente nuevo.
Ahí, en esa redacción, hizo innovaciones notables como entregar al público que compraba el diario ediciones paralelas en quechua y volver a sacar, con calidad, los suplementos “Variedades” y “Mundial” que antaño como revistas tuvieron tanto prestigio, con la participación de literatos e intelectuales de nota.
La tarea duró un año porque el espacio para seguir informando con libertad cada día se estrechaba más y más. Los militares querían controlar todo y evidentemente no decir exactamente lo que pasaba en el Perú.
Le quitaron la confianza y tuvo que irse. “La Crónica” volvió a la normalidad de la mediocridad entera. Para que no quede dudas de sus discrepancias, al poco tiempo sacó el libro “No Mi General”, donde explica exactamente lo que pasó en tiempos de la revolución de Velasco.
A partir de 1980, nuevos vientos políticos corrían en el Perú y las diferentes facciones de la izquierda se habían unido. Alfonso Barrantes Lingán, su amigo fue el principal gestor de esta hazaña. Al Gringo lo llaman para ser el Director del Diario de Marka, que expresaba el pensamiento de estos grupos.
Guillermo, otra vez, demostró sus condiciones de gran organizador de periódicos, dando noticias de todo tipo y en forma precisa, impecable. Con el comentario que nunca faltaba. Con la precisión de siempre, abriéndose día a día camino para más lectores.
LA REPUBLICA
La labor, definitivamente, era ardua, sobre todo por las posiciones tan divergentes dentro de la misma izquierda. Lidiar con políticos en el manejo periodístico se torna dificultoso. Por eso se agotó. Estuvo un año, entre 1980 y 1981, al frente del timón de Marka. Luego se fue a buscar otras responsabilidades.
Así se metió de lleno a un proyecto interesante. La creación de un periódico que venda efectivamente y que genere determinada posición de opinión progresista, de avanzada ante la opinión pública.
Cuando salió "La República" brindando con Gustavo Mohme Llona.
Cuando salió "La República" brindando con Gustavo Mohme Llona.
OTRO TRIUNFO
Comenzaron los preparativos a lo grande. El Gringo se afincó en un hotel lujoso del centro de Lima donde trabajaba 14 a 15 horas diarias. Armaba equipos de trabajo idóneos y dale y dale en la búsqueda de una nueva expresión de ideas periodísticas. Hasta que el diario “La República” salió a las calles en 1981, bajo su dirección.
Al principio no pegó y el Director no se amilanó. El tenia oficio y, obviamente, le sobraba experiencia. Recurrió a lo que sabia hacer a la perfección: tratar con ingenio sin lindar en el amarillismo y la chabacanería, temas policiales y de farándula, persistiendo con el asunto cultural y la opinión.
Una mezcla de todo y para todos los gustos bien estructurados. En el intermedio de esta tarea sacó un medio de impacto como fue El Popular. Otro éxito total
“La República” se convirtió en uno de los más importantes del medio. Allí estuvo cuatro años dándole al trabajo y dándole. Que triunfo, claro que sí. Pero un día, como siempre lo hacia, se fue.
Como antes en Correo, en Ojo. Así era el gringo. Pero que lo si nadie discute es que a cada periódico que fundaba o que dirigía, le dejaba una huella indeleble de calidad.
El padre observando "chocho" a uno de sus hijos.
El padre observando "chocho" a uno de sus hijos.
EN LA TV
Pasó, posteriormente, por diferentes redacciones dirigiendo diarios como “El Nacional”, “Pagina Libre” que la creó y fundó para apoyar la candidatura de Fujimori, frente al aluvión que significaba el Fredemo, con Vargas Llosa a la cabeza
Presidente del Consejo Editorial de la Revista Ayllu; Director de “La Razón”, en dos oportunidades distintas. A la televisión no le corrió y fue Editor de Prensa de Frecuencia Latina Canal 2 de TV y Director Periodístico de RBC, Canal 11 TV.
