Tal fue el ideal por convicción plena al que
se entregó Simón José Antonio de la
Santisima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, más conocido como Simón Bolívar a secas. Por el que luchó
a fondo y se entregó de la misma manera tan noble, aunque muchas veces dijo la significativa
frase con profundidades de decepción: “He sembrado en la arena y arado en el
mar”
Primero pensador, diplomático y conciliador.
Luego, por necesidad circunstancia y decisión, estratega militar de primera línea
que empuñó las armas con coraje definido,
liberando asi del yugo español a muchos pueblos de esta parte del contintente
que, evidentemente se lo merecían, como son: Bolivia, Colombia, Ecuador,
Panamá, Perú y Venezuela.
Simón Bolívar
Simón Bolívar
SUS
PADRES
Su familia perteneció a la hidalguía
criolla venezolana. Fueron sus padres: Juan Vicente Bolívar Ponte-Andrade y
María Concepción Palacios Blanco, quienes tenian una gran diferencia de edades
de por medio. El esposo le llevaba a la cónyuge 32 años. Cuando contrajeron
matrimonio, el marido acumulaba 47 años y la mujer apenas 15.
En total, los esposos procrearon cinco hijos, tres de ellos mayores
que Simón y una menor, cuyos nombres fueron: Maria Antonia, Juana Nepomucena,
Juan Vicente y Maria del Carmen. Esta
última murió a los pocos días de nacida.
El origen de este grupo familiar provenia de
Viscaya, país vasco en España. Al llegar a Venezuela, en tiempos de la colonia,
ellos ocuparon puestos prominentes y realizaron destacadas actuaciones
políticas y sociales.
Simón nació en una casa solariega,
ubicada en la Plaza San Jacinto de Caracas, la noche del 24 de Julio de 1783.
Lo bautizaron al poco tiempo en la catedral capitalina. Muy pequeño aún, a los
dos años, perdió a su padre que murió de
tuberculosis. Quedando su madre como cabeza de familia. Hasta que, siete
años después, falleció.
Los hermanos pasaron a la
custodia compartida entre el abuelo Palacios y
dos hermanos de la madre, Esteban y Carlos Palacios Blanco. Este último
de carácter hosco y mentalidad estrecha, con
quien el pequeño Simón de 9 años no se llevaba bien.
Muchas veces,
lo dejaba atendido por la
servidumbre y sin ninguna asistencia en los estudios que los realizaba en la
Escuela Pública de Caracas. Quien reemplazó a la familia por aquel entonces y
apoyó con empeño al niño fue el famoso profesor Simón Rodríguez, cuya relación entre discípulo y maestro al principio, no fue
muy tranquila que digamos.
En efecto, ante la
perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de la casa del tío para
refugiarse en la de su hermana María Antonia.
La situación se convirtió en litigio judicial y la Real Audiencia
de Caracas devolvió a don Carlos, la custodia del
sobrino. El muchachito trató de resistirse. Pero fue sacado por la fuerza de
casa de su hermana y llevado por un esclavo hasta la vivienda de su maestro.
Una vez alli, las condiciones en que vivia con
su preceptor no eran adecuadas. Ni tampoco ideales. Tenia que compartir el
espacio con 20 personas en una casa no apta para ello y, por tal situación precisamente,
Simón escapó de ahí en dos oportunidades
en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.
Al poco tiempo, Rodríguez
renunció a su cargo de profesor para irse a Europa y la Audiencia determinó que
fuese trasladado a la Academia de Matemáticas,
dirigida por el Padre Andujar que
funcionaba en casa de su tio Carlos.
En este centro educativo, su
formación mejoró notablemente
complementada con lecciones de Historia y Cosmografía, impartidas por el
eminente maestro don Andrés Bello. Hasta su ingreso en el Batallón de Milicias, en los valles de Aragua allá por 1797.
Fue enviado a España a los
15 años para continuar sus estudios. En
Madrid, conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro Alaiza, con quien se
enamoró. Ellos, posteriormente, contrajeron matrimonio en la Iglesia Parroquial
de San José. El tenía 19 años y ella 21.
Los recién casados partieron
hacia Caracas y llegaron a tierras venezolanas en 1802. Tras una corta estadía
en la capital, se trasladaron a la “Casa Grande” del ingenio Bolivar, ubicada
al interior del país.
MUERE LA ESPOSA
Maria Teresa, de un momento a otro, enfermó
atacada por el paludismo. La pareja tuvo que retornar a Caracas donde ella,
desafortunadamente, murió en 1803. El joven viudo quedó desolado y prometió
nunca más casarse. Lo que, efectivamente,
cumplió. Pero si tuvo infinidad de amantes. Como Manuelita Sáenz.
En el mismo año de la muerte
de su esposa, viajó a Paris donde se dedicó junto a su antiguo maestro Simón
Rodríguez a la lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del
saber universal.
El joven se afilió a la
masonería y tomó, como preferencia, las ideas enteramente libertarias que
llevaban directamente a la independencia total de los pueblos del yugo colonial,
tan injusto y poco constructivo.
Viajó luego por Italia en
compañía de Rodríguez y en el Monte Sacro de Roma juró, solemnemente, liberar a
su patria. Era el 15 de agosto de 1805, dia glorioso para los aires revolucionarios
que después dieron frutos definitivos.
Regresó a Venezuela donde se
dedicó a trabajar, administrando los negocios familiares unidos a los esfuerzos
de la causa noble que ya daba sus primeros pasos de rebelión justificada.
El viajero alemán Heinrich Witt, en su “Diario y
Observaciones sobre el Perú” (1824-1890), hace una descripción física de Bolívar,
a quien conoció en una recepción ofrecida
por el Cabildo de Arequipa. “Era un hombre de mediana estatura y constitución
delgada. Su cara de tinte oscuro. Frente bien formada y muy alta. Ojos penetrantes, con nariz larga y derecha. La
boca grande, el bigote delgado. El
Libertador departía con los presentes y sonreía a cada rato. Cuando esto
último ocurría, una profunda arruga se le formaba desde la nariz hasta la boca”
El Libertador de América.
El Libertador de América.
Por aquel entonces, España
sufría una crisis política complicada. Cayó el Rey Carlos IV. Comenzó a reinar
su hijo Fernando VII. Las presiones de Napoleón se hacían sentir en toda
Europa.
El desastre se consumó cuando se designó como
monarca de dicho país a José Bonaparte, luego de la invasión de su hermano
Napoleón. La nueva situación provocó grandes reacciones populares. Tanto en
América como en Europa se formaron agrupaciones que fomentaron las luchas
contra los invasores franceses.
En las juntas americanas
habia simpatía exclusiva por su similar de Cádiz. Allí se rendía tributo a las
acciones de Antonio Nariño que en Bogotá
publicó una obra sobre “Los Derechos del Hombre”, La Conspiración de
Manuel Gual era admirada y las expediciones militares de Francisco de Miranda a
Venezuela gozaban de popularidad. Había similitud de pensamientos y pareceres.
Cuando retornó a Caracas, a
mediados de 1807, se encontró con una
ciudad inmersa en un ambiente de gran
agitación social que era gobernada por personajes antipopulares, como el irremediable repudiado regente Joaquín de
Mosquera y Figueroa. El joven estaba completamente convencido que lo mejor para
su pais era la independencia.
La llegada de los franceses
a Caracas que habían tomado el gobierno español realmente que impactó a los
venezolanos. Ellos divulgaron en los periódicos y otras publicaciones la
noticia de la desaparición de la monarquía tradicional.
La reacción popular fue de
malestar e indignación. Mientras que la situación empeoró cuando se supo que la
lucha en España continuaba para rechazar a los franceses y que, Napoleón,
no tenia del todo ganado el poder.
Entonces, surgió un proceso
extraño en Venezuela que terminó de socavar el orden colonial vigente, haciendo
que la conmoción se oriente en dos direcciones enteramente marcadas.