“Tinta que cae vida que pasa”, decía una frase del primer editorial que apareció en primera página en el primer número del diario "Correo" el 10 de Junio de 1963 al lado de la noticia principal que, a su vez, daba cuenta del triunfo de Belaúnde en las elecciones de ese año. Esta expresión con mucha propiedad se puede aplicar a la existencia de Thorndike: tan fructífera, tan valiosa, tan periodística. (Edgardo de Noriega).
Definitivamente era un genio no hay duda que era único se le extraña al Gringo
ResponderEliminarEdgardo: Muy merecido el homenaje a Guillermo y precisa la selección de quienes lo recuerdan. Por favor, pásame el correo de Charo, con quien pasamos hermosos días desde antes de la salida inicial de La República, en noviembre de 1982. Guillermo regaló su talento a raudales, no escatimó enseñanzas, fue generoso en la entrega, gran amigo, divertido como el que más y...terror de gerentes. Un abrazo y felicitaciones por tu blog, muy bueno.
ResponderEliminarIsmael León Arias
Carajo, Trhondike primero por aqui y p0or alla. Por los siglos amen. Joder
ResponderEliminarEdgardo no sabes cuanto te agradezco que te acuerdes de Guillermo, yo sigo tristisima es como si se hubiera apagado la luz, el gordo siempre decia que el era la reina de la casa y en efecto asi era, cuantas saudades, siempre recuerdo las mesas de redaccion y a los amigos periodistas haciendo el diario y era tan agradable, tan divertido y tan sufrido a veces, que suerte que me toco conocerlos y disfrutar a esa raza extraña de humanos que son los periodistas. Te mando un gran abrazo y micariño. Charo del Campo de Thorndike
ResponderEliminarpd. me encantó la nota del Gordo y estoy segura que a el tambien.
Apreciado Edgardo:
ResponderEliminarCon el "Gringo" Thorndike, mantuve muy cordial relación. Pues a los meses de fundada "La República", me sacó de "El Observador", para que le escribiese desde el Mundial de España, de donde transmitiría con Pinasco el mundial de fútbol, una columna diaria "Pasos del Caminante" . Luego, me pidió, en pleno mundial, que ayudase a Lorenzo Villanueva a mandar un cuadernillo de cuatro página por fax Debió ser exitoso poque a mi regreso me quedé como jefe de deportes de la República, hasta 1984. Luego fui a fundar el diario Hoy como Jefe de Deportes.
Muy interesante Claro, clasísimo, como siempre.
Fuerte abrazo.
Roberto Salinas
Conocí a Guillermo una mañana muy cálida en Virú,yo tenía 6 años y él más o menos 19,no volví a verlo más, pero en mis retinas infantiles quedó grabada su figura, me impresionó su personalidad y desde entonces he tratado de seguir siempre su trayectoria periodística y leer sus libros.Agradezco tu reportaje por que no comprendía su posición política,pero como aclaras él no pertenecía a ningún partido, su vida entera la dedicó al periodismo y a ofrecernos a raudales su creatividad.Nunca le pude decir lo mucho que lo admiraba, pero dicen que nunca es tarde,
ResponderEliminarHasta siempre Guillermo.
María Luisa
Estimado Edgardo, he leído bastante a Guillermo Thorndike, pero no recuerdo ninguna obra referida al 03 de octubre de 1948, te agradecería si me puedes indicar si llegó a publicar un libro o artículo al respecto; además te agradecería si tienes alguna referencia de "Paso de Vencedores", no he podido conseguirlo aún. Gracias
ResponderEliminarCon respecto a estas dos últimas consultas. Que yo sepa Guillermo Thorndike nunca escribió un libro específico sobre la revolución de los apristas en 1948. Pero si lo hizo en artículos periodísticos infinidad de veces. En "Correo", La Crónica y otros medios. Habrá que revisar archivos. Obviamente que el material que tenia sobre este hecho histórico, en calidad de archivo, le debió servir para escribir al alimón el libro que salió a luz con Armando Villanueva del Campo. En cuanto a "Paso de Vencedores", no tengo ninguna información
ResponderEliminarEstoy muy interesada en el V Tomo de la obra GRAU, pero no logro conseguirla, si alguien puede informarme donde lo puedo adquirir?
ResponderEliminarIris Herrera Fakhye