Una representada por Bolívar que quería, a
como de lugar, la independencia y otra por
los criollos, quienes anhelaban mantener a como de lugar, la fidelidad a
Fernando VII.
EMPARAN
Llegaron unos despachos oficiales que anunciaban la creación de la Junta Central de
España e Indias que terminó instalándose
en Sevilla y, poco después, arribó al país el Mariscal de Campo Vicente
Emparan, en calidad de Capitán General de Venezuela y Gobernador de Caracas.
Su presencia dio una nueva
perspectiva a la situación política y empezaron a circular rumores que lo
relacionaban como partidario de los franceses. Por ello mismo fue acusado de
querer confundir a la población.
Entonces, aprovechando las
circunstancias, los miembros del Cabildo de Caracas decidieron constituir una
Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII, en un acto que terminó con
la firma del Acta de Independencia y la constitución de la Primera República,
el 5 de Julio de 1811.
En una revuelta ocurrida se
obligó a Emparan a ceder sus poderes a la Junta y tal situación trajo como
consecuencia la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos, quienes
fueron embarcardos rumbo a España.
Poco después, tras enterarse
de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela. Pero
ya era tarde. Desde entonces, el proceso independentista fue imparable y lo que
es más significativo, el ejemplo de
Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
El nuevo sistema de gobierno
creó nuevas perspectivas. Las noticias de lo ocurrido en Caracas llegaron hasta
el Almirante Alexander Cochrane, Comandante de las Fuerzas Navales del Caribe,
que procedió a enviar noticias a Londres de lo sucedido y poner, a disposición
de la junta venezolana, la corbeta “Wellington” para que llevaran hasta la
capital del Reino Unido a una delegación de representantes que requerían protección.
En efecto, Bolívar fue
enviado a Inglaterra con el grado de Coronel, junto con Andrés Bello y Luis
López Méndez, en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo
británico a la Junta en nombre del Rey Fernando VII, aprovechando la
circunstancia que España y Gran Bretaña eran naciones aliadas que habían dejado
de lado sus históricas diferencias, ante el peligro común que representaba
Napoleón.
El representante del Reino
Unido, Lord Wellesley, recibió a la delegación en su casa y no en un lugar
público por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón, en busca de apoyo
y aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.
MIRANDA
La postura británica fue muy
clara en el sentido que el apoyo político a Venezuela era imposible. Sin
embargo, se trató de conseguir acuerdos comerciales, acordes con los
intereses venezolanos.
La presencia de Francisco de Miranda en
Londres fue crucial. Por su intervención, Bolívar logró la secreta apertura comercial de los ingleses y la
posibilidad de que Inglaterra ejerza presiones a España para favorecer los
intereses de su país.
Después de convenir con los
ingleses la permanencia de un representante en Londres, retornó a su patria. Hizo gestiones para promover la vuelta de Miranda. La consiguió y el
prócer pisó el suelo de Venezuela, luego de viajar a bordo del bergantín inglés
Avon, el 10 de Diciembre de 1810. Lo nombraron Teniente General.
Había aparecido en Caracas
la Sociedad Patriótica de corte independentista que funcionaba como foro de
debate político y divulgaba sus
conclusiones en un periódico propio titulado, “El Patriota de Venezuela”
Fue un miembro importante de
esta asociación y estuvo muy implicado en las movilizaciones ocurridas el 5 de
Julio de 1811, para ratificar la Declaración de la Independencia. En esta
oportunidad, se opuso a la Constitución de ese mismo año por ser una copia
literal a la que regía en Estados Unidos y no se adaptaba a la realidad
venezolana.
Las fuerzas, comandadas por
Miranda, lograron una victoria en Valencia contra los rebeldes que pretendian
recuperar privilegios. En esta acción, comenzó su carrera militar al dirigir un
ataque a un puesto fortificado. Resultó su bautizo de fuego y su primera acción
distinguida. Le dieron el rango de Coronel y fue el que informó de la victoria al Gobierno de
Caracas.
Empezó a actuar militarmente
en los valles de Aragua cuando Miranda era comandante general de las fuerzas
militares republicanas. Lo ascendieron a Teniente Coronel en el Estado Mayor y lo nombraron Jefe
Militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Lo deplorable es que al poco
tiempo Puerto Cabello cayó. Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la
guardia y la dominaron, aprovechando la traición de un oficial al que
sobornaron. Ellos se apoderaron del castillo San Felipe y bombardearon una amplia y extensa zona.
Valientemente, trató de
recuperar la guarnición durante seis días
de combate. La situación era muy desfavorable.No se podía cañonear el castillo
por el reducido alcance de la artillería. La ciudad comenzó a ser atacada por
las fuerzas del Capitán Domingo Monteverde. Abandonó la plaza por via marítima.
Este acontecimiento, unido
al terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la balanza a favor de los
realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía seguir en la
lucha, Miranda capituló el 26 de Julio de 1812 por encargo del Congreso, en el
Tratado de la Victoria que instauró nuevamente el dominio español sobre
Venezuela.
Salió del pais y se dirigió
a la isla de Curazao ocupada por los ingleses y después se trasladó a Cartagena
de Indias, donde la independencia se habia iniciado.
Reunión histórica de los patriotas.
Reunión histórica de los patriotas.
Aquí escribió el Manifiesto de Cartagena donde
analizó militar y politicamente la caida de la primera república de Venezuela y
exhortaba a Nueva Granada a no cometer los mismos errores para no correr la
misma suerte. Abogaba por la unión de America, su principal sueño.
Solicitó al gobierno de
Cartagena prestar servicios en sus tropas. Le fue concedido el mando de una
guarnición en la localidad de Barrancas y así comenzó a forjar su prestigio
militar, derrotando a los realistas y liberando varias poblaciones como
Tenerife, El Gumal, El Banco, Tamalamaque y Puerto Real de Ocaña.
Llegó hasta la frontera de
Venezuela, luego de la Batalla de Cúcuta. Allí estuvo varios meses con una
fuerza militar eficaz y rodeado de militares efectivos. Inició su campaña por
los Andes venelozanos tomando pacíficamente la ciudad de Mérida. Ante su
llegada, las fuerzas realistas huyeron. Aquí se le concedió, por primera vez,
el título de Libertador.
Peleó con las fuerzas
realistas en Los Taguanes, un lugar entre Tucupido y Valencia, donde los
derrotó y forzó una capitulación que se firmó en La Victoria. Hizo la entrada
triunfal a Caracas el 6 de agosto de 1813, después del triunfo militar en Mosquiteros. Le nombraron Capitán General y
le ratificaron el titulo de Libertador.
A partir de entonces, se
concentró en organizar el Estado y dirigir la guerra en la que parecía su etapa
final. La actividad administrativa desarollada adquirió grandes dimensiones y
organizó el regimen militar mediante regulaciones, mantuvo el consulado y creó
un nuevo sistema fiscal, otro mecanismo de administracción de justicia,
modificó el gobierno municipal. Creo incentivos a la actividad agraria, las
exportaciones y la mano de obra calificada.
Fue entonces que apareció el
capitán de milicias español, José Tomas Boves, que, a principios de 1814,
inició las operaciones militares con tropas autóctonas de la región de Los
Llanos venezolanos, autorizadas indebidamente al saqueo y al pillaje.
Las fuerzas patriotas se
fueron debilitando a medida que entraban en combate con Boves. El enemigo se
mostró implacable y no dudaba en ejecutar a todos los prisioneros para no
mantenerlos económicamente. Ante el aumento de la violencia, decidió retirarse
hacia el oriente y unir fuerzas con Antonio Nariño.
Pero la segunda República de
Venezuela estaba herida de muerte. Los realistas consolidaron su dominio casi
por todo el pais. Sólo el oriente venezolano, junto a la isla Margarita, permaneció
en manos republicanas. Se dirigió, con Nariño, a Cartagena
Ahí fue reconocido como jefe
por todos los venezolanos. Le encargaron la conducción de la guerra. Tomó Santa
Fe. Ante la imposibilidad de desarollar algun proyecto, decidió partir hacia
Jamaica. Llego a la isla el 14 de Mayo de 1815.
Escribió la famosa Carta de
Jamaica, un documento que tiene múltiples significados por su forma, contenidos
y características, como texto de reflexión y análisis.
Describió la situación de
América con un tono unitario y comenzó a exponer, minuciosamente, la creación
de una gran confederación americana con el nombre de Colombia.
Salió de Jamaica hacia Haití,
con miras a organizar una expedición militar que libere Venezuela. Logró
organizar una expedición marítima conocida como la Expedición de Los Cayos, que
salió el 23 de Marzo de 1816 con rumbo a la Isla Margarita, desde donde empezaría
de nuevo sus hazañas militares.
Se instaló en Angostura (hoy
Ciudad Bolivar). Hubo un largo enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias
del general español Pablo Morillo. Para entonces, el ejército realista estaba
muy desgastado. Estas tropas iniciaron un lento pero inevitable retiro, debido
a la falta de recursos y de refuerzos para cubrir las bajas que sufrían.
Estudiando, trabajando, revisando documentos.
Estudiando, trabajando, revisando documentos.
ANGOSTURA
En 1818, la situación del
ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio obligado a
retirar algunas de sus fuerzas de Nueva Granada para intentar contener a los
patriotas. La situación militar y política era favorable para ellos y así fue
como se instaló el Supremo Congreso de la República en Angostura.
Bolívar, desde Venezuela y
Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada, coordinaron acciones
conjuntas y fomentaron la unidad militar. Un importante foco de resistencia
existía en los llanos de Casanare. Llegaron dos buques británicos, el
Perseverance y el Tartare, con un cuerpo de voluntarios que fue conocido como
la Legión Británica para apoyar a los patriotas.
Reunió al Congreso de
Angostura y alli pronunció un memorable discurso, haciendo un análisis crítico
de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la república y anunciaba
el proyecto de la Constitución de Cúcuta, que fue promulgada en el congreso del mismo nombre en
1821.
El resultado de este evento
fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la Gran
Colombia mediante la promulgación de una ley y cuya extensión abarcó, en ese
momento, los territorios de Nueva Granada y Venezuela que se dividen
politicamente en tres departamentos: Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas)
y Quito (Ecuador)
También el Congreso lo proclamó Presidente de la República y a Francisco de
Paula Santander como Vicepresidente. Las repúblicas de Venezuela y de Nueva Granada
quedaron en una sola, bajo el titulo de República de Colombia. A los pocos años
se separaron para despecho del pensamiento bolivariano.
Mientras tanto, el ejército
español estaba cansadísmo, combatiendo contra las fuerzas patriotas eficaces de
las que se desconocia su capacidad real. Fue entonces cuando realizó una de sus
hazañas memorables y mas destacadas, el Paso de los Andes.
El avance triunfal de la tropa se produjo a
traves del Páramo de Pisba, hasta alcanzar a los realistas, el 25 de Julio de
1819, en la batalla del Pantano Vargas. La tropa española huyó, situación que les
permitió a los patriotas llegar a la ciudad de Tunja.
Ello dio lugar a la unión
indestructible con otras fuerzas patriotas al mando de Santander en la población
de Tame, donde comienza unitariamente la campaña libertadora definitiva de Nueva Granada.
El ataque logró sorprender a
los españoles que ante el desastre intentaron tomar medidas. Todavía pensaban
que podían controlar la situación. Pero
el estado de sus tropas, le obligaba a estar a la defensiva y tuvieron que
replegarse rumbo a Bogotá.
El enfrentamiento decisivo
con los realistas ocurrió en la Batalla de Boyacá, el 7 de Agosto de 1819, que cortó
por completo la huida a Bogotá. Una gran victoria para el ejército patriota. El
Virrey Sámamo desapareció para siempre.
El uso de la espada para la libertad de los pueblos.
El uso de la espada para la libertad de los pueblos.
CONFERENCIA
EN GUAYAQUIL
La oposición realista, con
el paso de los años, fue completamente eliminada. El 24 de Junio de 1821 en la
batalla de Carabobo, campo cercano a la ciudad de Valencia, se obtuvo una
victoria decisiva sobre el ejército
español que fue completada en la batalla del Lago de Maracaibo, el 24 de Julio
de 1823, liberándose por completo a Venezuela. Llegó a la ciudad de
Guayaquil con su ejército y la anexó a la Gran Colombia.
La victoria decisiva de
Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la batalla de Pichincha,
el 24 de mayo de 1822, permitió que el norte de sudamerica fuese liberado.
Ello dio lugar a que Bolívar
cruce la Cordillera de los Andes y libere definitivamente al Perú que ya había
declarado su independencia el 28 de julio de 1821, luego del desembarco de José
de San Martín en Paracas y la ocupación de Lima.
El 26 de Julio de 1822, tuvo
una conferencia con San Martín en Guayaquil donde intercambiaron ideas sobre la
estrategia de liberación, aunque nadie
sabe a ciencia cierta que cosa es lo que efectivamente pasó.
Mucho se comentó, eso si, que los personajes
habrían chocado en concepciones políticas. El venezolano propugnaba la
integración. Mientras que el insigne argentino se inclinaba por regímenes monárquicos.
Lo cierto es que el Santo de la Espada se marchó a Europa y le dejó el campo
libre al otro.
Fue autorizado por el
Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y llegó a Lima, cuyo gobierno
le pidió la dirección de la guerra contra los realistas. Lo primero que hizo es
reunirse con Sucre para planear el ataque. El Congreso peruano lo nombró dictador
el 10 de Febrero de 1824.
Desembarcó en el puerto del
Callao el 1 de setiembre de 1823, a
bordo del bergantín Chimborazo. Luego de que una comitiva congresal encabezada
por José Faustino Sánchez Carrión, le enviara una invitación mientras estaba en
Guayaquil.“
Al recibimiento asistió el
Presidente José Bernardo de Torre Tagle y su gabinete ministerial en pleno. Al
día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombró “suprema autoridad” y, poco
después, le entregó la dirección de la lucha de la guerra contra los españoles,
disponiendo que el propio Torre Tagle deberia rendirle cuenta de sus acciones.
Su primera acción en el país
fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, el ex presidente del Perú,
que se oponía en Trujillo a la llegada del venezolano. El ex mandatario fue
apresado. Pero escapó y se fue a Inglaterra.
Mientras tanto, el Primer
Congreso Constituyente próximo a proclamar la primera carta magna del país
emitió una resolución, señalando que entrarán en suspenso las disposiciones que
sean contrarias a sus disposiciones y deseos. Lo cierto es que la ley de leyes, en la
práctica, nunca entró en vigencia.
El ejército realista tenía
el control de la sierra central y el sur del pais, incluido los departamentos
de Junín, Ayacucho Cusco y Arequipa. Por su parte, las fuerzas patrióticas
ocupaban Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca. El cuartel general fue trasladado de la capital a Pativilca,
sobre todo para evitar la invasión de Lima.
El Congreso depuso a Torre
Tagle, le entregó al venezolano todo el poder politico y militar y entró en
receso. Así se convirtió en la máxima autoridad, nombrando como único ministro
general a José Faustino Sánchez Carrión.
Comenzaron las acciones de
refuerzo al interior del Ejército Libertador. Fueron nombrados como jefes
principales, los generales Sucre,
Córdova y Lara. José de la Mar también estaba entre los defensores de la
patria.
La guerra se inició en el
mar. El Almirante Martin George Guisse, Jefe de la Escuadra peruana, destruyó
los barcos españoles que asediaban la costa peruana. Llegaron pertrechos y refuerzos de Colombia.
Se logró neutralizar a la fuerza realista acantonada en el Callao, bajo el
mando de José Rodil
Palabras sabias
.
Palabras sabias
.
JUNIN
Y AYACUCHO
Pasó revista al ejército que
logró armar con 12 mil hombres, listos para luchar. El 6 de agosto de 1824, Bolívar,
Sucre y los patriotas derrotaron a los españoles en la Batalla de Junín. El 9 de Diciembre de 1824, Sucre destrozó el último
baluarte realista en la de Ayacucho,
acabando con el dominio español en Sudamérica.
Recompuso su gabinete
ministerial. Sánchez Carrión pasó a la Cancilleria. Hipólito Unanue a cargo del
Ministerio de Hacienda y el militar colombiano, Tomas Heres como Ministrio de
Guerra. Desafortunadamente, su gobierno fue autoritario y de persecución
permanente a sus opositores.
Sin embargo, cabe mencionar
que el régimen se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro
de lo que fue la organización del naciente estado peruano, como la conformación
del Poder Judicial donde, dicho sea de paso, tenía una gran ingerencia. Lo
mismo ocurrió con la creación de universidades en distintas partes del país.
Convocó de nuevo al Congreso
que estaba en receso desde hace un año. Ello sirvió para autorizar la salida de
6 mil soldados peruanos a la Gran Colombia y dar premios a los militares
vencedores. Ese poder del Estado emitió, además, una resolución desentendiéndose
del futuro del Alto Perú (Bolivia). Acto seguido, el Parlamento se disolvió.
Desde Arequipa, convocó a elecciones para el Congreso del 10
de Febrero de 1826. Sin embargo, este organismo legislativo nunca se
reunió porque el Libertador no estuvo conforme con la incorporación de algunos
diputados, como Francisco Javier de Luna Pizarro y otros representantes de
Lima, la blanca ciudad y Cusco entre otras provincias.
El 26 de mayo de 1826, el Gobierno retiró a
los municipios el derecho a elegir a sus representantes y, poco después,
decretó que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las
provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia,
elaborada por el propio Bolívar para que ejerza el poder, sin fecha final. Para
siempre. No podía ser, definitivamente.
El Libertador se embarcó en un
bergantín rumbo a Colombia y dejó en Lima
un Consejo de Gobierno, cuya misión erar lograr la vigencia de la Constitución
Vitalicia. No regresó más al Perú.
El Consejo de Gobierno no
logró que la Corte Suprema apruebe el nombramiento de Presidente Vitalicio. Por lo que se
recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los
colegios electorales y luz verde a la promulgación de la constitución de ese
tipo. Esta carta magna tan solo tuvo vigencia hasta el 26 de enero de 1827,
tras caer el Consejo de Gobierno y
convocarse a nuevas elecciones.
Durante su gobierno, el
Libertador restituyó el tributo indigena, estableciéndolo al monto que se pagaba en 1820, contribución
que debían cancelar los peruanos por el
único hecho de ser indigenas. San Martín había eliminado ese pago.
Eliminó la mita y garantizó
la libertad de vientres. Con lo último se garantizaba que los hijos de
esclavos, que tuvieran en embarazo a sus esposas, los vástagos de estas uniones
nacerían libres y aquellos soldados que en anterioridad fueron esclavos, se les
concederia su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa
libertadora.
En el ámbito de la organización
del Estado, creó la Corte Superior de Lima que, luego de la Batalla de Ayacucho,
dio lugar a la Corte Suprema de Justicia. Nombró como presidente de este
organismo, a Manuel Lorenzo de Vidaurre. Tambien instaló las cortes superiores
de Trujillo, Arequipa y Cusco.
Creó, asimismo, importantes
colegios como el Nacional de Ciencias en el Cusco y el de Educandas. Igualmente
fundó el diario oficial “El Peruano”, gaceta del estado peruano. Expidió la
primera Ley de Imprenta, aunque con logros no muy constructivos que digamos.
Logró reprimir toda fuente
escrita que lo desfavoreciera. El reglamento de esa ley condenaba a 6 años de
prisión a los autores de los artículos que el gobierno considerase como
subversivos y prohibia la satira contra disposiciones gubernamentales.
En el campo de las finanzas,
se establecieron recompensas para el ejército unificado y se negoció un empréstito
con Inglaterra del que sólo se recibió el 25% del capital y se tuvo que pagar
el integro más intereses. Como se puede notar, no se hizo mucho en este campo.
Reprimió a sus principales
opositores, desterrando a Francisco Xavier de Luna Pizarro y a Mariano
Necochea. Se ordenó el encarcelamiento del Almirante Guisse, de Ignacio y
Francisco Javier Mariátegui. Nunca se aclaró el asesinato de Bernardo
Monteagudo.
Dispuso la anexión de
Guayaquil a la Gran Colombia, hecho en sí que dio lugar a la disputa
terroritoral entre Perú y Ecuador. Dispuso la secesión del Alto Perú y la fundación
de la República Bolívar.
El 6 de Agosto de 1825, Sucre creó el Congreso
del Alto Perú y apareció como país Bolivia, en honor de Bolívar. Convocó al
Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.
Cuando iba camino a
Venezuela, el Perú lo nombró Presidente Vitalicio. Pero el Libertador no
aceptó. Entonces, fue nombrado primer mandatario, Andrés de Santa Cruz, el 27 de
enero de 1827.
Los patriotas.
Los patriotas.
FALLECIMIENTO
Ocurrió, en Bogotá, un atentado contra su vida conocido como la Conspiración Septembrina de la cual resultó ileso, gracias a la ayuda de su compañera sentimental Manuela Sáenz, ecuatoriana de nacimiento, que recibió en 1821 la orden de Caballeresa del Sol y que a raíz del suceso fue llamada por él: “la Libertadora del Libertador”.
Ocurrió, en Bogotá, un atentado contra su vida conocido como la Conspiración Septembrina de la cual resultó ileso, gracias a la ayuda de su compañera sentimental Manuela Sáenz, ecuatoriana de nacimiento, que recibió en 1821 la orden de Caballeresa del Sol y que a raíz del suceso fue llamada por él: “la Libertadora del Libertador”.
Después de los hechos, siguió
gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas fraccionales y
sufriendo de tuberculosis. Las revueltas continuaron. El Perú se puso contra él
y su Presidente, José de la Mar, invadió Guayaquil. Pero fue vencido por Sucre. Venezuela se declaró
independiente, el 13 de enero de 1830. José
Antonio Paéz ocupó la presidencia de ese pais, desterrando a Bolívar.
Quiso viajar a Jamaica y
Europa. Pero su enfermedad se lo impidió. Se quedó en la quinta de San Pedro
Alejandrino, cerca de la ciudad de Santa Marta. Su salud empeoró a los pocos
dias. Hasta que falleció a la una y tres minutos del 17 de Setiembre de 1830, a
los 47 años de edad.Se fue una vida joven que prometia y que mucho, todavía,
podía dar.
Definitivamente, una promesa que se entregó a los demás y se
convirtió en admirable. No obstante que, muchas veces, utilizó métodos que
pueden rechazarse, sobre todo por esa inclinación hacia la dureza dictatorial.
Pero que liberó pueblos. Sí que lo hizo. Eso
es, precisamente, lo que hay que destacar como punto trascendental y favorable, duela a quien le duela. El venezolano,
indiscutiblemente, ingresó a la historia universal por la puerta grande. (Edgardo de Noriega)
Impecable la semblanza. Muy bien documentada. Con un retrato por entero del Libertador. Siga, señor Noriega, en este camino de informar porque asi contribuye al desarrollo histórico del país. Quien sabe de su paso, honra a la historia. Jose Miguel Canaval
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